En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Si se puede, haz una lista de las organizaciones y adultos de confianza donde los estudiantes pueden ir a pedir ayuda para salir de una situación de abuso sexual. Considera iglesias, organizaciones de servicio social, clínicas médicas y otros recursos en tu área. Asegúrate de que estos sean lugares verdaderamente seguros para que ellos busquen ayuda. Si es posible, proporciona una copia de la lista para cada adolescente en tu clase.
Pone al descubierto los más oscuros abismos y saca a la luz las sombras más profundas.
Job 12:22
Job lo perdió todo, excepto su familia en Dios. En su desesperación profunda, sabía que una cosa era cierta: Dios siempre es soberano, siempre poderoso y justo. Job reconoció el poder de Dios incluso en su dolor. Sabía que Dios podía traer incluso las cosas más oscuras a la luz.
El abuso sexual es una sombra horrible que puede turbar las vidas de algunos de tus estudiantes. Quizás incluso oscureció tu propia vida. Debido a que causa humillación y vergüenza, el abuso sexual se esconde a menudo en las partes más profundas de nuestro corazón, las que pensamos que nadie ve. Pero Dios ve y conoce nuestro dolor.
Piensa en una herida que está escondida en lo profundo de tu corazón. ¿Es abuso? ¿traición? ¿rechazo? ¿en qué lugar necesitas el amor de Dios para iluminar tu profunda oscuridad? Cuéntale tus secretos dolorosos a Dios, y deja que alumbre tu vida con su justicia y amor. Y pídele que te guíe a medida que diriges a los estudiantes a hacer lo mismo.
Alienta a los estudiantes a que pregunten a sus familiares: —¿qué les hace sentir mejor cuando están sufriendo? Luego pueden compartir que Dios trae sanidad incluso en las situaciones difíciles.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
A medida que los estudiantes llegan, invítalos a compartir algo que conozcan sobre Dios. Anímalos a que tengan pensamientos positivos y recuérdales que Dios los ama y que tú también te preocupas por ellos. Esto los ayudará a sentirse más cómodos con las conversaciones en esta lección.
Divídelos en grupos de 3.
Leeré una característica de Dios. Tu grupo tendrá 30 segundos para crear una estatua humana para representar esa característica. Esto es poco tiempo, entonces tu grupo tendrá que decidir rápidamente qué hacer. Después de que hayan formado la estatua, quédense en el lugar por un minuto para que pueda verlas todas. Todos los miembros de los 3 grupos deben ser parte de la estatua. Repetiremos esto varias veces. Recuerda, ¡las estatuas no se mueven!
Lee la primera característica que viene a continuación. Dales 30 segundos a los estudiantes para crear sus estatuas. Camina por la sala y admira sus creaciones. Comenta con la clase qué cosas notas y aprecias sobre 1 o 2 estatuas específicas. Trata de felicitar a cada grupo, al menos una vez, durante la actividad. Repite los mismos pasos para cada característica.
Reúne a la clase y haz que los estudiantes tomen asiento.
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas.
Las respuestas posibles incluyen que Dios puede sanar a las personas que están físicamente enfermas o dañadas. Tiene el poder de sanar a las personas que tienen un dolor emocional. Quizás algunos estudiantes no estén seguros de que Dios es capaz de sanarlos. Está bien. Permite que compartan abiertamente durante este tiempo.
A lo largo de la Biblia, leemos acerca de cómo Dios sana a las personas de dolores físicos y enfermedades. Por ejemplo, la Biblia nos cuenta de Jairo, cuya hija de 12 años se enfermó y murió. En fe, Jairo recurrió a Jesús, esperando que pudiera sanarla. Jesús la trajo de vuelta a la vida.
También leemos en la Biblia sobre las promesas de Dios para la sanidad de nuestras heridas emocionales y también de nuestro cuerpo. Escucha este versículo:
Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta,
Salmos 30:11
Solo Dios puede sanar un corazón que ha sido quebrantado por algo como un toque deshonroso. Dios se preocupa por toda la persona: el cuerpo, la mente y el corazón.
Haz que un estudiante lea el Salmo 17:7–8 en voz alta y desde la Biblia.
Tú, que salvas con tu diestra a los que buscan escapar de sus adversarios, dame una muestra de tu gran amor. Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas,
Salmos 17:7–8
En Hebreos, la frase “la niña de tus ojos” describe a alguien que es profundamente amado y valorado. ¡Así es cómo Dios siente por nosotros! Cada uno de nosotros es la niña de sus ojos. Independientemente de cuántas veces pequemos, Dios nos valora. No importa lo que alguien nos ha hecho, ¡Él nos estima y valora!
En nuestra última clase, aprendimos sobre la diferencia entre el toque honorable y el deshonroso. Hoy aprenderemos sobre el difícil tema del abuso sexual. También hablaremos de cómo Dios puede sanar a aquellos cuyos cuerpos han sido deshonrados. Quizás hayas sido sexualmente abusado ó a lo mejor conoces a alguien que lo ha sido. Esta lección te puede ayudar a recibir sanidad, o ayudar a otros que necesiten sanidad. Tal vez no conozcas a alguien que ha sido abusado sexualmente. Esta clase te puede dar información para compartir si alguna vez escuchas de alguien que está siendo abusado.
Las respuestas posibles incluyen ser tocados en partes privadas o ser obligados a tocar las partes privadas de alguien. Puede ser forzar a alguien a tener relaciones sexuales o tomar fotos o videos de una persona que está desnuda o realizando actos sexuales.
El abuso sexual es un tipo de toque deshonroso. Generalmente involucra las partes privadas de una persona. Ser tocado en las partes privadas y personales de tu cuerpo y obligado a tocar las partes privadas de otra persona son formas de abuso sexual. Ser obligado a tener relaciones sexuales y participar en otros tipos de comportamientos sexuales también son abuso. El abuso sexual le puede suceder tanto a chicos como a chicas.
Desafortunadamente, este tipo de abuso ha estado sucediendo desde que las personas pecadoras han estado viviendo en esta tierra. Escucha esta historia de abuso que sucedió en la familia del rey David.
El rey David tuvo muchas esposas e hijos. Dos de sus hijos, Amnón y Absalón eran medios hermanos; tenían madres diferentes. Absalón tenía una hermana hermosa llamada Tamar.
Amnón vio a Tamar y se sintió fuertemente atraído por ella. Su deseo sexual hacia ella era tan fuerte que creía que estaba enamorado. Su anhelo creció y creció hasta que sintió que no podía controlarlo. Un amigo le dijo que fingiera estar enfermo y pidiera que Tamar viniera a servirlo. El rey David envió a Tamar a cocinar una comida para Amnón.
Cuando la comida estaba preparada, Amnón ordenó que todos salieran de la casa, excepto Tamar. Le pidió a ella que viniera y lo sirviera en su cama. Cuando se acercó, la agarró y le dijo que tuviera relaciones sexuales con él. Tamar lloró en protesta, diciéndole que no la violara. Pero Amnón rehusó escucharla. Era más fuerte que ella, entonces la violó.
Después de la violación, Amnón odió a Tamar con un odio más fuerte que la atracción que había tenido. Le ordenó que se fuera, y le dijo a su sirviente que la echara de la casa. Tamar estaba tan avergonzada que cubrió su cabeza con cenizas y rompió su ropa como señal de desgracia. Se fue llorando.
Cuando el rey David escuchó lo sucedido, se enojó mucho, pero no hizo nada al respecto. Absalón le dijo a Tamar que no le dijera a nadie y que no lo tomara en serio. A pesar de que Absalón odiaba a Amnón por deshonrar a su hermana, Amnón no hizo nada. Mucho más tarde, Absalón mató a Amnón.
Lo que sucedió a Tamar fue abuso sexual. Cuando Amnón obligó a Tamar a tener relaciones sexuales con él, eso fue violación. Este es un tipo de abuso sexual.
Vamos a hablar más ahora sobre el dolor que produce el abuso sexual. Este puede ser doloroso o vergonzoso. Estamos aprendiendo de este tema difícil porque puede ayudar a aquellos que sufren a comenzar a recibir sanidad. Si quieres hablar conmigo en privado sobre algo que te sucedió a ti o a alguien más que conoces, por favor háblame después de la clase.
Algunos de ustedes pueden haber sufrido abuso sexual al igual que Tamar. Quizás otros de ustedes obligaron a alguien a hacer algo deshonroso. Algunos de ustedes pueden conocer a alguien que ha experimentado un abuso sexual. A lo mejor algunos no tienen ningún tipo de experiencia en esto. Es importante aprender sobre esto para que puedas orar por aquellos que han sido víctimas de abuso sexual y estar consciente de las señales de advertencia para que puedas mantenerte a salvo.
Haz que los estudiantes encuentren parejas. Diles que leerás una pregunta y que ellos hablarán con sus compañeros. Después deja que 3 o 4 alumnos compartan sus pensamientos antes de continuar con la lección.
Las personas que son sexualmente abusadas pueden mostrar síntomas físicos, como dolores de cabeza, dolores en general y dificultad para dormir. Pueden desarrollar irritación en sus genitales, tener moretones o rasguños en sus partes privadas o contagiarse de SIDA/VIH.
Pueden mostrar cambios en su comportamiento para tratar de encubrir u olvidarse del abuso. Por ejemplo, algunas personas comienzan a consumir drogas o tomar alcohol para olvidarse de su dolor. Otros quizás quieran estar solos. A lo mejor algunos se lastimen a sí mismos, mientras que algunos quieran comer o dormir muy poco o mucho. Algunas personas pueden tocar sus propios genitales o los de otros o experimentar con diferentes tipos de comportamientos sexuales. Ninguna de estas cosas ayudará a la persona a sanar.
Las personas que han sido abusadas sexualmente a veces tienen recuerdos recurrentes. Esto significa que ven la escena del abuso en sus mentes incluso cuando están despiertos. Pueden sentir como que sufren el abuso de nuevo.
A veces las personas abusadas sexualmente tienen dificultades emocionales que no son obvias para los demás. Cualquiera que haya sido lastimado puede que también tenga estas mismas emociones. Te leeré una lista de emociones. Si alguna vez has sentido esa emoción en cualquier momento por cualquier motivo, levanta un dedo. Levanta un dedo por cada emoción adicional que hayas sentido. Por ejemplo, si has sentido 3 de estas emociones, levantarás 3 dedos.
Lee esta lista de manera lenta. Haz una breve pausa después de cada palabra para dejar que los estudiantes piensen si han experimentado la emoción y mantengan un dedo en alto si lo han hecho.
Todos nosotros tenemos al menos un dedo en alto porque sabemos cómo se siente ser lastimados de alguna manera. Tal vez algunos de ustedes han experimentado muchas de estas emociones que no tienen suficientes dedos para mostrar. El abuso sexual puede ser especialmente doloroso porque a menudo las personas no sienten que pueden compartir lo que les ha sucedido. Pueden estar asustados o avergonzados como estaba Tamar. A lo mejor piensan que es su culpa. Pero cuando alguien es abusado sexualmente, nunca es la culpa de esa persona. Si tú o alguien que conoces ha sido abusado sexualmente, debes contarle a un adulto de confianza, alguien que te pueda ayudar. Incluso si es difícil, vergonzoso, o aterrador compartir lo que ha pasado, es importante conseguir ayuda.
Si puedes hacer una lista de lugares seguros donde alguien que ha sido abusado puede encontrar ayuda, compártelo con la clase ahora. Si es posible, da a cada estudiante una copia de la lista.
Si hemos sido deshonrados como Tamar o conocemos a alguien que le ha sucedido, podemos hablar con Dios al respecto. Incluso si estamos atemorizados o no nos sentimos dignos de ser amados, Dios nos puede ayudar a sanar y tomar coraje para contar la verdad, aunque sea difícil.
Además de hablar con Dios, alguien que ha sufrido abuso debe también contarle a un adulto de confianza. Aunque se pueda sentir atemorizado o avergonzado, hablar sobre lo que sucedió puede ayudar en el proceso de sanidad. Aquí hay algunos consejos para obtener ayuda:
Encuentra a un adulto de confianza con el que te sientas cómodo conversando. Hablar sobre cosas personales y dolorosas tales como el abuso sexual no será fácil. Pero será más fácil si es con alguien en quien confías. Comparte los detalles sobre lo sucedido, incluso si es vergonzoso. Comparte las veces, los lugares y detalles que puedan ayudar a esa persona a conocer cuál es la mejor forma de ayudarte y protegerte.
Si la primera persona no te ayuda, encuentra a otro adulto de confianza para contarle. Es muy importante seguir diciendo la verdad sobre lo ocurrido hasta que alguien te ayude, ¡aunque tengas miedo! Al contar la verdad, puedes evitar que otro adolescente o niño sea abusado. También tu valor puede ayudar a que otra persona abusada tenga la valentía de compartir lo que sucedió.
Recuerda que a Dios le importa lo que te ocurrió. Él nos ama a cada uno de nosotros. Actuará en nuestro nombre, ya sea en esta vida o en la eternidad. Presta atención al clamor a Dios del escritor en este versículo:
¡Levántate, Señor, en tu ira; enfréntate al furor de mis enemigos! ¡Despierta, oh Dios, e imparte justicia!
Salmos 7:6
Dios traerá justicia en esta vida o en la eternidad. Aquellos que abusan de los demás responderán a Dios por sus acciones.
Alguien que ha sido abusado sexualmente puede creer mentiras sobre sí mismo, los demás y acerca de Dios. Reconocer las mentiras y reemplazarlas con la verdad, es un paso importante para el proceso de sanidad.
Separe los versículos de la Biblia al final de la lección. Reúne a 4 voluntarios. Da a cada uno de ellos uno de los versículos. Leerás las mentiras de la lista, una a la vez. Después de leer cada una, si los voluntarios piensan que hay un versículo bíblico que contra argumente la mentira, lo leerán en voz alta. Muchos versículos pueden aplicarse a cada mentira. Estos versículos están impresos a continuación para tu referencia.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, los estudiantes pueden usarlas para completar esta actividad.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: «Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad,
Jeremías 31:3
Enemiga mía, no te alegres de mi mal. Caí, pero he de levantarme; vivo en tinieblas, pero el Señor es mi luz.
Miqueas 7:8
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Isaías 41:10
En su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de su aflicción. Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro.
Salmos 107:19–20
Agradece a los voluntarios y diles que tomen asiento nuevamente. Después comenten las siguientes preguntas con la clase.
Los estudiantes pueden responder que Dios los ama y puede traer sanidad aún en las situaciones más dolorosas y difíciles.
Cuando alguien que ha sido abusado se libera de las mentiras y confía en la verdad de Dios, comienza el proceso de sanidad. No será fácil. Quizás esa persona aún sentirá dolor y tristeza. Puede que la persona todavía esté en situaciones donde él o ella continúa siendo maltratada y abusada. Pero Dios comenzará a sanar las heridas. Esta persona aún tendrá cicatrices, pero a medida que deje que las verdades de Dios reemplacen las mentiras, comenzará a conocer el amor y la sanidad de Dios.
Al comienzo hablamos acerca de las emociones difíciles que todos hemos experimentado. Pensando en eso, ¿con quién hablas de esas emociones? Si tú o alguien que conoces está siendo abusado sexualmente, ¿con quién puedes hablar? Piensa en la mayor cantidad de personas posibles, gente en la que puedes confiar.
Dales un minuto para pensar en personas que pueden confiar. Si les cuesta pensar en gente confiable, sugiere a otros profesores, pastores, líderes de la iglesia y a ti mismo.
Si bien puede haber otras personas que te lastimen, también hay personas que son de ayuda y confiables en tu vida. ¡En Dios es en quien más podemos confiar! Escucha lo que hizo el salmista y la respuesta de Dios.
Que un estudiante lea el Salmo 30:2 en voz alta y desde la Biblia. Si no es posible, el versículo está impreso a continuación.
Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste.
Salmos 30:2
Como el salmista, podemos clamar a Dios en oración, y Él nos sanará. Si alguien ha abusado de ti o de alguien que conoces, Él puede restaurarte. Isaías, un profeta del Antiguo Testamento, nos dijo las cosas que haría el Mesías. Jesús es el Mesías, y ha cumplido esta promesa. Escucha lo que dijo Isaías:
El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros, a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria.
Isaías 61:1–3
Dios puede consolarnos y proveernos. ¡Él trae belleza en vez de las cenizas de nuestro dolor, trae gozo en lugar de la aflicción y alabanza en reemplazo de la desesperanza!
Pasemos unos minutos orando por quienes han sido abusados. Si alguien te ha lastimado sexualmente, cuéntale a Dios acerca de lo sucedido. Si conoces a alguien que está siendo sexualmente abusado, ora por la mejor manera de ayudar a esa persona. Si no conoces a nadie que ha experimentado esto, ora para que Dios te ayude a compartir esta información para ayudar a personas en el futuro.
Si no confías en Dios todavía, piensa en personas que pueden ayudar a alguien que ha sido abusado. Y recuerda que no importa lo que ha sucedido en tu vida. ¡Dios te valora!
Haz que los estudiantes se dispersen por el lugar de enseñanza. Dales tiempo para orar de manera individual. Cuando terminen de orar, reúnelos de nuevo. Recuérdales que la sanidad puede llevar tiempo.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Salmos 17:7–8 e Isaías 61:3.
Bendición: Eres la niña del ojo de Dios. Él quiere traer belleza en vez de cenizas, aceite de gozo en lugar de luto y alabanza en vez de desesperanza.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los adolescentes.
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