En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: —¿Dónde estás? El hombre contestó:—Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.
Génesis 3:8–10
La Biblia nos enseña que cuando fueron creados los seres humanos ellos caminaban cerca de Dios. Pero, luego, entró el pecado al mundo. Cuando pecamos nos alejamos de Dios y nuestras decisiones pecaminosas nos separan de Él. Sin embargo, a pesar de que continuamente hacemos cosas que nos alejan de Dios, Él nos sigue atrayendo hacia sí mismo. Y a pesar de que, a menudo, nos escondemos de Él, su amor nunca nos deja. Incluso en nuestra vergüenza, temor y tristeza, Él todavía nos busca.
Haz una pausa y reflexiona sobre tu propia vida. ¿Hay áreas en las que te escondes de Dios? Cuando piensas en tus elecciones pecaminosas, ¿Te sientes indefenso? ¿Desamparado? ¿Avergonzado? ¿Sientes que no eres digno del amor y la gracia de Dios? Confía en esta verdad: no tienes que esconderte de Dios. Él conoce tu pecado y trajo restauración por medio del regalo de su Hijo, quien lavó todo tu pecado.
Por lo tanto, vuélvete a Aquel que te creó. ¡Te está buscando! Permite que Dios te acerque a Él para que conozcas la paz que supera todo temor, culpa y tristeza.
Anima a los adolescentes a contarles a sus familias la segunda parte de la historia de Dios. Luego pueden alentar a sus familiares a compartir el amor de Dios con los demás.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
A medida que llegan, da la bienvenida a los estudiantes llamándolos por sus nombres. Pregúntales si contaron la primera parte de la historia de Dios a alguien. Deja que algunos de los que compartieron la historia de Dios cuenten a la clase sobre su experiencia.
La última vez, aprendimos que la Biblia nos cuenta la historia de Dios. También estudiamos que todo en esta vida es parte de la historia de Dios. ¡Todos somos parte de su historia también! Aprendimos la primera parte de esta historia maravillosa. Hoy vamos a ver la segunda parte. Esta comienza justo donde terminamos la semana pasada. Entonces, vamos a comenzar repasando la primera parte: “Dios es nuestro creador amoroso”.
Guía a los estudiantes a hacer la acción para “Dios es nuestro creador amoroso” escrita detrás del cartel “Dios es nuestro creador amoroso” que se encuentra al fin de la lección 1. Muestra a los estudiantes el cartel mientras haces la acción con ellos.
¿Quién puede contar a la clase la primera parte de la historia de Dios?
Que un estudiante comience la historia. Luego deja que los demás añadan otras partes a la historia hasta que se haya contado por completo. Agrega cualquier detalle importante que les haya faltado a los estudiantes. Asegúrate de seguir los puntos que se mencionan:
Vamos a hacer un juego para presentar la siguiente parte de la historia de Dios.
Divide a los estudiantes en grupos de 3 participantes. Cada grupo debe estar compuesto por solo chicos o chicas.
Explica que 2 estudiantes de cada grupo deben estar de pie mirándose con los dedos de los pies tocándose. Su meta es permanecer juntos de esa manera. No pueden usar sus manos o brazos para estar conectados. El tercer estudiante tratará de separar a los 2 adolescentes. Él puede, de manera suave, empujar o jalar pero tiene que ser cuidadoso de no lastimar a los compañeros.
Permite que los grupos tengan aproximadamente 5 minutos para jugar el juego. Cuando los 2 estudiantes queden separados, los integrantes del equipo deben cambiar de roles para que cada uno tenga la oportunidad de trata de separar a los otros. Cuando la actividad haya terminado reúne a la clase para una conversación.
¿Lograste separar a las personas de tu grupo? ¿Cómo los separaste?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
¿Cómo se sintieron al ser separados cuando intentaban arduamente de permanecer juntos?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Hoy aprenderemos la segunda parte de la gran historia de Dios. Se trata de la separación: cómo mi pecado me separa de Dios.
Que los estudiantes hagan las acciones para “Dios es nuestro creador amoroso”. Luego, dales algunos minutos para crear una acción simple para “el pecado me separa de Dios”. Al final de la lección, escribe la acción detrás del cartel del “pecado me separa de Dios”. Te referirás a esta acción y al poster en las siguientes 2 lecciones.
Repitan unas cuantas veces la acción para “el pecado me separa de Dios” y luego hagan todas las acciones juntas, comenzando con la de “Dios es nuestro creador amoroso”.
El primer hombre fue Adán, y la primera mujer fue Eva. Vivían con Dios en un hermoso y nutritivo jardín. Dios tenía una relación cercana con ellos. Cuando Dios creo a Adán, le dijo que podía comer de cualquier árbol del jardín excepto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Dios le advirtió a Adán que comer de ese árbol en particular le provocaría la muerte.
Adán y Eva cuidaron del jardín. Vivieron en armonía con Dios y con todo lo que había creado. Vamos a leer la siguiente parte de la Biblia:
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
Haz que los estudiantes tomen turnos para leer cada versículo de Génesis 3:1-13 en voz alta desde la Biblia. Si no es posible leer de la Biblia, los versículos están impresos a continuación.
La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer: —¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín? —Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán”. Pero la serpiente le dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera. Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: —¿Dónde estás? El hombre contestó: —Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí. —¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer? Él respondió: —La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí. Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: —¿Qué es lo que has hecho? —La serpiente me engañó, y comí —contestó ella.
Génesis 3:1–13
Pide a un voluntario que cuente la historia a toda la clase. Anima al estudiante a compartir todo lo que pueda recordar. Sostén el cartel del final de la lección para ayudarlo a recordar los detalles. Asegúrate de que mencione:
En el jardín, el hombre y la mujer caminaban con Dios. Él les dio autoridad sobre la tierra y sobre todo lo que hay en ella.
Dios le dio árboles frutales y plantas para comer, pero les dijo que no comieran del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Una serpiente engañó a la mujer, y entonces el hombre y la mujer desobedecieron a Dios y comieron del árbol de la ciencia del bien y del mal.
A causa de su pecado, el hombre y la mujer fueron separados de Dios.
Cuando hayas terminado, dirige a la clase a dar un aplauso. Pide a los demás estudiantes que agreguen cualquier detalle que faltó. Luego haz las siguientes preguntas.
¿Cuáles son las partes más importantes de la historia? ¿Por qué?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Dios creó a Adán y Eva para vivir en una estrecha relación con Él, pero eligieron creer a la serpiente en vez de creer y obedecer a Dios. Y cuando lo hicieron, fueron separados de Dios por su pecado.
¿Qué es el pecado?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Luego, llévalos a comprender que el pecado es cualquier cosa que pensamos o hacemos que va en contra de lo que Dios quiere para nuestras vidas.
¿Cuáles fueron los resultados del pecado de Adán y Eva?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Cuando Adán y Eva pecaron se avergonzaron y tuvieron temor. Sabían que ellos habían desobedecido a Dios, así que se escondieron de Él. También se sintieron culpables, por lo que Adán trató de culpar a Eva, y ella, a su vez, culpó a la serpiente. Su estrecha relación con Dios fue dañada por la vergüenza, la culpa y el temor. El pecado y la muerte habían entrado al mundo y separado a los seres humanos de Dios.
Pero, aunque habían desobedecido, Dios los amaba y se preocupaba por ellos. Les hizo ropa de piel de animales para que no se sintieran avergonzados por su desnudez, e incluso, ideó un plan para reparar su relación con ellos.
Debido a su pecado, Dios envió a Adán y a Eva lejos del hermoso jardín. Les había dado la opción de obedecer o desobedecer y decidieron desobedecer. Desde entonces, las personas han estado separadas de Dios por el pecado y la muerte. Pero Dios ama tanto a los seres humanos que hizo un plan para restaurar su relación con ellos.
Divide a los estudiantes en grupos de 3 y diles que se cuenten la historia mutuamente. Aliéntalos a hacer que la historia sea interesante al expresar emociones con sus caras, cuerpos y voces. Coloca el cartel del final de la lección en algún lugar donde los estudiantes puedan verlo para recordar los detalles. Asegúrate de que mencionen los siguientes puntos:
En el jardín, el hombre y la mujer caminaban con Dios. Él les dio autoridad sobre la tierra y sobre todo lo que hay en ella.
Dios le dio árboles frutales y plantas para comer, pero les dijo que no comieran del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Una serpiente engañó a la mujer, y entonces el hombre y la mujer desobedecieron a Dios y comieron del árbol de la ciencia del bien y del mal.
A causa de su pecado, el hombre y la mujer fueron separados de Dios.
Dales 5 minutos para contar la historia. Luego reúne a la clase para conversar.
Dios nunca se sorprende por nuestras elecciones, incluso cuando escogemos desobedecerlo. Cuando las personas siguieron pecando, Dios continuó amándolos. A medida que su pueblo se alejó de Él, Dios se acercó para atraerlos hacia Él. Escucha lo que le dijo a su pueblo acerca de su firme amor.
Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, —dice el Señor, que de ti se compadece—.
Isaías 54:10
¿Por qué piensas que Dios tuvo compasión de su pueblo a pesar de que siguieron pecando?
Los amaba.
Como les sucedió a Adán y Eva y a todas las demás personas que han vivido, nuestro pecado nos separa de Dios.
Haz la acción de “el pecado me separa de Dios”, que les enseñaste anteriormente en la lección.
Pero Dios nunca cambia. Nos amó antes de que el mundo comenzara y nos ama ahora. Nunca nos deja, ¡y su amor por nosotros nunca se acaba!
Haz que los estudiantes formen una fila junto a la pared y la toquen. Si no es posible, dibuja una línea en el suelo.
Esta pared (o línea) representa a Dios. Dios nos creó para estar en una relación estrecha con Él. De la misma forma que caminó en el jardín con Adán y Eva antes de que pecaran, ¡Dios quiere pasar
tiempo con nosotros! Sin embargo, Dios es perfecto y santo. No puede estar en presencia del pecado. Por lo tanto, nuestro pecado nos separa de Dios.
Ahora, realizaremos una actividad para mostrar cómo el pecado nos separa de Dios. Por favor, respeta a los demás mientras hacemos esta actividad. Todos nos enfocaremos solo en nuestra relación con Dios.
Ora en voz alta con los estudiantes y pide al Espíritu Santo que traiga sabiduría y discernimiento durante la actividad.
Ahora, piensa en los momentos en que has pecado y escogido hacer o pensar en cosas que van en contra de lo que Dios quiere para tu vida. La Biblia dice que todos nosotros pecamos y no cumplimos con el plan de Dios para nuestra vida. Por cada pecado que pienses, da un paso alejándote de la pared. Todos hemos pecado, entonces tendremos que alejarnos de la pared.
Permite que tengan algunos minutos de silencio para pensar, orar y responder. Luego, comparte lo siguiente:
¡Mira lo lejos que estamos de la pared! Debido a que somos humanos e imperfectos, todos pecamos. Todos tenemos cosas en nuestra vida que nos separan de Dios. Pero incluso con nuestro pecado, Dios aún nos ama. Todavía nos conoce y nos ama, y quiere que lo conozcamos y lo amemos. Escucha lo que nos dice la Biblia sobre el gran amor de Dios.
Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.
Salmos 103:2–5
¿Cuáles son los beneficios del amor de Dios?
Perdón, sanidad, redención, amor, misericordia y bondad.
Piensa de nuevo en tus pecados: los pasos que diste que te separaron de Dios. ¿Qué decisiones puedes tomar para evitar alejarte de Dios? ¿Qué cambios puedes hacer en tu vida para comenzar a elegir su camino en vez del tuyo? Habla con Dios acerca de tus pecados y pídele perdón. Ora para que te ayude a vivir de la forma que Él desea que lo hagas. Sin la ayuda de Dios, no podemos vivir de maneras que son buenas y correctas. Pero su amor nos puede ayudar a aprender a obedecerlo.
Nuestro pecado también nos separa de los demás. Piensa en las decisiones que has tomado que pueden haber lastimado a otros. ¿Qué puedes hacer para arreglar esas relaciones? ¿Qué puedes hacer para tomar mejores decisiones en el futuro? Puedes pedirle perdón a Dios por estas cosas también.
Dales algunos minutos para pensar y orar.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, haz que los estudiantes completen la actividad.
Incluso, cuando hemos pecado Dios nos ama por completo. Puede llevarse el temor, la culpa y la vergüenza que sentimos debido a nuestro pecado. Él quiere tener una relación de amor y cercana con nosotros. Nosotros no podemos arreglar nuestra relación rota con Dios. Pero hay buenas noticias. Dios ideó una manera para restaurar nuestra relación con Él.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Romanos 6:23
En la siguiente lección, aprenderemos más sobre el plan de Dios para traer a su pueblo de regreso a Él. ¡Su plan es más hermoso que cualquier cosa que jamás nos hubiéramos podido imaginar!
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Salmos 103:2-5.
Bendición: Que recuerdes los beneficios del amor de Dios. Que conozcas su perdón, sanidad, redención, misericordia y bondad ¡Y que puedas ver su amor obrando en cada parte de tu vida!
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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