En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Al contrario, si alguien quiere ser importante, tendrá que servir a los demás.
Marcos 10:43
Imagina que alguien importante vino a tu casa a cenar. Pero en vez de sentarse a comer, él va a los lugares más sucios de tu casa y comienza a limpiar. ¿Cómo te sentirías? ¿desconcertado? ¿avergonzado? Lo más probable es que le pidas a tu invitado que se detenga diciéndole que ¡tú quieres atenderlo!
Así es como los discípulos debieron sentirse cuando Jesús comenzó a lavar sus pies. Este tipo de tarea era para los sirvientes domésticos de más bajo nivel. Sin embargo, Jesús de manera voluntaria lavó los pies sucios de sus amigos para servirlos y mostrarles su amor. Quería que los discípulos vieran que incluso Él, siendo Dios y Rey, estaba dispuesto a servir; entonces, ellos también debían estar dispuestos a servir.
¿Cuál es el “trabajo sucio” al que Dios te llama hoy? ¿liderarás como Él lo hizo, sirviendo? No hay mejor manera de llegar a ser como Jesús que sirviendo como Él lo hizo.
Anima a los estudiantes a preguntar a sus familiares: ¿de qué manera te gustaría servir a los demás? Luego pueden hacer un plan para servir juntos a las personas.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da la bienvenida a los estudiantes mientras llegan. Pídeles que piensen en un líder famoso o importante. Diles que no compartan sus ideas con nadie. Conversarán sobre esta persona durante la actividad de apertura.
Cuando estés listo para comenzar la clase, divide a los estudiantes en grupos de 3. Luego comparte estas instrucciones:
Cierra los ojos y medita en un líder famoso o importante en el que pensaste. Imagina a esa persona en tu mente. ¿Qué características tiene que hace que los demás lo respeten o admiren?
Haz una pausa para que los estudiantes hagan esto.
Ahora dile a tu grupo quién es la persona. Cada uno de ustedes tendrá 2 minutos para compartir a quién escogieron y por qué piensan que es un líder más importante o famoso que los demás. Después de que todos en el equipo hayan compartido, el grupo debe escoger al líder más importante.
Dales a los grupos aproximadamente 10 minutos para completar la actividad. Luego permite que compartan de su persona famosa e importante y por qué él o ella es la más importante.
¿Qué características tenían estas personas que las convirtieron en líderes más famosos o importantes?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Haz que presten atención a las características que harían famosa o importante a una persona según los estándares de este mundo: la apariencia, riqueza, poder y celebridad.
¿Puedes pensar en algunos líderes famosos o importantes que no poseen estas cualidades?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Cuando pensamos en líderes famosos o importantes, a menudo pensamos en personas que son ricas, poderosas, hermosas o muy conocidas. Las consideramos como modelos a seguir, y quizás queramos llegar a ser como ellas. Sin embargo, mientras estas cosas parecen importantes, Dios tiene estándares completamente diferentes para el liderazgo. Hoy hablaremos sobre cómo liderar de la forma que lo hizo Jesús.
Todos somos líderes, incluso si no nos vemos a nosotros mismos de esa manera. Quizás no nos sentimos famosos o importantes, pero podemos tener influencia sobre nuestros amigos, familias y comunidades. Debido a que los demás admiran a los líderes, convertirse en un buen líder puede ayudar a las personas a acercarse a Dios también.
Muchas personas creen que Jesús fue un líder famoso e importante, incluso los que no son cristianos. Y quienes lo siguen todavía lo reconocen como un gran líder. ¿Qué características tenía que lo convirtieron en un gran líder mientras estuvo en la tierra?
A lo mejor, los estudiantes compartan cosas como: fue un buen orador público y muy influyente, o que muchas personas escucharon lo que dijo y lo siguieron, que mucha gente reaccionó de manera positiva o negativa ante Él.
Todas estas son cualidades importantes del liderazgo de Jesús, y algunas son ciertas para muchos otros líderes. Pero hay algo importante sobre el liderazgo de Jesús que es inesperado. Escucha estos versículos.
Haz que un estudiante lea Marcos 10:42–45 en voz alta desde la Biblia. Si no es posible, el pasaje está impreso a continuación.
Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo: Ustedes saben que los que se sienten jefes y grandes señores se portan como los amos del mundo e imponen su autoridad sobre todos. Pero entre ustedes no debe ser así. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos. Yo, el Hijo del hombre, soy así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para liberar a la gente que es esclava del pecado, y para lograrlo pagaré con mi vida.
Marcos 10:42–45
¿Qué calidad de liderazgo nos dice este versículo que tuvo Jesús?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Los líderes en el tiempo de Jesús eran muy parecidos a los que tenemos en la actualidad. A menudo, eran motivados por las riquezas, el poder y las apariencias. Aunque Jesús era muy conocido e importante cuando estuvo en la tierra, no ganó poder o fama debido a su riqueza o apariencia. El liderazgo de Jesús fue diferente. Era un siervo. Lideró a las personas mediante su servicio.
Incluso sus seguidores más cercanos no entendían la manera en que lideraba. Un día, mientras Jesús y sus discípulos viajaban, los discípulos comenzaron a discutir entre ellos acerca de quién sería el mayor. Escucha lo que Jesús les respondió:
Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo: Si alguno de ustedes quiere ser el más importante, deberá ocupar el último lugar y ser el servidor de todos los demás.
Marcos 9:35
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas. Si es necesario, guía a los estudiantes a comprender que lo líderes piensan en los demás antes que en ellos mismos.
¿Qué crees que significa “ser el más importante y ocupar el último lugar”?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas. Luego menciona que el significado es que debemos liderar sirviendo a los demás y pensar en sus necesidades antes que en las nuestras.
¿Cómo nos ayudará a ser buenos líderes el pensar en las necesidades de los demás primero?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas.
Según Jesús, si deseamos ser una persona importante en su Reino, debemos estar dispuestos a servir a los demás. De hecho, tenemos que estar dispuestos a servir a todos.
Algunas personas son fáciles de servir como, por ejemplo, la gente que amamos. Disfrutamos servirlos porque los hace felices y los ayuda. Pero puede ser muy difícil servir a las personas que son desagradables con nosotros. Con frecuencia no queremos ayudarlos, ya que no nos tratan bien. Sin embargo, Jesús nos dice que los buenos líderes sirven a todos.
Liderar de esta forma se llama liderazgo de servicio. Significa poner las necesidades de los demás antes que las tuyas. Quiere decir que sirves a los demás haciendo cosas que las personas no pueden o no quieren hacer. Esta es la forma de liderar de Dios , y es lo opuesto al estilo de liderazgo que, a menudo, vemos a nuestro alrededor. Sin embargo, cuando permitimos que Dios trabaje en nuestros corazones y nos ayude a amar aquellos que nos rodean, el liderazgo de servicio puede fluir de nosotros manera natural.
El liderazgo de servicio de Jesús se puede ver en su manera de vivir. Realmente se preocupó por las personas a su alrededor y lo demostró en su liderazgo. El Hijo de Dios nos mostró la manera de servir a los demás, siendo un líder. Veremos de qué manera Jesús fue un líder siervo.
Jesús escuchó. Los líderes de nuestro mundo, a menudo, están más preocupados por sus propias ideas y opiniones. Sin embargo, Jesús nos enseña que un líder siervo hace preguntas y realmente escucha a los demás. ¡La Biblia dice que aquellos que están ocupados expresando sus propias ideas y no escuchan no son líderes sino necios!
Al necio no le complace el discernimiento; tan solo hace alarde de su propia opinión.
Proverbios 18:2
Haz que los estudiantes encuentren parejas rápida y silenciosamente, y que conversen sobre maneras específicas en las que escuchar puede ayudarles a ser buenos líderes. Luego pide a un par de parejas que compartan sus respuestas con todo el grupo.
Jesús mostró empatía. Esto significa que entendía y se preocupaba por las emociones de las personas. Cuando somos empáticos con alguien, pueden ver que nos preocupamos de verdad sobre cómo se siente. Escucha este versículo que leímos cuando estudiamos sobre la persecución.
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.
Romanos 12:15
Dirígete a tu pareja y comparte una manera específica en que la empatía puede ayudarte a ser un buen líder.
Después de un par de minutos, pide a una pareja que compartan sus respuestas con todo el grupo.
Jesús lideró de manera sacrificial. Dio su vida por nosotros. La mayoría de nosotros no damos nuestras vidas por aquellos que servimos. Sin embargo, podemos servir de forma sacrificial y generosa. Escucha de nuevo este versículo que leímos anteriormente.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:45
Mira a tu compañero y comparte cómo te puede ayudar a ser un buen líder si lideras de forma sacrificial.
Después de un par de minutos, pide a un par de parejas que compartan sus respuestas con todo el grupo.
Jesús nos dio un ejemplo a seguir por medio de cómo él sirvió a sus discípulos. Jesús y los discípulos estaban reclinados sobre la mesa del comedor, después de disfrutar juntos una comida. Jesús se puso de pie, se quitó su manto y envolvió una toalla alrededor de su cintura. Luego hizo algo sorprendente. Vertió agua en un recipiente y lavó los pies de los discípulos. Este era un trabajo que el sirviente más bajo realizaría.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
¿Cómo piensas que los discípulos se sintieron cuando Jesús comenzó a lavar sus pies?
Los estudiantes pueden responder que se sintieron avergonzados, honrados o amados.
Escucha lo que Jesús dijo después de que terminó de lavar sus pies.
Que un estudiante lea Juan 13:12–15 en voz alta y desde la Biblia, si es posible.
Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo:—¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
Juan 13:12–15
Jesús nos mostró la manera de ser siervos líderes, incluso si no sentimos que somos líderes. Algunas veces liderar significa hacer cosas que nadie más puede o quiere hacer. La acción de servir nos ayuda a convertirnos en líderes siervos. Cuando servimos a los demás, estamos liderando como lo hizo Jesús.
¿Alguna vez has tenido la oportunidad de servir a alguien como Jesús sirvió a sus discípulos? ¿por qué escogiste servir? Comparte la historia con tu compañero.
Hay muchos beneficios en servir a los demás. Pero, seamos claros: algunas personas pueden desear ser considerados como líderes importantes y sirven por motivos egoístas. Cuando alguien sirve de manera egoísta, se requiere mucha energía. Esa persona busca el aplauso de los demás. En este tipo de servicio egoísta, generalmente, se elige a quién servir en función de los beneficios que recibirá el líder, y no en base a las necesidades de los que reciben el servicio. Pero el servicio motivado por el egoísmo no es el tipo de liderazgo de servicio que enseñó Jesús.
Para ser un líder siervo como Jesús nos enseñó, tenemos que tener una relación con Dios. Su Espíritu Santo obrando en los cristianos los empodera para servir a los demás sin preocuparse por ellos mismos. Este tipo de liderazgo de servicio se ofrece a todos, en cualquier momento y de pequeñas y grandes formas. El liderazgo de servicio construye comunidad y honra al Señor.
Hay muchos líderes buenos en el mundo hoy. Algunos son cristianos, y otros no. Pero aquellos que son líderes siervos siguen el ejemplo de Jesús. Los líderes siervos mejoran las cosas para sus amigos, familiares y comunidades.
Coloca el balde lleno de agua donde los estudiantes puedan verlo. Dale una piedra a cada uno.
Todos podemos ser líderes siervos. Cuando lideramos sirviendo, esto crea una onda pequeña como la que sucede cuando se deja caer una piedra en un balde de agua. Nuestros actos de servicio cambian nuestras vidas, del mismo modo que si tiramos una piedra en el agua cambia su superficie. Nuestros pequeños salpicones irradian hacia afuera, haciendo ondas hasta el borde del agua. A medida que lideramos a otros por medio del servicio, las ondas llegan más y más lejos; y más vidas son cambiadas.
Piensa en algo específico que puedes hacer para comenzar a ser un líder siervo. Quizás quieras comenzar una relación con Dios o le pidas a su Espíritu Santo que te ayude a servir más. A lo mejor escucharás con más atención a las personas. Tal vez mostrarás mayor preocupación por las emociones de los demás o elegirás comprometerte más con las personas. Una vez que tengas tu idea, deja caer una piedra en el balde. Mira cómo salpica y observa las ondas hasta que lleguen al borde del balde. Piensa en cuánto tus ondas pueden cambiar los corazones y las vidas de aquellos que te rodean. Puedes orar y pedirle a Dios que obre dentro de ti para ayudarte a ser un buen líder siervo.
Los estudiantes deben venir de a uno y dejar caer sus piedras en el balde de agua. Dales tiempo suficiente para realizar esta actividad y que no sientan que deben apresurarse. Anima a la clase a estar en silencio y ser respetuosos a medida que cada persona se dirige hacia el balde. Invítalos a orar por convertirse en líderes siervos y pedirle a Dios que los ayude a encontrar maneras de liderar y servir.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, deles tiempo para completar la actividad en las hojas.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Filipenses 2:7–8.
Bendición: Que sigas el ejemplo del mayor siervo, Jesucristo, que se humilló a sí mismo entregando su vida por nosotros. Que lideres sirviendo, como Él lo hizo.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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