En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5:9
La mayoría de nosotros queremos paz en nuestras propias vidas, familias, comunidades y nuestros países. Pero muy a menudo experimentamos descontento, desacuerdo y conflictos con otros incluso en nuestro propio corazón y mente. Aunque no todas las situaciones están bajo nuestro control, somos llamados a vivir en paz con otros tanto como sea posible. De hecho, Jesús nos dice que los pacificadores tienen la bendición de ser llamados hijos de Dios. Entonces, ¿cómo lograr la paz en un mundo que no es pacífico?
Piensa en cómo tus propias actitudes, decisiones y comportamiento perturban la paz en tu vida y en la vida de los que te rodean. ¿Qué cambios puedes hacer para traer paz en vez de conflicto? Invita al Espíritu Santo a mostrarte dónde necesitas cambiar. Pide al Príncipe de la Paz que te llene hasta rebozar. A medida que Dios trae paz a tu corazón, comenzarás a verla reflejada en tus palabras y acciones, y comenzarás a comprender por qué Jesús dice que los pacificadores son los hijos bendecidos de Dios.
Anima a los estudiantes a preguntar a sus familiares: ¿Qué te da paz? Luego pueden compartir que la verdadera paz viene de Dios y que te puede ayudar a lograr la paz en situaciones de conflicto o desacuerdo.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los estudiantes a medida que llegan. Pregúntales si tuvieron oportunidades de mostrar misericordia durante la semana pasada. Si es posible, permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus historias con toda la clase. Recuérdales describir las situaciones, y no mencionar nombres.
Divide a los estudiantes en grupos de 5, luego explica la actividad.
Leeré una situación y les daré algunos minutos para que trabajen juntos como grupo con el fin de encontrar una solución al problema. Cada grupo debe estar de acuerdo en una solución para presentar a toda la clase. Después toda la clase votará por cuál es la mejor solución.
Situación: El pastor líder de una iglesia cercana se ha llevado todo el dinero de la iglesia, dejando a la iglesia de la comunidad en caos y desacuerdo en cuanto a qué hacer. Los miembros de tu iglesia se ofrecen a ayudar a esta comunidad de fe. ¿Cuáles son las cosas importantes que hay que hacer? ¿Cómo las lograrás?
Dales de 4 a 5 minutos para buscar soluciones. Permite que cada grupo tenga 2 minutos para presentar su respuesta a toda la clase. Luego formula las siguientes preguntas a la clase:
Los pacificadores son personas que trabajan para finalizar conflictos y restaurar las relaciones rotas. La Biblia nos enseña que somos llamados a ser pacificadores. Vamos a aprender más acerca de cómo y por qué debemos ser mediadores en nuestras familias, comunidades e incluso en nuestro país.
Déjame compartir algunas de las maneras en que determinadas organizaciones trabajan como pacificadoras. En muchas partes del mundo devastadas por la guerra, organizaciones reúnen a personas de diferentes culturas para crear alguna pieza artística. El propósito de estas organizaciones es lograr paz en áreas de conflicto al permitir que las personas trabajen juntas para crear algo hermoso en vez de pleitos. A medida que la gente trabaja junta para crear murales, escribir y representar obras y canciones o hacer videos, construyen relaciones con aquellos que antes eran sus enemigos. Su trabajo también informa a las personas sobre la importancia de la paz.
Otras organizaciones utilizan la desobediencia civil y otras protestas no violentas para crear conciencia de la necesidad de paz. Por medio de sus protestas y campañas mediáticas, trabajan para lograr la paz y construir relaciones con aquellos que no están de acuerdo.
Aunque estas organizaciones buscan hacer el bien, a menudo enfrentan peligros. Muchas personas en estas regiones no apoyan sus esfuerzos de traer paz. Aun así, estos mediadores continúan trabajando para lograr la paz.
En todo el mundo, los pacificadores trabajan para traer paz a sus familias, comunidades y países. Sus esfuerzos no siempre tienen éxito, pero continúan buscando la paz incluso en situaciones de gran peligro.
La Biblia nos enseña que la pacificación es importante. De hecho, Jesús dijo algo muy importante acerca de aquellos que trabajan por la paz.
Haz que un estudiante lea Mateo 5:9 en voz alta desde la Biblia. Si no es posible, el versículo está impreso aquí.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5:9
Para comprender por qué la pacificación es importante, tenemos que entender lo que provoca el conflicto. Escucha lo que nos enseña la Biblia sobre las guerras y las peleas.
¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y, cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.
Santiago 4:1–3
¿Qué dice este pasaje sobre las causas de las guerras y los conflictos?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Después guíalos a comprender que el pecado y el egoísmo son las causas del conflicto. A menudo el temor es el origen de los conflictos entre diferentes grupos étnicos. Estas cosas crean una separación de nuestra relación con Dios y nos impiden recibir las buenas cosas que Dios tiene para nosotros.
Escucha una historia sobre una pacificadora en la Biblia. A medida que leemos el relato, presta atención a lo que hizo para lograr la paz en una situación de conflicto.
Opcional: Si es posible, comparte las imágenes de La Biblia en Acción.
Había un hombre rico llamado Nabal que era duro y se comportaba mal. Tenía una esposa perceptiva y hermosa que se llamaba Abigail. David, el que Dios había elegido para convertirse en rey, se escondía en el desierto porque Saúl, el rey actual, quería asesinarlo. David viajaba cerca de la tierra de Nabal y necesitaba materiales, por lo que envió a 10 de sus hombres a saludarlo.
Escucha lo que David les dijo a los jóvenes que dijeran:
Díganle: “¡Que tengan salud y paz tú y tu familia, y todo lo que te pertenece! Acabo de escuchar que estás esquilando tus ovejas. Como has de saber, cuando tus pastores estuvieron con nosotros, jamás los molestamos. En todo el tiempo que se quedaron en Carmel, nunca se les quitó nada. Pregúntales a tus criados, y ellos mismos te lo confirmarán. Por tanto, te agradeceré que recibas bien a mis hombres, pues este día hay que celebrarlo. Dales, por favor, a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a la mano”.
1 Samuel 25:6–8
¿Piensas que el saludo de David fue pacífico? ¿Por qué sí o por qué no?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Escucha cómo respondió Nabal.
Pero Nabal les contestó: —¿Y quién es ese tal David? ¿Quién es el hijo de Isaí? Hoy día son muchos los esclavos que se escapan de sus amos. ¿Por qué he de compartir mi pan y mi agua, y la carne que he reservado para mis esquiladores, con gente que ni siquiera sé de dónde viene?
1 Samuel 25:10–11
Escucha lo que sucedió después.
Los hombres de David se dieron la vuelta y se pusieron en camino. Cuando llegaron ante él, le comunicaron todo lo que Nabal había dicho. Entonces David les ordenó: «¡Cíñanse todos la espada!» Y todos, incluso él, se la ciñeron. Acompañaron a David unos cuatrocientos hombres, mientras que otros doscientos se quedaron cuidando el bagaje.
1 Samuel 25:12–13
Tanto David como Nabal eligieron no ser pacíficos. Sin embargo, Dios trajo a una pacificadora para ayudar a resolver su situación. La esposa de Nabal, Abigail, escuchó lo que había sucedido entre su marido y David. Por lo tanto, ideó un plan para solucionar el conflicto. Reunió comida, vino y regalos y salió en un burro para encontrar a David. Escucha lo que dijo:
Cuando Abigaíl vio a David, se bajó rápidamente del asno y se inclinó ante él, postrándose rostro en tierra. Se arrojó a sus pies y dijo: —Señor mío, yo tengo la culpa. Deje que esta sierva suya le hable; le ruego que me escuche.
1 Samuel 25:23–24
Presta atención a lo que hizo David:
David le dijo entonces a Abigaíl: —¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Y bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos! El Señor, Dios de Israel, me ha impedido hacerte mal; pero te digo que, si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, para mañana no le habría quedado vivo a Nabal ni uno solo de sus hombres. ¡Tan cierto como que el Señor vive! Dicho esto, David aceptó lo que ella le había traído. —Vuelve tranquila a tu casa —añadió—. Como puedes ver, te he hecho caso: te concedo lo que me has pedido.
1 Samuel 25:32–35
Aquí hay algunas cosas que hizo Abigail que también nos pueden ayudar a ser pacificadores.
Elige amabilidad y humildad. Cuando alguien te ofende o reacciona con ira, elige una respuesta calmada y amable. Acepta la responsabilidad cuando sea apropiado, incluso si sientes que toda la situación no ha sido tu culpa. Aunque es posible que no puedas evitar una disputa, al menos puedes ayudar a que sea menos grave.
Habla al respecto. Ignorar el conflicto no hace que desaparezca. Trata de hablar de manera respetuosa mientras compartes tu punto de vista y escucha con atención lo que dice la otra persona.
Pide ayuda. Si es necesario, pide consejo a un adulto confiable o invita a la persona a ser parte de la conversación. A veces una persona que no está involucrada directamente en el conflicto te puede ayudar a traer sabiduría y paz.
Trabaja para sanar en vez de dañar. En tiempos de conflicto, a menudo nos enfocamos en hacer lo que creemos que es correcto en vez de pensar acerca de cómo podemos sanar la relación. Siempre que sea posible, considera la manera en la que puedes traer paz a la relación, incluso si eso significa que a veces las cosas no funcionan de la forma que quieres. Si otros pelean, piensa sobre lo que puedes hacer para sanar esa relación rota. Cuando lo hacemos, llevamos gloria a Dios.
Ora. Pídele a Dios que te ayude a ser un pacificador en vez de la causa del conflicto. Dile que te revele las áreas de tu vida en las que quizás puedas estar en conflicto con los demás. Pídele sabiduría para manejar mejor esas cosas. Agradécele por los momentos que te ha ayudado a hacer las paces. También puedes pedirle a Dios que sane las divisiones provocadas por los desacuerdos. Dios tiene el poder de traer paz a cualquier situación, no importa lo difícil que sea.
Aunque podemos trabajar para traer paz a nuestras propias vidas y a las de los que nos rodean, Dios es la fuente de la paz y es el único que puede traer la paz verdadera. Jesús murió para traernos paz con Dios. Cuando compartimos este mensaje con otros, somos pacificadores. Escucha lo que enseñó Jesús sobre la paz:
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.
Juan 14:27
¿Cómo podría ayudar la paz que ofrece Jesús en situaciones de desacuerdo o conflicto?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Luego guíalos a comprender que la paz de Dios puede superar todo conflicto, porque la suya es la única paz verdadera.
Podemos elegir ser pacíficos para nosotros mismos y ayudar a traer paz a la vida de los demás. Cuando compartimos el amor de Dios y vivimos de tal manera que reflejamos su paz, ayudamos a otros a comprender que la paz es mejor que el conflicto. Cuando trabajamos para traer paz a nuestra vida y a quienes nos rodean, tenemos la oportunidad de ver obrar a Dios. Él puede traer paz incluso en las situaciones más difíciles.
Divide a los estudiantes en grupos de 3 y 4. Lee las situaciones en voz alta y pídeles que discutan cómo responderían utilizando las ideas que aprendieron.
necesario para la extracción. Los 2 países intentan llegar a un acuerdo para trabajar juntos, pero siempre terminan peleando. Te han invitado ayudar a los países a resolver sus diferencias. ¿Qué consejo puedes ofrecer?
Da a los estudiantes 3 o 4 minutos para discutir cada situación. Luego permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos con toda la clase. Después de cada situación, haz las siguientes preguntas:
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, los estudiantes pueden usarlas para completar la actividad. Dios nos ha llamado a ser pacificadores y vivir en paz con los demás. Escucha este versículo.
Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
Romanos 12:18
Haz que los estudiantes compartan sus respuestas con sus grupos.
Permite que tengan de 3 a 4 minutos para discutir sus respuestas en sus grupos. Luego finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Juan 14:27 y Romanos 12:18
Bendición: Que el Dios de la paz esté contigo y que te llene de su paz. Que te ayude a traer paz a quienes te rodean mientras compartes su amor con los demás.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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