En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
Juan 1:1
Dios es un comunicador. Jesucristo es la Palabra viva de Dios para el hombre. Dios usó las palabras en la creación. Cuando leemos su Santa Palabra, la Biblia, descubrimos el plan maravilloso para nosotros. Si la comunicación es importante para Dios, debemos poner atención a las palabras que usamos. Lo que decimos muestra lo que está en nuestros corazones (Mateo 12:34).
Recuerda que Dios usa tus palabras en la vida de los estudiantes. Mientras te preparas para la lección, considera la forma en que puedes usar tus palabras para sanar algunas de las heridas que estos adolescentes pueden haber experimentado. Tus palabras amables y verdaderas no borrarán su dolor, pero quizás comenzarán el proceso de sanidad y les ayudará a darse cuenta que realmente te preocupas por ellos, y que Dios también lo hace. Ora para que Él guíe lo que dices mientras comunicas estos principios importantes a tus estudiantes. Confía en la Palabra viva, Jesucristo, para impartir su verdad a los corazones de tus estudiantes.
Anima a los estudiantes a preguntarles a sus familiares: “ ¿qué los hace sentirse especiales?” Pueden hacerlos sentir especiales utilizando los principios bíblicos de comunicación.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda cálidamente a tus estudiantes mientras ingresan a la clase. Pregúntales cuál fue la mejor parte de la semana. Recuerda que estás construyendo una comunidad dentro de tu clase.
Comienza esta clase con una demostración. Escoge dos estudiantes para leer el “Mensaje Yo” y el “Mensaje Tú” . Hay copias de los mensajes proporcionados con la lección.
Haz que el primer voluntario lea el “Mensaje Yo” con emoción. Después dirige una pequeña conversación sobre cómo se sentirían si alguien les hablara así y por qué.
Mensaje Tú
¡Eres un amigo terrible! Siempre difundes chismes. No puedes mantener tu boca cerrada. Te dije que Vanesa y yo tuvimos una pelea. Ahora todos en la escuela piensan que vamos a pelear otra vez. Pasamos mediodía tratando de resolver nuestro problema. Después que comenzó tu chisme empezó todo de nuevo. ¡Nunca más te contaré algo!
Ahora pide al segundo voluntario que lea el “Mensaje Yo” con emoción. Después guía una conversación corta sobre cómo se sentirían los estudiantes si alguien les hablara así y por qué.
Mensaje Yo
Estaba muy enojado cuando escuché que le contaste a la gente que iba a discutir con Vanesa después del colegio. Ya nos habíamos arreglado, pero se enojó conmigo de nuevo. También me dolió que le contaste a otras personas. Quiero ser tu amigo, pero ahora siento que no puedo confiar en ti, y es difícil para mí pasar tiempo contigo.
Cuando tienes emociones fuertes y quieres compartirlas con alguien, puedes comunicarlas de tal manera que harás que las personas se acerquen o se alejen. Todo se trata del tipo de mensajes que uses. Aquí hay un versículo bíblico que nos ayuda a saber cómo comunicarnos bien.
Que un estudiante lea Colosenses 4:6 en voz alta desde la Biblia. Si no es posible, el versículo está impreso a continuación.
Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.
Colosenses 4:6
Los “Mensajes Yo” cuentan a otros cómo se siente. Expresan sus emociones sin hacer que los otros sean responsables por lo que siente. Los“Mensajes Yo” dan a otros la oportunidad de entender y mostrar preocupación por sus emociones. También permiten que otros le ayuden a buscar soluciones.
Los “Mensajes Tú” llevan la responsabilidad de tus emociones e incluso de tus problemas hacia alguien más. Este tipo de comunicación no ayuda a entender a los otros o buscar una solución. En vez de eso, a menudo hace más grande el problema. Culpar a otra persona y hacerla responsable por tus emociones causará que esa persona deje de escucharte.
La Biblia señala algunas cosas importantes sobre el poder de las palabras. En Génesis, escuchamos que Dios creó todo el mundo sólo mediante su palabra. ¡Verdaderamente sabe cómo usar sus palabras para el bien! Debido a que la comunicación es importante para Dios, la Biblia comparte algunos principios útiles de comunicación: dar palabras de ánimo, mostrar honra, escuchar de manera cuidadosa, hablar honestamente y reconocer la responsabilidad. Practicar estas habilidades te puede ayudar a comunicar más claramente y mantener mejores relaciones con los demás.
Divide a los estudiantes en cinco grupos. Asígnale a cada grupo, uno de los cinco principios de comunicación y dales un pasaje bíblico para leer y comentar cómo se relaciona a ese principio. Si tienes una clase más pequeña, puedes asignar los principios de comunicación a estudiantes individuales o pídeles que trabajen juntos en grupos de dos o tres. Si es posible proporciona una Biblia a cada grupo para que puedan leer el pasaje directamente desde la Escritura. Si no es posible el pasaje está impreso a continuación.
Dar palabras de ánimo
Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.
Efesios 4:29
Mostrar honra
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
Romanos 12:10
Escuchar de manera cuidadosa
Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.
Santiago 1:19
Hablar honestamente
Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.
Efesios 4:25
Reconocer la responsabilidad
Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.
Mateo 7:3–5
Haz que se junten de nuevo. Pide que un voluntario de cada grupo cuente lo que aprendió de la práctica de dar palabras de ánimo, mostrar honra, escuchar de manera cuidadosa, hablar honestamente y reconocer la responsabilidad. Después de que el primer grupo haya compartido, añade los comentarios que vienen a continuación para ayudar en la reflexión. Haz lo mismo con los grupos que falten.
Dar palabras de ánimo—La Biblia nos dice que todo lo que decimos debe ser de ánimo, apropiado, y amable. No debemos decir cosas que guíen a otros a tomar malas decisiones. Cuando nos comunicamos con otros y damos palabras de ánimo, sabrán que nos preocupamos por ellos. Esto nos ayudará a que escuchen lo que tenemos que decir.
Mostrar honra—La Biblia señala que debemos comunicarnos con otros de una forma amorosa y con honra. Cuando hablamos con otros y les honramos, se sentirán respetados. Esto ayudará para que escuchen lo que tenemos que decir.
Escuchar de manera cuidadosa—La Biblia dice que debemos escuchar antes de hablar y que no nos debemos enojar fácilmente. Cuando escuchamos de manera cuidadosa a los demás, sabrán que oímos lo que dicen. Cuando tratamos de escuchar el punto de vista de la otra persona antes de enojarnos, se sentirán seguros de hablarnos. Esto les ayudará a escuchar lo que tenemos que decir también.
Hablar honestamente—La Biblia declara que debemos hablar honestamente todo el tiempo. Cuando decimos la verdad, otros sabrán que pueden confiar en nosotros. De la misma forma, estarán enterados de que las cosas que decimos son honestas y verdaderas. Esto les ayudará a escuchar y creer lo que tenemos que decir.
Reconocer la responsabilidad—La Biblia dice que siempre debemos estar dispuestos a ver cuál es nuestra propia responsabilidad en una situación difícil. No debemos apurarnos para culpar o acusar a otros. Cuando somos responsables de no haber actuado bien, debemos admitir nuestra falta en la situación y aceptar la responsabilidad. A menudo, ambas partes contribuyen al conflicto. Algunas veces las faltas reposan completamente en la otra persona. Sin embargo, cualquiera que sea la situación, debemos aceptar la responsabilidad por lo que hicimos mal. Cuando reconocemos nuestra parte del error, otros respetarán lo que tenemos que decir. Sabrán que asumimos la responsabilidad cuando la culpa recae en nosotros. Esto les ayudará a aceptar la culpa por su parte del problema.
Ahora que entendemos los principios de la buena comunicación, escuchemos algunas declaraciones. Mientras escuchan, analicen si el narrador da palabras de ánimo, muestra honra, escucha de manera cuidadosa, habla honestamente y reconoce la responsabilidad.
Escoge a algunos estudiantes para leer las siguientes declaraciones en voz alta. Después de cada una, deja que compartan si piensan que éstas son apropiadas según el modelo bíblico de comunicación, cómo estas declaraciones les hacen sentir, y de qué manera podrían responder.
Me duele cuando no me hablas. Pensé que éramos amigos. ¿Hice algo que te hirió?
¡Eres una mala persona! Lo sé, por lo que hace tu madre para conseguir dinero. ¡También debes ser malo, como ella!
¿Por qué debería escuchar tu consejo? ¡No sabes nada!
Me frustro cuando sigues interrumpiéndome mientras hablo. ¿Hay alguna manera de resolver este problema?
Creo que no escuché lo que querías, estaba ocupado. Ahora te enojas sin razón.
Me pisaste el pie, y me tropecé y derramé el té. Eso me enoja. ¿Por qué lo hiciste?
Después de leer las declaraciones, formula las siguientes preguntas:
Cuando queremos que alguien escuche lo que decimos y entienda el significado, podemos tratar de usar los “Mensajes Yo”. Al utilizar este tipo de mensaje, mostramos respeto por la otra persona, incluso cuando estamos enojados.
Es importante compartir tus emociones para que la gente entienda que quieres ser tratado con amabilidad y respeto. Aprendimos que usar los “Mensajes Yo” ayudan a la otra persona a entender tus emociones de manera clara. Los “Mensajes Yo” también te permiten a ti tomar la responsabilidad por tus emociones y a la otra persona por sus acciones. Los “Mensajes Yo” siguen también el plan de Dios para la buena comunicación. Los “Mensajes Yo” te ayudan a que comuniques lo que necesitas y quieres de una forma honesta, que honre y anime a otros. Permite que la otra persona comparta sus pensamientos y emociones, como así también que puedas escuchar de manera cuidadosa. De la misma forma deja que tomes la responsabilidad cuando el problema ha sido por alguna falta tuya.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.
Lucas 6:45
Pide a los adolescentes que se junten con un compañero. Comparte los siguientes escenarios con ellos. Por cada escenario, un estudiante se comunicará usando un “Mensaje Yo” y practicará los principios de comunicación que vimos en la lección: dar palabras de ánimo, mostrar honra, escuchar de manera cuidadosa, hablar honestamente, y reconocer la responsabilidad. El otro estudiante se comunicará utilizando un “Mensaje Tú” y no practicará los principios de comunicación de la lección.
Situación 1: Un miembro de la iglesia te ha prometido a ti y a tu amiga una bolsa de arroz para compartir con sus familias. Cuando llegas a buscarla, tu amiga ya se la ha llevado a su casa. Vas a su casa para buscar la parte que te corresponde, pero ella no te dará nada.
Situación 2: Un chico mayor que tú te maltrata en la escuela. Te golpea, se burla de ti, y rompe tu tarea. Amenaza con herirte a ti y a tu familia. Tu amigo no hace nada para ayudarte.
Deja que los estudiantes compartan sus pensamientos. Sus respuestas deben reflejar que se sintieron honrados y respetados cuando comunicaron y escucharon utilizando los “Mensajes Yo” y los principios bíblicos de comunicación.
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, los adolescentes pueden escribir algunas formas de poner en práctica la comunicación que honra a Dios en sus propias vidas.
Cuando estés listo para concluir la clase, cierra el tiempo con una bendición sobre tus estudiantes basada en Salmos 49:3.
Bendición: Que Dios te ayude a hablar palabras de sabiduría, y que las palabras que vienen desde tu corazón den entendimiento.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños y celebra cuán grande es Dios.
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