Dios cumple sus promesas

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en la Formación Espiritual

Materiales
  • Biblia
  • 5 palos que se rompan fácilmente
  • una piedra grande
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Neumático o llanta vieja
  • Reloj con segundero o un cronómetro
  • Páginas del Alumno
  • Lápices
  • Papel

Antes de la clase, recorta los versículos que están al final de la lección, para usarlos en la sección de Respuesta.

Devocional del maestro

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

Hebreos 10:23

Es fácil hacer una promesa, pero es más difícil cumplirla. Cuando hacemos una promesa, damos esperanza. Al romper una promesa, se rompe algo en la relación: la confianza. Piensa por un momento en una promesa que no se cumplió, que hizo que perdieras la confianza en alguien o en algo. Pide ahora que el Espíritu Santo te muestre alguna promesa que tú no has cumplido. Es muy triste cuando se pierde la confianza debido a una promesa que no se cumplió.

Ahora, por unos momentos, escribe algunas de las cualidades de Dios. Por ejemplo, que Él es amoroso. Después de haber escrito algunas cualidades, piensa en cómo éstas demuestran que Dios es fiel. Él siempre cumple todas sus promesas, según su voluntad y a su tiempo. Podemos confiar en Él. Dios nunca te va a defraudar ni hará que pierdas la confianza en Él. Puedes aferrarte a la esperanza que tienes, ¡porque quien ha hecho la promesa es fiel!

Conexión familiar

Los padres o tutores quizá no hayan cumplido una promesa hecha a los niños, ¡aun sin querer faltar a la promesa! El propósito de esta lección no es señalar la culpa sino más bien ayudar a los niños y a su familia a aprender que Dios es fiel y digno de confianza. Anima a tus alumnos a que cuenten en familia lo que aprenden acerca de Dios hoy, de que Él cumple sus promesas.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

hacer un juego sobre el cumplimiento de las promesas.

Da la bienvenida a tus alumnos cuando lleguen a la clase. Pídeles que piensen en una promesa que han tratado de cumplir y que le cuenten esto a otro niño. Ten a mano los palos y la piedra.

Hoy vamos a hablar acerca de las promesas. A veces las personas hacen promesas pero no las cumplen. A veces hacen una promesa sin pensar en lo que prometen. Una tía promete llevarte a una actividad divertida, pero no lo hace (Rompa un palo). A veces las personas hacen promesas que no pueden cumplir debido a las circunstancias. Tu papá promete que siempre estará contigo, pero luego tiene que irse a una ciudad lejana para conseguir trabajo (Rompa un palo). Algunas personas hacen promesas con el fin de engañarte. Una vecina te pide que le cuides a su niño pequeño por unos minutos mientras va de compras, te promote volver pronto y darte un regalo, pero demora mucho en volver y cuando lo hace no te entrega ningún regalo (Rompa un palo). Muchas personas te hacen promesas pero no las cumplen (Rompa un palo).

Cuando alguien no cumple una promesa, perdemos la confianza en esa persona. No creemos que hará lo que dice.

  • Responde a esta pregunta en tu corazón: ¿alguna vez has faltado a una promesa que hiciste?
  • Responde a esta pregunta en tu corazón: ¿alguna vez alguien ha faltado a una promesa que te ha hecho?
  • Sólo hay una persona que siempre ha cumplido todas las promesas que ha dado. ¿Quién crees que es?

La persona que ha cumplido todas las promesas que ha dado es Dios. A diferencia de la gente que falta a sus promesas (rompa un palo), Dios nunca dejará de cumplir lo que promete, así como yo no puedo romper esta piedra (trate de romper la piedra). Les voy a hablar más acerca de nuestro Dios, que cumple sus promesas.

Consejo para el maestro: Muchos de tus alumnos quizás provienen de situaciones donde sus tutores, sus maestros, sus padres o sus amigos les han hecho perder la confianza, por no haber sido fieles a una promesa. Para ellos puede ser difícil confiar en Dios. Ora que el Espíritu Santo sane sus corazones heridos a medida que aprendan que Dios siempre cumple sus promesas.

2. Enseñanza:

Escuchar cómo Dios cumplió Sus promesas a Abram (Génesis 15).

Cuenta o lee esta historia a tus alumnos. Han escuchado muchas historias acerca de Abram, a quien Dios le cambió de nombre a Abraham. ¡Ya pueden sentir que este personaje bíblico es su amigo!

Escuchen esta historia de la Biblia acerca de una promesa que Dios hizo a Abraham. Cuando les dé la señal, párense todos y griten: “¡Dios cumple sus promesas!” Practiquemos ahora.

Da la señal para que los niños se pongan de pie y griten: “¡Dios cumple sus promesas!”

Abram había llegado a ser un hombre muy poderoso. Sin embargo, tenía un gran dolor en su corazón. Ya era anciano, y aún no tenía un hijo. ¿A quién le iba a dejar toda su riqueza? ¿Cómo podría convertirse en una gran nación, como Dios había prometido, si no tenía hijos? Dios escuchó la angustia de Abram y le dijo:

No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa.

Génesis 15:1

  • ¿A qué creen que se refería Dios al decir que era el escudo de Abram y que sería grande su recompensa?

Permite que los niños den sus ideas antes de continuar con la historia.

Dios dijo que cuidaría de Abram y lo protegería, así como un escudo protege a un soldado en combate. Dios quería que Abram entendiera que Él cumpliría su promesa de darle descendientes.

Da la señal para que los niños se pongan de pie y griten: “¡Dios cumple sus promesas!”

Cuando Abram oyó esto, se preguntó cómo podría tener descendencia si no tenía hijos. Así que habló a Dios como a un amigo. Abram le preguntó al Señor lo que le daría ya que no tenía hijos. Cuando Abram muriera, toda su gran riqueza pasaría a su criado, porque no tenía hijos.

Dios respondió a Abram con gran bondad. Abram había confiado en Dios en muchos momentos difíciles. Abram había vivido fielmente, año tras año, esperando que las promesas de Dios se hicieran realidad.

  • ¿Cómo creen que puede haberse sentido Abram cuando la promesa no se cumplía después de mucho tiempo?
  • Si tuviste problemas al esperar algo, ¿cómo te sentiste?

Dios le dijo a Abram que su criado no sería el heredero de toda su riqueza. “Vas a tener un hijo –dijo Dios–. Sal afuera y mira las estrellas. ¿Puedes contarlas? Son muy numerosas para contarlas. Así serán tus descendientes”.

Da la señal para que los niños se pongan de pie y griten: “¡Dios cumple sus promesas!”

El Señor prometió a Abram que realmente le daría un hijo. Y Abram creyó a Dios. Aunque él y su esposa ya estaban viejos y no parecía posible que ellos tuvieran hijos, de todos modos Abram creyó a Dios.

Dios también dijo a Abram que le daría toda la tierra de Canaán. Entonces Abram le preguntó al Señor: “¿Cómo puedo estar seguro de que voy a recibir esta tierra?”

Dios quiere que confiemos en Él; pero eso no significa que no podemos hacerle preguntas. El Señor entiende que tenemos preguntas.

En los días de Abram se realizaba una ceremonia cuando dos personas hacían un acuerdo especial llamado pacto. Un pacto significaba algo más que una promesa o un acuerdo. Había que hacer una ceremonia donde las dos personas se hacían promesas.

La promesa del pacto se hacía entre dos personas, una de mayor importancia y una de menor importancia. Por lo general, la persona de mayor importancia dictaba todas las reglas del pacto, y la otra persona las aceptaba. En el caso de Dios y Abram, Dios prometió a Abram la tierra de Canaán y muchos descendientes que bendecirían al mundo entero. Dios hizo todas las promesas, porque Él era la persona de mayor importancia. La promesa o pacto dependía completamente de que Dios diera y cumpliera la promesa.

Abram no tenía que hacer nada para merecer lo que Dios le daría. Simplemente tenía que confiar en el Señor para que esto ocurra. Así que Dios dijo a Abram que le trajeran un carnero, una cabra, una vaca, una tórtola, y un pichón de paloma. Para llevar a cabo la ceremonia del pacto, Abram partió los animales por la mitad, y los separó a la izquierda y a la derecha, y dejó un espacio entremedio, como un camino. Cuando el sol empezó a ponerse, Abram cayó en un sueño profundo. Mientras dormía, sintió que se apoderaba de él una gran oscuridad. Era la santa presencia de Dios.

El Señor le explicó que él, Abram, iba a vivir en paz, pero no así sus descendientes. Dios le dijo que en el futuro sus descendientes serían extranjeros en una tierra lejana. Vivirían allí durante cuatrocientos años y llegarían a ser esclavos. Pero después Dios los libertaría y regresarían a la tierra de Canaán. Dios sabía exactamente lo que iba a pasar, ¡aunque no iba a cumplirse por cientos de años!

Abram confió en que Dios cumpliría sus promesas. Durante cientos de años, los descendientes de Abram oirían esta historia. Podían estar seguros de que Dios los traería de regreso a la tierra de Canaán y los bendeciría. ¡Dios hizo exactamente lo que había prometido! Esperar en Dios es parte muy importante de la fe.

Cuando Abram se despertó de su sueño, comprendió mucho más que antes el pacto de Dios. Era de noche, en una profunda oscuridad. Abram levantó la vista y vio un horno humeante y una antorcha encendida. Esa antorcha misteriosa pasó por el espacio entre los animales como prueba de que Dios estaba haciendo la promesa del pacto. El Señor le dijo a Abram: “A tu descendencia daré esta tierra”. Así fue sellado el pacto, la promesa de Dios. ¡Dios cumpliría ese pacto!

Da la señal para que los niños se pongan de pie y griten: “¡Dios cumple sus promesas!”

  • ¿Qué cualidades de Dios conoces que te pueden ayudar a confiar en Él?

Los niños podrían sugerir respuestas tales como: me ayuda; me escucha; me ama.

Abram tuvo que esperar mucho tiempo para que se cumpliera la promesa de Dios. Vio que le dio la descendencia prometida a través de su hijo Isaac, pero no vio a su descendencia ocupar la tierra de Canaán; eso Dios lo cumplió muchos años después de que Abraham ya había fallecido. Es importante entender algunas cosas acerca de las promesas de Dios.

1. Dios cumple sus promesas en Su tiempo. Eso significa que Él puede ver todo; también el futuro. Él sabe cuándo es el momento preciso para que se cumpla la promesa. A veces veremos el cumplimiento de una promesa; otras veces, no. Dios ve a largo plazo lo que es mejor; no sólo lo que pasa en este momento. ¡Dios siempre cumple sus promesas!

2. Dios cumple la promesa como a Él le parece mejor. Como Él es Dios, y sabe todo y conoce a todos, hace las cosas de tal forma que se cumplan sus buenos planes. A veces podemos ver qué buenos son sus caminos. Otras veces no entendemos sus caminos. Pero podemos confiar en Él, porque es bueno y nos ama. ¡Dios siempre cumple sus promesas!

3. Dios cumple sus promesas a quienes les da una promesa. Por ejemplo, Él ha prometido que todos los que creen en Jesús pueden llegar a ser parte de su familia. Esa promesa es para todos. Dios ha dado algunas promesas a personas específicas, en tiempos y circunstancias específicas. Por ejemplo, cuando dijo que traería de regreso a Canaán a los descendientes de Abram, esa promesa era para esas personas en ese tiempo y en esas circunstancias. ¡Dios siempre cumple sus promesas!

Da a los niños unos minutos para que busquen cosas que pueden usar para hacer imágenes que expresen cómo les hace sentir la fidelidad de Dios. Pueden recoger cosas como flores, piedras, hojas, ramas, semillas; debe ser cualquier cosa que puedan encontrar en dos minutos. Con esas cosas harán una imagen que exprese lo que sienten acerca de que Dios cumple sus promesas. Por ejemplo: “Dios promete cuidar de mí; por eso he hecho una casa de palitos para representar la casa que Dios ha provisto para mi familia”.

Materiales opcionales: Reparte papel y lápices de colores. Di a los niños que hagan dibujos que expresen cómo les hace sentir la fidelidad de Dios. Pueden dibujar o escribir, o hacer ambas cosas.

Si usan las Páginas del Alumno, los niños pueden escribir allí algo que quisieran decirle a Dios.

3. Respuesta

Escoger una promesa y confiar que Dios la cumplirá.

Consejo para el maestro: Algunos niños pueden expresar su deseo de entregarse a Cristo. Si es así, habla con ellos después de clase. Usa la guía del Plan de Salvación que está a continuación.

Voy a leerles varias promesas de Dios. Colocaré cada promesa en un lugar diferente del salón. Algunas de las promesas fueron dadas a personas específicas o en un tiempo específico, pero su contenido también se aplica a nosotros. Después de que haya leído todas las promesas, vayan tranquilamente al versículo que más les habla y esperen en silencio las instrucciones.

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Jeremías 29:11

Versículo para memorizar:

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos.

Deuteronomio 7:9

Si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.

2 Timoteo 2:13

Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?

Números 23:19

Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.

Mateo 11:28–29

Ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

Romanos 8:39

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.

Juan 14:27

Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.

Romanos 10:9

Recorta los versículos al final de esta lección. ubícalos en diferentes lugares del salón de clases. Lee cada uno otra vez al colocarlos en el salón.

En silencio, ve a ponerte adonde está el versículo que más habla a tu corazón. En el grupo que se reúna alrededor de ese versículo, oren unos por otros, para que confíen en la promesa de Dios de ese versículo.

Da a los niños unos minutos para que oren unos por otros. Luego pídeles que guarden silencio mientras los bendices con estas palabras basadas en Hebreos 10:23.

Bendición: que Dios les ayude a mantener firme la esperanza que tienen, porque el que les ha dado la promesa es fiel, y digno de confianza.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:

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