En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz. Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.
Eclesiastés 3:1, 4, 8, 11
Tiempos de lágrimas, tiempos de alegría. Tiempos de preocupación, tiempos de paz. La mayoría hemos experimentado una temporada de dolor que parece como si nunca fuera a terminar. O tal vez tú has tenido una temporada de tanta alegría que sientes como si ya no puedes contenerla. Dios hace todo hermoso en su tiempo.
¿Has considerado que Aquel que formó la tierra, con sus estaciones, también ha diseñado las temporadas en tu vida? Su Palabra dice que hay momentos y temporadas por las que todos pasamos en la vida.
Hay tiempos cuando vamos a bailar y reír, y momentos cuando vamos a llorar. Piensa en las emociones que has sentido en las diferentes temporadas. ¿Acudiste al Señor con esos sentimientos, especialmente en los momentos difíciles? Él está listo para consolarnos en medio de todo lo que nos pasa. Ora para que tus alumnos por medio de esta lección aprendan que el Dios de toda consolación quiere consolarlos.
Los padres quizá no sepan cómo consolar a un niño que pasa por estrés emocional. Anima a tus alumnos a que pregunten a su familia acerca de los tiempos difíciles que han experimentado. Pueden pedirles que les cuenten cómo otros pudieron haberles ayudado.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da la bienvenida a los niños. Cuando lleguen a la clase, pregúntales acerca de una emoción que sintieron fuertemente durante la semana.
Recuerden que las emociones no son buenas ni malas. Nuestra forma de actuar debido a las emociones a veces puede ser buena o mala. Las emociones simplemente nos dicen cómo nos sentimos. Dios nos dio nuestras emociones.
Hoy vamos a hablar más acerca de las emociones. Todos pónganse de pie y formen una fila. Les voy a dirigir en un juego de emociones. Mientras camino, voy a decir una emoción. Cualquiera que sea la emoción que diga, deben caminar de una manera que exprese esa emoción. Por ejemplo, si digo: “ira”, pueden pisar con fuerza mientras camino.
Comienza a dirigir el juego. Después de decir un par de emociones, escoge a un niño para que dirija dos o tres emociones. Después escoge a otro niño para que dirija otras dos a tres emociones. Si los niños necesitan ayuda para pensar en nuevas emociones, sugiere algunas, como: sorpresa, tristeza, felicidad, contentamiento, miedo, aburrimiento. Después de jugar por unos cinco minutos, pide a los niños que se sienten y guarden silencio.
A lo largo de nuestra vida vamos a sentir muchas emociones diferentes. Algunos son fáciles y otras difíciles. Cuando pasamos por tiempos difíciles, Dios quiere consolarnos. No siempre nos quita las emociones difíciles, pero siempre nos consuela y camina con nosotros en medio de los tiempos difíciles.
Hoy vamos a hablar acerca del estrés emocional. El estrés emocional es cuando algo te afecta fuertemente y no sabes cómo manejar de manera sana ese sentimiento fuerte. Todos en algunos momentos de nuestra vida sentimos estrés emocional. Escuchen tres versículos sobre diferentes sentimientos que podemos tener en nuestra vida.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto. Dios hizo todo hermoso en su momento.
Eclesiastés 3:1, 4, 11a
Escuchen algunas situaciones difíciles que les voy a leer. Ponte de pie si la situación te haría sentirte estresado. Quédate sentado si la situación no te molestaría en absoluto. Arrodíllate si la situación te molestaría, pero sólo un poco.
1. Te enteras de que un pariente, a quien amas, se está mudando lejos.
2. Tu padre te dice que ha perdido su trabajo.
3. Alguien entra a robar en tu casa, mientras ustedes no están.
4. No estás listo para un examen importante en la escuela.
5. Ves un auto que atropella a tu amigo cuando cruza una calle muy transitada.
6. Te enteras de que tu hermano mayor se va a casar.
Todo el mes hemos estado aprendiendo a identificar nuestros sentimientos y cómo expresarlos de forma sana. A veces necesitamos a alguien que esté con nosotros cuando expresamos nuestro enojo o nuestros sentimientos de ansiedad. Otras veces necesitamos que alguien nos consuele con palabras sabias o con alguna acción amable.
A veces, cuando alguien que nos conoce se da cuenta de que estamos luchando emocionalmente, automáticamente nos ayudará, o al menos nos preguntará si queremos su ayuda. Otras veces, tal vez nadie se dé cuenta de que estamos pasando por momentos difíciles. Ellos estarían dispuestos a ayudarnos si supieran que necesitamos ayuda. En esos momentos es que tenemos que pedir ayuda. Dios ha dado a cada uno algunas personas que están dispuestas a estar a nuestro lado cuando necesitamos consuelo y ayuda. Yo soy una de esas personas.
Incluso, más que las personas que nos ayudan, Dios siempre nos consuela. Aquí algunas maneras de cómo Dios nos consuela:
Dios nos ayuda a encontrar consuelo en los Salmos o en otros libros de la Biblia. Cuando leemos la Palabra de Dios, nos habla y nos muestra que Dios se preocupa por nosotros.
A veces encontramos consuelo de parte de Dios en una canción. Podemos cantarla una y otra vez en voz alta o en nuestra mente. Sabemos que esas palabras son una forma en la que Dios nos da consuelo.
A veces recibimos consuelo cuando oramos y sabemos que Dios nos escucha y se preocupa por nosotros.
A veces escuchamos las palabras de un predicador, o incluso puede ser algo de lo que escuchamos en estas clases. Puede ser que el pastor no lo sepa o que yo no lo sepa; pero sabemos que es un mensaje especial de Dios para ti.
Muchos de los libros del Nuevo Testamento son cartas; la mayoría han sido escritas por Pablo. Hagamos de cuenta que Pablo nos está escribiendo. Escuchen parte de una de sus cartas a los creyentes en Corinto. Ha sido escrita en palabras más fáciles de comprender. Escuchen para descubrir pistas de lo que está pasando en su vida, y piensen en lo que Pablo pudo haber sentido.
Si es posible, comparte las imágen de Pablo de la Biblia en Acción mientras cuentas la historia.
Queridos amigos en (nombre de su iglesia o escuela):
¡Hola! Me alegro de escribirles nuevamente. ¡Han pasado muchas cosas! Tengo que agradecer a Dios por ayudarme a pasar por momentos muy difíciles. ¡Nadie puede consolar como Él lo hace! Cuando me siento triste o estoy en problemas, Él sabe exactamente lo que necesito. El Señor está listo para ayudarme. Luego, después de que me consuela, me usa para que yo consuele a alguien que está pasando por una situación similar. Nuestro Dios es muy sabio.
Jesús sufrió, y sabe consolar a los que sufren. Hemos aprendido mucho gracias a Su vida. Si estoy deprimido o temeroso, o cuando recibo consuelo de Dios, sé que Él está conmigo. Paso por momentos emocionalmente difíciles y Dios me ayuda. Entonces puedo ayudarles a ustedes cuando pasan por momentos difíciles. Aunque sé que ustedes también pasarán por tiempos difíciles, tengo la seguridad de que serán consolados, como yo he recibido consuelo.
Mis amigos y yo pasamos por tiempos muy difíciles cuando estuvimos en la provincia romana de Asia. Estuvimos bajo gran presión. Pensé que no íbamos a sobrevivir, creí que moriríamos.
Pero una cosa que hemos aprendido a través de todo esto es que podemos depender de Dios. ¡Sin Dios no hubiéramos tenido esperanza! Dios nos libró de la muerte, y creemos que Él seguirá salvándonos. Gracias por sus oraciones, que fueron de gran ayuda. Cuando estos tiempos difíciles hayan pasado, muchas personas agradecerán a Dios por responder a sus oraciones por nosotros. Sigan orando por nosotros.
Su amigo, Pablo
¡Eso fue motivo de alegría! Ahora escuchen algunas cosas difíciles que le pasaron a Pablo. Una vez, el barco en el que viajaba se hundió y Dios lo salvó de morir ahogado. Pablo también fue azotado y encarcelado. Él pasó por hambre y frío. ¡Pablo experimentó muchas cosas difíciles en su vida!
Una vez, cuando estaba en la ciudad de Éfeso, estalló una rebelión. Allí había muchos plateros (artesanos que trabajan el metal plata), que hacían templecillos de una diosa y los vendían para ganarse la vida. Pablo enseñaba que hay un solo Dios, y que no ha sido hecho con manos de hombre. Uno de estos artesanos se enojó contra Pablo y convenció a los otros plateros a que se unieran a él. Empezaron a gritar en las calles hasta que toda la ciudad estaba alborotada. Pudieron haber matado a Pablo, pero Dios lo protegió.
Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.
Las respuestas pueden incluir: miedo, enojo, desesperanza, tristeza, etc.
En todos esos tiempos difíciles, Dios consoló a Pablo. Los hermanos en una de las ciudades donde había predicado estaban orando por él. Pablo sabía que se preocupaban por él. Una vez enviaron a alguien para que lo acompañara, y así Pablo no tendría que estar solo. Pablo había experimentado antes la presencia y la protección de Dios. Él creía que Dios iba a seguir cuidándolo.
Otros fueron consolados por Pablo. Al ver lo que le pasaba a Pablo y cómo Dios fortalecía su fe y valor, ellos aprendieron a pedir ayuda de Dios y consuelo cuando estaban en situaciones difíciles. Siguieron el ejemplo de Pablo.
Pide a los niños que rápidamente y en silencio formen parejas.
Al inicio de la clase hablamos de situaciones difíciles; les voy a hablar de nuevo de esas situaciones. Esta vez, después de que lea una situación, quiero que hablen con su pareja acerca de tres preguntas.
Después de leer cada situación, tal vez tengas que leer otra vez las tres preguntas. Si no tienes mucho tiempo, escoge las dos o tres situaciones que sean más útiles para tus alumnos. Permite a las parejas que hablen por un minuto después de cada pregunta.
• ¿Qué sentimientos piensas que puedes tener en esta situación?
• ¿Qué clase de ayuda necesitarías?
• ¿A quién puedes pedir ayuda en esa situación?
1. Te enteras de que un pariente, a quien amas, se está mudando lejos.
2. Tu padre te dice que ha perdido su trabajo.
3. Alguien entra a robar en tu casa, mientras ustedes no están.
4. No estás listo para un examen importante en la escuela.
5. Ves un auto que atropella a tu amigo cuando cruza una calle muy transitada.
6. Te enteras de que tu hermano mayor se va a casar.
Pide a los niños que presten atención a esta última parte de la lección.
¿Alguna vez pasaste por algo difícil y un amigo te dijo que sabía exactamente cómo te sentías? A veces las personas realmente saben cómo nos sentimos, porque han pasado por las mismas cosas que nos están pasando. Han aprendido de sus experiencias. Saben lo que les consoló y lo que podría consolarte. ¡Eso es lo que dijo Pablo!
Quiero que ahora piensen quietamente en algunas de las cosas difíciles que han experimentado. Al hacerlo, piensen en cómo Dios los consoló en esa situación. Tal vez no te diste cuenta de ello en el momento, pero cuando lo piensas ahora ves que Dios te consoló. Quizás alguien te dio un abrazo o una sonrisa cuando lo necesitaste. Tal vez oíste algo que te dio valor o que calmó tu enojo. Dios puede usarte ahora para que consueles a otras personas que pasan por momentos difíciles similares.
Pasa un par de minutos dando gracias a Dios por Su consuelo. Si aún no ves Su consuelo, pídele que te muestre cómo estaba contigo en los tiempos difíciles. Después ora y pide a Dios que te use para consolar a otra persona.
Da a los niños unos minutos para que oren.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, da a los niños un par de minutos para que escriban breves oraciones a Dios.
Finaliza la lección orando por los niños esta bendición basada en el Salmos 103:13–14.
Bendición: Dios es un Padre compasivo. Es mi oración que experimentes Su gran cuidado por ti en todo lo que sientes y en lo que te pasa. Dios sabe todo acerca de ti. Puedes confiar en Su consuelo.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.