En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos—afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Isaías 55:8–9
Dios deja claro en estos versículos que Él no piensa como nosotros lo hacemos. Su perspectiva es mucho más alta y mayor que la nuestra. Toma tiempo para pensar en un problema que enfrentaste en el pasado, el cual te costó resolver. ¿Por qué fue difícil solucionarlo? A lo mejor el confiar en Dios y su manera de pensar te habría ayudado a resolver el problema.
Puedes escoger tener esperanza cuando enfrentes problemas. Confía en que Dios te guiará y ayudará a resolver incluso los problemas más difíciles, si le pides socorro. Él te puede mostrar maneras de mirar a tus problemas que quizás nunca hubieras considerado antes porque sus caminos son más altos que los tuyos.
A veces es difícil dejar a un lado la preocupación y el temor, y abrirte a lo que Dios ha planeado para ti. ¡Pero puedes confiar que Él te guiará a las respuestas que buscas! Toma algunos minutos para orar y pedirle su sabiduría creativa para solucionar ese problema. Luego, ¡confía que Él te guiará!
Anima a los niños para que compartan con sus familias acerca de las maneras creativas que usaron para resolver problemas en las actividades que hicieron hoy. Hacer esto reforzará los conceptos que han aprendido sobre la resolución creativa de problemas.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da la bienvenida a los niños a medida que ingresan a la clase y haz que encuentren parejas. Pide a los niños que formen parejas con otros niños y a las niñas que se junten con otras niñas. Asegúrate de que cada estudiante tenga una pareja antes de comenzar la actividad. Si hay un número impar de niños en la clase, haz un grupo de tres.
Se preguntarán por qué todos necesitan encontrar una pareja. Tú y tu compañero resolverán un problema juntos. ¡Tendrán que ponerse de pie sin usar las manos! Para hacer esto, sigan las instrucciones que les doy.
A medida que les explicas los pasos, toma una pausa después de cada uno para que hagan esa instrucción.
Siéntense en el suelo con sus espaldas apoyadas en las de su compañero.
Coloquen las piernas estiradas hacia al frente de ustedes para que solo la parte posterior de sus piernas y talones estén tocando el suelo.
Estiren los brazos hacia atrás y unan los codos con los de su pareja. Después pongan las manos en las caderas. Mantendrán las manos en sus caderas por el resto de la actividad.
Esta es la parte difícil. Cuando les diga que se pongan de pie, trabajarán con su compañero para hacerlo. Pueden mover las piernas todo lo que necesiten. Pero, deben mantener sus espaldas juntas y no pueden usar los brazos o manos. ¿Listos? ¡Pónganse de pie!
Permite que las parejas trabajen en la actividad hasta que todos se hayan puesto de pie, o hasta que hayan pasado 5 minutos. Si ninguna de las parejas se pone de pie después de 4 minutos, dales pistas. Di a los niños que se empujen mutuamente para ayudarse a ponerse de pie o piensen en formas en las que pueden mover sus piernas que les ayudarán a levantarse del suelo.
¡Muy buen trabajo en equipo! Se que fue difícil ponerse de pie con tu pareja. A veces, cuando enfrentamos un problema, es útil tratar de solucionarlo con alguien más. Esto se llama cooperación.
Permite que 3–4 parejas de niños respondan a las siguientes preguntas.
A veces, cuando no somos capaces de solucionar un problema de una forma, podemos resolverlo pensando de una manera distinta. Levanta la mano si tú y tu compañero intentaron más de una manera para ponerse de pie.
Cuando trataste de ponerte de pie con tu pareja, debiste mirar el problema de diferentes maneras. Tuviste que pensar en soluciones posibles. Esto se llama pensamiento creativo. Y hoy hablaremos sobre las maneras creativas de resolver problemas.
Cuando enfrentamos un desafío, Dios puede ayudarte. Leamos lo que dice la Biblia sobre cómo Dios nos puede ayudar a pensar de manera creativa.
Si es posible, lee el versículo directamente de tu Biblia.
Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos—afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Isaías 55:8–9
Él piensa de manera distinta. Sus pensamientos son más altos que los nuestros.
Escucha mientras leo algo que dice Dios cuando necesitamos ayuda para entender las cosas.
“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.
Jeremías 33:3
Este versículo dice que Dios hace algo especial contigo cuando clamas a Él. Él te mostrará cosas y te ayudará a pensar de manera diferente acerca de las cosas que de otro modo no podrías saber.
Cuando no estés seguro sobre cómo resolver un problema, ora a Dios. Él escucha nuestras oraciones y nos ayuda. Cuando haces esto, cree que Dios está ahí para ayudarte. Él te dio una mente creativa para asistirte y para que puedas solucionar problemas. Cuando no sepas como resolver algo, puedes pedirle a Dios que te ayude a encontrar la respuesta. La Biblia nos anima recurrir a Dios para pedirle sabiduría.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar.
Santiago 1:5–6a
Cuando enfrentas un problema, es importante tener esperanza. Puedes depender de que Dios te ayuda, porque Él es creativo. Después de todo, ¡Él es el único que creó el mundo y todo lo que existe! Tú eres creado a su imagen. También eres creativo y Dios te dio la habilidad de usar tu creatividad para pensar de manera diferente sobre tus problemas. Cuando tengas una situación problemática, puedes confiar en que Dios te ayudará a pensar en una solución.
A medida que creces, experimentarás muchas situaciones distintas en la vida. Algunas de ellas serán buenas, mientras que otras serán difíciles. Algunos problemas serán fáciles de resolver, pero otros serán muy complicados. Otros serán más difíciles que tratar de ponerse de pie con un compañero como lo hiciste hoy. Ten esto en claro, cuando trates de hacer algo que parece complicado, no te rindas, sino que intenta una vez tras otra hasta que encuentres la respuesta. Hay veces que enfrentarás los problemas solo. Para otros desafíos, necesitarás trabajar con otras personas para encontrar una solución.
¡Trabajemos en equipos para resolver un problema!
Crea grupos de 4–5 niños.
Resolvamos un problema. Te contaré una historia. Mientras la leo, quiero que representes lo que está sucediendo. Por ejemplo, si digo que vas para afuera, podrías fingir que abres una puerta y pasas al otro lado. ¿Listo? Leámosla.
Una fría mañana sales a jugar afuera. Quieres jugar en el columpio. Pero a medida que te acercas al columpio, ves a unos chicos grandes ahí que le están diciendo malas palabras a tu mejor amiga María. Los chicos no quieren que ella juegue en el columpio.
En sus grupos, hablen sobre las siguientes preguntas. Tienen 2 minutos para responder con sus compañeros.
Después de que pasen 2 minutos, deja que 2–3 niños compartan sus ideas con la clase.
María quiere jugar lejos de los chicos que son desagradables con ella. Ella está triste porque no puede columpiarse. Entonces tú y María deciden hacer un columpio juntos.
Tendrás 2 minutos para responder a las siguientes preguntas con tu grupo. Después, le pediré a una persona de cada grupo que comparta sus pensamientos con la clase.
Permite que los grupos tengan 2 minutos para hablar sobre qué materiales necesitarían para construir un columpio y dónde encontrarían esos ítems. Después de que hayan terminado la discusión, pide a un niño de cada grupo que comparta la solución de su grupo con la clase.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, haz que los niños usen lápices de colores para dibujar en sus hojas soluciones al problema del columpio.
Todos fueron muy creativos en cuanto a cómo crear un columpio para ti y tu amiga. Recuerda, Dios te dio una mente creativa. Cuando tengas un problema que te esté costando resolver, piensa en el problema de una manera distinta. Si puedes involucrar a los demás, pide ayuda. Acuérdate de que también puedes pedirle ayuda a Dios.
Pide a los niños que permanezcan en sus grupos para la siguiente actividad.
¡Practiquemos en cómo resolver problemas de una manera creativa!
En un momento, tu grupo hará una torre. Trata de hacer una torre que no se desmorone. Te daré varios objetos diferentes para que la construyas.
Actividad: Da a cada grupo algunos objetos tales como palos, piedras, hojas, etc. Deja que por 5 minutos construyan sus torres. Una vez que hayan terminado de hacerlo, o que hayan pasado 5 minutos, diles que dejen de construir y pídeles que vengan donde tú estás. Diles que junten sus manos detrás de sus espaldas para evitar que toquen las torres. Camina por la sala con los niños y miren las torres construidas por cada equipo.
Cuando estés listo, siéntate en un círculo con los niños. Deja que 2 estudiantes contesten cada pregunta.
Ya sea que tu torre aún esté de pie o no, todos ustedes pensaron de maneras muy diferentes sobre los objetos que ven todos los días para crear sus torres. Esta actividad muestra que es importante pensar en formas diferentes para resolver problemas. ¡Dios te dio una mente creativa! Pensar de esta forma te ayuda a resolver problemas difíciles.
Hoy nuestro versículo para memorizar habla sobre pedirle a Dios que te ayude a resolver tus problemas.
Si utilizas el cartel del versículo para memorizar, muéstralo a los niños.
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia
Proverbios 3:5
Confía en el Señor—Junta las manos como en oración.
De todo corazón—Cruza los brazos con las palmas sobre tu corazón.
Y no en tu propia inteligencia—Indica “no” mientras tocas los lados de tu cabeza con los dedos índices.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Jeremías 33:3.
Bendición: Que clames a Dios que te responderá. Que Él te muestre las cosas que no sabes.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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