Misericordia en acción

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en el Desarrollo del Carácter

Materiales
  • Biblia
  • Un artículo de cierto valor que se pueda esconder con facilidad en un bolsillo o en la mano de alguien, como una joya o algo de dinero.
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Lápices
  • Páginas del Alumno
  • La Biblia en acción Biblia de estudio TLA

Recorta los pasajes bíblicos del final de la lección y sepáralos en las líneas. Los usarás durante la sección de enseñanza de la lección.

Si es posible comunícate antes de la clase con un estudiante para que te ayude con la actividad de conexión. Si no lo puedes hacer con anticipación, háblale al comienzo de la clase. Harás la representación de una escena con el estudiante en la que finges haber perdido algo y ese estudiante simulará haberlo tomado.

Devocional del maestro

El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!
Lamentaciones 3:22–23

Cuando te despiertas en la mañana, ¿qué es lo primero que piensas? ¿Es una celebración de alabanza a Dios por darte otro día para disfrutar o piensas primero en las cosas que tienes que hacer y los desafíos que enfrentas? A menudo llevamos cargas pesadas de preocupación, tristeza, temor y quizás estos son los primeros pensamientos en nuestra mente. Pero imagina despertar cada día con la seguridad de que el amor de Dios por ti nunca se acaba y que sus misericordias son nuevas cada mañana, y que se te regala un nuevo comienzo cada día debido a su amor compasivo. ¿De qué manera sería diferente tu vida?

Ya que Dios te ha dado el regalo de la misericordia, puedes compartirlo con los demás. Esta clase de misericordia no es simplemente una emoción. Es una acción. Tus actos de misericordia pueden traer paz, alegría y restauración a quienes te rodean. Puedes dar libremente el regalo de la misericordia que Dios te ha dado, porque su misericordia para ti es nueva cada día. Entonces intenta una nueva forma de comenzar tu día, empieza cada mañana con el conocimiento de que eres eternamente amado por un Dios misericordioso. Luego comparte ese amor compasivo con los demás.

Conexión familiar

Anima a los estudiantes a preguntar a sus familiares: ¿Qué es lo más misericordioso que alguien haya hecho por ti? ¿Cómo te sentiste? Luego pueden compartir que la misericordia de Dios nunca se acaba y que debemos mostrar misericordia a los demás debido a la misericordia que hemos recibido.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer una actividad para entender la misericordia.

Saluda a los estudiantes cuando lleguen. Diles que compartan las oportunidades que tuvieron de ser valientes grandes o pequeñas. Permite que 2 o 3 cuenten sus historias al resto de la clase.

Cuando llegue el estudiante que hayas escogido para ayudarte con la primera actividad, llévalo a un lado y explícale la escena que actuará contigo. Entrégale el artículo que simulará haber tomado y que lo esconda en su bolsillo o en su mano. Dile que no se lo mencione a otros compañeros.

Cuando estés listo para comenzar, llama la atención de los estudiantes y actúa como si estuvieras buscando algo. Pídeles que te ayuden a buscar lo que se te perdió. Después de algunos minutos, simula encontrar el artículo en el estudiante que te ayuda. Ese alumno debe actuar como si no hubiera hecho nada malo a pesar de que tomó tu artículo. Finge estar enojado mientras haces las siguientes preguntas. Permite que 2 o 3 estudiantes respondan cada pregunta

  • ¿Qué piensas que debería hacer porque (nombre del estudiante) tomó algo que me pertenecía? 
  • ¿Crees que (nombre del estudiante) debe enfrentar las consecuencias? ¿Por qué sí o por qué no? 
  • ¿Crees que está bien que me enoje o me preocupe por el artículo que me pertenecía? 
  • ¿De qué manera piensas que me sentiría mejor frente al robo? 
  • ¿Es esta la mejor solución a la situación? ¿Por qué sí o por qué no? 

Algunas de tus ideas reflejan un deseo de justicia, un anhelo para arreglar las cosas. Estas soluciones me permiten recuperar mi artículo valioso y traen consecuencias negativas para (nombre del estudiante) porque tomó algo que me pertenecía. 

Otras de tus ideas reflejan un deseo de misericordia. Misericordia significa mostrar bondad y compasión cuando alguien merece otras consecuencias. Es una bondad inesperada y que no se ha ganado. A veces, es mostrar bondad cuando la persona merece castigo o daño. La misericordia es más que una emoción. Es una emoción seguida por una acción. Las ideas misericordiosas que compartiste son aquellas que requieren que muestre perdón y bondad a (nombre del estudiante)

Hazles saber que todo fue una actuación. Llévalos a aplaudir y agradecer al adolescente que actuó contigo.

Consejo para el maestro: Los estudiantes han aprendido sobre la gracia en lecciones anteriores, lo que significa recibir bondad que no hemos ganado o no merecemos. Si es útil, guíalos a comprender que la misericordia es similar a la gracia, pero no es exactamente lo mismo. Si bien, “gracia” significa recibir bondad que no merecemos, “misericordia” quiere decir que no recibimos el castigo o el daño que merecemos.

¿En qué ejemplos de misericordia puedes pensar de tu propia vida o de la Biblia? 

Si bien, en la mayoría de los casos nuestro sentimiento natural nos lleva a buscar justicia y asegurarnos de que las personas reciban las consecuencias que merecen, los cristianos estamos llamados a mostrar misericordia. Vamos a hablar más sobre cómo podemos hacerlo.

2. Enseñanza:

Aprender sobre la misericordia a partir de los ejemplos de ministerio a refugiados y las parábolas de Jesús (Mateo 5:7; 18:23–34; 20:1–16; Lucas 15:11–24; Hebreos 13:16; Salmos 130:1–4; Miqueas 6:8).

Alrededor de todo el mundo hay personas que se ven obligadas a huir de sus hogares o incluso de sus países debido a la guerra, la agitación política, la sequía, la hambruna, la persecución y la falta de oportunidades. Estas personas se llaman refugiados. A menudo se establecen en otros países o viven en campos de refugiados en las fronteras de países cercanos. 

Los refugiados dejan atrás a sus familias, amigos, iglesias y trabajos. A menudo pierden o se ven obligados a abandonar sus hogares y casi todas sus posesiones y dinero. 

A aquellos que se les da la oportunidad de vivir en otros países a menudo luchan con la pobreza y el aislamiento. Es posible que tengan problemas para adaptarse a sus nuevas comunidades debido a las diferencias del idioma y la cultura. Puede que sea difícil que encuentren trabajo debido al prejuicio y a la intolerancia. 

Los que viven en campos de refugiados pueden sufrir de problemas de salud debido al agua sucia, hacinamiento y condiciones inseguras de vida. Con frecuencia dependen por completo de la comida, la atención médica, el agua y el refugio proporcionado por organizaciones de ayuda porque hay pocas oportunidades de empleo cerca. Ellos seguramente se preguntan si algún día podrán abandonar los campamentos y tener una vida más segura. 

Aunque en la actualidad hay muchos refugiados en el mundo, existen muchas personas que muestran misericordia a estos refugiados. Las organizaciones de ayuda brindan agua, comida, refugio e incluso educación para la gente que vive en estos campamentos. Los doctores y las enfermeras se preocupan por los enfermos y los heridos. Los países vecinos ofrecen a los refugiados la oportunidad de unirse a sus comunidades. Incluso los refugiados en estos campamentos muestran misericordia a quienes los rodean. 

¿De qué manera aprender lo que la gente hace por los refugiados te ayuda a entender la misericordia? 

Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.

Vamos a aprender lo que dice la Biblia sobre la misericordia al actuar algunos pasajes bíblicos que nos enseñan sobre ella. 

Consejo para el maestro: Es posible que quieras explicar que cada uno de estos pasajes es una parábola que Jesús utilizó para enseñarles a sus seguidores algo sobre la misericordia y el Reino de Dios. Recuérdales que una parábola es una historia que nos enseña una lección.

Divide la clase en 3 grupos. Que los grupos se junten en diferentes áreas del espacio de enseñanza. Da a cada grupo un pasaje de la Biblia del final de la lección. Cada grupo leerá su pasaje y creará una obra dramática corta para compartir con el resto de la clase. Permite que tengan 10 minutos para realizarlo. Los pasajes de la Biblia están impresos aquí para tu referencia.

Parábola 1: 

Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda. El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo”. El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad. “Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió. Su compañero se postró delante de él. “Ten paciencia conmigo —le rogó—, y te lo pagaré”. Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido. Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?”. Y, enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía.

Mateo 18:23–34 

Parábola 2: 

Así mismo el reino de los cielos se parece a un propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo. Acordó darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo. Cerca de las nueve de la mañana, salió y vio a otros que estaban desocupados en la plaza. Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo, y les pagaré lo que sea justo”. Así que fueron. Salió de nuevo a eso del mediodía y a la media tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde, salió y encontró a otros más que estaban sin trabajo. Les preguntó: “¿Por qué han estado aquí desocupados todo el día?”. “Porque nadie nos ha contratado”, contestaron. Él les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo”. Al atardecer, el dueño del viñedo le ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros”. Se presentaron los obreros que habían sido contratados cerca de las cinco de la tarde, y cada uno recibió la paga de un día. Por eso cuando llegaron los que fueron contratados primero, esperaban que recibirían más. Pero cada uno de ellos recibió también la paga de un día. Al recibirla, comenzaron a murmurar contra el propietario. “Estos que fueron los últimos en ser contratados trabajaron una sola hora —dijeron—, y usted los ha tratado como a nosotros que hemos soportado el peso del trabajo y el calor del día”. Pero él le contestó a uno de ellos: “Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso no aceptaste trabajar por esa paga? Tómala y vete. Quiero darle al último obrero contratado lo mismo que te di a ti. ¿Es que no tengo derecho a hacer lo que quiera con mi dinero? ¿O te da envidia de que yo sea generoso?”. Así que los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.

Mateo 20:1–16 

Parábola 3: 

Un hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—. El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia. Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros”. Así que emprendió el viaje y se fue a su padre. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. a no merezco que se me llame tu hijo”. Pero el padre ordenó a sus siervos: “¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a hacer fiesta.

Lucas 15:11–24 

Da a cada grupo 2 minutos para presentar su parábola a la clase. Después de cada presentación, formula las siguientes preguntas a toda la clase:

  • ¿Quién mostró misericordia en esta historia? 
  • ¿Qué aprendimos sobre la misericordia de esta parábola? 

La misericordia es bondad, compasión o perdón que no se merece o no se gana. La misericordia es también una acción, no simplemente una emoción.

Con base en lo que hemos aprendido, ¿crees que debemos mostrar misericordia a los demás? ¿Por qué sí o por qué no? 

Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Está bien si no saben la respuesta. Aprenderán más en la siguiente parte de la lección.

La Biblia nos da algunas razones por las que debemos ser misericordiosos con los demás. De la primera parábola, aprendimos que debemos ser misericordiosos con otros porque es posible que nosotros mismos necesitemos misericordia. En la primera parábola, el señor perdona al sirviente, pero el sirviente no perdona a la persona que le debe. Por esta razón, el sirviente ya no recibe misericordia. Todos hemos tomado decisiones malas y hecho cosas que lamentamos. Si no somos misericordiosos con otros, ellos pueden elegir no mostrarnos misericordia. Presta atención a lo que dice la Biblia al respecto. 

Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.

Mateo 5:7 

Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos a todas las preguntas de esta sección de la lección. Recuérdales que no deben mencionar los nombres de otros. En cambio, tienen que describir las situaciones o las acciones.

  • ¿Cuáles son algunas áreas en las que necesitas misericordia? 
  • ¿De qué forma este conocimiento te ayuda a mostrar misericordia a los demás? 

En la segunda parábola, aprendimos que debemos ser misericordiosos porque esto nos da la oportunidad de ayudar a los demás. El dueño de la viña contrató a todos los que pudo encontrar que no tenían trabajo. Le pagó a cada trabajador lo que había prometido, incluso a los que habían comenzado más tarde en el día. Mostró misericordia por medio de su generosidad y bondad a todas las personas que pudo encontrar que necesitaban trabajar. 

Presta atención a algo más que nos enseña la Biblia sobre ser bondadosos y generosos con los demás: 

No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios.

Hebreos 13:16 

  • ¿Cuáles son algunas de las áreas en las que podrías ayudar a otros al ser misericordioso? 
  • ¿Cómo este conocimiento te puede ayudar a mostrar misericordia a los demás? 
Consejo para el maestro: Los adolescentes que han sido lastimados por otros pueden encontrar difícil la idea de mostrarle misericordia a las personas. Es posible que piensen que al hacer justicia es la única forma de sanar su herida. Ayúdalos a comprender que Dios es poderoso y es un juez justo, y traerá justicia donde se necesite.

A partir de la tercera parábola, aprendimos que tenemos que mostrar misericordia porque Dios es misericordioso con nosotros. En esta parábola, el padre perdona al hijo, de la misma manera que Dios nos perdona. Cuando le pedimos perdón a Dios, nos lo da gratuitamente y ¡celebra que hemos venido a Él!

A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo. Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente? Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido.

Salmos 130:1–4

  • ¿Cómo te sientes al saber que Dios ha sido misericordioso contigo? 
  • ¿De qué manera este conocimiento te ayuda a mostrar misericordia a los demás? 

Mostrar misericordia puede ser difícil. Es normal querer que los demás reciban lo que creemos que merecen, especialmente cuando nos han perjudicado de alguna forma. Sin embargo, Dios nos ha llamado a mostrar misericordia en todo lo que hacemos. Escucha lo que dice sobre la misericordia. 

Versículo para Memorizar

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Miqueas 6:8

¿Por qué piensas que Dios requiere justicia, misericordia y humildad de quienes que lo siguen? 

Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Luego guíalos a comprender que estas cosas reflejan el carácter de Dios y la manera que nos ha llamado a tratar a los demás.

Consejo para el maestro: Es importante que estos adolescentes comprendan que mostrar misericordia no significa permanecer o ponerse en situaciones peligrosas. Anímalos a mostrar misericordia en las situaciones que puedan hacerlo con seguridad.

La Biblia nos enseña que Dios no nos pide que paguemos su bondad y misericordia con regalos o incluso buenas obras. Nos ha llamado a amarlo y a tratar a los demás como lo haría Él. Debido a que hemos sido bendecidos por su misericordia debemos compartirla con otros. 

Opcional: Si utilizas la Biblia en Acción Biblia de estudio TLA, los estudiantes pueden leer acerca de la importancia de la enseñanza de la parábola de Jesús en la sección “descúbrelo”, cerca de Mateo 13.

3. Respuesta

Hacer un plan para mostrar misericordia a los demás.

La misericordia no suele ser nuestra primera reacción. Pero todos los días tenemos nuevas oportunidades de elegir la misericordia en vez de enojo, amargura o falta de perdón. Podemos aprender a ser misericordiosos con los demás porque Dios ha sido misericordioso con nosotros. Cuando le pedimos ayuda, Él cambiará nuestros corazones para que estén llenos de misericordia. 

Escucha lo que nos dice la Biblia sobre la misericordia de Dios: 

El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!

Lamentaciones 3:22–23

¿Cómo te sientes al saber que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana? 

¿Esto hace que quieras ser misericordioso con los demás? ¿Por qué sí o por qué no? 

El amor y la misericordia de Dios nunca se agotan. Son nuevos cada mañana. Nunca podremos hacer nada que pueda detener la misericordia de Dios. Esto es un regalo maravilloso y deberíamos compartirlo con los demás. Cuando mostramos misericordia a las personas, nosotros mismos somos transformados. 

Anteriormente dijimos que la misericordia no es solo una emoción como la pena o la compasión. Es una acción que elegimos. Ahora piensa en una situación de tu propia vida donde necesitas misericordia. Medita en una forma en la que puedes mostrar misericordia en esa situación. A continuación, hay algunas preguntas que debes hacerte para decidir si muestras su misericordia: 

  • ¿Mi acción ayudará a la persona o a la situación? 
  • ¿Mi respuesta mostrará a la persona quién es Dios? 
  • ¿Mi respuesta va a agradar a Dios? 

Una respuesta misericordiosa ayuda a la otra persona y demuestra el amor de Dios. También agrada a Dios. Aquí hay algunos ejemplos de respuestas misericordiosas: 

  • Perdonar 
  • Ayudar 
  • Ser amable 
  • Hablar con alguien nuevo 
  • Orar por una persona que te ha hecho enojar 
  • ¿Qué otras ideas tienes? 
  • Pide a Dios que te ayude a ser misericordioso, incluso cuando sea difícil. 

Dales algunos minutos para pensar en cómo pueden mostrar misericordia en estas situaciones.

Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, dales tiempo para completar la actividad.

La misericordia nos transforma para que seamos cada vez más parecidos a Jesús y glorifiquemos el nombre de Dios. También hace del mundo un lugar mejor. Cuando escogemos mostrar misericordia en vez de actuar con base en nuestras emociones negativas, podemos hacer una diferencia en nuestra propia vida y en la vida de los demás, como también honrar a Dios. 

Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Miqueas 6:8

Bendición: Que reconozcas las infinitas misericordias que Dios ha mostrado a tu vida, y que veas nuevas oportunidades de mostrar misericordia todos los días. 

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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