Confío en tiempos de duda

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en el Desarrollo del Carácter

Materiales
  • Biblia
  • 3 o 4 piedrecitas para cada niño
  • 4 tazas
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imágenes de Gedeón y sus señales
  • Páginas del Alumno
  • Lápices de colores

Antes de la clase, despeja un área grande de tu espacio de enseñanza para el juego de conexión. Debe haber suficiente espacio para que los niños se muevan libremente de un extremo a otro del área grande. Coloca 4 tazas en uno de los extremos del espacio. Sepáralas de manera que estén al menos a medio metro de distancia. En el otro extremo, haz cuatro pilas iguales de piedrecitas espaciadas a medio metro de distancia.

Devocional del maestro

Cuando el ángel del Señor se le apareció a Gedeón, le dijo: — ¡El Señor está contigo, guerrero valiente!
Jueces 6:12

Algunos días nos sentimos como guerreros poderosos y confiamos en que Dios nos usará para cumplir sus grandes propósitos. Sabemos que está con nosotros y que nos dará la fuerza para hacer lo que nos ha llamado a hacer. Pero otros días dudamos de su plan para nuestra vida. Podemos ver el plan de Dios para nosotros pero sentimos que no tenemos las habilidades, el tiempo o el talento para llevarlo a cabo. Podemos perder nuestro enfoque en quiénes somos en Dios y nuestra falta de confianza nos hace que dudemos de nosotros mismos.

Piensa en la última vez que dudaste de ti mismo. ¿Respondiste escondiéndote del gran plan de Dios para tu vida? ¿O lo buscaste para que te diera fuerza y valor para seguir su voluntad? Cuando te falte confianza, cambia tu perspectiva. En vez de ver solo tus fallas y debilidades, mira a Dios, que es la fuente de tu seguridad. Recuerda que te equipará para las batallas que te ha llamado a tener y estará a tu lado en cada desafío. Dios está contigo, ¡guerrero poderoso! Y en Él, la batalla ya está ganada.

Conexión familiar

Anima a las familias a hablar con sus hijos sobre algo que necesitan hacer, pero piensan que no pueden hacerlo. Pide a las familias que ayuden a sus hijos a pensar de qué manera podrían lograr esta tarea. Si es posible, pídeles que oren pidiendo ayuda a Dios con lo que tienen que hacer.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer un juego para hablar sobre la confianza en las habilidades y talentos.

Saluda a los niños a medida que llegan. Cuando entren a la sala, pídeles que se sienten al lado de una de las pilas de piedras. Antes de que comiences la actividad, asegúrate de que cada grupo tenga aproximadamente el mismo número de niños.

Consejo para el maestro: Si tienes una clase pequeña, puedes tener menos equipos y utilizar menos tazas. También puedes hacer que todos los estudiantes trabajen juntos para terminar la tarea.

La semana pasada, aprendiste lo que significa tener confianza en ti mismo. Recuerda, cuando sabes quién eres y crees que eres valioso, te sientes seguro. Saber que Dios te creó y se preocupa por ti te da confianza. También puedes tener confianza en tus capacidades. 

Levanta la mano si tienes confianza en tu habilidad de lanzar un objeto y dar en el blanco. 

Haz una pausa para que respondan a los niños.

Hoy vamos a jugar un juego para poner a prueba tu habilidad de lanzar un objeto y dar en el blanco. Cada equipo tiene una pila de piedrecitas. En el otro extremo del espacio, tu equipo tiene una taza. Cuando te diga que comiences, tu equipo tratará de meter 10 piedras dentro de la taza pero no puedes caminar hasta llegar a la taza. Debes lanzar las piedras una vez que hayas llegado a la persona de tu equipo que ubicaré cerca de la taza. ¿A quién le gustaría ponerse cerca de la taza de su equipo?

Haz que un voluntario de cada equipo vaya contigo donde están ubicadas las tazas. Haz que el voluntario del equipo 1 se pare a 3 pasos grandes de su taza. Haz que el voluntario del equipo 2 se pare a 5 pasos pequeños de su taza. Di al voluntario del equipo 3 que se ponga de pie a 2 pasos gigantes de su taza, y al voluntario del equipo 4 que se coloque a 7 pasos pequeños de su taza. Cada voluntario estará a una distancia diferente de las tazas.

Una persona a la vez lanzará una piedra a la taza de su equipo. Nadie más que esta persona de su equipo podrá acercarse a la taza. El primer equipo que meta todas las piedras en la taza ganará el juego.

Permite que los niños lleven las piedras a la persona de su equipo que está cerca de la taza. Recuérdales que solo la persona que lanza las piedras puede acercarse a la taza. Es posible que necesites recordarles que solo una persona de cada equipo puede lanzar una piedra a la vez.

Si jugamos este juego de nuevo, ¿tendrías la seguridad de que tu equipo podría ganar? ¿Por qué?

Permite que al menos un niño de cada equipo responda.

Si el tiempo lo permite, repite el juego haciendo que los equipos se pongan de pie a diferente distancia de la taza.

Algunos de ustedes pueden sentirse seguros porque les fue fácil lanzar las piedras a la taza. A lo mejor sientes que es una habilidad que haces bien. Para otros, el juego fue algo difícil. Incluso quizás te enojaste, te molestaste o te pusiste triste porque no pudiste hacer lo que te pedí que hicieras. Si te sentiste de esa forma, a lo mejor no sientes que lanzar piedras a la taza es una habilidad que realizas bien. 

Pide a los estudiantes que te ayuden a recoger las piedras y ponerlas en las tazas. Luego diles que tomen asiento en sus puestos.

2. Enseñanza:

Escuchar la historia de Gedeón y aprender más sobre la confianza en momentos de duda. (Jueces 6:11–40; Filipenses 4:13).

Haz que los niños se sienten en parejas para esta parte de la lección. Pídeles que respondan las preguntas con sus compañeros.

¿Alguna vez has pasado por algo difícil que te hizo enojar, te entristeció o te molestó? Si es así, ¿qué fue?

Dales 1 o 2 minutos para responder con sus compañeros.

A veces nos podemos sentir enojados, tristes o molestos porque no creemos que somos buenos en algo. Cuando nos sentimos de esta manera, dudamos de nuestras habilidades en lugar de sentirnos seguros de ellas. La Biblia nos cuenta la historia de un hombre, llamado Gedeón, que no tenía confianza en sus habilidades y talentos.

Gedeón y los israelitas habían vivido una vida difícil por 7 años. Todos los años, los israelitas plantaban sus cosechas y cuidaban sus animales, y todos los años sus enemigos venían y destruían todo.

¿Cómo crees que se sentían los israelitas?

Permite que 2 o 3 niños respondan.

Si tuviera que vivir como los israelitas, probablemente no tendría confianza en que las cosas mejorarían. Lo más probable es que no tendría seguridad de ser lo suficientemente valioso como para tener cosas buenas en mi vida. Pero Dios tenía un plan para salvar a su pueblo, y Gedeón era una parte importante de su plan. Averigüemos lo que sucedió.

Un día, Gedeón estaba escondido en una cueva en el suelo. Estaba separando el trigo de los tallos en un lugar secreto para que los enemigos de los israelitas no lo encontraran a él ni a su trigo. Luego un ángel se le apareció a Gedeón y le dio un mensaje maravilloso:

Si es posible, lee este versículo directamente de tu Biblia.

Cuando el ángel del Señor se le apareció a Gedeón, le dijo: — ¡El Señor está contigo, guerrero valiente!
Jueces 6:12

¿Cómo te sentirías si un ángel se te apareciera y te llamara guerrero valiente?

Pide a los niños que compartan sus sentimientos con sus compañeros.

Me sentiría entusiasmado y animado de escuchar este mensaje, pero a lo mejor dudaría de que soy un guerrero valiente.

¿Qué habría pasado si Gedeón le hubiera creído al ángel?

Dales un minuto para responder con sus compañeros.

Gedeón había sufrido mucho y dudaba del mensaje del ángel. Escucha lo que Gedeón le dijo al ángel.

—Pero, señor —replicó Gedeón—, si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que nos sucede todo esto ¿Dónde están todas las maravillas que nos contaban nuestros padres, cuando decían:“¡El Señor nos sacó de Egipto!”? ¡La verdad es que el Señor nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de Madián!
Jueces 6:13

¿Qué dudas tenía Gedeón?

Los niños pueden responder con sus compañeros o con todo el grupo. Las respuestas posibles son: él dudaba de que Dios estaba con los israelitas y dudaba de que Dios los salvaría de la gente de Madián.

Dios respondió y le dijo a Gedeón que era fuerte y le pidió que salvara a Israel. Sin embargo, Gedeón todavía dudaba de lo que Dios había dicho. Escucha lo que dijo Gedeón a continuación.

—Pero, señor —objetó Gedeón—, ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más débil de la tribu de Manasés, y yo soy el más insignificante de mi familia.
Jueces 6:15

¿Por qué Gedeón no tuvo confianza en que podría salvar al pueblo de Israel?

Los niños pueden responder con sus compañeros o con toda la clase. Las respuestas posibles son: su clan familiar era el más débil de su tribu, él era el integrante menos importante de su familia.

Opcional: Si es posible, comparte las imágenes de La Biblia en Acción.

Gedeón no tenía confianza en su habilidad de hacer lo que Dios le pedía, y no confiaba en que Dios realmente quería que él salvara a los israelitas. Así que, le pidió que le diera 2 señales para saber si quería que fuera él quien salvara a su pueblo. La primera noche, le pidió a Dios que mojara un pedazo de lana y que el suelo a su alrededor estuviera seco. La siguiente noche, Gedeón le pidió que el suelo estuviera mojado y la lana seca. Dios hizo ambas cosas y Gedeón tuvo confianza de que Dios quería que salvara al pueblo de Israel.

Gedeón lideró a los israelitas a la batalla contra sus enemigos. ¡Con la ayuda de Gedeón, los israelitas ganaron! Gedeón dudó de sus propias habilidades, sin embargo, eligió tener confianza en Dios.

Consejo para el maestro: Algunos niños pueden creer que no está bien tener miedo o que tienen que esconder su temor. Otros, especialmente aquellos que han vivido experiencias traumáticas, incluso pueden responder con enojo. Ayúdalos a comprender que el temor es una manera normal de responder cuando enfrentan algo nuevo o algo que requiere tomar un riesgo. No tienen que sentirse avergonzados de tener miedo, pero no deben dejar que el temor les impida probar cosas nuevas y tomar riesgos apropiados. Pueden pedirle a Dios que les ayude cuando tengan miedo.

A veces cuando tenemos miedo, dudamos y perdemos nuestra propia seguridad. No creemos que podemos hacer lo que necesitamos hacer en esa situación. Cuando nos enfocamos en Dios y no en nuestras dudas y temores, podemos tener confianza. Escucha lo que dice la Biblia sobre este tipo de confianza.


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13


Ya que no podemos hacer nada por nosotros mismos, Dios nos ha dado la fuerza para hacer cosas buenas que le agradan. Podemos confiar en que nos ha dado las habilidades y los talentos para hacer las cosas que quiere que hagamos. Cuando dudas de tu habilidad para hacer lo que necesitas hacer, puedes reemplazar tu duda con confianza. Hay muchas formas en las que puedes desarrollar seguridad. Estas incluyen:

  1. Orar.
    1. Dios te puede ayudar cuando dudes de tus habilidades. Gedeón le pidió a Dios que lo ayudara a tener la seguridad de que era él quien salvaría a su pueblo. Dios también nos puede ayudar a tener confianza sobre lo que quiere que hagamos.
    2. Consejo para el maestro: Si hay niños en tu clase que aún no son cristianos y no quieren orar en voz alta contigo, puedes pedirles que permanezcan quietos en silencio y escuchen las palabras de la oración.
    3. Vamos a intentarlo juntos. Ora conmigo.
      1. Señor, te agradezco por darme habilidades y talentos.
      2. Te doy gracias por quién soy en ti.
      3. Te pido que me ayudes a confiar en lo que pides de mí en esta vida, en vez de dudar de si puedo hacerlo.
      4. Te alabo porque tu presencia está conmigo.
      5. En el Nombre de Jesús, amén.
    4. Consejo para el maestro: Es posible que haya niños en tu clase a los que se les ha dicho que no son importantes o que sus familias y cercanos cuestionan su valor. Para estos niños quizás es difícil sentir confianza en algo. Es especialmente importante que sepan que Dios está con ellos y los valora.
  2. Creer que lo puedes hacer.
    1. Cuando dudas de tus habilidades y talentos, lleva tus pensamientos de “no puedo” a pensamientos de “puedo”. Cuando pienses o te digas en voz baja que puedes hacer algo, te ayudará a creer que lo puedes hacer.
    2. Vamos a practicar para cambiar los pensamientos de “no puedo” por los de “puedo”. En un momento, leeré algunas declaraciones de desconfianza, y tú las cambiarás por declaraciones de confianza. Por ejemplo, podría decir: “No puedo hablar bien”, y luego tú dirías: “Puedo hablar bien”. Vamos a intentarlo juntos. Cuando diga: “No puedo”, responderás con: “Puedo”.
      1. Lee las siguientes declaraciones a los niños. Después de cada una, haz una pausa para dejar que respondan con una declaración de: “Puedo”.
      2. No puedo hacer cosas importantes.
      3. Ayuda a los niños a responder:” Puedo hacer cosas importantes”.
      4. No puedo hacer las cosas de manera correcta.
      5. Ayuda a los niños a responder: “Puedo hacer las cosas de manera correcta”.
      6. No puedo hacer bien las cosas.
      7. Ayuda a los niños a responder: “Puedo hacer bien las cosas”.

Cuando dudamos de nuestras habilidades y talentos, es difícil tener confianza. Decir la declaración: “Puedo” es una gran manera de ayudarnos a desarrollar nuestra confianza.

3. Respuesta

Hacer una actividad para decir declaraciones de “yo puedo” para crear confianza.

Que los niños se queden con sus compañeros para esta actividad.

Vamos a practicar reemplazar las dudas con confianza. Usaremos la idea de cambiar las declaraciones de “no puedo” por las de “puedo” para ayudarnos con esta actividad. 

En primer lugar, piensa en algo que debes hacer y que sientes que no eres bueno haciéndolo. Por ejemplo, podría decir que sé que necesito hablar con un líder importante, pero creo que no soy un buen expositor para hablar con esa persona. Podría decir: “No puedo hablar lo suficientemente bien para conversar con un líder”.

Recuerda cualquier cosa que pienses que no puedes hacer, debe ser algo que sabes que debes o necesitas realizar. Es importante que desarrolles tu confianza, pero hay cosas que no puedes y no debes hacer. Piensa en una declaración de “No puedo” que es cierta sobre ti. Cuando hayas pensado en una, levanta el pulgar.

Haz una pausa para dejar que los niños piensen en declaraciones. Espera hasta que la mayoría de los niños hayan levantado el pulgar antes de continuar. Luego, dales un minuto para compartir su declaración de “no puedo” con sus compañeros.

A continuación, cambiaremos nuestras declaraciones de “no puedo” por declaraciones de “sí puedo”. 

Mi declaración de no puedo era: “No puedo hablar lo suficientemente bien para conversar con un líder”. ¿Alguien me puede ayudar a cambiar mí declaración de “no puedo” por una de “sí puedo”?

Permite que 1 o 2 niños respondan. La declaración debe ser algo parecida a: “Puedo hablar lo suficientemente bien para conversar con un líder”.

Ahora cambia tu propia declaración de “no puedo” por una de “sí puedo”. Compártela con tu compañero.

Dales alrededor de un minuto para compartir sus declaraciones de “puedo” con sus compañeros.

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, los niños pueden dibujar o escribir sus declaraciones de “no puedo” y de “sí puedo” en sus páginas.

Recuerda también que puedes orar y pedir a Dios que te dé la confianza que necesitas para hacer cosas. Vamos a tomar un momento para decir una oración silenciosa y pedir a Dios que nos ayude a tener confianza.

Haz una pausa por alrededor de 30 segundos para dejar que oren los niños.

Consejo para el maestro: Para los niños que no son cristianos, puedes pedirles que tomen asiento en silencio y piensen en cómo pueden tener confianza en sí mismos.

No tienes que dudar de lo que puedes hacer. Puedes tener seguridad porque Dios está contigo y te creó con habilidades y talentos especiales. Como nos recuerda el versículo de memoria de esta semana, cuando confiamos en Dios, podemos estar seguros de lo que nos ha creado para hacer.

Versículo para Memorizar

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él.
Jeremías 17:7

Consejo para el maestro: Si cambiaste estas acciones, utiliza las que escribiste en lugar de las acciones que vienen a continuación.
  • Bendito el hombre — Que los niños pongan ambas manos sobre sus corazones.
  • Que confía en el Señor — Que los niños coloquen las manos al frente de ellos como si estuvieran orando.
  • Y pone su confianza — Haz que los niños hagan sus “poses de confianza”.
  • En él — Apunta hacia arriba.

Repite el versículo y las acciones 3 veces. Luego finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Filipenses 4:13.

Bendición: Que creas y no dudes que puedes hacer las cosas que Dios desea. Que seas lleno de la fuerza de Dios.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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