En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante
la renovación de su mente.
Romanos 12:2
¿Alguna vez te has sentido paralizado por el temor? ¿Te has sentido consumido por la ira? ¿Has llorado al tener lástima de ti mismo? Si eres como la mayoría, tu respuesta probablemente será “sí”. Dios quiere transformar tu mente para que no reacciones de manera perjudicial para ti u otros. Lee en oración la lista de estrategias para saber cómo manejar las emociones difíciles.
Pide al Espíritu Santo que te muestre una o dos estrategias saludables que te ayuden a manejar de buena manera las emociones fuertes. Encierra en un círculo esas estrategias. Pide al Señor que te traiga a la mente esas estrategias cada vez que empieces a sentir emociones fuertes y difíciles. ¡Él puede transformar tu mente!
Informa a los padres o tutores de los alumnos que aprenderán diez estrategias para manejar las emociones difíciles. Anímalos a que pregunten a los niños cuáles son las estrategias. Las familias pueden agregar otras ideas acerca de cómo manejar las emociones difíciles.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños por su nombre a medida que van llegando. Pregúntales cuáles fueron las emociones que tuvieron durante la semana. Cuéntales cómo fue tu semana y qué emociones tuviste.
Pide a los niños que se paren en un espacio despejado y abierto. Deben estar, al menos, a una distancia de un brazo de otros niños. Si no tienes suficiente espacio para esto, escoge a cinco voluntarios para que hagan esta actividad mientras que los demás los animan. Diles que girarán, dando vuelta diez veces, y luego intentarán caminar en línea recta. Da a los niños tiempo para que den diez vueltas y luego caminen. Después reúne a la clase.
¡Eso fue difícil! Cuando terminaste de dar las vueltas, sin duda sentiste que no podías controlar tu cuerpo. Las emociones difíciles también pueden hacer que sientas que no tienes el control. Hoy vamos a aprender más acerca de las emociones. Vamos a aprender a manejar las emociones difíciles de buena forma. Cuando aprendemos acerca de maneras saludables para tratar las emociones, podemos ayudar a otros que están heridos. Aprender a manejar nuestras emociones de una manera saludable nos previene de herirnos a nosotros mismos, a otros o de pecar contra Dios. Recuerda que no podemos decidir cuándo sentiremos diversas emociones o qué emociones sentiremos. Pero siempre podremos controlar cómo responderemos a ellas.
¿Cuáles son algunas de las emociones que son difíciles de manejar?
Los niños pueden sugerir emociones como el miedo, el enojo, la tristeza, y otros.
Antes de hablar de la manera saludable de manejar las emociones, hablemos de las maneras no saludables de manejarlas. Las maneras no saludables de responder a las emociones pueden herirnos a nosotros mismos, a otros y a Dios.
¿Cuáles son algunas formas poco saludables que utiliza la gente para manejar las emociones?
Cuando los niños respondan, pide que te digan por qué piensan que esas formas de tratar con las emociones no son buenas.
Estas son algunas de las malas estrategias para tratar con las emociones:
Uso de drogas o alcohol. Esto solo hace que la persona se sienta mejor momentáneamente. No resuelve sus problemas. Las drogas y el alcohol confunden el pensamiento y las emociones de una persona y pueden conducir aun a más problemas, tales como la adicción, las malas relaciones y la soledad.
Ignorar las emociones y fingir que no están ahí. Esto hace que las emociones difíciles se hagan aún más fuertes y pueden provocar enfermedades.
Violencia, gritos o decir cosas feas a alguien. Manejar las emociones difíciles de esta manera no resuelve los problemas, y por lo general lastima a otras personas. Cuando las personas están enojadas y hacen o dicen cosas feas—aunque no quieran hacerlo–, es difícil deshacer el dolor que causaron sus palabras.
Lee la siguiente historia acerca del enojo:
Había una vez un niño que tenía mal genio. Cuando estaba enojado, le decía cosas horribles a su tío. Un día su tío le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que se enojara y dijera cosas feas, debía martillar un clavo en una madera. El primer día el muchacho clavó 37 clavos en la madera. En las próximas semanas aprendió a controlar su enojo. No le gritaba a su tío con tanta frecuencia. Cada día era menos el número de clavos que martillaba. Descubrió que podía controlar sus palabras y sus acciones cuando estaba enojado.
Por fin llegó el día en que el muchacho no se enojó ni siquiera una vez. Se lo contó a su tío, y su tío le sugirió que ahora el muchacho sacara un clavo por cada día que pudiera controlar su enojo. Pasaron semanas, y el muchacho por fin pudo decirle a su tío que había sacado todos los clavos.
El tío tomó a su sobrino de la mano y lo llevó donde estaba la madera. “Has hecho muy bien, sobrino—le dijo–, pero mira los agujeros que quedaron en la madera, ella nunca será la misma. Cuando dices cosas enojado, dejas una cicatriz, tal como los huecos en esta madera. Puedes cortar a un hombre con un cuchillo y tirarlo. No importara cuántas veces digas que lo sientes, las heridas permanecerán ahí.
El muchacho entonces comprendió lo poderosas que eran sus palabras dichas en enojo. Le pidió perdón a su tío.
Veamos ahora algunas estrategias saludables para manejar las emociones difíciles.
Habla de las diez estrategias y practica físicamente algunas de ellas con los niños. Esto aumentará la probabilidad de que usen las estrategias en el futuro.
Materiales opcionales: enumera estos diez pasos (las frases subrayadas a continuación) en un pliego de papel o en la pizarra.
Hoy vamos a hablar de cómo calmarnos cuando nos sentimos enojados o tenemos emociones difíciles. Cuando nuestras emociones son muy fuertes o estamos descontrolados, es muy difícil pensar claramente. Pensar en las cosas nos ayuda a no hacer o decir algo que nos arrepentiremos más tarde. También nos ayuda a encontrar soluciones a nuestros problemas. Ahora les diré algunas cosas que podemos hacer para tratar con las emociones difíciles.
Lee los siguientes versículos bíblicos y coméntalos. Lee directamente de tu Biblia, si es posible. Puedes parafrasearlos para estar seguro de que los niños entienden las palabras difíciles.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6–7Confía siempre en Él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante Él. ¡Dios es nuestro refugio!
Salmos 62:8
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Pero yo clamaré a Dios, y el Señor me salvará. Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha.
Salmos 55:16–17
Ustedes se darán cuenta de que se sentirán mejor después de hacer una o más de las estrategias que hemos visto. Quizás no necesiten hacer nada más. Pero hay algunas emociones, como el duelo, que llevan más tiempo. Los ejercicios que hemos mencionado no harán que el duelo desaparezca inmediatamente.
Explicar qué es el duelo.
El duelo es la reacción frente a la pérdida de algo significativo, las cuales pueden ser desde una persona, un animal, una cosa, una relación, etc. Es una experiencia emocional dolorosa; el hecho de enfrentarse a esta pérdida se le llama elaboración de duelo y conduce a la necesidad de la adaptación a una nueva situación.
¿Cuáles son algunas de las estrategias que aprendimos hoy para tratar con las emociones difíciles?
Permite que los alumnos mencionen las estrategias, hasta que hayan mencionado las diez estudiadas. Menciona cualquiera que no recuerdan: respirar contando hasta tres, endurecer y relajar los músculos, contar hasta diez lentamente, soñar despierto, escuchar música, hacer ejercicio, reír, hablar de ello, nombrar tus emociones, pedir ayuda a Dios.
Opcional: si usas las Páginas del Alumno, hay espacio para que los niños anoten las estrategias que han aprendido.
Divide la clase en parejas. Los varones con varones y las niñas con niñas. Deben responder a las siguientes preguntas con su pareja:
En la última semana. ¿Qué emoción difícil tuviste?
¿Cuál de las estrategias que aprendimos hoy probarás la próxima vez que sientas esa emoción?
Que los niños tengan tiempo para hablar con su pareja. Enseña luego esta sencilla oración y que oren por su pareja:
Amado Dios, por favor ayuda a __________________ (nombre del compañero) para que responda con calma cuando sienta __________________ (nombre de la emoción no saludable). En el nombre de Jesús, amén.
Finaliza la clase orando esta bendición sobre los niños:
Bendición: a Dios le importan tus emociones. Clama a Él cuando te sientas triste, enojado, frustrado o asustado. Que Dios te ayude a reaccionar con calma frente a tus emociones.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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