En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Antes de la clase, coloca las piedras formando un círculo. Deja suficiente espacio entre las piedras para que los niños se sienten detrás de ellas. Coloca un pequeño montón de piedras en el centro del círculo para dar a algún otro niño que pueda incorporarse a tu clase de hoy. También, antes de que lleguen los estudiantes coloca un poco de lodo aguado en una botella y agítalo hasta que cubra las paredes del interior de la botella. Luego vierte el lodo que no se adhirió a la botella.
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
1 Juan 1:9
Desde que Adán y Eva comieron del fruto del árbol prohibido en el jardín del Edén, estamos viviendo en un mundo pecaminoso. Cuando nosotros tomamos decisiones que lastiman a otros y que no glorifican a Dios, tenemos la oportunidad de pedir perdón. El único Hijo de Dios murió por este motivo, para que pudiéramos ser perdonados. Piensa en esas ocasiones en las que sabes que has ido en contra de la voluntad de Dios para tu vida. Piensa en el peso de ese pecado. Luego medita en cómo se siente tener una relación con Dios gracias a su perdón y amor por ti.
Reflexiona en lo que Él ha hecho para que puedas venir a Él y pedirle perdón. Limpia tu corazón de cualquier pecado que piensas que necesita ser perdonado. Pide a Jesús que te quite tus cargas. Haz una pausa y alábalo por su gran amor demostrado en el perdón
Anima a las familias a tratar de resolver los conflictos que surjan esta semana con el perdón. Informa a las familias que los niños están aprendiendo que el perdón tiene sus efectos cuando una persona entrega a Dios la herida y el enojo provocados por un error cometido.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da la bienvenida a los estudiantes a medida que le dices a cada uno: ¡Jesús te ama! Pídeles que se sienten en el círculo detrás de las rocas.
Todos tienen una piedra. Estas piedras son casi del tamaño de tu mano. Puedes escoger tu piedra.
¿Las piedras son blandas o duras?
Son duras.
¿Las piedras son pesadas o livianas?
Las piedras son un poco pesadas.
Supongamos que la piedra en tu mano representa algo que hiciste mal. Esto podría ser algo desagradable que hiciste o que dijiste, o quizás alguna cosa que te avergonzó a ti o a tu familia. Piensa en algo que has hecho que sabes que estuvo mal. Cuando hayas pensado en algo, coloca la mano que sostiene la piedra sobre tu pecho.
Espera hasta que la mayoría de los niños tengan su mano sobre su pecho. Esto debería tomar aproximadamente de 30 a 60 segundos.
Cuando sucede algo que va en contra de lo que Dios querría, esto se llama pecado. Todos cometemos pecados. Cuando pecamos contra alguien, podemos sentirnos como la piedra que sostenemos. Nuestros pecados comienzan a sentirse muy pesados y difíciles de sostener.
Sostendrás esta piedra en la mano hasta el final de la lección de hoy. Te recordaré que tienes que cargarla durante toda la clase. Quizás no sea fácil hacerlo todo el tiempo, pero llevar el peso de nuestro pecado tampoco lo es. Cuando pecas, esto llega a ser algo tan pesado que puede ser difícil deshacerse de él. Sin embargo, hay una forma de dejar esta carga pesada que llevamos. Piensa en lo que te dije cuando llegaste a la clase.
¿Qué te dije?
Deja que 1 o 2 niños respondan
¡Jesús te ama! Por su gran amor Él creó una manera para quitar el peso de nuestros pecados. Esto se llama perdón. Si entregamos nuestras piedras o si las ponemos en el suelo se aliviaría la carga de nuestras manos; de la misma manera, el perdón puede quitar la pesadez de nuestro pecado. Hoy aprenderemos sobre el perdón.
Haz que los niños mantengan sus piedras en sus manos mientras regresan a sus asientos. Recuérdales que cargarán sus piedras hasta el final de la lección.
¿Recuerdas cuando aprendimos que Adán y Eva, las primeras personas, eligieron pecar contra Dios? Ellos eligieron hacer lo que Dios les dijo que no hicieran. Desde ese entonces, todos elegimos hacer cosas que van en contra de Dios.
Di a los niños que miren las piedras en sus manos. Recuérdales que estas piedras representan el pecado. Cuando pecamos, nuestra relación con Dios se rompe. Pero, Él nos ama tanto que quiere restaurar nuestra relación con nosotros. La Biblia nos cuenta una historia verdadera sobre el primo de Jesús. Su nombre era Juan. Escucha lo que Juan contó a las personas sobre Jesús.
Si es posible, lee este versículo directamente de tu Biblia.
Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: “¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”
Juan 1:29
Jesús vino a salvar al mundo del pecado. Esto no quiere decir que ya no pecaremos más. Esto significa que cuando pecamos existe una forma para que seamos perdonados. El perdón nos permite arreglar nuestra relación rota con Dios nuestro Padre.
Anima a los niños a sentir el peso de las piedras en sus manos.
¿Te acuerdas de lo que aprendimos sobre lo que hizo Jesús para que pudiéramos ser perdonados?
Deja que 1 o 2 niños respondan.
Jesús murió en una cruz. Llevó el peso de nuestros pecados con Él. Luego volvió a vivir y regresó junto a su Padre en el cielo. Gracias a esto, Jesús hizo un camino para que seamos perdonados y para que podamos regresar a Dios. Escucha lo que dice la Biblia sobre el perdón de Dios.
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
1 Juan 1:9
Cuando crees en que Jesús murió para llevarse nuestros pecados, puedes pedirle a Dios que te perdone por las cosas malas que hiciste. ¡Te perdonará! Para ver cómo es este tipo de perdón, hagamos algo divertido.
Recoge la botella sucia.
¿Qué notas en esta botella?
Las respuestas pueden incluir ideas sobre el tamaño de la botella, su forma, o que está sucia.
Si ves que esta botella está sucia, levanta la mano. ¡Esta botella está muy sucia! Será difícil sacar la suciedad de la botella. La suciedad se parece mucho al pecado. Cuando hacemos cosas que van en contra de lo que Dios quiere, pecamos. Todos hacemos cosas que nos lastiman y que lastiman a otros porque todos pecamos.
Cuando pecamos, es difícil volver a estar limpios. Incluso, si tenemos únicamente un poco de pecado en nuestras vidas también necesitamos limpiarlo. Hay una forma de estar limpios de nuevo.
¿De qué manera sacamos la suciedad de esta botella
Podemos lavarla o enjuagarla con agua.
Podemos lavar esta botella con agua para quitar la suciedad. Lo mismo pasa cuando pedimos perdón, nuestros pecados pueden ser lavados.
Vierte una pequeña cantidad de agua en la botella. Agítala y tira el agua sucia. Repite este proceso hasta que la botella se vea mayormente limpia.
Jesús vino a lavar nuestros pecados. Cuando le pides perdón a Dios, Él limpia tu corazón y restaura tu relación con Él. Esto te ayudará a vivir una vida que agrade a Dios. Leeré la Biblia. Aplaude cada vez que escuches la palabra “perdón”.
La palabra “perdón” está subrayada en el siguiente versículo. Aplaude con los niños cada vez que leas la palabra “perdón”.
Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.
Mateo 6:14–15
¿Qué te dicen estos versículos sobre lo que tienes que hacer cuando alguien peca en tu contra?
Perdonar a la persona.
¿Por qué crees que el perdón es importante
Me ayuda a recibir el amor de Dios y mostrárselo a los demás.
Dios nos ama tanto que envió a su Hijo Jesús a morir por nosotros para que pudiéramos ser perdonados. Cuando perdonamos a los demás también les mostramos el amor de Dios.
Hablaremos más sobre el perdón a los demás y a nosotros mismos en las próximas semanas. Por ahora, acuérdate de que Dios nos dio un ejemplo perfecto del perdón en la vida de su Hijo. ¡Jesús dio su vida para que pudiéramos ser perdonados!
Pide a los niños que se sienten en un círculo. Coloca las dos cuerdas en forma de cruz en el medio del círculo. Pide a los niños que miren las piedras que sostienen en sus manos. Piensa por un momento en el pecado que representa tu piedra. Piensa en el peso de la culpa y la vergüenza que sientes cuando piensas en lo que hiciste. Cierra los ojos. Imagina que el peso se levanta de tu mano. Piensa en Jesús llevándose tu pecado. Abre los ojos.
¿Cómo crees que se siente alguien que es perdonado?
Las respuestas pueden incluir: liviano, bien, o que sienten como si todo estuviera bien.
Entreguémosle nuestros pecados a Jesús. En unos minutos, vendrás al medio de nuestro espacio y pondrás tu piedra en la cuerda. Mientras lo haces, puedes pedirle a Jesús que te perdone y que te limpie. ¡Vamos a imaginar que Jesús se lleva nuestros pecados!
Invita a los niños a venir al centro del círculo a medida que quieran hacerlo. Dales de 2 a 5 minutos para colocar todas sus piedras en la cuerda que pusiste en el suelo. Si algunos niños no están listos para responder pidiendo perdón, anímalos a pensarlo. Pueden mantener las piedras si lo deciden y pedir perdón más adelante durante la semana, o lanzarlas lejos de una manera segura. Esto señalará que Jesús ha quitado su pecado. Una vez que respondieron todos los niños que querían hacerlo, guíalos en oración.
Padre celestial, te agradecemos por enviar a tu Hijo a morir para que nuestros pecados sean perdonados. Gracias por perdonar nuestros pecados. Te alabamos por quitar el peso de nosotros. En el nombre de Jesús, amén.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, da a cada estudiante un poco de barro o tierra y deja que lo usen para cubrir los corazones de sus páginas. Guíalos en la actividad y permite que limpien sus corazones.
El perdón limpia tu corazón y se lleva cualquier cosa que esté entre tú y tu Padre celestial. Es importante que pidamos perdón por las cosas malas que hicimos y es muy importante que perdonemos a los demás. Nuestro versículo de memoria nos recuerda por qué es importante perdonar a las personas.
Si utilizas el cartel del versículo para memorizar, muéstralo a los niños.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Efesios 4:32
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Realiza las siguientes acciones mientras lees el versículo de memoria. Repite las acciones y las palabras con los niños 3 veces.
Finaliza la clase diciendo esta bendición sobre los niños, basada en 1 Juan 1:9.
Bendición: Que confíes en que Dios es fiel y justo. Que le pidas perdón por tus pecados y que permitas que te los quite.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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