El perdón cambia todo

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en el Desarrollo del Carácter

Materiales
  • Biblia
  • Sartén poco profundo o tazón lleno de arena o tierra.
  • Botella o jarro de agua
  • Tazón o bol de agua
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imagenes de hermanos de José, Coré, ataque a Amnón
  • Lápices
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano. Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia.

Isaías 55:6–7

Una mujer llamada Corrie ten Boom fue puesta en un campamento de prisión durante la Segunda Guerra Mundial. Algunos de los miembros de su familia murieron en el campamento, pero Corrie fue liberada por error, justo una semana antes de ser ejecutada. Años más tarde, uno de los ex guardias se le acercó. Le dijo que se había convertido en cristiano y quería su perdón. La ira hirvió en su interior. Pero después se dio cuenta de que no perdonarlo era un pecado. Ella escribió, “ Jesucristo murió por este hombre; ¿voy a pedir más que eso?”

Esta historia nos recuerda que el perdón comienza con Jesús. Puede que no queramos perdonar, ni tampoco pedir perdón. Pero Cristo pagó el precio por todos los pecados. ¿Hay gente con la que luchas para perdonar debido a tu orgullo o ira? ¿Necesitas pedir perdón pero no lo has hecho por vergüenza o falta de coraje? ¿Te has juzgado de manera dura por algo y no permites que el perdón de Dios te limpie? No esperes más, habla con Dios ahora. Luego reconcíliate con los demás. Ora para que experimentes la certeza de que Jesús pagó el precio por todos nuestros pecados, y su gracia es suficiente.

Conexión familiar

Anima a los estudiantes a preguntar a los miembros de sus familias sobre situaciones cuando alguien no fue castigado por hacer algo malo. Pueden compartir que Dios nos restaura incluso en las circunstancias más difíciles.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Ver un ejemplo práctico para aprender sobre el perdón.

Saluda a tus estudiantes. A medida que llegan, pregúntales sobre la masa de agua más grande que hayan visto, tal como un lago u océano. Permite que dos o tres estudiantes respondan las preguntas que vienen a continuación.

  • ¿Alguna vez has estado en un río, lago, u océano?
  • ¿Qué notaste sobre el agua?

En la naturaleza, el agua se mueve y cambia las cosas. Puede que sea a mediante olas grandes, como el oleaje de un océano. O quizás una corriente constante como la precipitación de un río. Puede ser la rotación de agua en la orilla de un lago. En la naturaleza, vemos que el agua puede cambiar la forma de las cosas, por ejemplo convertir piedras puntiagudas y dentadas en rocas lisas. También puede tallar grietas profundas en las montañas y lavar praderas.

Saquen los sartenes o tazones de tierra y la botella de agua. Lentamente viertan el agua en la tierra, moviendo el chorro de agua para crear marcas donde se roció el agua. (También puedes derramar el agua directo a la tierra o arena en el suelo).

  • ¿Qué pasó con la tierra cuando vertiste el agua?

Las respuestas pueden incluir: el agua se movió o cambió la tierra.

El perdón es como el agua. A veces, perdonar puede venir como una ola que lava toda las heridas y la ira. Otras veces, funciona a medida que pasa el tiempo como una corriente constante mientras damos pasos pequeños hacia la sanidad. Si el perdón ocurre de una vez o de manera gradual, cambia el paisaje de nuestros corazones. Son suavizados los bordes afilados de nuestro orgullo, ira y egoísmo. El dolor y las heridas son lavados lentamente. El perdón lo cambia todo.

2. Enseñanza:

Aprender que el perdón de Dios puede transformar vidas (2 Samuel 13; Números16; Génesis 50:15–21; 2 Corintios 5:10).

Cuando alguien te hace algo malo, tienes 3 opciones para responder.

La primera opción es escoger ignorar lo que sucedió, actuar como si nada pasó. Este tipo de reacción puede ser peligrosa para tu salud física y emocional. Si no reconoces y liberas tus emociones dolorosas puede causarte problemas al corazón. Te podrías enfermar de otras maneras. También te puede resultar difícil tener relaciones saludables con otros.

La segunda respuesta que podrías escoger es buscar venganza. Quizás decides que la otra persona debe pagar por lo que ha hecho. Responder de esta manera podría causar que te expongas a situaciones dañinas, tales como violar la ley o lidiar con la culpa de haber lastimado a otra persona. La venganza nunca es una solución positiva.

La tercera respuesta posible es perdonar. Puede parecer la más difícil de todas. Pero ésta no es sólo por el beneficio de la otra persona, es una solución buena para ti.

Aquí hay algunas maneras específicas en las que vemos que perdonar es bueno para nosotros:

El perdón nos ayuda a tener relaciones más saludables.

Cuando perdonamos, experimentamos menor ansiedad, estrés y hostilidad en nuestras vidas

Hay beneficios físicos cuando perdonamos, tales como una presión arterial más baja y un sistema inmunológico más fuerte.

Cuando perdonas a los demás, eres menos propenso a deprimirte, y generalmente te sientes mejor contigo mismo. El perdonar a los demás puede incluso ayudarte a perdonarte a ti mismo.

A pesar de que perdonar a otros es bueno, puede ser difícil.

  • ¿Cuáles son algunas de las situaciones en las que perdonar podría ser difícil?

Las respuestas pueden incluir: si la persona que te lastimó es alguien que confiabas o amabas, si la persona continúa lastimándote, o si la situación es peligrosa o moralmente mala.

Si te han lastimado, puede que tome un tiempo sanar ese dolor. Quizás sea difícil dejar ir la ira, la amargura, el dolor, o el sentimiento de abandono que llena tu corazón. Algunas veces es especialmente difícil perdonar a alguien cercano a ti, tal como un padre o amigo. El dolor puede ser profundo cuando es causado por gente en la que deberías poder confiar.

  • ¿Por qué crees que es tan difícil perdonar a los demás?

Es difícil perdonar a alguien cuando crees que esa persona merece castigo. Deseas que la persona sea lastimada de la misma forma que tú lo fuiste.

Divide a los estudiantes en tres grupos. A cada grupo dale una copia de una de las situaciones que se encuentran al final de esta lección. (Si tienes una clase grande, más de un grupo puede usar la misma situación). Si no dispones de tiempo suficiente para las tres situaciones, puedes utilizar una o dos de ellas. Cada persona del grupo escogerá un rol para actuar. Deja que los grupos tomen cinco minutos para planificar como añadirán diálogo e inventarán un final para estas situaciones.

Cada grupo tiene una situación para representar. Estas se te han proporcionado, pero tendrás que crear tu propio final para ella. Tu grupo puede escoger cualquiera de las tres respuestas que mencionamos anteriormente: ignorar lo que sucedió, buscar venganza, o perdonar.

Después de cinco minutos, lee la primera situación para toda la clase y haz que el grupo la represente con el final que inventaron. Después realiza las preguntas que siguen a la situación.

Situación 1: Amnón no podía dejar de pensar en su hermanastra Tamar. Entonces pretendió estar enfermo y le pidió a su padre, el rey David que Tamar le preparara la comida. Por lo tanto, ella fue a la casa de Amnón y horneó algunos pasteles. Cuando los llevó a la cama de Amnón, este trató de convencerla para tener relaciones sexuales con él. Pero Tamar se rehusó ya que sabía que estaba mal. Él la violó y la echó llena de vergüenza. Su amor por ella se volvió en odio.

  • ¿Estuviste de acuerdo con el final que el grupo inventó? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Cómo crees que debe terminar esta historia?

Así es como realmente termina la historia, de la manera que se registra en la Biblia en 2 Samuel 13.

Pide un estudiante que lea 2 Samuel 13:20–23, 28–29 en voz alta y desde la Biblia. Los versículos están impresos a continuación.

Desolada, Tamar se quedó a vivir en casa de su hermano Absalón. El rey David, al enterarse de todo lo que había pasado, se enfureció. Absalón, por su parte, no le dirigía la palabra a Amnón, pues lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.

Pasados dos años, Absalón convidó a todos los hijos del rey a un banquete en Baal Jazor, cerca de la frontera de Efraín, donde sus hombres estaban esquilando ovejas. Este, por su parte, les había dado instrucciones a sus criados: «No pierdan de vista a Amnón. Y, cuando se le haya subido el vino, yo les daré la señal de ataque, y ustedes lo matarán. No tengan miedo, pues soy yo quien les da la orden. Ánimo; sean valientes». Los criados hicieron con Amnón tal como Absalón les había ordenado.

2 Samuel 13:20–23, 28–29

Opcional: Si es posible, comparte la imágen de La Biblia en Acción.

  • ¿Habrías hecho lo mismo que Absalón?
  • ¿Se mostró el perdón bíblico en esta situación?
  • ¿Se hizo justicia en lo sucedido?

Repite estos pasos para las situaciones 2–3.

Situación 2: Coré y otros 250 israelitas se rebelaron contra el liderazgo de Moisés y su hermano Aarón. Coré y sus hombres acusaron a Moisés y Aarón de considerarse más importantes que el resto del pueblo. También los culparon por todas las dificultades que enfrentaban. Moisés y Aarón habían liderado al pueblo de Israel de manera fiel, ya que Dios los había llamado a hacerlo. Pero Coré y su gente se rebelaron contra ellos.

  • ¿Estuviste de acuerdo con el final que el grupo inventó? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Cómo crees que debe terminar esta historia?
  • Averiguamos cómo termina la historia en la Biblia.

Pide a un estudiante que lea Números 16:20–24, 31–32 en voz alta y desde la Biblia.

Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: -Apártense de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas. Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra, y exclamaron:-Señor, Dios de toda la humanidad: un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos? Entonces el Señor le dijo a Moisés:-Ordénales que se alejen de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos; se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré.

Números 16:20–24, 31–32

Opcional: Si es posible, comparte la imágen de La Biblia en Acción.

  • ¿Habrías hecho lo mismo que Moisés y Aarón?
  • ¿Se mostró el perdón bíblico en esta situación?
  • ¿Se hizo justicia en lo sucedido?

Situación 3: José era el hijo favorito de su padre. Por esta razón, sus hermanos lo odiaban. De hecho, lo odiaban tanto que lo vendieron para que sea esclavo en una nación lejana. Vivió como esclavo por muchos años. José estuvo en la cárcel y fue maltratado. Pero Dios estuvo con él, y al final llegó a ser un hombre con mucha riqueza, poder e influencia en Egipto. Sin embargo, sus hermanos no estaban bien. Había hambre en su país, y no tenían alimentos. Terminaron yendo a Egipto y se reunieron con José, a pesar de que no lo reconocieron al principio. Con el tiempo, toda la familia se trasladó a ese país. Después de que su padre murió, los hermanos tuvieron temor de que José se vengaría de ellos. Entonces fueron a buscar su favor.

  • ¿Estuviste de acuerdo con el final que el grupo inventó? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Cómo crees que debe terminar esta historia?
  • Ahora escuchemos el final desde la Biblia.

Pide a un estudiante que lea Génesis 50:18–21 en voz alta y desde la Biblia. Los versículos están impresos a continuación.

Luego sus hermanos se presentaron ante José, se inclinaron delante de él y le dijeron: Aquí nos tienes; somos tus esclavos.—No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.

Génesis 50:18–21

Opcional: Si es posible, comparte la imágen de La Biblia en Acción.

  • ¿Habrías hecho lo mismo que José?
  • ¿Se mostró el perdón bíblico en esta situación?
  • ¿Se hizo justicia en lo sucedido?

Hablemos sobre cómo el perdón puede funcionar con justicia. Esto es lo que la Biblia nos dice acerca de la justicia.

Pide a un estudiante que lea el siguiente versículo en voz alta y desde la Biblia.

Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.

2 Corintios 5:10

  • ¿Qué nos dice este versículo acerca del juicio de Dios?

Nos señala que responderemos por lo que hemos hecho en esta vida.

Puedes pensar que perdonar significa que no habrá consecuencias para la persona que te lastimó. Sin embargo, este versículo dice que todos responderán por lo que han hecho. No tenemos que tratar de hacer pagar a la persona por lo que hizo mal. Podemos reconocer que lo que nos sucedió no fue justo o correcto, pero confiamos que Dios tratará con la persona que nos maltrató. Podemos confiar en que Él traerá justicia.

Quizás estés luchando con culpa o vergüenza por lo que alguien te forzó a hacer. Por ejemplo, en la situación de la Biblia, Tamar se sintió avergonzada por haber sido violada. A lo mejor piensas que eres despreciable o que lo que hiciste es imperdonable. Pero Dios quiere que soltemos nuestra ira, amargura, dolor y vergüenza para sanar nuestros corazones y darnos su paz.

  • Piensa: ¿Cómo te hace sentir cuando sabes que no importa lo que hayas hecho, o lo que los demás te hayan hecho, Dios te ama y quiere perdonarte?

El perdón de Dios puede transformar tu vida. Incluso, en nuestras situaciones más difíciles, cuando entregamos nuestra ira y dolor a Dios, podemos experimentar Su gracia y paz. Leamos lo que la Biblia dice sobre esto.

Versículo para memorizar

Haz que un estudiante lea el Salmo 51:10 en voz alta y desde la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.

Salmo 51:10

  • ¿Que nos dice este versículo sobre cómo Dios puede restaurarnos a través de su perdón?

Permite que los estudiantes compartan sus pensamientos. Asegúrate de que mencionen que Dios puede limpiar a los que le confiesan sus pecados, y hacerlos puros y limpios frente a Sus ojos.

  • ¿Cómo te sientes cuando piensas que puedes tener un “corazón limpio” y un “espíritu recto”?

3. Respuesta

Escoger perdonar a otros y entregar el dolor a Dios.

Coloca la tasa de agua al frente de tu espacio. Los estudiantes tendrán la oportunidad de lavar sus manos en el agua como un símbolo de Dios lavando el dolor y la ira de sus corazones, y reemplazándolo por el perdón.

Ahora tenemos la oportunidad de lavar las cosas difíciles que hemos cargado en nuestras vidas. Podemos escoger dejar que el perdón comience a remodelar el paisaje de nuestros corazones.

Piensa en alguien que necesites perdonar. Medita sobre cómo te hace sentir la situación. Algunos de estos sentimientos pueden ser oscuros, de ira o tristeza. ¿Quieres dejarlos ir? Si eres cristiano, puedes pedir a Dios que lave tu corazón y reemplace estas cosas difíciles con su amor y paz. Incluso si no estás listo para seguir a Dios, puedes entregar tus emociones negativas y comenzar a perdonar.

Ahora medita en alguien a quien necesites pedirle perdón. Puede ser por algo que le hayas hecho; o incluso alguna cosa con la que luchas para perdonarte a ti mismo. También puedes dejar ir estos sentimientos de dolor e ira. Si eres cristiano, puedes pedir a Dios que sane este dolor. Incluso si no has escogido aún ser parte la familia de Dios, puedes pensar sobre esos sentimientos y comenzar a dejar ir el dolor de tu corazón.

Haz una demostración lavando tus manos en el tazón a medida que compartes la siguiente parte de la lección.

Si deseas lavar el dolor y la ira de tu vida, puedes lavar tus manos en este tazón. Al hacerlo piensa sobre el perdón de Dios lavando todas las heridas, la ira y amargura de tu corazón. Si no estás listo para hacer esta actividad, puedes escoger quedarte sentado y en silencio pensando en lo que puedes hacer para traer perdón a tu corazón.

Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, los adolescentes pueden escribir sus pensamientos en ellas.

Consejo para el maestro: Para los adolescentes que han experimentado situaciones dolorosas, esta actividad puede ser muy emocional. Debes estar atento a aquellos cuyas emociones parecen ser agobiantes. Debes estar disponible para hablar con ellos y y consolarles. Si algún estudiante no participa en esta actividad, habla con él o ella después de la clase para ver si puedes ayudarle.

Dales unos minutos para responder. Una vez que terminen, ora una bendición por ellos basada en 2 Pedro 1:2–4.

Bendición: Que la gracia se multiplique en ti a través de Cristo. Que conozcas el consuelo de Sus promesas y la paz verdadera que viene solamente de Él.

Consejo para el maestro: Si es posible, envía por correo electrónico o por mensaje de texto la tarjeta de Conexión familiar a la familia de tus estudiantes.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes como un recordatorio de que Dios siempre es digno de alabanza.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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