En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Antes de la clase, prepara 3 bolsas, cada una con elementos de diferentes texturas. Por ejemplo, puedes colocar arena en una bolsa para una textura áspera y césped en la otra para una textura suave. Trata de evitar los alimentos, la piel de una fruta y las plumas ya que los niños necesitarán lavarse las manos después de tocarlas.
Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
Salmos 56:3
¡Dios nos hace fuertes! También nos da valentía cuando tenemos miedo. Cuando hacemos lo correcto y honramos a Dios, ¡no tenemos nada que temer! Dios nos da la valentía para hacer las cosas que no podríamos hacer solos. Cuando oramos y le pedimos ayuda, está ahí para guíanos por medio de las situaciones difíciles y aterradoras.
¿Alguna vez has tenido tanto miedo de algo que no te pudiste mover? El temor puede ser muy poderoso. Sin embargo, ¡la valentía es mucho más poderosa! Dios es la fuente de nuestra valentía. Deja que Él tome el control de tus pensamientos y temores. Cuando los entregas a Dios, Él te ayuda a superar los temores que no pertenecen a tu vida. Ríndete a Dios y alégrate porque Él tiene el control sobre tu vida. Glorifica a Dios por cómo te creó y por quién te creó para ser.
Anima a las familias a hablar con sus hijos sobre los temores que los ayudan a mantenerse seguros y acerca de los miedos que no son necesarios. Puedes sugerir que un adulto mencione una lista de temores diferentes y que el niño responda dando una razón por la cual cada temor es útil o no.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños mientras ingresan a la sala de clases. Pídeles que se sienten en 3 grupos.
Hoy comenzaremos con una actividad que requiere valentía. Tengo una bolsa para cada grupo. Dentro de cada bolsa hay un artículo, pero no te puedo decir lo que es. ¡Puede haber cualquier cosa en la bolsa!
En un momento, pasarás la bolsa a un niño de tu grupo. Él tocará con su mano los objetos y tratará de descubrir qué hay en la bolsa. No mirará dentro y no dirá en voz alta lo que piensa que es. Tendrá solo un momento para sentir lo que hay en la bolsa antes de pasárselo a la siguiente persona de tu grupo.
No permitas que los niños miren dentro las bolsas. Entrega una a cada grupo. Haz que los niños en cada grupo pasen las bolsas por el círculo. Cuando sea su turno, haz que cada estudiante meta la mano en la bolsa. Una vez que todos los niños hayan tocado los elementos de sus bolsas, pídeles que adivinen cuáles eran los objetos. Di a cada grupo que informe lo que pensaron que había en la bolsa. Luego déjalos mirar adentro.
Permite que 2 o 3 niños respondan las siguientes preguntas.
¿Tuviste miedo de meter la mano en la bolsa? ¿Por qué?
Los estudiantes pueden hablar sobre el temor de no saber lo que había en la bolsa. También, pueden mencionar en la confianza que tienen en ti como su maestro.
Si alguien que no conoces te pide que hagas la misma actividad, ¿sería seguro hacerlo? ¿Por qué piensas eso?
Los niños pueden responder que harían la misma actividad con un extraño, siempre y cuando esa persona estuviera en la iglesia. Es posible que no quieran hacer la actividad con un extraño.
Es importante aprender cuándo escuchar a nuestro propio temor y cuándo tener valentía. Nuestros temores son, muchas veces, señales de advertencia que nos ayudan a mantenernos a salvo. Cuando son señales de advertencia, los temores son buenos. Por ejemplo, el temor a las alturas es saludable si estás al borde de un acantilado. Sin embargo, si estás escalando una montaña por un camino ancho completamente seguro, no deberías tener temor. Cuando haces algo a lo que le tienes miedo, muestras valentía. La semana pasada aprendimos que Dios nos da valentía cuando confiamos en Él y lo obedecemos. Aprendamos más sobre la valentía.
Que los niños se pongan de pie en un círculo.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
La Biblia cuenta la historia verdadera de un hombre judío muy importante y respetado llamado Saulo. Él no creía que Jesús era el Salvador del mundo, tampoco pensaba que los cristianos honraban a Dios porque hablaban de Jesús como el Salvador. Comenzó un viaje a la ciudad de Damasco para arrestar a los cristianos que habitaban allí.
De camino a Damasco, Saulo vio una luz brillante y cayó al suelo. Vamos a simular que vemos una luz brillando. Cae al suelo conmigo.
Tírate al suelo con los niños. Después mira hacia arriba.
Luego Saulo escuchó una voz del cielo. Escucha lo que sucedió:
Si es posible, lee estos versículos directamente de la Biblia.
Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? —¿Quién eres, Señor? —preguntó. —Yo soy Jesús, a quien tú persigues —le contestó la voz—. Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.
Hechos 9:4–6
Cuando Saulo se puso de pie, ¡no podía ver! Todos, cierren los ojos e imaginen cómo sería si no pudieran ver. Mantengan los ojos cerrados mientras les cuento la siguiente parte de la historia. Los hombres que viajaban con Saulo lo llevaron a Damasco. ¡Estuvo ciego durante 3 días! Pueden abrir los ojos.
¿Qué emociones sentirías si estuvieras ciego por 3 días?
Las respuestas posibles incluyen: temor, enojo, tristeza y confusión.
Saulo estaría atemorizado y confundido al no saber por qué no podía ver. Él necesitó valentía para esperar y descubrir lo que sucedería a continuación. Saulo no fue la única persona en esta historia verdadera que necesitó valentía.
En ese tiempo, en Damasco un creyente llamado Ananías tuvo una visión del Señor que le dijo que fuera a ver a Saulo. Dios usaría a Ananías para ayudar a curar a Saulo de su ceguera. Ananías no estaba seguro de lo que Dios quería que hiciera. Dijo que había escuchado las cosas malas que Saulo le había hecho al pueblo de Dios. Sabía que Saulo había venido a Damasco para arrestar a los creyentes. Escucha cómo Dios respondió a las preocupaciones de Ananías.
—¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.
Hechos 9:15–16
Ananías hizo exactamente lo que Dios le pidió, a pesar de haber escuchado que Saulo hizo muchas cosas para lastimar a los cristianos. Ananías fue a ver a Saulo. Ponte de pie conmigo y camina por el círculo. Cuando llegues al lugar dónde comenzaste, ve a tomar asiento. Ananías puso sus manos en Saulo y oró por él para que pudiera ver. Cuando Saulo pudo ver otra vez, Ananías lo bautizó.
¿Crees que Ananías mostró valentía al ir a ver a Saulo? ¿Por qué?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
A veces la valentía parece fácil desde afuera de la situación. En el caso de Ananías, los que estamos sentados aquí hoy podemos pensar que fue fácil para él hacer lo que Dios le pidió. Pensemos por un momento en cómo sería una situación similar para ti o para mí.
Cierra los ojos. Imagina a una persona que no le agrada a tus amigos y familia. Podría ser una persona desagradable contigo o con tu familia, o un niño con el que nadie habla en la escuela. Ahora, imagínate ayudando a esa persona a ponerse una venda en una rodilla herida. Luego invita a esa persona a cenar contigo en tu casa. Abre los ojos.
¿Piensas que sería fácil ayudar a alguien que no le agrada a tu familia? ¿Por qué?
Permite que respondan 2 o 3 niños.
A veces podemos saber qué es lo correcto, pero el temor y la duda aún pueden llenar nuestras mentes. Escucha lo que dice Dios en la Biblia sobre tomar la decisión de no temer.
No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Isaías 41:10, DHH
Hay una diferencia entre hacer algo que requiere valentía y hacer algo tonto. Si tienes miedo de hacer algo que no es útil o amable, o si piensas que podrías salir lastimado, es posible que sea algo tonto. Sin embargo, cuando actúas con valentía para hacer algo amable o útil, puedes confiar en que Dios estará contigo, incluso cuando sientas temor. Dios siempre hace lo correcto. ¡Puedes confiar en eso! Incluso cuando te lastimas o te pasa algo malo, ten presente que Dios está ahí para ayudarte.
Aquí hay algunos consejos para ayudarte a elegir la valentía en vez del temor:
Haz que los niños se pongan de pie y hagan contigo la acción para cada consejo.
Vamos a volver a contar la historia de Saulo y Ananías. Esta vez, nos detendremos y hablaremos sobre qué consejo pudieron haber usado para mostrar valentía en lugar de temor.
Saulo estaba caminando cuando vio una luz brillante y escuchó la voz de Jesús. Jesús le dijo que fuera a la ciudad y que esperara más información. Cuando Jesús lo dejó, ¡Saulo no podía ver!
¿Qué consejo podría usar Saulo para mostrar valentía?
Podría tener pensamientos verdaderos de la persona que le había hablado. También podría orar y pedir ayuda a Dios.
Saulo fue llevado por algunos hombres a la ciudad donde esperó 3 días. Al mismo tiempo, Dios le dijo a un hombre llamado Ananías que fuera a ver a Saulo. Le pidió que ayudara a Saulo a recobrar la vista.
¿Qué consejo podría usar Ananías para mostrar valentía?
Podría tener pensamientos verdaderos y reconocer que Dios le dijo que todo iba a estar bien. Podría dar pasos pequeños para llegar donde Saulo.
Ananías fue a ver a Saulo. Una vez allí, lo ayudó a ver y lo bautizó.
¿Qué consejo utilizó Ananías para mostrar valentía?
Pensó en la verdad que Dios le dijo de que Saulo sería usado para hacer su obra. Dio pasos pequeños para hacer lo que Dios le pidió.
Tanto Ananías como Saulo mostraron valentía. Lo hicieron al escuchar a Dios y hacer lo que les pidió que hicieran. Podemos mostrar valentía al orar, pensar en la verdad y dar pequeños pasos para hacer cosas que son difíciles.
Invita a todos los niños a sentarse en uno de los extremos de la sala de clases. Crea un área abierta en la sala donde los niños puedan jugar con seguridad.
Vamos a hacer un juego que nos ayude a practicar la valentía en vez del temor. Piensa por un momento en algo a lo que le tengas miedo y que necesites tener valentía para enfrentarlo. Quizás le tienes miedo a la oscuridad. A lo mejor tienes temor de hablar delante de un grupo grande de personas. Tal vez te da miedo preocuparte por alguien porque otras personas que te importaban te abandonaron. Piensa en un temor.
Haz una pausa por 30 segundos para dejar que los niños piensen en un temor.
En un momento, todos correrán de un lado al otro de nuestra sala. Elegiré a 2 niños para que corran detrás de ti y traten de tocarte el hombro o la espalda. Si te tocan, te detendrás donde estés. No podrás moverte de ese lugar hasta que menciones una manera en la que puedes elegir la valentía en vez del temor.
Si le tienes temor a la oscuridad, puedes decir en voz alta: “oraré a Dios para que me dé valentía”. Si te atemoriza hablar en frente de la clase, podrías decir algo como: “responderé a una pregunta delante de la clase”.
Una vez que hayas dicho una forma en la que elegirás la valentía en lugar del temor, puedes correr de nuevo. Cuando llegues al otro extremo de nuestro espacio, estarás a salvo y los 2 niños que te perseguían no te podrán tocar.
Elige 2 niños para que persigan al resto de los estudiantes. Recuérdales que deben dar un toque suave a los otros niños en el hombro o la espalda. Dile al resto de los estudiantes que se detengan en el lugar cuando los toquen.
¿Listo? ¡Ahora!
Es posible que tengas que recordarles a los niños que si los tocan deben detenerse en el lugar. También quizás necesites decirles que digan una manera en la que escogen la valentía en vez del temor, y luego que continúen corriendo. Una vez que todos los niños hayan llegado al otro extremo de la sala, elige a 2 nuevos voluntarios y jueguen de nuevo. Permite que los niños jueguen por unos 5 minutos.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, entrégale a cada niño un lápiz de color y deja que relacionen cada temor con una forma de mostrar valentía.
Todos tuvieron muy buenas ideas sobre cómo elegir la valentía en vez del temor. Recuerda, puedes dar pasos pequeños para superar tus temores, o pensar en pensamientos verdaderos. Pero aún más importante, siempre puedes orar a Dios para que te ayude con tus temores. Nuestro versículo de memoria nos recuerda que Dios nos puede ayudar a elegir la valentía en vez del temor.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Isaías 41:10, DHH
Haz que todos se pongan de pie. Canta o corea este versículo usando las siguientes acciones.
Haz que los niños canten o coreen contigo. Repite las palabras del versículo de memoria 3 veces. Luego finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Isaías 41:10.
Bendición: Que sepas que no estás solo en tus luchas. Que confíes en que Dios estará contigo cuando tengas miedo. Que confíes que Dios siempre hace lo correcto.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes.
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