El Dios que me ve

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en la Formación Espiritual

Materiales
  • Biblia
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imagen de Agar
  • 12 objetos comunes, tales como lápiz, monedas, goma de borrar, una bandeja, y un paño para cubrir los objetos.
  • Páginas del Alumno
  • Lápices

Si vas a realizar la actividad opcional en la sección Conexión, antes de la clase coloca en el frente los objetos y cúbrelos con un paño.

Devocional del maestro

¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.

Mateo 10:29–31

Mira los pajaritos que te rodean. ¿Acostumbras observarlos? ¿O te parecen invisibles, la mayor parte del tiempo?. Nuestro gran Dios es el Dios que ve. El Señor se fija en cada pequeño gorrión que cae a tierra. ¡Cuán grande es su cuidado por sus criaturas!

¿Alguna vez te sentiste invisible, como si nadie se fijara en ti? ¡El Creador del mundo te ve! ¡Tú no eres invisible para Él! Piensa en cuán increíble es que este Dios poderoso se da cuenta de todos los detalles de tu vida, hasta los cabellos de tu cabeza. Dedica unos minutos para adorarlo en agradecimiento porque Él te ve.

Conexión familiar

Informa a los padres o tutores de tus alumnos que hoy los niños aprenderán que Dios es el Dios que los ve. Los niños a menudo sienten que los adultos en su vida los pasan por alto. Anima a las familias a que esta semana pasen unos momentos prestándose atención entre ellos. ¿Qué cosas nuevas notan los padres acerca de sus hijos?

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer un juego para observar cosas.

Da la bienvenida a tus alumnos a la clase y recuérdales que durante las próximas semanas aprenderán sobre algunos de los nombres de Dios, que les mostrarán más acerca de cómo es Él.

Empieza la clase con un juego de adivinanzas llamado “Yo veo”, para que los niños piensen en los momentos en que sintieron como si nadie los notaba.

Hoy vamos a hacer un juego de adivinanzas. Voy a escoger algo que pueda ver desde donde estoy. Entonces les daré una pista sobre lo que he escogido. Levanten la mano si quieren decir lo que veo.

Para comenzar, escoge un objeto que puedas ver, como una camisa roja que alguien lleva puesta. La pista puede ser un color o una forma o alguna otra palabra descriptiva. Por ejemplo, podrías decir: “Puedo ver algo que es rojo”. No mires directamente al objeto cuando das la pista. Los niños entonces levantarán la mano para decir cualquier objeto que vean que es rojo. Podrían ser la camisa o alguna otra cosa. Para que el juego sea interesante, trata de dar pistas que se refieran a varios objetos.

Una vez que los niños aprendan el juego, permíteles turnarse en dar pistas de cosas que ellos ven. Si tienes una clase muy grande, puedes formar grupos de aproximadamente diez niños y dejar que se turnen para escoger el objeto y dar las pistas. Después de jugar varios minutos, reúne a todos de nuevo, si es que formaron grupos.

El juego que hicimos nos recuerda que nuestros ojos son un regalo especial de Dios. Con ellos podemos ver muchas cosas. A veces podemos ver algo, pero sin que lo notemos. Por ejemplo, podemos ver a personas y no percatarnos de ellas. Es casi como si fueran invisibles.

  • ¿Piensan ustedes que hay una diferencia entre ver algo y notarlo? ¿Cuál será la diferencia?

Podemos ver algo cuando lo miramos con cuidado. A veces miramos cosas y nuestros ojos realmente no se centran en esas cosas. Pero cuando ponemos atención, notamos los detalles.

  • Este juego, ¿te ayudó a notar algo que no habías notado antes? ¿Qué cosa?
  • ¿Cuándo has visto a alguien, sin realmente notarlo?
  • ¿Alguna vez te has sentido invisible? Describe cómo fue.

OpcionalSi tienes los materiales opcionales, haz esta actividad para ver lo bien que los niños prestan atención cuando miran varios objetos. Cuánta más atención prestan al mirar los objetos, tantos más objetos van a recordar. Antes de la clase debes haber puesto varios objetos comunes en una bandeja, sobre una mesa o en el piso, cubiertos con un paño. Deja que en grupos pequeños los niños miren los objetos durante un minuto. Deben permanecer en silencio. Luego deben volver a sus asientos y tratar de recordar los doce objetos que vieron en la bandeja. Después que todos hayan mirado los objetos,pueden turnarse al enunciar lo que vieron. Continúa hasta que hayan mencionado cada uno de los objetos.

2. Enseñanza:

Aprender otro nombre de Dios: “el Dios que me ve” (Génesis 16; 37; Lucas 21:1–4).

Cada vez que me oigan decir “el Dios que ve”, pongan las manos sobre los ojos como si estuvieran mirando a través de unos lentes.

  • ¿Quién recuerda a una joven en la Biblia llamada Agar? ¿Qué recuerdan de su historia?

Permite que los niños digan brevemente lo que saben.

OpcionalSi es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.

Dios es tan grande que puede hablarnos algo nuevo, incluso mediante pasajes bíblicos que hemos oído antes. Escuchen mientras les relato brevemente acerca de una mujer llamada Agar.

Recuerden que Agar era sierva de Sarai, la esposa de Abram. Dios había dado una promesa especial a Abram y a Sarai, de que les daría un hijo, aunque ya eran viejos.

Con el paso de los años, Sarai se cansó de esperar. Ella entregó a Abram a su criada Agar, como otra esposa, para que Agar tuviera un hijo que sería para Sarai. En aquellos días, se acostumbraba a que una sirvienta podía tener un hijo para otra mujer, y ese bebé sería como el propio hijo de esa mujer.

Cuando Agar quedó embarazada, comenzó a despreciar a Sarai. Entonces Sarai se quejó a Abram. Abram le dijo que podía hacer lo que quisiera con Agar. Así que Sarai empezó a tratar mal a Agar. La Biblia no dice cómo la maltrató; puede ser que le gritaba o que la castigaba.

Agar huyó al desierto. Mientras ella estaba allí, “el ángel del Señor”, que representaba a Dios, vino a ella y le preguntó qué estaba haciendo en el desierto. El ángel le dijo que regresara junto a Sarai. El Señor le prometió que cuidaría de ella y de su hijo. Agar dijo del Señor: “el Dios que me ve”.

La Biblia no dice lo que Agar sentía durante ese tiempo. Puede ser que ella sentía que nadie veía lo que le estaba pasando. Tal vez pensó que a nadie le importaba cuando era maltratada. Podría haberse sentido invisible.

Lo que Agar aprendió es que Dios la veía. Él es el Dios que ve. A Dios le importaba lo que le estaba pasando a Agar. Él le dijo que ella tenía un futuro. Lo que Dios le prometió a Agar se hizo realidad.

  • ¿Cómo creen ustedes que se sintió Agar cuando el ángel del Señor se le apareció?
  • ¿Cómo sabemos que Dios se preocupaba por Agar?

Agar descubrió que aun cuando ella se sentía sola e invisible, el Dios que ve estaba con ella. Dios la vio y le habló de los planes que tenía para ella y su hijo.

  • ¿Cómo creen que afectó a Agar la certeza de que Dios la veía y se preocupaba por ella?

Escuchemos otra breve historia acerca de alguien de quien han oído hablar antes: José el hijo de Jacob. Recuerden que José tenía diecisiete años cuando sus hermanos lo traicionaron. La mayoría de ellos querían matarlo; pero lo arrojaron en un pozo seco. Después decidieron venderlo como esclavo. José llegó a Egipto, y Dios usó para sus buenos propósitos algo que estaba destinado al mal.

Una vez más, la Biblia no dice lo que José sintió cuando le pasaron estas cosas. Quiero que imagines por un momento que eres José.

Permite que dos o tres niños respondan a cada pregunta.

  • ¿Cómo te sentirías si tus hermanos te traicionaran?
  • ¿Cómo te sentirías si te abandonaran en un pozo?
  • ¿Cómo te sentirías si te llevaran muy lejos de tu casa?
Consejo para el maestro: Pensamientos de traición, abandono, y soledad, puede remover emociones en niños que han experimentado estas circunstancias. Observa si algunos parecen angustiados y haz una pausa para orar por ellos.

Sabemos que al final de la historia de José, él dijo que Dios había hecho todo para bien de su familia. José conocía al Dios que ve.

Escuchen una última y breve historia, sobre una viuda. Jesús y sus discípulos estaban sentados frente al lugar donde la gente ponía sus ofrendas cuando entraban al templo. Jesús vio a muchos ricos que ponían su ofrenda.

Entonces vino una viuda pobre que puso dos pequeñas monedas en el cofre de las ofrendas. La Biblia no dice si alguien la vio o habló con ella. Parece que ella era invisible para las personas que entraban al templo. ¡Pero no para Jesús!

Jesús les habló a sus discípulos acerca de lo que ella hizo. Jesús la vio. Él vio la ofrenda que ella dio de su profunda pobreza, más de lo que dieron quienes ofrendaban de sus riquezas. Jesús vio lo que había en el corazón de la viuda. Él es el Dios que ve.

Este mismo Dios que ve, ¡te ve a ti!

3. Respuesta

Responder a la verdad de que Dios ama a cada niño más de lo que ama a los pajaritos (Mateo 10:29–31).

¿Alguno de ustedes ha visto un gorrión? Es una de las aves más comunes del mundo. Pocas veces nos damos cuenta de estos pajaritos porque son tan comunes. Parecen poco importantes. En algunas partes del mundo los gorriones al parecer están desapareciendo. No podemos estar seguros porque nadie cuenta a los gorriones. A casi nadie le importaría si desaparecen.

Cuando Jesús anduvo en la tierra, se podía comprar dos gorriones por menos que la moneda más pequeña. Sin embargo, Jesús dijo que ni un gorrión cae en tierra sin que Dios lo sepa. ¡El Señor es el Dios que ve! Escuchen lo que Jesús dijo acerca de los gorriones y acerca de ti.

Versículo para Memorizar

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza.Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.

Mateo 10:29–31

Empieza a contar los cabellos de la persona que está a tu lado hasta que yo te diga.

Da a los niños medio minuto para que cuenten los cabellos. Pregúntales si alguno de ellos contó todos los cabellos de la persona a su lado.

En estos versículos, Jesús nos recuerda que no tengamos miedo porque valemos más a los ojos de Dios que muchos gorriones. ¡Él sabe cuántos cabellos hay en nuestra cabeza! Esto es lo que Agar comprendió cuando dijo que el Señor es el Dios que ve. Somos tan preciosos para Dios que nos mira con gran amor.

Vuélvete a dos niños y diles: “¡Dios te ve! ¡Él sabe cuántos cabellos hay en tu cabeza!”

Ahora cierra los ojos por un momento. Piensa en las veces que te sientes solo. ¿Sabías que Dios te ve en esos momentos? Él te ama cuando te sientes solo, aun cuando no sabes que Él está a tu lado. Piensa en cómo te puede dar fuerza y esperanza conocer al Dios que ve. Escucha un momento para oír lo que Él podría decirte.

Piensa en lo que significa para ti que nuestro Dios ve a cada gorrión que cae. Tú eres mucho más precioso que muchísimos gorriones. ¿Qué te está diciendo Dios acerca de lo precioso que eres para Él?

¡Da unos momentos para que los niños consideren que Dios los ve!

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, los niños deben escribir en su hoja “Dios me ve”. Luego pueden dibujar o escribir sobre lo que sienten al saber que Él los ve.

Finaliza la clase de hoy orando por los niños, con la siguiente bendición, basada en Mateo 10:29–31.

Bendición: Ten la seguridad de que el Dios que ve cuida de ti. Él te ama tanto que aun sabe cuántos cabellos tienes en tu cabeza. Descansa en la certeza de que eres muy valioso para Él.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:

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