El Espíritu Santo es nuestro Guía

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Focus on Spiritual Formation

Materiales
  • Biblia
  • Hojas (1 por cada niño)
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imagenes de Felipe en el camino
  • Página del Alumno
  • Crayones
  • Palos (1 por cada niño)
  • Tiras de tela o vendas para los ojos
  • Cometa e hilo

Devocional del maestro

Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo, mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, les conceda vida eterna.

Judas 1:20–21

El Espíritu Santo es la guía para aquellos que creen en Dios. Él fue enviado para ayudar y guiar nuestras vidas. Con fe llega la guía que viene a vivir en nosotros. Lo que nos dice siempre es verdad. Podemos confiar en Él para que nos guíe hacia lo que es bueno.

¿Alguna vez escuchaste al Espíritu Santo pidiéndote hacer algo? Quizás te guíe lejos del peligro. O a lo mejor te lleve a hacer lo correcto, cuando sin su consejo sería difícil hacerlo. El Espíritu Santo te ha sido dado para guiarte. Mientras ores cada día, pídele que guíe tus pensamientos y acciones. Dile que te llene con su poder para hacer lo correcto. ¡Él siempre está contigo, siempre!

Conexión familiar

Anima a las familias a hablar sobre cómo escuchar con atención. Pídeles que compartan las cosas que pueden distraerlos de escuchar a alguien.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Realizar un juego sobre seguir reglas.

Da la bienvenida a los estudiantes a la clase y dirígelos a uno de los extremos de tu espacio de enseñanza. Pídeles que encuentren una pareja. Haz que compartan con sus compañeros lo que recuerdan acerca de quién es el Espíritu Santo. Diles que se queden con sus parejas.

Consejo para el maestro: Repasar la lección anterior es una muy buena manera de ayudar a los niños a enfocarse en el tema que estarán aprendiendo. También provee la información que les falta a los niños que no estuvieron presente en la clase anterior. Hacer esto es efectivo, asegúrate de armar las parejas entre los niños que estuvieron presente y los que no estuvieron.

Durante las últimas semanas hemos aprendido sobre el Espíritu Santo. Hoy hablaremos acerca de cómo el Espíritu Santo te puede guiar. ¡Comencemos con un juego para ayudarnos a entender esta idea!

Escogeré a varios niños para que vengan al medio de la clase. Los niños en el medio están atrapados en el barro y no pueden mover sus pies. Ellos solo moverán los brazos mientras están de pie inmóviles.

Elige a 10 niños para ubicarlos en el medio de la clase. Estos estudiantes no se quedarán con sus parejas.

El resto de ustedes trabajará con sus parejas. Uno de ustedes será el guía. El otro cerrará los ojos y escuchará la instrucción de su compañero. El guía no puede tocar a su pareja. La meta es que la persona con los ojos cerrados vaya desde donde está hacia el otro lado de la sala. El desafío es cruzar al otro lado sin toparse con nadie.

Pide a cada pareja que seleccione quien será el guía y quién el niño que caminará con los ojos cerrados. Explica que el guía no puede tocar al niño con los ojos cerrados. Deja que las parejas tengan de 3–5 minutos para caminar al otro lado de la clase. Si hay tiempo, pide a los niños que cambien de rol y regresen al otro lado de la sala, donde comenzaron.

Opcional: Usa las tiras de tela o vendas para cubrir los ojos de los compañeros que serán guiados.

¡Lo hicieron muy bien al guiar y escuchar! ¡Aquellos que están en el medio de la clase, gracias por crear un desafío para las parejas que caminaron! Ahora todos vengan y tomen asiento en un círculo conmigo.

  • ¿Cómo te sentiste caminando sin poder ver hacia donde ibas?

Deja que respondan 2–3 niños.

  • ¿Cómo te sentiste guiando a tu pareja solo usando palabras?
  • ¿Tu compañero siempre escuchó tus instrucciones?

Deja que 2–3 niños contesten.

2. Enseñanza:

Aprender cómo el Espíritu Santo puede guiarte (Romanos 8:26–27; Hechos 8:26–39).

Hoy aprenderemos sobre las maneras que el Espíritu Santo te guía a través de la vida. La vida puede ser como nuestro juego. Hay cosas que pueden toparse con nosotros, lastimarnos o incluso detenernos. En nuestro juego, los guías ayudaron a sus parejas a caminar de manera segura cuando atravesaron por la sala. Al igual que estos guías, el Espíritu Santo puede guiarnos en la vida.

Piensa en un momento en el que fue difícil prestar atención a alguien que te hablaba. Quizás otros te distrajeron o la situación a tu alrededor te distrajo. Por ejemplo, puede ser difícil escuchar a tu profesor en la clase cuando tienes hambre. Quizás es complicado escuchar bien siempre. Incluso si sabes que la información y el consejo que alguien te da es importante, otras cosas que suceden a tu alrededor pueden hacer que sea difícil escuchar.

Dales un ejemplo de tu vida o de algo que te ha distraído desviando tu atención de lo que sucedía.

  • ¿Cuáles son algunas de las cosas que pueden desviar tu atención de lo que estás haciendo?

Deja que respondan 3–4 niños.

Hay muchas cosas que pueden distraernos. Cuando el Espíritu Santo nos habla, desea guiarnos. Pero, ¿qué pasa si no le prestamos atención? ¿escucharemos los que dice? ¡No!

  • ¿Cómo piensas que podemos prestar más atención a lo que nos dice el Espíritu Santo?

A continuación, hay algunas ideas que pueden ayudarnos. Primero, si es posible encuentra un lugar quieto que esté alejado de las cosas que te distraen. Cuando ores, toma tiempo para hablar con Dios. Pero también puedes tomar tiempo para escucharlo, mientras oras. La Biblia habla sobre las maneras en las que el Espíritu Santo puede guiar nuestros pensamientos y palabras.

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.

Romanos 8:26–27

La Biblia explica que el Espíritu Santo puede guiarnos cuando oramos. El Espíritu Santo también nos habla en cualquier momento. Sin embargo, cuando quitas las cosas que te distraen, es más fácil escuchar lo que Él quiere decirte.

  • ¿De qué manera puedes invitar al Espíritu Santo a hablarte?

Las respuestas incluyen: puedo pedirle que me ayude, también que me ayude a escuchar lo que me quiere decir.

Consejo para el maestro: Para aquellos niños en tu clase que no son cristianos, explica que el Espíritu Santo desea ayudar a todos. ¡Esto quiere decir que ellos también pueden escuchar su sabiduría!

Cuando el Espíritu Santo habla, quizás no escucharemos palabras reales. A veces puedes “escuchar” lo que quiere decirte prestando atención a la manera sobre cómo te sientes. Es importante recordar que cuando el Espíritu Santo habla, siempre estará de acuerdo con lo que está en la Biblia. Si lo que escuchas no está de acuerdo con la Biblia, no es de Dios.

Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.

Presta atención a esta historia verdadera de la Biblia sobre una ocasión cuando el Espíritu Santo guió a Felipe. Este fue uno de los discípulos de Jesús. Un ángel le dijo que viajara por un cierto camino. Felipe caminó por este camino hacia Jerusalén. Al mismo tiempo, un hombre etíope estaba en ese camino. El hombre había venido a Jerusalén a adorar. Él estaba leyendo una escritura, que era un libro de la Biblia. El hombre lo hacía en su carro cuando el Espíritu Santo le habló a Felipe.

El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».

Hechos 8:29

Consejo para el maestro: Si los niños no conocen los carros, explícales que son carros con ruedas tirados por caballos.
  • ¿Por qué crees que el Espíritu Santo querría que Felipe fuera donde el hombre que estaba en el carro?

Deja que 2 o 3 estudiantes contesten.

Descubramos lo que sucedió después. Felipe siguió la guía del Espíritu Santo y fue y se acercó al hombre. Cuando escuchó al etíope leyendo, Felipe lo ayudó a entender qué significaba la Escritura que estaba leyendo. Le contó al hombre sobre Jesús. Los 2 hombres fueron a dar un paseo.

Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco:—Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

Hechos 8:36–37

¡El etíope quería ser bautizado después de escuchar de Jesús! El Espíritu Santo guió a Felipe a este hombre para que estuviera ahí en el momento justo y le enseñara al hombre sobre Jesús. ¡El hombre de Etiopía creyó en Jesús! La Biblia nos dice que Felipe lo bautizó y el Espíritu del Señor se llevó a Felipe.

  • En esta historia, ¿por qué el Espíritu Santo le dice a Felipe que vaya al carro?

El Espíritu Santo quería que Felipe ayudara al etíope.

  • ¿Qué pasó cuando Felipe fue al carro?

Él enseñó el hombre sobre Jesús y le bautizo.

Este es rol del Espíritu Santo. Nos guía y cuando lo escuchamos, nos ayudará a vivir una vida que agrada a Dios. El Espíritu Santo nos ayuda a conocer más a Dios el Padre y a Jesús y nos recuerda la verdad de la Biblia. Incluso si no podemos escuchar exactamente lo que el Espíritu Santo quiere decirnos, a veces nos da sensaciones y hace otras cosas en nuestras vidas para ayudarnos a guiar nuestras acciones.

Sin embargo, es muy importante que entiendas que no sabemos todo acerca del Espíritu Santo. No siempre sabemos cuándo o por qué el Espíritu Santo nos guía. Solo sabemos que quiere darnos sabiduría y guía nuestras vidas.

Si algo malo sucede, no necesariamente significa que alguien no estaba escuchando al Espíritu Santo. Vivimos en un mundo lleno de pecado y situaciones dolorosas donde ocurren cosas malas, incluso a los cristianos que escuchan al Espíritu Santo. Él está con nosotros incluso cuando experimentamos cosas difíciles. El Espíritu Santo es un amigo y guía.

Consejo para el maestro: Si tienes niños que han experimentado algo muy traumático, asegúrales que Dios los ama y no quiere que les sucedan cosas malas. Ayúdalos a entender que a veces las personas hacen cosas malas, incluso cuando nosotros hacemos lo correcto. Bríndales consuelo y consigue ayuda si puedes. ora con ellos por sanidad para sus vidas.

3. Respuesta

Usar una actividad con el viento, para entender el poder del Espíritu Santo.

No podemos ver al Espíritu Santo, pero podemos escucharlo. Déjame darte un ejemplo para ayudarte a comprenderlo mejor. Él es parecido al viento. Cuando sopla mueve cosas. Podemos ver árboles balanceándose y polvo volando, y sentimos el viento moviéndose a través de nuestros cuerpos. Pero no podemos verlo. De manera similar, podemos sentir al Espíritu Santo que nos ayuda y podemos escuchar su guía, pero no podemos verlo.

Para ayudarnos a recordar cómo el Espíritu Santo nos puede guiar, ¡hagamos algo divertido con el viento! Cada uno de ustedes sostenga una hoja de alguna planta grande para ver adónde los guiará el viento.

Da a cada niño una hoja. Pídeles que sostengan sus hojas por el tallo para mantenerlas arriba por sobre sus cabezas. Pide a los niños que corran mientras tienen sus hojas en alto. Dales un minuto para sentir cómo sopla el viento, creado por sus carreras, y cómo se mueven sus hojas. Después de un par de minutos, pídeles que tomen asiento donde estén para terminar la lección.

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, dales crayones y permite que tengan 2 minutos para colorear sus rectángulos. Una vez que hayan terminado, pásale un palo a cada niño y ayúdalos a seguir las indicaciones para hacer calcetines de viento.

¿Viste que el aire mueve la hoja? ¿Sentiste cómo la hoja se movió en tu mano? El viento movió el aire alrededor de la hoja para guiar sus movimientos. Esto es similar a la manera en que Espíritu Santo nos guía.

Opcional: Si puedes y tienes una cometa e hilo, lleva la clase afuera. Vuela la cometa para mostrar de qué forma el viento la guía.

  • ¿Cómo puedes tomar tiempo para escuchar al Espíritu Santo y pedirle que te guíe?

Puedo orar.

Tomemos un momento para orar y pedirle al Espíritu Santo que guíe nuestras vidas.

Haz una pausa después de cada declaración para permitir que los niños tengan tiempo para escuchar lo que Espíritu Santo quiera decirles. Recuérdales que el Espíritu Santo siempre dirá cosas que están de acuerdo con la Biblia.

Señor, gracias por amarnos.

Gracias por tu sabiduría.

Te pedimos que guíes nuestras acciones y palabras.

Te pedimos que nos ayudes a escuchar cuando tu Espíritu Santo nos hable.

En el nombre de Jesús, amén.

Cuando le pides al Espíritu Santo que te de poder para decir y hacer lo correcto, su paz perfecta te guiará. El poder del Espíritu Santo llenará y guiará tu vida. Hoy nuestro versículo para memorizar dice:

Si utilizas el cartel del versículo para memorizar, muéstralo a los niños.

Versículo para memorizar

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Romanos 15:13

Mientras lees el versículo, haz las siguientes acciones con los niños. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños.

Que el Dios de la esperanza—Levanta las manos hacia el cielo.

Los llene de toda alegría—Ahueca las manos al frente de tu estómago. Mantén las manos así mientras las llevas hacia tu boca.

Y paz—Sonríe.

A ustedes que creen en Él—Levanta las manos hacia el cielo.

Para que rebosen de esperanza—Ahueca las manos al frente de tu estómago. Mantén las manos así mientras las llevas hacia tu boca.

Por el poder del Espíritu Santo—Haz una acción que demuestre fuerza en tu cultura.

Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Romanos 8:26–27.

Bendición: Que el Espíritu Santo sea tu ayudador y guía. Que dejes que guíe tus pensamientos y palabras mientras oras, y al vivir tu vida diaria.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:

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