En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey. Criados, sométanse con todo respeto a sus amos, no solo a los buenos y comprensivos, sino también a los insoportables. Porque es digno de elogio que, por sentido de responsabilidad delante de Dios, se soporten las penalidades, aun sufriendo injustamente.
1 Pedro 2:17–19
Es fácil afirmar que el respeto a las autoridades es lo correcto, pero no siempre es fácil cumplirlo. ¿Es fácil respetar a alguien que es débil o corrupto, o incluso malo? En tales circunstancias podemos sentir que es justificado no respetar a la persona. Sin embargo, la Palabra de Dios dice claramente que debemos honrar y respetar aun a los que no son buenos. ¿Hacemos esto simplemente forzándonos a hacerlo? ¡No! Dios quiere transformarnos por su Espíritu para que podamos de verdad honrar y respetar a los demás, incluso cuando es difícil.
El poderoso Espíritu Santo que vive en ti puede ayudarte a mostrar respeto, aun cuando sea difícil. Al decidir que respetaremos a los demás, aunque sea difícil o doloroso, honramos y respetamos a Dios. Pídele que transforme tu corazón para que puedas mostrar respeto aun en circunstancias difíciles.
Informa a las familias que esta semana los niños estarán aprendiendo a mostrar respeto, aun cuando sea difícil. Los padres pueden pedir a sus hijos que les comenten lo que han aprendido esta semana.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da una calurosa bienvenida a cada niño cuando llegue. Ofrece un ejemplo de respeto saludando a cada uno por su nombre.
En las últimas semanas hemos estado aprendiendo sobre el respeto. Formen grupos de tres o cuatro niños cada uno. Cada grupo tendrá tres minutos para componer un rap o una canción de lo que han aprendido sobre el respeto. Después cada grupo tendrá un minuto para compartirlo con la clase.
Solo da a los grupos tres minutos para que preparen sus raps o canciones. La razón de que solo tienen tres minutos es para que trabajen juntos rápidamente. Esto también dará tiempo para que cada grupo comparta su composición con la clase. Si tienes una clase grande, los grupos pueden reunirse entre ellos y compartir sus composiciones en lugar de hacerlo con toda la clase.
Cuando terminen de compartir, aplaude a todos.
¡Felicitaciones por compartir lo que saben sobre el respeto! Hoy vamos a hablar acerca de cómo mostrar respeto cuando es difícil hacerlo.
¿Por qué motivo sería difícil mostrar respeto a alguien?
Permite que dos o tres niños digan lo que piensan.
Es difícil mostrar respeto a las personas que nos tratan mal o que hacen cosas que no están bien. Es difícil mostrar respeto a las personas o grupos a quienes otros no respetan. Sin embargo, Jesús respetaba a todos, y Él quiere que nosotros también respetemos a todos. Escuchen de nuevo un versículo de la Biblia que escucharon hace algunas semanas.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey.
1 Pedro 2:17
Algunos de ustedes tal vez recuerden que hemos aprendido sobre Nehemías. Él era un hombre judío que nació en un país lejos de su patria, porque su pueblo había sido llevado cautivo. Nehemías llegó a ser un funcionario importante del rey en ese país. Aunque Nehemías vivía en un país lejos de su patria, se preocupaba por Jerusalén, la ciudad de sus antepasados. Cuando supo que los muros de Jerusalén estaban derribados, se puso muy triste. Él oró a Dios por sabiduría. Luego le preguntó al rey si podía viajar a Jerusalén para reconstruir los muros.
El rey le dio permiso para que vaya a Jerusalén a reconstruir los muros. Él envió a Nehemías con oficiales del ejército y gente de a caballo.
Cuando Nehemías llegó a Jerusalén, inspeccionó la ciudad. Luego habló con los líderes acerca de la razón por la que había venido. Escuchen lo que dijo:
Por eso les dije: Ustedes son testigos de nuestra desgracia. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, anímense! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén para que ya nadie se burle de nosotros! Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y les relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: ¡Manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra.
Nehemías 2:17–18
La gente estuvo de acuerdo en que debían reconstruir los muros. Así que empezaron a hacer ese difícil trabajo.
Sin embargo, cuando los gobernadores de las tierras cercanas se enteraron de lo que estaba pasando, se enojaron. Se burlaron de Nehemías y lo insultaron, y se burlaron de todos los que estaban reconstruyendo los muros. Incluso dijeron que Nehemías se estaba rebelando contra el rey.
Hubiera sido fácil para Nehemías enojarse y mostrar falta de respeto a los hombres que lo insultaban. En cambio, Nehemías habló con respeto a los gobernadores. Escuchemos lo que Nehemías respondió:
Yo les contesté: El Dios del cielo nos concederá salir adelante. Nosotros, sus siervos, vamos a comenzar la reconstrucción. Ustedes no tienen arte ni parte en este asunto, ni raigambre en Jerusalén.
Nehemías 2:20
En esta situación difícil, Nehemías mostró respeto con sus palabras. No insultó a los hombres que lo insultaron. No les dijo cosas desagradables, a pesar de que le habían dicho cosas feas. No los acusó de nada malo, a pesar de que lo que habían dicho de él podría haber hecho que lo pusieran en la cárcel o que lo mataran. En cambio, fue respetuoso en su respuesta.
A veces es difícil mostrar respeto a los demás. Es difícil mostrar respeto a alguien que se porta mal o que nos hace daño de alguna manera. Por ejemplo, si hay un líder que es corrupto, puede ser difícil mostrarle respeto. O si un miembro de la familia te pega, puede ser difícil mostrarle respeto.
También puede ser difícil respetar a una persona cuando todos le faltan el respeto. Escuchen estos versículos que hablan de honrar a una autoridad aun cuando no te trata bien. ¡El primer versículo lo hemos oído antes!
Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey. Criados, sométanse con todo respeto a sus amos, no solo a los buenos y comprensivos, sino también a los insoportables. Porque es digno de elogio que, por sentido de responsabilidad delante de Dios, se soporten las penalidades, aun sufriendo injustamente.
1 Pedro 2:17–19
¿Qué nos dice este versículo de cómo debemos tratar a los demás?
Con respeto y obediencia.
¿Qué razón nos da este versículo para que mostremos respeto a los demás, incluso a alguien que no nos trata bien?
Este versículo nos dice que la obediencia a Dios y el respeto a nuestro prójimo es digno de elogio. Cuando mostramos respeto a los demás, aun cuando es difícil, es algo bueno y justo. Esto es digno de elogio. Esto no quiere decir que lo que la otra persona hizo está bien, y no significa que esa persona va a cambiar. Pero cuando nos encontramos en situaciones donde es difícil mostrar respeto, podemos recordar que Dios nos ama. Él está en control. Y si alguien nos está haciendo daño, o si hace daño a otros, esa persona va a responder a Dios por lo que hace.
Estas son algunas formas en que podemos mostrar respeto:
Muestra gratitud por lo bueno que la persona hace. Por ejemplo, sé agradecido si una persona corrupta trata bien a los niños.
Felicita a la persona por cosas buenas que hace. Por ejemplo, felicita a un miembro de la familia que trabaja duro para alimentar a la familia, incluso si te pega.
Se sincero en lo que dices. Pide a Dios que te ayude a pensar en cosas buenas que puedes decir a la persona.
Divide la clase en grupos de cuatro o cinco niños. Da a cada grupo una de las situaciones que recortaste antes de la clase. Tendrán dos minutos para inventar un drama que muestre cómo pueden responder con respeto en la situación. Después de dos minutos, que cada grupo presente su drama a toda la clase. Si tienes una clase grande, saca copias adicionales de los dramas. Está bien si más de un grupo hace el mismo drama.
Cierra los ojos. Imagina a alguien en tu vida a quien se te hace difícil respetar. Recuerda que no tienes que estar de acuerdo con lo que hace esa persona. Si esta persona te ha hecho daño o ha dañado a otra persona, que tú seas respetuoso en tu trato no lo disculpa por lo que ha hecho. Dios quiere que estés seguro. Está bien decirle a un adulto de confianza si te encuentras en una situación que te hace daño. Piensa en esa persona al responder en silencio a las siguientes preguntas.
Recuerda que ser educado es una manera de mostrar respeto. Imagina ahora tus palabras y acciones. Imagina la escena en tu mente.
Da a los niños alrededor de dos minutos, en silencio, para que piensen.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, allí hay espacio para que los niños registren formas en que pueden mostrar respeto.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en 1 Pedro 2:17–19.
Bendición: Que Dios les dé fuerza y alegría para mostrar respeto, aun cuando sea difícil. Sean bondadosos y respetuosos con los que sufren rechazo. Honren a Dios y a sus líderes.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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