En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Antes de la clase, apila piedras al frente de la sala de enseñanza. Las usarás en las secciones de Enseñanza y Respuesta de esta lección.
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.
Colosenses 1:13–14
El perdón nos libera de la muerte. Cuando Jesús murió, permitió que aquellos que creyeran en Él pudieran ser libres del pecado. El pecado es como si cargaras un tremendo peso. Provoca que nos sintamos profundamente molestos y nos dificulta hacer lo que realmente deseamos: honrar y servir a aquel que nos creó. ¡Jesús murió por nosotros para que pudiéramos ser perdonados!
Cuando perdonas a alguien, hay una liberación de la deuda que se debía por el mal causado. Perdonar a alguien no quiere decir que lo que hizo la persona estuvo bien. Significa que puedes confiar en Dios en lo malo y ser libre del enojo y del dolor. Esto no quiere decir que nunca pensarás en lo que sucedió, pero cuando lo hagas no te sentirás consumido por el enojo o la amargura. ¡Alaba a Dios por animarte a perdonar a otros y a ti mismo! ¡Alábalo por perdonarte! ¡Recuerda que te ama tanto que envió a su Hijo a morir por ti!
Anima a las familias a hablar con sus hijos sobre una ocasión en la que perdonaron a alguien. Pídeles que les cuenten a sus hijos cómo se sintieron al soltar los sentimientos de enojo y de dolor.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los estudiantes a medida que entran a la sala de enseñanza y pídeles que formen una fila de niñas y otra de niños. Las filas deben estar una al lado de la otra. Los niños se pueden sentar para la primera parte de la lección, si es necesario.
Has estado aprendiendo sobre qué es el perdón y cómo perdonar.
¿Te acuerdas lo que significa perdonar a alguien?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
El perdón significa elegir dejar a un lado el mal que alguien te hizo. Cuando alguien te hace algo malo, perdonar a esa persona quiere decir que le das tu dolor a Dios. Perdonar significa que confías en que Dios mira lo que sucedió y decide la forma correcta de hacer algo con eso. Hoy vamos a aprender una canción para ayudarnos a recordar por qué el perdón es importante. Escucha la letra y canta con nosotros cuando estés listo.
Canta las palabras con una melodía que conozcas o con un ritmo que inventes. Repite las palabras de esta canción hasta que los niños se aprendan la letra y la melodía.
Fui lastimado por algo malo, malo, malo. Dios quiere que perdone. Te perdono. ¡Es importante!
Haz que los niños de las dos filas se pongan de pie. Pide a las primeras 2 personas de cada fila que se miren y formen un arco al tomarse de ambos brazos y unir sus manos.
Ahora jugaremos un juego llamado “la trampa del dolor y de la herida”. Estos arcos representan la trampa. Los niños en la fila caminarán bajo el arco mientras todos cantan la canción. Después de que camines bajo el arco, regresarás al final de la fila. Cuando cantes las últimas palabras de la canción “es importante” el arco se bajará alrededor de la persona que camina debajo del arco en ese momento. Esa trampa de la herida y el dolor captura a la persona debajo del arco. Cuando la persona atrapada perdone, esa persona será liberada de la trampa.
La persona atrapada dirá: “¡te perdono!” Los niños que forman el arco dirán “tu dolor y tu enojo son levantados” y levantarán sus brazos. La persona será liberada y todos comenzarán a cantar y caminar por debajo del arco nuevamente.
Canta la canción de nuevo hasta que llegues a las últimas palabras “es importante” y otra persona quede atrapada. Esa persona se libera al decir “¡te perdono!”. Continúa jugando por 5 minutos. Luego pide a todos los niños que vayan a sentarse a sus puestos.
Opcional: Después de que 2 niños queden atrapados, puedes cambiar a las 2 personas que hacen el arco.
Si eliges no perdonar, te quedas en la trampa. Guardar el enojo y otras emociones dolorosas en tu corazón te mantiene en la trampa. Cuando perdonas a los demás y a ti mismo, te liberas del dolor y del enojo como lo hiciste en este juego.
Que los niños se queden en el círculo durante el resto de la clase.
¿Recuerdas la historia de la Biblia sobre el hijo perdido? El hijo perdido regresó a su hogar sin saber si su padre lo perdonaría. Escucha lo que dijo el padre cuando su hijo regresó a su casa.
Si es posible, lee este versículo directamente de tu Biblia.
Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado. Así que empezaron a hacer fiesta.
Lucas 15:24
¿Por qué el padre perdonó a su hijo?
Deja que 2 o 3 niños respondan.
Él pensaba que su hijo se había ido para siempre, pero su hijo regresó con la esperanza de que su familia lo recibiera como a uno de los sirvientes. Después de que el padre lo perdonó, ¡hizo una fiesta para él! ¡había comida, música, y baile! El perdón es como una celebración, te sientes mejor. ¡Te llena de paz y de alegría! ¡Celebremos como si recién hubiésemos perdonado a alguien!
Guía a los niños en bailes y cantos por un minuto. Luego pídeles que tomen asiento.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
No todos en la familia del hijo perdido se sintieron de la misma forma que el padre. El hijo mayor se enojó. No podía creer que su padre estaba celebrando con una fiesta a su hermano cuando nunca había hecho una celebración como esa para él. Escucha lo que dijo el hijo mayor a su padre.
Pero él le contestó: “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos!
Lucas 15:29
¿Cómo te hubieras sentido si fueras el hijo mayor?
Las respuestas pueden incluir: enojado, celoso, triste u otras emociones similares.
Haz una cara enojada como la que pudiera haber hecho el hermano mayor. El hijo mayor sintió que su padre no había sido justo con él. Estaba enojado tanto con su padre como con su hermano, ¡entonces decidió no participar en la celebración!
¿Por qué piensas que el hijo mayor estaba lastimado y enojado con su hermano?
Deja que 2 o 3 niños respondan.
Cuando no perdonamos a los demás, nos perdemos de cosas. Por ejemplo, si decidimos permanecer enojados con una hermana que nos ha hecho algo malo, nos perdemos de tener una relación cariñosa con ella. Por otro lado, si la persona que perdonamos nunca responde a nuestro acto de amor con amabilidad, es importante que la perdonemos. En la historia del hijo perdido, la Biblia no nos dice si el hijo mayor alguna vez perdonó a su hermano.
¿Qué podría haber hecho el hijo mayor para hacer las paces con su hermano?
Deja que 3 o 4 niños respondan.
¡El hermano mayor estaba enojado y lastimado! Quizás es fácil para ti entender por qué estaba tan enojado. Pero, él permitió que su enojo y herida tomaran el control en lugar de detener esto con el perdón. Vamos a hacer una actividad que nos ayude a aprender lo que sucede cuando no perdonamos a alguien.
Coloca el balde vacío al frente de la clase, al lado del montón de piedras.
Este balde nos ayudará a descubrir lo que sucede cuando nos aferramos al dolor y al enojo causado por otros en vez de perdonarlos. Cada uno vendrá y podrá una piedra en el balde.
Piensa en algo que alguien haya hecho para dañarte o hacerte enojar. O en algo que has hecho por lo que estás enojado contigo mismo. Cuando pienses en algo, recoge una piedra del montón y colócala en el balde.
Permite que tengan no más de 5 minutos para venir y poner sus piedras en el balde. Luego elige a un voluntario que venga y levante el balde. Pide al voluntario que le cuente a la clase si el balde estaba pesado o liviano.
Cuando escoges no perdonar a alguien que te dañó, tu corazón y tu cuerpo se pueden sentir como este balde. Los sentimientos de dolor y enojo son muy pesados.
A lo mejor habrá algunas veces cuando no querrás perdonar a alguien. También puede que pases por momentos cuando te cueste aceptar el perdón de Dios por algo que hiciste y que sabías que estaba mal. Incluso si las personas no desean perdonarte, tu Padre en el cielo te perdonará. Dios quiere que perdonemos porque hemos sido perdonados. Escucha lo que dice la Biblia acerca de cómo debemos tratar a los demás.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Efesios 4:32
Se nos pide que seamos amables y amorosos con las personas. Cristo murió por todos nuestros pecados. Él no dijo “perdonaré este pecado, pero no ese pecado”. También es importante que perdonemos sin importar cuál sea el mal que nos hicieron y cuánto nos lastimó. Podemos perdonar a los demás porque Jesucristo creó un camino para que Dios nos perdonara.
Entonces, ¿por qué es importante perdonarte a ti mismo y perdonar a los demás?
Para tener paz y alegría. Para estar tranquilo. Para ser libre del enojo.
Sí, perdonar a los demás y aceptar el perdón de Dios te libera y te da alegría y paz. El perdón te quita la pesada carga del enojo y del dolor. Permite que tu corazón sea lleno de gozo y paz en vez de enojo y dolor. Libera espacio en tu corazón. ¡Te liberará!
Opcional: Si usas las Páginas el Alumno, entrega a los niños lápices de colores y deja que tengan 2 minutos para dibujar imágenes de lo que quieren perdonar. Luego guíalos a doblar sus dibujos y convertirlos en aviones de papel.
Reúne a los niños alrededor del balde de piedras.
Este balde de piedras nos muestra cómo es estar enojado, triste y lastimado por algo malo que alguien nos hizo. También te puedes sentir de esta forma cuando estás lleno de vergüenza por algo equivocado que tú hiciste. Levanta la mano si quieres levantarlo y traérmelo.
Deja que algunos niños lo intenten y carguen el balde. Debe ser difícil de cargar porque está muy pesado. Algunos niños no podrán hacerlo en absoluto.
No es fácil cargar un balde pesado lleno de piedras. El balde es un peso que debes cargar. Un peso es una carga pesada o una tarea muy difícil que se debe hacer. Cuando guardas el enojo en tu corazón y no perdonas a los demás o te quedas con los malos sentimientos que tienes sobre alguien, tu corazón está tan pesado como este balde. Es importante perdonar a las personas y aceptar cuando Dios te ha perdonado, para que no lleves esta pesada carga en tu corazón dondequiera que vayas.
¿Cómo podemos hacer que esta carga sea más liviana?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
Podemos alivianar el balde al sacar las piedras. Cuando perdonamos a los demás y aceptamos el perdón de Dios, hacemos que nuestros baldes sean más livianos. Esto nos libera del peso del enojo y del dolor. Es importante perdonar a los demás y saber que podemos ser perdonados.
Piensa por un momento en algo que te hicieron que te lastimó. Cierra los ojos. Medita en algo malo que te hicieron o que tú hiciste y que se siente como una carga pesada que llevas. Ahora abre los ojos. Mantén esto en tu mente.
En un momento, vendrás al frente de nuestra clase y sacarás una piedra del balde. Luego la pondrás en un montón al lado del balde. Mientras lo haces, di: “¡te perdono!”
¡Le doy esto a Dios! Al poner la piedra en el suelo, entregas tu dolor y enojo a Dios y dejas que Él se ocupe. ¡Vamos a alivianar nuestras cargas y perdonar a alguien!
Permite que los niños vengan al frente de la clase y saquen piedras del balde. Si es necesario, haz que los niños formen una fila más cerca del balde y pide a 2 o 3 estudiantes que pasen al lado del balde antes de dejar que más niños vayan. Pide a los niños que formen un círculo una vez que hayan participado de la actividad. Cuando todos hayan terminado, recoge el balde vacío.
Levanta la mano si crees que ahora será fácil levantar el balde. Averigüemos si tienes razón. Lo pasaremos para que todos puedan sentir su peso.
Dales tiempo suficiente para pasar al balde por el círculo. Pregúntales si está pesado o liviano.
Con las piedras fuera del balde, no es una carga llevar el balde. Cuando sueltas el enojo y el dolor por medio del perdón, alivianas tu carga. ¡El perdón te hace libre! Dios quiere que perdonemos a los demás porque envió a su Hijo para que pudiéramos ser perdonados. Nuestro versículo de memoria nos recuerda la importancia del perdón.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Efesios 4:32
Realiza las siguientes acciones mientras lees el versículo de memoria. Repite las acciones y las palabras con los niños 3 veces.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Efesios 4:32.
Bendición: Que seas amable y amoroso con los demás. ¡Que aprendas a perdonar porque Jesús hizo un camino para que Dios te perdone!
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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