En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Antes de comenzar la lección, presenta el tazón o balde, el agua, el jabón y la toalla. Cubre tus manos con barro espeso. Esto puede parecer extraño, pero ayudará a los niños a recordar la lección y su importancia. Mientras tus manos están sucias, pide a un estudiante que sostenga el libro para que puedas leerlo sin ensuciarlo.
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;
1 Corintios 6:19
Pertenecemos a Dios, cada parte de nosotros. ¿Cómo honras a Dios con tu cuerpo? Piensa en lo que haces con un recipiente de comida que está vacío. Lo lavas para que puedas usarlo de nuevo. Dios se preocupa primero por nuestra salud espiritual, y también por nuestros cuerpos.
Cuando reconoces que perteneces a Dios, ves que el Espíritu Santo está dentro de ti. No pedirías algo prestado a alguien para usarlo incorrectamente ¿verdad?. Entonces, también deberías pensar en lo que haces con tu cuerpo. ¿Haces cosas que honran tu cuerpo porque pertenece a Dios? Él sabe que si mantienes tu cuerpo limpio te ayudará a permanecer más saludable.
Anima a las familias a lavarse las manos en la casa. Haz que los niños compartan con sus familias los pasos que aprendieron en la clase para lavarse las manos.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños por nombre, a medida que ingresan a la clase. No toques nada con las manos. Si algún niño te pregunta por tus manos, diles que tienes un problema y que necesitas ayuda para resolverlo.
¡Bienvenidos! Estoy feliz de que estés aquí hoy. Por favor discúlpame, ¡mis manos están muy sucias! No puedo hacer mucho hasta que no me haya sacado el lodo.
Permite que la clase responda como grupo o llama a 2 o 3 niños si lo prefieres.
Toma una pausa para que los niños respondan. Después refriega las manos encima de un bote de basura o sobre el suelo si se puede. Trata de sacarte la mayor cantidad de lodo posible.
Mis manos se ven un poco mejor. Pero aún tengo lodo en las uñas y entremedio de mis dedos. Necesito quitarme el resto de la suciedad de las manos.
Deja que respondan 2 o 3 niños.
Creo que la única manera de quitarme toda esta suciedad es lavándome las manos.
Jabón, agua y una toalla.
Señala los útiles necesarios mientras los niños los mencionan. Si no saben lo que se necesita, nombra cada elemento a medida que los señalas. Haz que los niños se junten a tu alrededor para mirar.
Ahora tengo todo lo que necesito para lavarme las manos.
Permite que los estudiantes respondan. Repite cada paso de cómo lavarse las manos, mientras lo haces. Si los niños no están seguros de cómo lavarse las manos, usa los siguientes pasos: Mójate las manos, ponte mucho jabón, después refriega entre medio de los dedos, la parte de atrás de las manos y las palmas. Al final, enjuágalas con agua limpia. Mientras las secas, agradece a los niños por ayudarte a lavarte las manos.
Ahora que tengo limpias las manos, aprendamos a lavar nuestras manos y por qué es importante hacerlo.
Si es posible, lee este versículo directamente de tu Biblia.
La Biblia dice:
Aplica tu corazón a la disciplina y tus oídos al conocimiento.
Proverbios 23:12
La Biblia nos dice que escuchemos cuando se dice algo verdadero e importante. Hoy compartiré algo con ustedes que es verdadero e importante. Lavarse las manos puede ayudarte a estar saludable. Debemos mantenernos sanos porque la Biblia nos dice que fuimos hechos por Dios, ¡de maneras asombrosa y maravillosa! Escucha este versículo:
¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!
Salmos 139:14
Todos hacemos cosas durante el día que ensucian nuestras manos. Esto es parte de la vida. Si lavamos nuestras manos nos puede ayudar a mantenernos sanos. Tienes que lavarte las manos en estos momentos:
Cuando te lavas las manos, ayudas a mantenerte a ti y a otros saludable. Hace unos 200 años, la gente no se lavaba las manos muy seguido. En ese tiempo, se descubrió que los médicos que se lavaban las manos permanecieron más saludables que los médicos que no lo hicieron. Además, las personas se mantuvieron más sanas cuando fueron tratadas por médicos que se lavaban las manos después de atender a cada paciente. Más tarde, se descubrió que el lavado de manos mantiene a las personas sanas, ya que las personas y los animales son portadoras de gérmenes. Los gérmenes son pequeños seres vivos que no puedes ver con los ojos. Algunos gérmenes enferman a las personas y a los animales.
Si tus manos tienen gérmenes, puedes esparcirlos a otras cosas como madera, ropa, baldosas, metales, etc. Los gérmenes pueden vivir en las superficies por corto tiempo. A lo largo del día vas acumulando gérmenes de las cosas que tocas. Si tocas tu boca o comes comida con gérmenes en tus manos, te puedes enfermar.
Hagamos una actividad para ver cómo se esparcen los gérmenes.
Pide a los niños que se sienten en un círculo. Camina alrededor del círculo y coloca un poco de lodo en las palmas de cada niño. Después de que todos tengan lodo en una mano, pasa el objeto alrededor del círculo; menciona que cada niño va dejando lodo en el objeto, y al mismo tiempo va recogiendo algo del lodo que dejaron las otras personas. Diles que cierren sus manos o las mantengan juntas para que no toquen su ropa y no se toquen entre ellos.
Consejo para el maestro: Si te preocupa usar lodo con toda la clase, puedes pedir a tres niños que sean voluntarios para esta actividad.
Los niños podrían responder que el lodo se les salió de las manos. También hablar sobre cómo se ensució el objeto.
¿Sabías que los gérmenes se parecen mucho al lodo en tus manos? Estos se pegan a las cosas cuando las tocas. Pensemos un poco más en esto. Imagina que estás comiendo lodo, y muéstrame con tu cara cómo crees que es su sabor.
No quieres comer lodo, ¿cierto? De igual manera, no deseas comer gérmenes. Es importante que te laves las manos antes de comer, para que te quites los gérmenes. Tampoco quieres tocar tu cara o tus ojos con los gérmenes de tus manos porque entrarán a tus ojos y a tu boca.
Ahora, ¡practiquemos a lavarnos las manos para quitarnos el lodo!
Es tu turno para lavarte las manos. Primero, repasemos cómo se hace. Mientras avanzamos por los pasos, finge lavarte las manos conmigo.
¡Cantemos una canción mientras lavamos nuestras manos! Una vez que tengas jabón en las manos, cantaremos esta canción. Cuando terminemos de cantar, podrás enjuagarlas.
Puedes cantar una canción corta que los niños conozcan o usa la que viene a continuación. Es importante lavarse las manos por 20–30 segundos. Canta la canción a un ritmo constante y lento para permitir que los niños tengan tiempo suficiente para lavarse las manos.
Cantar la canción para lavarse dos veces:
A lavarse, a lavarse, a lavarse las manos; lávalas bien, si lo haces muy bien, ¡los gérmenes no se quedarán!
Que todos los niños tengan la oportunidad de lavarse las manos. Deja que más de un niño se lave las manos al mismo tiempo. Mientras lo hacen, anima a toda la clase a cantar la canción. También ayuda a los que se lavan las manos a recordar que deben frotar todas las diferentes partes de sus manos.
Mira tus manos. ¡Están muy limpias! La próxima vez que estés listo para comer y hayas usado el baño, estado en el mercado, o tocado un animal, ¡asegúrate de lavarte las manos! De manera rápida repasemos cuándo es importante lavarse las manos, para que no pasemos los gérmenes entre nosotros:
Haz que los niños repitan cada frase después de ti:
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, haz que los niños hagan la actividad en ellas. Coloca a disposición crayones, y si tienes tijeras también.
¡Eres la creación especial y preciosa de Dios! Te ama tanto que hizo un plan para ti antes de que nacieras. Nuestro versículo de memoria es:
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños.
¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!
Salmos 139:14
Ayuda a los niños a recordar el versículo, enseñándoles las acciones que van con las palabras. Usa los mismos movimientos cada vez que digas cada palabra. Dirígelos a repetir cada oración con sus acciones 3 veces.
Te alabo—Junta tus manos como si estuvieras orando. Señala el cielo con ellas.
Porque soy—Señálate a ti mismo.
Una creación—Ahueca tus manos como si tuvieras una bola imaginaria entre ellas. Gira la bola imaginaria en tus manos.
Admirable—Extiende las manos con las palmas hacia afuera. Recógelas y extiéndelas 2 veces.
Tus obras son maravillosas—Haz una señal de asombro poniendo las manos abiertas alrededor de ambos lados de tu cara y abriendo la boca.
Y esto lo sé—Señala el lado de tu cabeza con el índice.
Muy bien—Asiente con la cabeza.
Honremos la creación detallista de Dios, es decir a nosotros mismos, al mantener nuestras manos limpias y nuestros cuerpos saludables.
Termina la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Proverbios 23:12.
Bendición: Que Dios te ayude a poner en práctica lo que aprendiste para mantenerte sano. Que tu mente se llene de las palabras de sabiduría que escuchaste, para que las uses cuando las necesites.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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