En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Antes de la clase, descarga del link de abajo y recorta los carteles.
Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.
Salmos 107:1
Cuando estás agobiado con las necesidades de tu familia y las tuyas, es fácil olvidar que tienes mucho por qué estar agradecido. Toma un momento para agradecer a Dios por las bendiciones de tu vida. Medita en la obra que Dios ha hecho en tu vida y a través de ti. ¿Qué ha hecho para fortalecer tu fe? ¿Cómo ha usado tu vida para tocar las vidas de los demás? ¿De qué forma inesperada te ha bendecido? ¡Tienes mucho por qué estar agradecido!
Cuando Dios actúa en nuestras vidas, nos hace parte de su historia. Hoy ayudarás a los niños a conectar historias individuales de la Biblia para crear una gran historia. Mientras te preparas para enseñar esta clase, piensa en la épica historia de Dios y tu parte en ella. Dios tiene un plan para tu vida. Ten la certeza de que continuará guiándote durante tu viaje con Él.
Anima a las familias a pedir a los niños que les cuenten la gran historia de Dios.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños a medida que ingresan a la clase. Entrega los carteles, del final de la lección, a 9 estudiantes, mientras entran a la sala. Diles que los pongan enfrente de ellos cuando se sienten. También que no los toquen hasta que les digas que se pongan de pie al frente de la clase.
En un momento, leeremos la gran historia de Dios. Antes de hacerlo, les enseñaré algunas acciones que necesitamos saber.
Consejo para el maestro: Si hay gestos que prefieres usar para cada una de las siguientes palabras, puedes utilizar tus propias ideas. Asegúrate de usar las mismas acciones cada vez que digas la palabra.
Cuando digo: “Dios”, señala al cielo con tu mano.
Mientras das instrucciones, señala al cielo con tu mano. Haz lo mismo con todas las otras acciones.
Creó e hizo—Ahueca las manos como si tuvieras una pelota imaginaria entre ellas. Hazla girar en tus manos.
Pecado—Frunce el ceño.
Jesús y Salvador—Extiende los brazos hasta que estén paralelos al suelo.
Promesa—Usa las manos para hacer la forma de un arcoíris sobre tu cabeza.
Practica estos gestos para cada palabra, al menos 3 veces, antes de comenzar la lección. Si los niños tienen problemas con una acción, repítela hasta que todos pueden hacerla correctamente.
Recuerden las acciones que van con las palabras porque las harán cuando les leo la historia.
Ahora te contaré la gran historia de Dios. Este es un relato verdadero y muy maravilloso. Si te di un cartel cuando llegaste a la clase, por favor ponte de pie conmigo.
Los niños que tengan los carteles harán una fila delante de la clase, mirando al resto de los compañeros. Que los niños los mantengan mirando hacia adelante.
Ubica a los niños en este orden para comenzar la lección: Dios \ Adán y Eva \ La Promesa \ Noé \ Abraham \ Moisés \ David \ El Espíritu Santo \ Yo
El único niño que se moverá es el que tiene el cartel que dice LA PROMESA. Ayudarás a este estudiante a desplazarse en la fila, como sea necesario. Asegúrate que sostenga el cartel para que los estudiantes vean el lado que dice, “LA PROMESA”.
Acuérdense de hacer los gestos que practicamos cuando escuchen las palabras que llevan acciones.
Las palabras que llevan acciones están subrayadas en la historia para recordarte de hacer las acciones con los niños. Usa la guía del final de la lección para ayudarte a registrar las acciones.
Opcional: si es posible, muestra las imágenes de la Biblia en Acción mientras lees las siguientes historias bíblicas.
Si es posible, lee los versículos bíblicos directamente de tu Biblia. Ponte de pie detrás del niño que sostiene el cartel de DIOS.
Dios creó todo—incluyendo a las personas. Deseaba que la gente lo amara. Por su amor por ellos, Dios los dejó decidir si querían amarlo o no.
Ponte de pie detrás del estudiante que tenga el cartel de ADÁN y EVA.
Dios creó a Adán y a Eva, el primer hombre y la primera mujer. Vivían con Él en un jardín perfecto. No escucharon a Dios y pecaron. En vez de vivir por siempre con Dios, Adán y Eva, y todos los demás que nacieran después de ellos morirían.
Párate detrás del niño que sostiene el cartel LA PROMESA.
Adán y Eva no pudieron vivir en el jardín con Dios pero Él les dio una promesa maravillosa. Dios dijo que enviaría a un Salvador. Este Salvador rescataría a las personas de sus pecados y les daría la oportunidad de conocer y estar con Dios.
Ponte de pie detrás del niño que tiene el cartel de NOÉ
A medida que más gente llenaba la tierra, había más y más pecado en el mundo. Un hombre llamado Noé decidió seguir a Dios. Dios le dijo a Noé que construyera un bote grande. Dios le dijo que hiciera entrar al bote dos animales de cada especie, y a su familia. Luego, Dios inundó toda la tierra. Noé y su familia sobrevivieron a la inundación porque escucharon a Dios.
Mueve al niño que sostiene el cartel LA PROMESA para que se pare detrás de NOÉ. Ubícate detrás del cartel LA PROMESA.
Dios creó el primer arcoíris, para que recordemos su promesa de que nunca más enviaría un diluvio a la tierra para destruir a los seres vivientes. La promesa más importante de Dios, la de un Salvador, aún estaba por venir.
Colócate detrás del niño que tenga el letrero de ABRAHAM.
Muchos años más tarde, un hombre llamado Abraham amaba y seguía a Dios. Dios lo hizo el Padre de una gran nación, del pueblo especial de Dios. La nación se llamó Israel.
Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición.
Génesis 12:2
Lleva al niño con el cartel LA PROMESA a pararse detrás de ABRAHAM. Ubícate atrás del niño que tiene LA PROMESA.
El pueblo de Israel era especial para Dios. Dios le dijo a Abraham que el Salvador que había prometido vendría de esta nación.
Puesto que me has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia.
Génesis 22:18
Párate detrás del niño que tiene el cartel de MOISÉS.
El pueblo de Israel se fue a Egipto, donde fueron tomados como esclavos. Años después, Dios le dijo a Moisés que libere a su pueblo de la esclavitud y los lleve a una tierra que sería de ellos.
Mueve al niño de LA PROMESA para ubicarse detrás de MOISÉS. Colócate detrás del niño que tiene el cartel de LA PROMESA.
Moisés guió al pueblo a la Tierra Prometida donde vivirían. Aquí es donde nacería el Salvador prometido por Dios.
Párate detrás del niño que sostiene el cartel de DAVID.
Israel hizo su hogar en la Tierra Prometida. David fue su rey. Él amaba a Dios, pero también pecó. Él no era el Salvador prometido, pero Dios lo convirtió en un gran rey.
Ubica al niño de LA PROMESA detrás de DAVID. Ponte detrás del niño de la PROMESA.
Dios le dijo a David que el Salvador vendría de su familia. Se acercaba el tiempo para que la promesa de Dios se cumpla.
Tras destituir a Saúl, les puso por rey a David, de quien dio este testimonio:
“He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero”. De los descendientes de este, conforme a la promesa, Dios ha provisto a Israel un salvador, que es Jesús.
Hechos 13:22–23
Que el niño que tiene el cartel de LA PROMESA se voltee para que se vea a JESÚS.
¡Dios cumplió su promesa! Jesús, el Hijo de Dios, nació en la tierra. Jesús vivió sin pecado. Jesús pagó por nuestros pecados cuando murió en la cruz. Pero aquí no termina la historia.
Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras,
1 Corintios 15:3–4
Mueve al niño con el cartel de JESÚS entre el ESPÍRITU SANTO y YO. Ubícate detrás del cartel ESPÍRITU SANTO.
Jesús fue levantado de entre los muertos. Volvió al cielo para estar con Dios su Padre. Jesús no dejó solos a los que amaba. Envió al Espíritu Santo a vivir en los corazones de los que creen en Él y para ayudarnos a seguir la verdad de Dios.
Ponte detrás del niño con el cartel YO.
Cuando amamos y seguimos a Jesús, nos convertimos en hijos de Dios. ¡Nos volvemos parte de su historia! ¡Viviremos por siempre con Él! Nuestro lugar en la historia de Dios es aquí. (Colócate detrás de “Yo” y pon tus manos en los hombros del niño, siempre que pienses que se sentirá cómodo al ser tocado). ¡Esto es maravilloso!
Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad,
Efesios 1:4–5
Posiciona al niño que tenga el cartel de JESÚS al otro lado de YO.
Dios envió a su Hijo Jesús para ayudarte. Si crees en Jesús, vivirás por siempre con Él en el cielo después que tu cuerpo muera.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16
Terminamos de usar las acciones para las palabras.
Este es el orden que los niños deben estar: Dios \ Adán y Eva \ La Promesa \ Noé \ Abraham \ Moisés \ David \ El Espíritu Santo \ Yo \ Jesús
Esta es la historia de Dios que encontramos en la Biblia. ¡Todo se trata de Él y de su amor maravilloso por nosotros! Ahora aplaudamos para agradecer a Dios por su gran historia verdadera, maravillosa y fascinante.
Deja que los niños den un aplauso a Dios.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, haz que los niños coloreen las imágenes de sus mapas de historia. Pueden usar los mapas como apoyo visual para contar la historia.
Usaremos los carteles de la lección para ayudarnos a volver a contar la historia con toda la clase. A medida que exponga cada cartel, diremos las palabras juntos.
Párate detrás de cada niño mientras los estudiantes cuentan la historia de nuevo. Anímalos a ponerse de pie y moverse de tal manera que les ayude a recordar el relato. Por ejemplo, pueden poner una corona imaginaria en sus cabezas cuando mencionan la parte de David. A medida que te mueves cerca de cada niño, toma cada cartel y amontónalos. Asegúrate de que estén en orden.
¡Muy bien! Se acordaron de las personas de la historia de Dios. Ahora, les voy a pedir que me ayuden a contar la historia otra vez. No levanten las manos. En su lugar, llamaré a los niños que están prestando mucha atención.
Mientras sostienes cada cartel, motiva a los niños a que digan lo que dice en los carteles. Después, para cada cartel, pide a un estudiante relatar esa parte de la historia. Escoge a diferentes niños para narrar cada parte de la historia de Dios.
¡Muy bien! ¡Era mucho para recordar! Respiremos profundo antes de pasar a la siguiente actividad. Inspira (respira profundo) y exhala (exhala). (Repite esto 2 veces).
Ahora que conocemos la historia de Dios, seamos parte de ella.
En un momento, te pediré que levantes los dedos. Pon la mano enfrente de tu corazón. Debes responder con lo que realmente sientes que es verdadero para ti. No mires a tus amigos mientras hagamos esta actividad. Se trata de ti y de lo que crees sobre Dios, entonces mantén tu mano cerca de tu corazón.
Todos estamos en niveles diferentes de nuestro caminar con Jesús, entonces deben ser sinceros. Les daré un momento para pensar antes de responder.
Levanta 5 dedos si sientes que conoces a Jesús, si confías en Él, y vive en tu corazón.
Haz una demostración al poner 5 dedos extendidos frente a tu corazón.
Levanta 3 dedos si sientes que estás comenzando a conocer y aprender a confiar en Jesús.
Coloca 3 dedos extendidos frente a tu corazón.
Mantén un dedo arriba si sientes que todavía no conoces a Jesús lo suficiente como para confiar en Él.
Haz una demostración al poner un dedo frente a tu corazón.
Dales un minuto para levantar los dedos.
Está bien si mostraste 1, 3, o 5 dedos. A medida que continuamos con nuestras clases y sigas creciendo, tu relación con Jesús crecerá y cambiará. Continuaré orando por cada uno de ustedes mientras aprenden más de Jesús y lo que significa ser parte de su familia. Si sientes que no conoces bien a Jesús, tendrás más oportunidades para escuchar de la historia de Dios a medida que aprendemos juntos en este lugar.
Concluye la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Efesios 1:4–5.
Bendición: Que sepas que Dios te escogió antes de la fundación del mundo para ser adoptado en su familia. Envió a su hijo Jesús para que fueras parte de su familia por siempre. Que sepas que te ama profundamente.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños y celebra cuán grande es Dios.
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