Pedimos perdón

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Focus on Character Development

Materiales
  • Biblia
  • Palos largos y cortos, uno por estudiante. (Estos deben ser lo suficientemente delgados para que sean fáciles de quebrar. Pueden ser de diferentes tamaños, y tener pegados nudos, hojas y ramas pequeñas).
  • Pedazos de cuerda, de 1.15 cm por estudiante
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Lápices
  • La Biblia en Acción, imágenes de David pidiendo perdón y del mandamiento más importante.
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.

1 Juan 1:9

Es difícil perdonar a aquellos que nos han herido. Puede ser igual de difícil pedir perdón a aquellos a quienes hemos maltratado. A pesar de que Dios no nos manda, de manera específica, en la Biblia, a pedir el perdón de los demás, cada pecado que cometemos contra otros, es en última instancia un pecado en contra de Dios. En su infinita sabiduría, conoce que la única manera que podemos experimentar una relación amorosa con Él es por medio de la confesión de nuestros pecados y pidiendo perdón a otros.

¿Hay alguien en tu vida cuyo perdón alivianaría la carga de tu corazón? ¿Existe alguien que haya sido herido por tus decisiones y podría comenzar a sanar a través de tus disculpas? Puedes mostrar el amor de Dios pidiendo perdón. Si bien, confesando tus faltas a la otra persona no te garantiza que te vaya a perdonar, el confesar tus pecados ante Dios logra transformar tu corazón. Él es amoroso, bueno y nos influencia para ser como Él. Sólo su amor es capaz de limpiarnos de nuestros pecados pasados, y ayudarnos a cambiar nuestro comportamiento futuro.

Mientras te preparas para la lección, pide a Dios que te de un corazón con humildad, arrepentimiento y perdón. Ora para que te ayude a abrir las puertas del perdón para tus estudiantes, muchos de los cuales lidian con problemas profundos de abandono, traición, persecución, dolor y pérdida. Pide a Dios que te ayude a compartir con ellos que el verdadero perdón viene de Él. Su amor puede sanar todas nuestras heridas.

Conexión familiar

Anima a los estudiantes a pedir perdón a los miembros de sus familias por cosas como olvidar una tarea o por hablar de manera desagradable. Una vez que sepan cómo se siente, desearán pedir perdón más a menudo.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Realizar una actividad para entender cómo nuestras acciones pueden dañar a los demás.

Da la bienvenida a los adolescentes. Pregunta si alguien quiere compartir sobre cómo aprender sobre el perdón les ha ayudado a comenzar a sanar sus heridas pasadas. A medida que llegan, pásale un palo largo a cada uno. Para la primera actividad, divídelos en grupos de cuatro o cinco. Pide a cada grupo que se siente o esté de pie en un círculo.

Cuando llegaste, te pasé un palo. Míralo de manera cuidadosa. ¿Está derecho o torcido? Minuciosamente busca detalles como hojas, ramitas o nudos. ¿Qué lo hace especial?

Dales un momento para que observen sus palos.

Ahora pasa el palo a la persona que tienes a tu derecha. Quiebra un pedazo pequeño del palo que tienes en tu mano. Después pásalo a la siguiente persona. Esta hará lo mismo. Repítelo hasta que los palos hayan retornado a los dueños originales.

  • ¿Qué le hicieron a tu palo? ¿Cómo esto lo cambió?

Los estudiantes pueden responder: lo quebraron y dañaron. Ahora no parece el mismo.

  • ¿Tu palo volverá a ser el mismo de nuevo? ¿por qué sí o por qué no?

Las respuestas pueden incluir: no se pueden reparar. Están quebrados de manera permanente.

  • ¿Cómo se relaciona el ser abusivo o malo con quebrar estos palos?

Estos dañan a una persona. Las heridas causadas por estas acciones no pueden ser reparadas.

Cuando hacemos algo malo, generalmente afecta a alguien más. Por ejemplo, la impureza sexual deshonra a la otra persona, y robar involucra tomar algo de valor que pertenece a otra persona. Hablemos sobre cómo nuestras acciones pueden dañar a otros. Imagina que ese palo en tus manos te representa.

  • ¿Cómo reaccionarías por el daño que le hicieron a tu palo? ¿Por qué?

Los estudiantes pueden responder que les daña cuando les hacen cosas malas o desagradables. También quizás digan que querrían herir a otros debido a que fueron heridos.

  • Tú también rompiste palos de los demás. ¿Cómo te sientes cuando dañas a las personas?

Los estudiantes pueden responder que se sienten culpables por lastimar a alguien, o que otros los hieran y entonces merecen ser heridos también.

Cuando estamos heridos, a menudo expandimos nuestra ira hacia otros; los que nos lastimaron, pero más frecuentemente a otros. Esto provoca un ciclo de mayor dolor.

Pide a los estudiantes que dejen sus palos a un lado. Los necesitarán para la actividad de clausura.

2. Enseñanza:

Aprender por qué y cómo pedir perdón (Mateo 22:36–39; Salmo 51:1–4).

A veces, lastimamos a las personas sin la intención de hacerlo. Hacemos algo egoísta, con ira, orgullo y no pensamos sobre cómo nuestras acciones afectarán a los demás. Otras veces, herimos a la gente a propósito. Estamos heridos, entonces queremos lastimar a otros también. Sin importar si causamos la herida a propósito o sin querer, lastimando a los demás dañamos nuestras relaciones. Pero hay una manera de reparar nuestras relaciones. Podemos pedir perdón.

Pide a los estudiantes que encuentren a un compañero y compartan las respuestas de las siguientes preguntas. Hazles saber que no tienen que dar detalles sobre lo que sucedió, sólo las respuestas a las preguntas. Dales tres a cuatro minutos para discutir sus pensamientos.

  • ¿Alguna vez has pedido perdón por algo que hiciste?
  • ¿Qué sucedió después de pedir perdón?
  • ¿Cómo te sentiste al final?

Pedir perdón puede traer reconciliación. Esto significa que la relación con la persona que que maltratamos ha sido restaurada. La persona nos perdona, y nuestra relación continúa. Pero incluso si nuestra relación no se restaura, podemos pedir perdón.

  • ¿Por qué debes pedir perdón incluso si la otra persona no te perdona?

Una de las razones para pedir perdón es que Dios desea que tratemos a otros con amor. Él nos ama a cada uno de nosotros, y su propósito para nosotros es que lo amemos a Él y a los demás. Jesús fue muy claro sobre este punto en el siguiente pasaje.

Pide a un estudiante que lea Mateo 22:36–39 en voz alta y desde la Biblia.

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”— le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Mateo 22:36–39

Si es posible, muestra a los estudiantes la imagen de La Biblia en Acción.

  • Los mandamientos son las reglas que Dios nos ha dado para ayudarnos a vivir de la mejor manera. ¿Por qué crees que el gran mandamiento es amar a Dios?

Es el plan de Dios, que nosotros lo amemos. Él nos ama, y desea que lo amemos.

  • ¿Por qué piensas que el segundo mandamiento más importante es amar a tu prójimo?

Dios nos ama a todos, y desea que nos tratemos con amor. También, si amamos a Dios y tratamos a los demás con amor, el mundo será más parecido a lo que Dios planeó que fuera.

  • Dado que Dios quiere que nos amemos, ¿cómo crees que se siente cuando nos lastimamos entre nosotros?

Siempre que nos tratamos de manera desagradable e irrespetuosamente, herimos a Dios, porque Él nos ama.

Dios sabe que a menudo lastimamos a los demás. También conoce que nuestras vidas serían mejor si nos tratáramos con amor. Una forma de tratar a las personas de manera amorosa es pidiéndoles perdón cuando los hemos herido.

El rey David escribió sobre esto cuando confesó sus pecados a Dios y pidió perdón. Cuando necesitas pedir perdón, puedes hacer la oración que él hizo.

Si es posible, muestra a los estudiantes la imagen de La Biblia en Acción.

Versículo para memorizar

Pide a un estudiante que lea el Salmo 51:1–4 en voz alta y desde la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.

Salmo 51:1–4

Consejo para el maestro: Quizás necesitarás explicar a tus estudiantes que la palabra “transgresiones” significa lo mismo que “pecados” y que la palabra “irreprochable” significa “inocente”.
  • ¿Cómo se sintió David sobre lo malo que había hecho?

Se sintió culpable y lamentó sus pecados. Admitió que lo que había hecho estaba mal. Sabía que merecía ser castigado.

  • ¿En contra de quién dijo David que había pecado?

Había pecado contra Dios.

  • ¿Qué le pidió David a Dios que hiciera?

Le pidió que lo perdonara.

Una vez que nos damos cuenta de que hemos herido a alguien, debemos pedir perdón a Dios y luego pedir perdón a la persona que dañamos. Incluso a pesar de que David había pecado contra otra persona, sabía que al primero que necesitaba pedirle perdón era a Dios. Se dio cuenta de que todos los pecados en realidad van contra Dios

Cuando necesitas perdonar a alguien, habla con Dios sobre lo que sucedió y pídele que te ayude hacer lo correcto. Aquí hay algunos pasos para pedirle a alguien que te perdone.

En primer lugar, piensa en qué hiciste mal que pudo haber lastimado a la persona. No trates de justificar lo que hiciste. Por ejemplo, quizás hayas avergonzado a un amigo cuando compartiste algo que te contó de manera privada.

Segundo, piensa sobre por qué lo hiciste. Por ejemplo, si compartiste algo que un amigo te dijo en privado, ¿lo hiciste porque querías que otros se preocuparan por él y entendieran sus dificultades? o ¿lo hiciste porque querías avergonzarlo o dañarlo?

Después piensa sobre cómo tus acciones hicieron sentir a esta persona. En el ejemplo que hemos estado discutiendo, tu amigo se pudo haber sentido avergonzado o enojado.

No importa lo que hiciste, el por qué, o cómo tus acciones hicieron sentir a la persona, siempre es importante orar y pedir a ayuda Dios para entender lo que hiciste mal.

Luego ve y discúlpate con la persona, si es posible. Di algo como: “lo siento, me equivoqué; por favor, perdóname”. Si se puede, sé específico. Por ejemplo, para disculparte por la situación que comentamos anteriormente, podrías decir: “lo siento mucho, compartí la información que me contaste en privado. Me equivoqué. Por favor, perdóname”.

3. Respuesta

Crear un recordatorio de cómo el perdón puede restaurar las relaciones.

Pedir perdón no es algo fácil de hacer. De hecho, tratar de arreglar una relación rota puede ser casi imposible. La verdadera reconciliación requiere la ayuda de Dios. Sólo a través de Él podemos entender lo que es el perdón verdadero, ya que nos lo ha mostrado a través de Jesús.

Invita a los adolescentes a recoger los palos de la actividad que hicieron en el comienzo de la lección. Pásales un segundo palo más corto.

Ahora mira de forma cuidadosa a tu palo. Está quebrado. Otra gente lo ha dañado, no se puede reparar. Pero Jesús puede ayudarnos a ser sanados y restaurados a medida que pedimos perdón.

Cuando pedimos perdón, trabajamos para reparar la relación que se rompió debido a nuestras acciones equivocadas. A pesar de que nunca podremos borrar lo que hicimos, seremos capaces de comenzar el proceso de sanidad en nosotros y en los demás disculpándonos por lo que hicimos mal.

Di a los estudiantes que crearán una cruz a partir de lo que queda de los palos originales y también los nuevos. Muéstrales como amarrar los palos con las cuerdas para que no se desarmen. Necesitarás enrollar la cuerda en forma de “X” y atar los extremos con un nudo para sostener los palos.

Cuando pedimos perdón y la ayuda de Dios, no significa que lo que hicimos desaparece. Sin embargo, ayuda a restaurar la relación. Esta cruz nos recuerda que Dios desea sanar nuestras relaciones cuando mostramos amor a otros y les pedimos perdón.

Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, los estudiantes pueden escribir sus pensamientos en ellas.

Piensa en alguien a quien necesites pedirle perdón. Puede ser alguien que hayas herido de manera accidental, al comportarte de forma desagradable o egoísta. O quizás alguien que ha sido herido por tu orgullo o ira. Podría ser alguna persona que te hirió, entonces la lastimaste. Mientras sujetas la cruz, piensa en esa persona. Imagínate, a ti mismo, pidiéndole perdón. Ora a Dios y pídele Su ayuda para reconciliar la relación. Ora para que te dé las fuerzas para hablar con esa persona sobre lo que hiciste. Él te dará el valor y la humildad para ayudarte a restaurar esa relación.

Si no estás listo para orar, medita sobre lo que puedes hacer para reconciliarte. Ten valor y humíllate lo suficiente para acercarte a la persona. Hazle saber que valoras la relación y por eso le pides perdón.

Al final de la clase, anima a los adolescentes con esta bendición basada en el Salmo 139:23-24:

Bendición: Que permitas que Dios te examine y conozca tu corazón. A medida que te lleva a descubrir las relaciones que debes reconciliar, que te dé la fuerza, la humildad y el coraje para seguir el camino eterno, y que su amor por ti y por otros guíe tus pasos.

Consejo para el maestro: Si es posible, envía por correo electrónico o por mensaje de texto la tarjeta de Conexión familiar a la familia de tus estudiantes.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes como un recordatorio de que Dios siempre es digno de alabanza.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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