En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
El Señor dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti”
Salmos 32:8
En este versículo se nos promete que Dios nos guiará y nos enseñará. Él nos dará buenos consejos porque nos ama. ¡No estamos solos cuando enfrentamos problemas y dificultades! ¡Dios nos dará buenos consejos y dirección cuando se la pidamos!
Piensa en un problema o dificultad que estás enfrentado. Quizás tienes una relación rota con alguien. A lo mejor ves algo que está mal y no sabes de qué manera informarlo. Cuando enfrentes un problema difícil, comienza orando por guía y sabiduría. ora para que Dios te dirija a tener la perspectiva correcta del problema y las posibles soluciones. Una vez que ores por guía, pon en práctica el proceso de resolución de problemas. Cuando veas el problema con claridad, puedes averiguar qué información necesitas para resolverlo. Dios es tan amoroso y bueno que te ayuda a atravesar por tus problemas.
Anima a los niños a compartir con sus familias los pasos de resolución de problemas que aprendieron.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
A medida que entran los niños, dales la bienvenida y pídeles que formen grupos de 10 personas. Trata de dividirlos, en su mayoría, en grupos iguales.
Tengo un problema para que todos los grupos resuelvan. Cada uno tendrá que formar una fila comenzando con el niño más bajo hasta el más alto. Esto significa que el estudiante más bajo será el primero en la fila y el más alto será el último. No tendrán mucho tiempo para solucionar este problema. Cuando cuente hasta 3, comenzarán. Trabajen juntos y por favor no se empujen. Cuando diga “deténganse” se quedarán quietos. ¿Están listos? 1, 2 y 3 ¡Comiencen!
Cuando veas a un grupo que esté a punto de resolver el problema di: “deténganse”. Después habla con los niños sobre la manera en cómo resolvieron el problema. ¿De qué forma vieron el problema? ¿cómo trabajaron juntos? ¿resolvieron el problema?
Todos comenzaron esta actividad con una idea clara de lo que era el problema. Después tomaron varios pasos diferentes para ayudarse a resolver la situación. Hoy hablaremos más sobre los pasos para resolver los problemas.
Todos hagamos un círculo grande y tomemos asiento. Hoy hablaremos sobre cómo resolver problemas. Para solucionar situaciones problemáticas, necesitas tener más que tu propia comprensión para resolverlas. Tienes que orar en cada paso del proceso. Hoy aprenderás los pasos que te ayudarán a resolver problemas. Viste los primeros 3 pasos en la última clase.
Paso 1: Orar por entendimiento.
Las respuestas pueden incluir: porque sabe todo. Él puede darme comprensión de las cosas.
Cuando le pides a Dios que te ayude a entender un problema, Él puede ayudarte a ver las cosas de una perspectiva diferente. A medida que oras y hablas con Dios, te puedes dar cuenta de que lo que pensabas que era un problema en realidad no lo es. O podría aclararse cuán grande o pequeña es la situación problemática. No importa el tamaño que sea tu problema, puedes pedirle al Espíritu Santo que te guíe.
Llama a un niño para que esté de pie y levante un dedo. Haz que esté ubicado fuera del círculo.
Paso 2: Identificar el problema.
Después de que ores y pidas ayuda a Dios, identifica cuál es el problema. También puedes encontrar que tienes más de uno. Por ejemplo, sabes que el problema es que necesitas obtener agua, pero tienes otro más ya que quebraste el jarro que usas para beber agua.
Llama a un niño que esté de pie y levante 2 dedos. Haz que el niño se coloque fuera del círculo.
Paso 3: Recolecta información.
Una vez que sepas cuál es el problema, tendrás que juntar información para ayudarte a resolverlo. A medida que la recolectas, asegúrate de orar para que el Espíritu Santo te guíe. Recuerda confiar en el Señor con todo tu corazón. Junta información sobre diferentes partes del problema. Por ejemplo, puedes descubrir la causa del problema. O a lo mejor encontrar que la persona que causa el problema tiene sus propios problemas. Después piensa en la información y busca soluciones posibles. A continuación, es hora de actuar.
Llama a un niño que esté de pie y pídele que levante 3 dedos. Haz que el niño se sitúe fuera del círculo.
Paso 4: Intenta resolver el problema.
A menudo hay más de una posible solución para resolver el problema. Ora y decide cuál es la mejor solución posible. Después trata de resolver el problema.
Pide a un niño que esté de pie y levante 4 dedos. Haz que el niño se ubique fuera del círculo.
Haz que todos los niños levanten el número de dedos que muestra cada paso. Los pasos son: 1. Pedir ayuda a Dios; 2. identificar el problema; 3. Recolectar información; 4. intentar resolver el problema.
¡Muchas gracias voluntarios! Se pueden sentar en el círculo. Escuchen esta historia real de la Biblia de Jesús y sus discípulos. Mientras leo, presten atención a los pasos que aprendieron hoy. Cuando escuches el paso levanta la mano y muestra qué paso es 1, 2, 3 y 4 con los dedos.
Una gran multitud de gente se había juntado para escuchar las enseñanzas de Jesús. De hecho, ¡aquellas personas lo habían estado escuchando por 3 días! Ya no les quedaba nada para comer. Jesús les dijo a sus discípulos que no podían enviarlas de vuelta a sus hogares sin que antes comieran. Escucha lo que sucedió después.
Si es posible, lee este versículo directamente desde tu Biblia. Si es posible, comparte las imágens de la Biblia en Acción.
Los discípulos objetaron: —¿Dónde se va a conseguir suficiente pan en este lugar despoblado para darles de comer?
Marcos 8:4
La gente estaba hambrienta y no había suficiente comida.
Las respuestas pueden incluir: ¿Cuántas personas hay? ¿Cuán lejos se debería ir para encontrar comida? ¿Alguien tiene dinero para comprar alimentos?
Los discípulos hablaron sobre esto, pero no juntaron ningún tipo de información (los niños levantan 3 dedos). Tampoco pensaron en posibles soluciones (los niños levantan 4 dedos). Ellos solo vieron el problema y confiaron en lo que ellos mismos entendían del problema.
Jesús les preguntó cuántos panes tenían. Respondieron que solo tenían 7 y algunos peces. ¡Para los discípulos el problema parecía imposible! Veamos lo que hizo Jesús.
Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomando los siete panes, dio gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran a la gente, y así lo hicieron. Tenían además unos cuantos pescaditos. Dio gracias por ellos también y les dijo a los discípulos que los repartieran. La gente comió hasta quedar satisfecha. Después los discípulos recogieron 7 cestas llenas de pedazos que sobraron. Los que comieron eran unos cuatro mil. Tan pronto como los despidió, Jesús se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Marcos 8:6–10
Jesús les hizo algunas preguntas a sus discípulos. Esto lo ayudó a juntar información. Cuando recolectas información acerca de un problema, es importante que hagas preguntas. Jesús le agradeció a Dios. ¡Esto es un ejemplo de cómo puedes recurrir a Dios cuando tienes problemas también! Finalmente, la solución de Jesús fue darles comida a las personas. ¡Hubo más que suficiente comida para que todos se saciaran!
En esta historia verdadera de la Biblia. Jesús alimentó a muchas personas por medio de un milagro. Dios no hace milagros para cada problema, ¡pero siempre está contigo para ayudarte en tus dificultades!
La historia real de la Biblia es un buen ejemplo de la importancia que tiene seguir los pasos para resolver problemas. También es un buen modelo de por qué pedir a Dios que te ayude a entender el problema es el primer paso. Jesús, que es Dios, entendió cuál era el problema y la manera perfecta de resolverlo.
Revisemos los 4 pasos para resolver problemas que hemos aprendido hasta aquí:
Cada uno de estos pasos es importante, pero recuerda que pedir ayuda a Dios es el más importante de todos.
Usemos lo que has aprendido hoy para resolver un problema. En un momento, algunos de ustedes crearán un laberinto mientras los otros niños encontrarán un camino para pasar a través del laberinto. En un laberinto hay diferentes caminos, pero solo uno de ellos te guía hacia la salida.
Comencemos orando por entendimiento. Padre Celestial, ayúdanos a entender nuestros problemas. Te pedimos que nos guíes y dirijas por medio de tu Espíritu Santo, no solo a través de este laberinto, sino a través de los problemas difíciles que enfrentamos en la vida. En el nombre de Jesús, amén.
A medida que pases por el laberinto, podrás notar que hay lugares donde el camino se termina y no puedes pasar al otro lado. Juntar información sobre dónde no puedes atravesar te ayudará a resolver el problema y encontrar la salida del laberinto.
Escoge a 16 niños para que se pongan de pie. Este será el grupo 1. Los estudiantes que estén sentados serán el grupo 2. Dales las instrucciones que vienen a continuación al grupo 2.
Mientras preparo el laberinto con el otro grupo, discute esta pregunta en tu grupo.
Permite que este grupo de niños comente la pregunta mientras tú trabajas con el otro grupo. Si finalizan la discusión, pídeles que continúen hablando sobre las maneras para resolver problemas hasta que esté listo el laberinto.
Opcional: Si tienes menos de 18 niños en la clase, puedes usar piedras o escritorios para hacer el laberinto. Necesitas al menos 2 niños para atravesar por el laberinto.
Mientras el grupo 2 habla sobre la pregunta, usa las instrucciones que vienen a continuación para formar un laberinto:
Haz 4 filas de 4 niños, como se muestra más abajo en el diagrama. Los círculos representan estudiantes.
Ahora, que los niños se tomen de las manos como se muestra a continuación en el diagrama. Las líneas representan a los niños de las manos. Diles a los estudiantes del grupo 1 que se pongan de pie y se queden en esa posición hasta que se acabe la actividad.
Mira al triángulo en el diagrama. Aquí es donde los estudiantes del grupo 2 comenzarán el laberinto. Dale las siguientes instrucciones a este grupo.
Aquellos de ustedes que están sentados, por favor tomen turnos para que de esa forma puedan ver al otro grupo. Estos niños que están de pie crearon un laberinto. Tú caminarás por medio del laberinto hacia la salida del otro lado. Comenzarás en este extremo, con la persona 1 (refiérete a la imagen). Tu meta es buscar una salida del laberinto que sea diferente al punto por donde entraste.
Estas son las 4 reglas mientras estás en el laberinto.
Guía a los niños del grupo 2 a la entrada del laberinto marcado con un triángulo. Haz que los estudiantes caminen por el laberinto hasta que todos encuentren la salida (ubicada entre el número 16 y 6 en el diagrama).
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, dale a cada niño lápices de colores y deja que tengan 3 minutos para que encuentren la salida del laberinto.
¡Todos lo hicieron muy bien! Ven y siéntate conmigo en un círculo. Hoy aprenderás los 4 pasos que te ayudarán a resolver problemas. El versículo para memorizar nos recuerda pedirle ayuda a Dios para entender un problema, antes de tratar de resolverlo.
Si utilizas el cartel del versículo para memorizar, muéstralo a los niños.
Confía en el Señor de todo tu corazón, y no en tu propia inteligencia.
Proverbios 3:5
Confía en el Señor—Junta las manos como en oración.
De todo corazón—Cruza los brazos con las palmas sobre tu corazón.
Y no en tu propia inteligencia—Indica “no” mientras tocas los lados de tu cabeza con los dedos índices.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Marcos 8:18.
Bendición: Que tengas ojos para ver que tu Padre celestial quiere ayudarte a resolver tus problemas. Que tengas oídos para escuchar que Jesús te habla en medio de tus dificultades. Que el Espíritu Santo te guíe para encontrar las mejores soluciones.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.