En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra
el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento
para que se someta a Cristo.
2 Corintios 10:5
Como cristiano, tienes una lucha entre quién eras y quién Dios te está llevando a ser. Es una lucha entre la vieja naturaleza y la nueva creación. El campo de batalla es tu mente. Es una lucha de la verdad contra las mentiras, y del miedo contra las promesas de Dios.
Frena todos los pensamientos nocivos tan pronto pasen por tu mente. Cuando haces esto, destruyes “argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios”. Tú llevas “cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” (2 Corintios 10:5). Esta semana, entrega todo pensamiento a Dios. Pide al Espíritu Santo que te ayude a reconocer los pensamientos no saludables para que los reemplaces con pensamientos de cosas que son excelentes, amables y dignas de alabanza.
Informa a los padres o tutores de tus alumnos que los niños están aprendiendo a identificar los pensamientos no saludables, para reemplazarlos con pensamientos saludables. Anima a los miembros de la familia a hablar de un pensamiento no saludable que han tenido ese día, y que piensen en una forma de reemplazarlo por uno saludable.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños y pide que algunos cuenten si pudieron usar algunas de las estrategias que aprendieron la semana pasada, para ayudarles con las emociones difíciles.
En nuestra última clase, hablamos de cómo tratar con las emociones difíciles. Aprendimos buenas formas de calmarnos para que podamos pensar antes de actuar.
Consejo para el maestro: esta semana los niños aprenderán a identificar los pensamientos no saludables y cómo reemplazarlos con pensamientos saludables. Es importante que los niños desarrollen la confianza de que, con la ayuda de Dios, pueden cambiar sus pensamientos y reacciones.
¿Cuáles son algunas formas para calmarnos cuando estamos enojados? Recuerda que una forma era de respirar contando hasta tres. Había otras nueve ideas. ¿Quién recuerda otra?
Nombra las estrategias que tus alumnos olviden: endurecer y relajar los músculos, contar hasta diez lentamente, soñar despierto, escuchar música, hacer ejercicio, reír, hablar de ello, nombrar sus emociones, pedir ayuda a Dios.
¡Qué bien, han recordado los consejos! Una vez que nos hayamos calmado y nos hayamos dado cuenta de lo que estamos sintiendo y pensando, es hora de hacer cambios. Para hacer esto necesitamos entender cómo funcionan las emociones. Las emociones funcionan como una reacción en cadena.
Representa vívidamente el siguiente diagrama mientras hablas con los niños acerca del proceso de cambiar las emociones no saludables. Comienza en el lado izquierdo del aula, diciendo lo que está en el primer cuadro, y luego da unos pasos hacia la derecha. Menciona lo que está en el siguiente cuadro, y da unos pasos más a la derecha. Continúa hasta que digas lo que está en el último cuadro, para lo cual debes estar en el extremo derecho del aula. Al caminar de un lado hacia el otro, menciona que es así como funcionan las emociones.
Da dos ejemplos usando el mismo acontecimiento y diferentes pensamientos para demostrar claramente que los pensamientos afectan las emociones. Si lo deseas, puedes dar tus propios ejemplos que podrían encajar mejor con tus alumnos, cuidando de que no sean emocionalmente fuertes para algunos niños. Al dar los siguientes ejemplos, pasa cada vez por el aula, de izquierda a derecha.
Ejemplo 1
Ejemplo 2
Divide la clase en pequeños grupos de tres o cuatro alumnos cada uno. Lee una situación y pide que los grupos busquen encontrar una reacción positiva. Deben hablar sobre qué pensamientos, emociones y acciones usarían. Dales unos dos minutos para que hablen después de cada situación. Pide a varios grupos que den su ejemplo a toda la clase después de cada situación.
Para cambiar las emociones difíciles necesitamos cambiar nuestros pensamientos. Dios siempre quiere ayudarnos a cambiar nuestro corazón y nuestra mente para que no digamos o hagamos cosas que están mal. Él quiere que le pidamos ayuda.
Los pensamientos son nuestra voz interior o las cosas que nos decimos a nosotros mismos. Siempre estamos diciéndonos cosas (en nuestra mente) acerca de nosotros mismos, acerca de otras personas, acerca de lo que sucede a nuestro alrededor, y acerca de nuestro pasado y nuestro futuro.
Algunos de nuestros pensamientos pueden ser ciertos, pero otros definitivamente no lo son. Muchas veces tenemos pensamientos que no son verdad acerca de nosotros mismos. Por ejemplo, ¿alguna vez has pensado estas mentiras acerca de ti: “no soy lo suficientemente bueno” y “no puedo hacer nada bien”?
A veces interpretamos las situaciones de manera equivocada. Por ejemplo, cuando veo a un grupo de niñas susurrando, puedo pensar: “Están hablando de mí”, aunque no sea así. Los pensamientos no saludables nos hacen sentir mal acerca de nosotros mismos u otras personas. Además, esos pensamientos suelen ser más fuertes cuando tenemos emociones no saludables.
La Biblia nos dice cómo tener buenos pensamientos. Escuchen este versículo. Si realmente creemos en este versículo, no caeremos en la trampa de tener pensamientos no saludables.
Antes de la clase, escribe este versículo en la pizarra o en un pliego de papel, si es posible. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.
Filipenses 4:8
Supongamos que te sientes triste. Tal vez estás enojado. ¿Cómo puedes cambiar tus emociones? Comienza prestando atención a tus pensamientos. Cuando te des cuenta de que tienes pensamientos nocivos o que estás pensando mentiras acerca de ti mismo, debes decirte a ti mismo: “¡Basta!” Luego, reemplaza esos pensamientos no saludables por nuevos y buenos pensamientos.
Diles que recorrerás nuevamente el aula. Comienza por el lado izquierdo, pasa al centro, y termina en el lado derecho. Di a los niños que esto es cómo deben poner en práctica el versículo bíblico.
Con la ayuda de Dios, puedes tener éxito reemplazando tus pensamientos no saludables por nuevos y buenos pensamientos. No se hace de un momento a otro. ¡Práctica, práctica, y más práctica! Pide a Dios que te ayude y que te recuerde cuál es la verdad.
Les voy a decir algunos pensamientos no saludables. Quiero que me digan qué buenos pensamientos podrían reemplazarlos.
Lee los siguientes comentarios. Más de un niño tal vez quiera responder a cada uno. Anímalos a usar el “yo” cuando hablen.
Nunca aprenderé a conjugar verbos. Soy muy tonto.
Por ejemplo, un niño podría reemplazar este pensamiento no saludable, diciendo: “Soy muy bueno en matemáticas, así que soy inteligente”.
Opcional: si usas las Páginas del Alumno, hay espacio para que los niños practiquen a sustituir pensamientos no saludables por pensamientos saludables.
Aquí hay otras formas de manejar las emociones difíciles:
Felicítate cuando tratas con tus emociones de una buena forma. ¡Te lo mereces!
A todos nos vienen pensamientos no saludables de vez en cuando. La Biblia dice que podemos reemplazar los pensamientos no saludables por pensamientos saludables, que nos animan en lugar de desalentarnos. Cuando animas a otras personas, les ayudas a pensar en cosas positivas y sanas.
Piensa en una frase de ánimo que puedes decir al niño o la niña que está a tu lado. Junta tus manos como si fueran una taza. Pon tus manos en las de ese niño y ábrelas como si pusieras un regalo en sus manos. Dile unas palabras de aliento. Puedes pensar en algo para decirle, o dile: “Dios te ha dado la capacidad de pensar en cosas amables y excelentes en vez de tener pensamientos de enojo, tristes o no saludables”. Luego este compañero te dará un regalo de ánimo.
Da a los niños unos minutos para que hagan esta actividad. Finaliza la clase con una oración de Filipenses 4:8 como una bendición sobre los niños. Considera orar por cada niño individualmente, haciendo la mímica de las manos que depositan un regalo. Si la clase es muy grande, lee la bendición sobre todos los niños a la vez. Luego cada niño debe volverse a otros dos para orar esto sobre ellos, haciendo la mímica de las manos que depositan un regalo.
Bendición: “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca ser enaltecido”.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.