Valentía para mí

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en el Desarrollo del Carácter

Materiales
  • Biblia
  • Piedras pequeñas (1 por cada niño)
  • Cronómetro o reloj con segundero
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imagen de la mujer alcanzando a Jesús
  • Páginas del Alumno
  • Crayones

Devocional del maestro

Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”.
Isaías 41:13

Con Dios no hay nada que temer. Sus palabras son muy claras: “no temas, yo te ayudaré”. No hay duda de que Dios está ahí con nosotros cuando sentimos miedo, sin embargo, puede ser difícil superar los temores que se apoderan de nosotros. A veces tenemos miedo de pedir ayuda a Dios. A lo mejor pensamos que Dios tiene suficientes cosas para preocuparse sin tener que lidiar con nuestros temores, pero no es cierto en absoluto.

Dios desea tomarte de la mano y ayudarte con tus temores. Piensa en un temor que tengas que sabes que no pertenece a tu vida. Ahora toma un momento para orar y pedir ayuda a Dios. Si tu temor es algo con lo que los demás te pueden ayudar, pide a una persona que te ayude a superarlo. Si necesitas descubrir la causa de tu temor, pregúntate: ¿Qué es lo que realmente me atemoriza de esto? Finalmente, entrega tu temor a Dios. Esto puede llevar tiempo, pero ten la seguridad de que Dios se quedará contigo y te ayudará a superar tu temor.

Conexión familiar

Anima a las familias a ofrecer ayuda a sus hijos cuando tengan problemas con una tarea difícil. Explica que su ayuda les mostrará a los niños que pueden pedir y recibir ayuda cuando algo sea muy difícil para hacerlo solos.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer una actividad difícil y aprender a realizar preguntas.

Saluda a los niños cuando lleguen a la sala de clases. Pregúntales si hicieron algo durante la semana pasada para elegir tener valentía en vez de temor. Haz que se sienten en un extremo del espacio de enseñanza.

Hoy harás algo divertido pero difícil. Tendrás un minuto para llevar una piedra desde un extremo de nuestro espacio hacia el otro sin dejarla caer. La parte difícil es que solo puedes usar un brazo para recogerla y llevarla. ¡No puedes usar las manos en absoluto!

Consejo para el maestro: Esta actividad ayudará a los niños a comprender la importancia de pedir lo que necesitan. El proceso puede ser frustrante para algunos niños. Si los niños se acercan a ti y te piden más información, asegúrales que pronto se las darás.

Entrégale una piedra a cada niño. Observa a los niños mientras tratan de completar la tarea, pero no los ayudes. Luego reinicia el cronómetro o usa un reloj por treinta segundos. Pide la clase que se detenga al final de los 30 segundos. Luego vuelve a poner la alarma y haz la actividad otra vez. Cuando veas que 1 o 2 niños comienzan a sentirse frustrados, indica a la clase que presten atención.

Levanta la mano si no estás seguro de cómo hacer esta tarea. No te preocupes. Sé que esta actividad es muy difícil de hacer. Detengámonos por un momento y escuchemos una historia. Después de la historia, trabajaremos juntos para intentar hacer esta actividad de nuevo.

Pídeles que te entreguen sus piedras mientras van a sentarse al círculo que está al medio de tu espacio. Luego siéntate con los niños.

Consejo para el maestro: Alejar físicamente a los niños de su actividad los ayudará a reducir su frustración a medida que se enfocan en una tarea diferente. Sin embargo, si alguno de los niños expresa frustración por la tarea no terminada, garantízales que más adelante habrá tiempo de hacer la actividad de nuevo.

Se necesita valentía para que vengas y me digas que no estás seguro de cómo hacer la tarea. Hoy, aprenderás a ser valiente cuando pides ayuda y más información sobre algo. 

2. Enseñanza:

Escuchar la historia de una mujer que mostró valentía para conseguir la ayuda que necesitaba (Marcos 5:21–43; Isaías 41:13).

No nos sentimos bien cuando no podemos realizar algo que nos pidieron. Tampoco nos sentimos bien cuando no tenemos lo que necesitamos para vivir: alimentos, agua, refugio y amor. Cuando no tenemos las cosas que necesitamos, podemos sentirnos desesperanzados. Cuando no podemos hacer algo, es posible que sintamos que hemos fracasado. 

Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.

La Biblia nos cuenta la historia verdadera de una mujer que fue valiente en su manera de pedir ayuda. Esta mujer necesitaba sanidad porque estaba muy enferma. De hecho, ¡había estado enferma por 12 años! Había visto a muchos doctores, pero aun así seguía enferma.

Un día, Jesús vino al lugar donde estaba esta mujer. Había ido allí porque le habían pedido que sanara a una niñita. Una multitud de personas rodeaban a Jesús mientras caminaba a visitar a la niña. Al pasar al lado de la mujer enferma, ella hizo algo que necesitó de mucha valentía. Escucha lo que sucedió:

Si es posible, lee estos versículos directamente de tu Biblia.

Cuando oyó hablar de Jesús, se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. Pensaba: «Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana». Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción.
Marcos 5:27–29

¿Qué hizo la mujer que necesitó de valentía?

Tocó la ropa de Jesús.

¿Qué sucedió cuando la mujer tocó la ropa de Jesús?

Dejó de sangrar y se detuvo su sufrimiento. Fue sanada.

La mujer enferma quería mejorarse, así que tocó la ropa de Jesús. Necesitó de valentía para hacerlo porque sabía que Jesús era alguien muy especial e importante. También tuvo que humillarse a sí misma porque sabía que no podía recuperarse sola. Confió en que Jesús la ayudaría. Escucha lo que sucedió a continuación. 

Al momento también Jesús se dio cuenta de que de él había salido poder, así que se volvió hacia la gente y preguntó: —¿Quién me ha tocado la ropa?
Marcos 5:30

Había una gran multitud reunida alrededor de Jesús, entonces es posible que la mujer se sorprendiera de que Él se diera cuenta de que lo habían tocado. Los discípulos de Jesús se sorprendieron cuando preguntó quién lo había tocado. La mujer necesitó de mucha valentía para hacer lo que hizo después. La Biblia nos dice:

La mujer, sabiendo lo que le había sucedido, se acercó temblando de miedo y, arrojándose a sus pies, le confesó toda la verdad.
Marcos 5:33

¿Por qué piensas que la mujer temblaba de miedo?

Permite que 2 o 3 niños respondan.

La mujer no sabía lo que haría Jesús cuando averiguara quién lo había tocado, pero fue honesta con Él. Sabía que Jesús la había ayudado. Lo que Jesús dijo a continuación mostró que no tenía nada que temer.

—¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.
Marcos 5:34

Jesús sabía que la mujer necesitaba sanidad y que tenía que tener fe en Él y valentía para tocarlo. La mujer no tenía nada que temer porque creía que Jesús podía sanarla. Pedir ayuda significa que esperamos y confiamos en que la persona a la que le pedimos está dispuesta y puede ayudarnos. ¡Para esto necesitas ser valiente!

La Biblia nos dice que cuando confiamos en Dios para que nos mantenga seguros, no hay nada que temer.

Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”.
Isaías 41:13

La mujer de nuestra historia tocó la ropa de Jesús porque necesitaba sanidad. Él se preocupó por ella porque estaba enferma. ¡Ella era importante para Jesús! 

Cuando estás en una situación en la que necesitas valentía para conseguir algo, puedes tener valentía haciendo lo siguiente:

  1. Ora y pide ayuda a Dios. Cuando algo anda mal y no sabes qué hacer, ora y pide a Dios que te ayude a entender lo que hay que hacer.
    1. ¿Por qué cosa te gustaría orar para que Dios te ayude?
    2. Permite que 2 o 3 niños respondan.
    3. Quizás no pudiste completar una tarea porque no comprendiste lo que tenías que hacer. A lo mejor no tuviste suficiente comida o las cosas que necesitabas porque tu hermano te las quitó cuando tu madre no estaba mirando. Ambos son algunos motivos para orar y pedir a Dios que te ayude.
  2. Dile a un adulto de confianza si algo anda mal. Cuando estás triste y solo necesitas hablar con alguien o estás lastimado y necesitas ayuda para estar a salvo, dile a alguien. Encuentra a un adulto de confianza para pedirle ayuda.
    1. Consejo para el maestro: A los niños les puede costar confiar lo suficiente en los demás como para pedir ayuda. Dales ideas de quiénes son los adultos confiables de tu comunidad. Además, hazles saber que tú eres un adulto confiable con el que pueden hablar.
    2. En la historia de hoy, la mujer le explicó a Jesús por qué tocó su ropa. Le dijo la verdad sobre sus acciones porque estaba enferma y necesitaba ayuda. 
    3. ¿Cuándo necesitarías contarle a alguien que algo anda mal?
    4. Permite que 2 o 3 niños respondan.
  3. Haz preguntas y pide ayuda. Puede parecer que no hace falta tener valentía para hacer preguntas, pero si se necesita. Para hacer preguntas necesitas pensar en tu problema y tratar de llegar a una solución. También puedes pedir ayuda. Cuando pides ayuda, admites que no puedes hacerlo por tu propia cuenta. ¡Para esto necesitas ser valiente!
    1. Si haces preguntas y pides ayuda puedes terminar una tarea, en cambio será más difícil si no tienes toda la información que necesitas. Cuando viniste a la clase hoy, te pedí que hicieras una tarea difícil, pero no te dije cómo recoger la piedra o moverla por nuestra sala de clases.
    2. ¿Cómo te ayudaría a completar la tarea si haces preguntas?
    3. Podría averiguar cómo recoger la piedra. Es posible que descubra más información que me ayude a completar la tarea.

Vamos a pensar en la tarea que trataste de hacer al principio de la clase. Para la mayoría de ustedes fue difícil terminarla en el tiempo que tenían. Vamos a ver lo que sucede si me hacen preguntas antes de intentar hacer la tarea.

3. Respuesta

Hacer una actividad después de realizar preguntas y pedir ayuda.

Pásale una piedra a cada niño. Mientras lo haces, pídeles que caminen hasta el final del espacio donde se juntaron al comienzo de la clase.

En un momento, trataremos de llevar esta piedra hacia el otro lado de nuestro espacio con los codos. Para ayudarte, me puedes hacer preguntas acerca de cómo realizar esta actividad. Por ejemplo, podrías preguntarme: ¿cómo puedo recoger la piedra con un solo brazo?

Haz que los niños hagan la pregunta juntos: ¿cómo puedo recoger la piedra con un solo brazo y sin usar las manos?

Consejo para el maestro: Si muestras algunas formas de hacer preguntas ayudará a los niños a comprender qué tipo de interrogantes pueden hacer para reunir información. Mientras más practiquen maneras de hacer preguntas y pedir ayuda, más probabilidades habrá de que lo hagan cuando tengan una necesidad no satisfecha o cuando deban hacer una tarea difícil.

Comienza por sentarte en el suelo. Mantén el brazo recto al frente de ti y colócalo en el suelo. Luego utiliza la parte de tu brazo que se dobla para sacar la piedra. Tendrás que agacharte mucho para hacerlo. Para algunos de ustedes esto será complicado. Te dije que solo podías usar un brazo sin emplear la mano pero no te dije que ustedes no se podían ayudar entre sí a levantar sus piedras del suelo. Hagamos otra pregunta: ¿puedo ayudar a alguien a levantar su piedra del suelo?

Que los niños repitan la pregunta: ¿puedo ayudar a alguien a levantar su piedra del suelo?

Si, ¡lo puedes hacer! Recuerda, está bien pedir ayuda para hacer una tarea difícil.

Haz que cada niño se junte con alguien que tenga cerca.

Ahora tomen turnos para tratar de recoger las piedras. El niño que trate de recoger la piedra estirará el brazo en el suelo y envolverá la piedra por donde se dobla el brazo. El otro niño usará su codo para empujar la piedra suavemente hacia el brazo de su compañero. Una vez que la piedra esté en tu brazo, dobla firmemente el codo para sostenerla. Luego ayuda a tu compañero a recoger su piedra. 

Es posible que tengas que ayudar a los niños a recoger sus piedras con sus parejas. Una vez que todos los niños hayan sacado sus piedras, felicítalos. Luego pídeles que pongan sus piedras en el suelo para alistarse para intentar hacer la tarea de nuevo. Establece un cronómetro por un minuto o mira tu reloj para saber cuándo decirles que comiencen.

Cuando hiciste preguntas, entendiste mejor lo que yo quería que hicieras y obtuviste ayuda de tu compañero. Ahora tratemos de llevar nuestras piedras al otro lado del espacio en solo un minuto. ¿Listo? ¡Ahora!

Al cabo de un minuto, pídeles que se detengan donde estén. Celebra con los niños que lograron llegar al otro lado de la sala con sus piedras en un minuto. Anima a los que no lo lograron mientras les recuerdas que algunas cosas requieren práctica.

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, dales crayones y permite que dibujen imágenes que vayan con cada palabra.

Cuando haces preguntas, pides ayuda y hablas con otros sobre las cosas que no van bien, muestras valentía. La Biblia nos recuerda que podemos tener valentía cuando sabemos que Dios está con nosotros. Vamos a practicar juntos nuestro versículo de memoria.

Versículo para Memorizar

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Isaías 41:10, DHH

Haz que todos se pongan de pie. Canta o corea este versículo usando las siguientes acciones.

  • No tengas miedo, pues yo estoy contigo—Cruza los brazos delante del pecho y abrázate.
  • No temas, pues yo soy tu Dios—Indica “no”. Luego señala al cielo con ambas manos.
  • Yo te doy fuerzas, yo te ayudo—Simula levantar lentamente algo pesado del suelo.
  • Yo te sostengo con mi mano victoriosa—Junta las manos y ahuécalas con las palmas hacia arriba como si sostuvieras algo.

Haz que los niños canten o coreen contigo. Repite las palabras del versículo de memoria 3 veces. Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Isaías 41:13.

Bendición: Que sepas que Dios está contigo y promete ayudarte. Que esto te dé valentía.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

Más lecciones

Primaria Elemental

Año 1

Año 2

Año 3

PRIMARIO

Año 1

Año 2

Año 3

ADOLESCENTE

Año 1

Año 2

Año 3