En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:12–13
Todos tenemos necesidades en las que gastamos nuestro tiempo y recursos. Cuando no tenemos suficiente para satisfacer nuestras necesidades, tenemos que escoger lo que es más importante. Podemos sentirnos descontentos pensando que si solo esa necesidad fuera suplida seríamos felices. Pero Pablo nos enseña mucho en cuanto al contentamiento. Cuando estaba en prisión, se enfocó en ser agradecido. Sabía que podía confiar en Dios sin importar las circunstancias en que se encontraba.
Medita en algo con lo que estás descontento. Tal vez sea porque estás ansioso, porque no ha llovido lo suficiente como para regar los cultivos. A lo mejor se deba a que te comparas con los demás y quieres más de lo que tienes, a pesar de que tus necesidades están suplidas. Dios usa las circunstancias en nuestras vidas para mostrarnos que lo necesitamos y para ayudarnos a ver lo que realmente valoramos. Lleva tus preocupaciones, temores y descontento a Dios. Pídele que te perdone por tu disconformidad. Dile que te ayude a confiar en su provisión. ¡Aquí es donde se encuentra el verdadero contentamiento!
Anima a los estudiantes a preguntar a sus familiares: “¿Por qué cosas estás más agradecido?”. Luego pueden compartir los consejos para contentarse con sus familias.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
A medida que los estudiantes llegan, pídeles que compartan con 2 o 3 personas lo que hicieron para trabajar duro durante la semana pasada. Felicítalos por sus esfuerzos y luego comienza con la lección.
Divídelos en grupos de 4 o 5. Hablarán sobre las siguientes preguntas en sus grupos. Después de discutir por 2 minutos, cada grupo compartirá sus respuestas a cada pregunta y por qué eligieron eso.
Todas estas decisiones nos muestran qué es más valioso para nosotros. Tomamos decisiones como estas todos los días, y estas decisiones reflejan qué es lo más importante en nuestras vidas.
¿Crees que si tienes todo lo que quieres te alegraría? ¿Por qué sí o por qué no?
Hoy aprenderemos más en cuanto a cómo contentarse es buena mayordomía. Estar contento significa que estas satisfecho y feliz con tu vida.
Estar contento no se basa en tener cada necesidad y deseo cumplido. Es una actitud y una elección. A menudo es algo que tenemos que aprender. Contentarse quiere decir que estás agradecido por lo que sí tienes y que confías en Dios en cuanto a las cosas que te faltan. Es una satisfacción interior que no depende de tus circunstancias. El contentamiento es la razón de que las personas que parece que no tienen mucho pueden disfrutar de gran paz y felicidad. El contentamiento trae alegría.
Algo que muestra tu nivel de contentamiento es la forma en que piensas sobre el dinero. Muchas personas piensan en el dinero todo el tiempo, cómo lo van a obtener, cómo lo van a gastar y por qué no poseen más. Puede que sean ricos o pobres. Los ricos a lo mejor meditan en maneras de ganar más dinero, cómo protegerlo y gastarlo. Los pobres quizás piensen en formas de suplir sus necesidades básicas y se preocupen que de que no tienen suficiente. Ambos pueden pensar en el dinero todo el tiempo. Esto se vuelve su tesoro o la cosa más valiosa de sus vidas.
Escucha este versículo de la Biblia sobre lo que Dios dice acerca de los tesoros.
Haz que un estudiante lea Mateo 6:19–21 en voz alta y desde la Biblia. Si no es posible, el pasaje está impreso a continuación.
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Mateo 6:19–21
¿Por qué estos versículos dicen que no debes acumular tesoros en la tierra?
Es probable que los estudiantes respondan que los tesoros terrenales son robados o destruidos fácilmente.
¿Qué crees que es un tesoro?
Guía a los estudiantes a entender que los tesoros son las cosas que valoramos en la vida, tales como nuestro tiempo, habilidades o dinero. Cuando usamos estas cosas para llevar honra a Dios, es como si las estuviéramos entregando a Él para que las almacene en un tesoro en el cielo, que es mucho más valioso que un tesoro terrenal.
¿A qué piensas que se refirió Jesús cuando dijo “porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”?
Dirige a los estudiantes a comprender que cuando atesoramos cosas terrenales, hacemos que estas sean nuestra prioridad. Sin embargo, cuando usamos nuestros “tesoros” para honrar a Dios, mostramos que Dios, no nuestros tesoros, es la prioridad.
Es fácil pensar que serías más feliz y la vida sería más fácil si tuvieras más dinero. Sin embargo, esto no siempre es verdad. Estos versículos nos enseñan que el dinero no tiene un valor duradero a menos que sea usado para los propósitos de Dios y para honrarlo. Algunas cosas, tales como el amor y las relaciones afectuosas, tienen un valor eterno.
No es saludable que el dinero sea más importante para ti que cualquier otra cosa. Esto es cierto si tienes mucho dinero o no tienes lo suficiente. Presta atención a algunos problemas causados por darle mucha importancia al dinero.
Puede provocar que tomes decisiones imprudentes. Por ejemplo, a lo mejor sientes que necesitas más dinero urgentemente, entonces puedes ser tentado a hacer cosas incorrectas para obtener dinero. Escucha este versículo sobre el daño causado por el amor al dinero.
Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.
1 Timoteo 6:8–10
¿Por qué crees que el amor al dinero se le llama “la raíz de todo los males”?
Otro problema causado por el amor al dinero es la falta de contentamiento. No importa cuánto dinero poseas, es probable que siempre sientas que necesites más, incluso si eres muy rico. La gente a menudo piensa que no tienen lo suficiente entonces ganar más dinero puede convertirse en algo más importante que gastarlo. Escucha lo que dice este versículo sobre el contentamiento.
Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen,
porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».
Hebreos 13:5
¿Cómo puedes mantener tu vida libre del amor al dinero?
¿Por qué crees que Dios promete estar cerca de nosotros en el mismo versículo como un recordatorio de que debemos contentarnos y no amar el dinero?
Dirige a los estudiantes para que vean que el contentamiento está unido a la presencia de Dios en nuestras vidas, y no a tener o no dinero
Finalmente, amar el dinero puede causar que te endeudes. Estar endeudado no es una mayordomía buena. Escucha lo que Dios nos enseña sobre las deudas.
Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores.
Proverbios 22:7
¿Por qué crees que los deudores son esclavos de acreedores?
No es bueno endeudarse por cosas que son deseos en vez de necesidades. Por ejemplo, alguien quiere una casa mejor o un automóvil y toma la decisión de adquirir una deuda. Eso no es sabio. Algunas veces no puedes evitar endeudarte. Por ejemplo, una familia puede tener una emergencia de salud y deber a la clínica una enorme suma de dinero. Si enfrentas una situación que termina en una deuda, haz lo que sea posible para pagarla lo antes posible. Incluso cuando seas parte de la circunstancia, ¡Dios te puede ayudar a contentarte! Pon atención a lo que dice la Biblia en cuanto al contentamiento.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:12–13
Quizás sea fácil estar contento en tiempos de abundancia, cuando tus necesidades están suplidas. Pero ¿cómo puedes contentarte en tiempos de necesidad?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas.
Aquí hay algunos consejos para ayudarte a estar contento o conforme sin importar cuáles sean tus circunstancias:
Recuerda que el contentamiento no depende de tus circunstancias. Las cosas que aprendimos sobre centrarse en el dinero para satisfacernos no son ciertas solo en cuanto al dinero, sino que para cualquier cosa que permitimos que tenga mucha importancia en nuestras vidas.
Pensemos en las cosas que nos impiden estar contentos ahora. Responde para ti mismo las siguientes preguntas en silencio. Tus respuestas pueden ser cosas materiales, como dinero o posesiones. Pero también pueden ser necesidades emocionales o incluso algo negativo que ha llegado a ser demasiado importante para ti, como la pornografía.
¿Alguna vez has deseado algo tanto que nunca estuviste satisfecho? ¿Qué fue eso?
¿Cómo te sentirías si nunca pudieras tener eso que quieres?
¿Hay cosas que se han convertido en pensamientos “si solo” o “cuando” que te impiden contentarte con la vida en este momento?
Estar contento incluso cuando no tienes lo suficiente siempre es difícil. Pero Dios puede ayudarnos a contentarnos. Escucha lo que dice la Biblia sobre la ayuda de Dios para los que están en necesidad.
Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Salmos 40:17
Divide a los estudiantes en grupos de 3. Las chicas deben estar con chicas y los chicos con chicos. Compartirán situaciones de sus propias vidas con las que no están contentos. Pueden hablar sobre problemas pequeños tales como querer zapatos nuevos, o problemas mayores, como desear tener amigos mejores o más alimentos para comer. Luego los adolescentes pueden animarse mutuamente hablando sobre formas de contentarse. Después pueden orar los unos por los otros.
Opcional: Si usas la Página del Alumno, da a los estudiantes tiempo para completarla.
Finaliza la clase diciendo está bendición por tus estudiantes, basada en Filipenses 4:12–13:
Bendición: Que sepas cómo contentarte en cada circunstancia. Que tengas claro que Dios se preocupa por tus necesidades.
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