En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? —El que se compadeció de él — contestó el experto en la ley. — Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.
Lucas 10:36–37
Vemos necesidades a todo nuestro alrededor. Sufrimos con los que sufren y lloramos con aquellos que lloran. Pero la misericordia es algo completamente diferente. No es sólo ver o entender la necesidad, la misericordia significa actuar con compasión por los que sufren. Jesús extendió la máxima misericordia hacia la humanidad, y nos ha llamado a “ir y hacer lo mismo”.
Lee la historia del samaritano que mostró misericordia a un extraño en el camino, en Lucas 10:25–37. Luego piensa en cómo tú puedes mostrar misericordia. ¿Ves necesidades en tu familia? ¿En tu comunidad? ¿En tu país? No sientas únicamente empatía por aquellos que sufren o no te sientas abrumado por sus necesidades sin hacer nada. Mira a los heridos. Venda sus heridas. Preocúpate por sus necesidades. Si ofreces, incluso, primeros auxilios simples, muestras la misericordia de Jesús. Ve y haz lo mismo.
Anima a los estudiantes para que pregunten a sus familiares si alguna vez han sufrido lesiones o heridas graves. ¿Qué sucedió? ¿cómo respondieron ellos y los demás? Luego pueden compartir lo que aprendieron sobre primeros auxilios.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los estudiantes a medida que llegan. Pregunta si alguno tuvo oportunidades de preocuparse por los demás como lo hizo Jesús. Invita a 2-3 de ellos a compartir de manera breve sus historias con toda la clase antes de comenzar la lección.
Comenzaré leyendo 2 situaciones. Después de cada una, dime qué harías en esa situación.
¡Algunas de sus ideas fueron de mucha ayuda! Durante esta lección, aprenderemos pasos más específicos para realizar en situaciones como estas.
Hoy aprenderemos sobre primeros auxilios. Los primeros auxilios consisten en brindar cuidado inmediato a alguien debido a una lesión o enfermedad, antes de que haya disponible atención médica capacitada. Tener conocimiento de primeros auxilios básicos puede ayudar a salvar la vida de una persona. Los primeros auxilios no reemplazan la necesidad de ir al doctor cuando es necesario.
Cuando brindes primeros auxilios, es importante que sepas cómo protegerte de contraer enfermedades que se transmiten por la sangre, tales como el VIH/SIDA o la hepatitis. Aquí hay algunas ideas útiles:
Si es posible, siempre lávate las manos antes y especialmente después de dar primeros auxilios. Recuerda que un buen lavado de manos significa frotar la parte frontal y posterior de tus manos y entre medio de todos los dedos. Usa jabón y frota, por lo menos, por 20 segundos.
Mientras que la lección de hoy es muy práctica, también refleja el corazón de Dios por aquellos que sufren.
Pide a un estudiante que lea Salmos 147:3 en voz alta y desde la Biblia si es posible. El versículo también está impreso a continuación para tu referencia.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Restaura a los de corazón quebrantado y cubre con vendas sus heridas.
Salmos 147:3
Dios cuida tanto de las heridas de nuestros corazones, como también de las de nuestros cuerpos. Hemos escuchado antes la historia del samaritano que ayudó al hombre herido del camino. Presta atención de nuevo a este relato y trata de reconocer los primeros auxilios que se le ofrecieron.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
Jesús respondió: —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. Así también llegó a aquel lugar un levita y, al verlo, se desvió y siguió de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva”. ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones — El que se compadeció de él —contestó el experto en la ley — Anda entonces y haz tú lo mismo concluyó Jesús.
Lucas 10:30–37
¿Qué primeros auxilios ofreció el samaritano?
Vendó las heridas y aplicó aceite y vino, lo que limpió y alivió las heridas del hombre.
¿Cómo crees que ayudó esto?
Deja que 2–3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Ahora aprendamos sobre los pasos importantes de primeros auxilios.
Pide a un estudiante extrovertido que pase adelante. Dile que finja tener una herida que está sangrando y está muy molesto. Puede simular gritar o llorar. Haz las siguientes preguntas a la clase:
¿Qué crees que es lo primero y más importante que se debe hacer cuando alguien está herido?
Permite que 2–3 estudiantes respondan, luego comparte que lo más importante es permanecer calmado.
¿Qué cosas podrías hacer para ayudar a nuestro amigo lesionado a calmarse?
Los estudiantes podrían sugerir hablar de manera calmada, acariciar suavemente la espalda de la persona, u orar con él.
Agradece al voluntario y pídele que regrese a su asiento.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, haga que los estudiantes escriban lo que aprenden sobre primeros auxilios en las páginas.
Aquí hay 4 pasos básicos de primeros auxilios:
Ahora aprendamos qué hacer cuando alguien tiene una herida. Hay diferentes tipos de lesiones.
Un rasguño se produce cuando la piel está lastimada, pero hay poca o ninguna herida debajo. Por ejemplo, te puedes caer cuando corres y rasguñarte la rodilla. Le herida no es profunda y sangra muy poco, si es que lo hace. Esto puede ser tratado con primeros auxilios y probablemente no necesite atención médica.
Un corte es una herida más profunda que posiblemente sangrará más. Esto generalmente sucede cuando un objeto afilado rompe la piel. Es más serio que un rasguño. Y puede o no requerir atención médica, dependiendo de cuán profundo sea.
Una herida punzante es cuando algo perfora tu piel tal como un clavo que pasa a través de tu pie o mano. Las heridas punzantes son generalmente más profundas que los cortes, y a menudo sangran más. Este tipo de lesiones son mucho más serias que los cortes o rasguños y requieren atención médica.
Repasemos los pasos específicos de primeros auxilios para una herida.
Llama a un voluntario para simular que tiene un rasguño en su brazo. Dile que tocarás suavemente su brazo. Haz una demostración de cada paso, a medida que se los explicas a los estudiantes.
Cuando alguien tiene un rasguño, es importante aplicar presión para detener cualquier sangrado. Esto significa presionar de manera firme sobre la herida. Puedes usar una venda u otro paño limpio, o incluso tu mano si no tienes paños o vendas disponibles. Después de que el sangrado se ha reducido o detenido, lava la herida con jabón y agua para prevenir cualquier tipo de infección. Esto puede arder, sin embargo, es importante mantener limpias las heridas. El rasguño generalmente forma una costra que ayuda a la sanidad. Si la herida continúa sangrando, cúbrela con una venda. Recuerda lavarte las manos después de dar cualquier tipo de primeros auxilios.
Agradece a tu voluntario y envíalo devuelta a su asiento. Luego llama a una persona diferente para simular que tiene un corte en su dedo. Dile que tocarás su dedo suavemente. Haz una demostración de cada paso, a medida que se los explicas a los estudiantes.
Para un corte, aplica presión para detener el sangrado. Si sangra a través de la venda, no la quites. En cambio, agrega otra. Es importante detener el sangrado. Si el sangrado es fuerte y no se detiene con una presión ligera, presiona más fuerte. Después de que se detenga el sangrado, lava la herida con jabón y agua. Aplica una venda para mantener la herida limpia mientras cicatriza. Cuando pongas la venda, debes aplicar una presión suave en el corte. De nuevo, lávate las manos cuando termines.
Agradece a tu ayudante y envíalo devuelta a tu siento. Ahora llama a un tercer adolescente para fingir que pisó un palo y se perforó el pie. Dile que tocarás su pie suavemente. Haz que se quite el zapato o el calcetín. Sostén el palo al lado de la parte inferior de su pie para que parezca que sobresale. (No pinches su pie con el palo). ¿De qué está hecha? ¿Cuáles son los materiales a los que tienen acceso que podrían usar para hacer una tablilla?
Si alguien tiene una herida punzante, es muy importante que no quites el clavo, el palo, o el otro objeto. Esto puede causar una hemorragia sería, incluso la muerte. Trata de envolver la herida con un vendaje o con un paño, asegurando el objeto punzante en el lugar si es necesario para detener el sangrado. Si la herida sangra a través de la venda, no la saques, sino que añade otra. Es importante detener el sangrado. Mientras más fuerte sea la hemorragia, más presión debes aplicar. Sin embargo, no presiones el objeto que perfora a la persona.
Consigue atención médica para la persona tan rápido como sea posible. Sólo un profesional médico capacitado debe quitar el objeto. Después de que el objeto haya sido sacado, el doctor limpiará la herida, y añadirá puntos o vendas para mantener limpia la herida.
Agradece a tu ayudante y haz que regrese a su asiento.
¿Cuáles son los 3 tipos de heridas?
Rasguños, cortes y heridas punzantes.
¿Cuál es la más grave? ¿Por qué?
Las heridas punzantes porqué son las más profundas.
Ahora hablemos sobre cómo brindar primeros auxilios cuando alguien tiene una fractura o un esguince.
Un hueso roto puede ser obvio porque un brazo o una pierna se ven fuera de lugar, sin embargo, en ocasiones puede ser no visible a simple vista. A veces solo los rayos X pueden mostrar una fractura. Este tipo de lesiones causa un gran dolor, y requiere atención médica de un doctor. No muevas a la persona hasta que hayas asegurado el hueso para que no se mueva hasta que la persona obtenga atención médica. Una férula o tablilla es la mejor forma de hacer esto.
Muéstrales las imágenes de la férula o tablilla del final de la lección. Pregúntales qué observan sobre la tablilla. ¿De qué está hecha? ¿cuáles son los materiales a los que tienen acceso que podrían usar para hacer una tablilla?
Otra lesión común es el esguince, que es un ligamento desgarrado. Un ligamento es el tejido grueso y duro que conecta nuestros huesos. Los esguinces comunes suceden en el tobillo, la muñeca y las rodillas. Otros tipos de lesiones comunes que se pueden tratar de la misma manera incluyen los dedos atascados y los dedos del pie aplastados. Estos se pueden inflamar y causar mucho dolor, pero a veces el dolor no es tan severo.
Si te tuerces el tobillo, el mejor tratamiento es descansar. Trata de no usarlo hasta que el dolor comience a disminuir. Si es posible, aplica hielo por aproximadamente 20 minutos cada vez poniendo una toalla entre el hielo y la piel. No apliques hielo directamente sobre la piel, ya que esto puede dañarla. Si tienes vendas o cinta, aplica compresión al envolver holgadamente la lesión. Sigue la regla de los dos dedos: envuélvela para poder deslizar dos dedos debajo del borde de la envoltura. Finalmente, si es posible, eleva el área afectada para que esté por encima de tu corazón y así reducir la hinchazón.
Recuerda que cuando das primeros auxilios a alguien, es importante lavar tus manos antes y después de tratar a la persona.
Escucha con atención este versículo bíblico:
Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!
Eclesiastés 4:10
¿Cómo piensas que este versículo se conecta con lo que aprendiste hoy?
Saber cómo brindar primeros auxilios te permite ayudar a las personas con calma y sabiduría. Veamos cuánto has aprendido hoy al escuchar de nuevo las 2 situaciones que discutimos al comienzo de la clase.
Haz que los estudiantes encuentren parejas. Las niñas con las niñas y los niños con los niños. Lee las situaciones de nuevo; son las mismas que leíste al comienzo de la clase. Después de cada situación hipotética, las parejas harán una representación de que lo harían basados en lo que aprendieron de primeros auxilios. Un estudiante fingirá estar lesionado, y el otro le brindará primeros auxilios. Quienquiera que simule ser la persona herida en la situación 1 fingirá dar los primeros auxilios en la situación 2.
Lee cada situación hipotética. Haz una pausa para que cada pareja simule brindar primeros auxilios.
Cuando los estudiantes hayan terminado, reúnelos y finaliza la clase diciendo una bendición por los estudiantes, basada en Eclesiastés 4:10.
Bendición: Que ayudes a los que han caído, que muestres cuidado y preocupación mientras brindas primeros auxilios, y que siempre tengas a alguien que te ayude cuando caigas.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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