En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22–23
Quizás intentaste ejercer dominio propio, pero aun así reaccionaste con ira. O te vistes atrapado o atrapada en una mala situación y mentiste para salir de ahí. Después sentiste frustración por no ejercer dominio propio y por no decir la verdad sin importarte las consecuencias.
El dominio propio no es simplemente el resultado de intentar hacer algo, aunque es importante tratar de dominarse. El dominio propio en tu vida es la evidencia de que Dios está obrando en ti con el fruto del Espíritu Santo. Cuando las personas te vean ejercer dominio propio, esto debe mostrarles a Jesús.
Cuando te veas en una situación difícil esta semana, susurra una oración, invita a Dios para que haga Su obra en tu vida; pídele que aumente el fruto de Su Espíritu en ti. Entonces, cuando enseñes esta lección sobre el dominio propio, diles a los niños formas específicas de cómo Dios te está dando más dominio propio. Testifica de la obra de Dios en tu vida. Luego ora que ellos también quieran probar y ver que el Señor es bueno.
Avisa a los padres o tutores de tus alumnos que ésta es la primera de cuatro lecciones sobre el dominio propio. Anímalos a que hablen en familia acerca de alguna vez en que mostraron dominio propio, aunque fue difícil.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
La semana pasada desafiaste a los niños a que escojan una idea de cómo llevarse bien con los demás y que la pongan en práctica. Conforme ellos lleguen, pregúntales lo que hicieron y cómo resultó. Permite que dos o tres niños cuenten sus experiencias a la clase.
Empecemos con un juego divertido. Los voy a dividir en dos grupos. Cada grupo se formará en fila frente al otro. Un grupo tratará de hacer reír al otro, o por lo menos tratarán de hacer que sonrían. Pueden hacer muecas, cosas tontas, o sonidos divertidos. No deben tocar a nadie ni decir una palabra, y deben permanecer en fila. El otro grupo tratará de no sonreír o reír. Nadie dejará su puesto.
Da una señal para que comience el juego. Dale un minuto al grupo que actúa para que trate de hacer reír o sonreír a los miembros del otro grupo. Observa al grupo que debe guardar silencio para ver cómo responde.
Al cabo del tiempo, felicita a los que se resistieron a sonreír o reírse. Después invierte el orden de la actividad. El segundo grupo intentará hacer reír a los del primer grupo mediante sus muecas y sonidos. Dales la misma cantidad de tiempo que tuvo el otro grupo. Aplaude para felicitarlos por sus esfuerzos. Luego que los niños se sienten para escuchar la lección.
¡Eso fue divertido! Algunos de ustedes hicieron un gran esfuerzo para conseguir que los del otro grupo se rieran o sonrieran. A veces dio resultado. Vamos a hablar ahora de lo difícil que fue no sonreír o reír.
El propósito de este juego era que controlen la risa. Si pudieron resistir una reacción a lo que los otros estaban haciendo, ustedes ejercieron dominio propio. Algunos de ustedes se dominaron con no mirar o escuchar a los que trataban de hacerles sonreír o reír.
Permite que dos o tres niños digan su opinión.
El dominio propio es la capacidad de escoger que uno dirá y hará lo apropiado. Significa que controlamos cómo vamos a reaccionar y expresar nuestros sentimientos y nuestras actitudes. Si escogemos decir y hacer lo debido en vez de reaccionar con enojo o miedo, ésto nos puede ayudar a vivir mejor, a estar más seguros, y a llevar una vida más satisfactoria. Si decides no pegarle a alguien, significa que ejerces dominio propio. Te controlas a ti mismo. La Biblia dice que cuando entregamos nuestra vida a Cristo y llegamos a ser cristianos, Dios nos da su Espíritu Santo para que nos ayude a tener dominio propio.
Hoy vamos a leer en la Biblia acerca de un hombre llamado Daniel, que ejerció dominio propio. Muchos de ustedes ya han oído hablar de Daniel.
Permite que los niños digan lo que recuerdan. Algunos pueden recordar que Dios protegió a Daniel cuando fue arrojado al foso de leones. Otros quizá no sepan nada acerca de Daniel. Afírmalos diciendo que está bien.
Daniel era jovencito cuando el rey de Babilonia invadió a Judá, la tierra donde nació. El rey ordenó a sus principales oficiales que le traigan a los jóvenes más inteligentes y fuertes de Judá. Estos jóvenes pasaron tres años aprendiendo el idioma y las costumbres de Babilonia para que pudieran ser líderes de ese país. El rey quería que se olvidaran de sus propias tradiciones y de Dios.
Daniel era uno de los jóvenes que el funcionario llevó adonde el rey. El rey les asignó a todos los jóvenes una porción diaria de buena y deliciosa comida. La comida era la misma que había en la mesa del rey. Incluía cosas que el pueblo de Dios no debía comer ni beber.
Si es posible, comparte la imagen de la comida del rey de la Biblia en Acción.
Si es posible, lee en tu Biblia la siguiente parte de la historia, Daniel 1:8.
Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, así que le pidió al jefe de oficiales que no lo obligara a contaminarse.
Daniel 1:8
La palabra “contaminar” significa contagiar o ensuciar. Daniel era israelita. Él servía al único y verdadero Dios. Él estaba decidido a seguir las leyes que Dios dio a su pueblo en el Antiguo Testamento. Si comía la comida del rey, sería en contra de las leyes de Dios; Daniel se contaminaría. Por eso, Daniel pidió permiso para comer solo verduras y beber sólo agua. El funcionario del rey estaba preocupado de que Daniel estaría poco saludable con esa dieta. Estaba preocupado de que Daniel se vería más débil que los otros jóvenes que comían la comida que el rey había asignado. Así que Daniel pidió al funcionario que hiciera una prueba con él y sus tres amigos. Durante diez días sólo comerían verduras y beberían agua. Si se veían fuertes después de diez días, les permitirían seguir alimentándose de esa manera. Vamos a leer de la Biblia para ver lo que sucedió después de la prueba de diez días.
Si es posible, comparte la imagen de Daniel el más fuerte, de la Biblia en Acción.
Al cumplirse el plazo, estos jóvenes se veían más sanos y mejor alimentados que cualquiera de los que participaban de la comida real. Así que el guardia les retiró la comida y el vino del rey, y en su lugar siguió alimentándolos con verduras.
Daniel 1:15–16
Daniel y sus amigos eran más fuertes y más sanos que los otros jóvenes después de comer solo verduras y beber solo agua durante diez días. Así que les permitieron que siguieran haciendo esto. Ellos no se contaminaron con la comida del rey. Después de tres años, el rey mandó llamar a Daniel y a sus amigos. Estaba muy impresionado por su inteligencia y sabiduría. Les dio puestos importantes en su reino. Durante todo este tiempo, Daniel y sus amigos siguieron adorando y orando al único y verdadero Dios.
Recuerden que el dominio propio es la decisión de decir y hacer lo debido, aunque sea difícil. En esta historia, ¿cómo Daniel ejerció el dominio propio?
Daniel ejerció dominio propio cuando se negó a comer la buena y deliciosa comida del rey. Él podría haber sido castigado por esto, pero aun así tomó la decisión correcta.
Opcional: Si usas La Biblia en Acción, pide a los niños que lean las páginas 470–472.
Durante su vida, Daniel fue fiel a Dios y sus caminos. Él adoraba a Dios. Daniel oraba a Dios todos los días. Dios ayudó a Daniel a decir que no a la comida del rey. Dios fortaleció a Daniel y le ayudó a ejercer dominio propio.
Ejercer dominio propio para hacer y decir lo debido puede ser difícil. Pero aun en circunstancias difíciles uno puede decidir que hará lo correcto. A partir de esta semana, ustedes pueden empezar a ejercer más dominio propio. Cada uno puede practicar el dominio propio y mejorar en ejercerlo.
A los que somos cristianos, Dios puede ayudarnos a actuar con dominio propio así como ayudó a Daniel. Dios nos ha dado el Espíritu Santo, que puede ayudarnos a desarrollar el fruto del dominio propio. Esto significa que el Espíritu Santo produce cosas buenas en los cristianos, así como un árbol produce buenos frutos. Vamos a leer unos versículos de la Biblia que describen el fruto del Espíritu.
Si es posible, lee Gálatas 5:22–23 en tu Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22–23
Dale a tus alumnos un par de minutos para que piensen en formas para ejercer dominio propio esta semana. Dales estos ejemplos para ayudarles: voy a ejercer dominio propio siguiendo las reglas de la escuela; voy a ejercer dominio propio comiendo solamente comida saludable; voy a ejercer dominio propio siendo amable con mis hermanitos; voy a ejercer dominio propio y no voy a mentir.
Cuando practicas dominio propio, muchas veces puedes ver los beneficios en tu vida. Si ejerces dominio propio para dejar de pelear con tu hermanito, tu relación con él va a mejorar. Si ejerces dominio propio para dejar de mentir, es más seguro que otras personas confíen en ti. A veces es fácil ver los beneficios del dominio propio; otras veces los beneficios no son obvios. Para los cristianos, lo más satisfactorio es saber que hemos honrado a Dios.
Formen grupos de tres y hablen sobre cómo van a practicar el dominio propio esta semana. Hablen también de los beneficios que pueden ver en su vida mediante el uso del dominio propio.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, permite que los niños dibujen cómo piensan ejercer dominio propio esta semana. Después pueden mostrar los dibujos en sus grupos.
Después de unos cinco minutos, finaliza la clase orando por los alumnos esta bendición, basada en Gálatas 5:22–23:
Bendición: Es mi oración que practiques el dominio propio esta semana. Al hacerlo, que Dios mismo te dé fuerza para conocerlo, y que el Espíritu Santo produzca su fruto en ti.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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