Oraré por mi país

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en la Formación Espiritual

Materiales
  • Biblia
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imágenes de Abraham
  • Papel
  • Lápices
  • Mapa de su país
  • La Biblia en Acción, “Cuando mucho no es suficiente”, páginas 52–55
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.

2 Crónicas 7:14

El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

Salmos 103:8

El mundo necesita a Cristo. En todas partes hay gente que sufre, que muere, que clama. Cuando tú ves a alguien que peca o que hace lo malo, ¿qué sientes hacia esa persona? ¿Sientes orgullo? ¿Sientes aversión, temor, preocupación, odio? ¿Sientes compasión?

Las ciudades del Antiguo Testamento de Sodoma y Gomorra estaban llenas de gente malvada y violenta que se había alejado de Dios. Dios es santo y no puede tolerar el pecado, Él tenía que destruir a estas ciudades. Sin embargo, cuando Abraham le pidió que no destruyera las ciudades, si habían allí diez personas justas, Dios aceptó salvarlas. Dios es tanto justo como amoroso.

Dios ve el pueblo, la región y el país donde vives, y está lleno de compasión. Cuando oras por tu país, Dios oye la oración. Esta semana, pide a Dios que te haga sentir lo que Él siente por tu país. Humildemente, ora que tu gente y los líderes se aparten del pecado y se acerquen a Dios. Ora que Dios sane tu tierra.

Conexión familiar

Informa a las familias que esta semana estarás enseñando acerca de la importancia de orar por su país. Anima a los padres a que oren con sus hijos por su pueblo o ciudad, y por su país. Pueden escoger un líder o una región en particular para la oración. Si los padres no están seguros de qué decir o cómo orar al Dios de la Biblia, diles que pidan a los niños que les enseñen.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hablar sobre lo que saben de su país.

Saluda a los alumnos por su nombre cuando lleguen. Pregúntales lo que les gusta del lugar donde viven.

Divide la clase en grupos de cuatro o cinco alumnos. En los grupos deben hablar de todo lo que saben acerca de su país. Pueden hablar de cosas como los nombres y cargos de los líderes; pueden hablar de la historia y de los símbolos nacionales, como las banderas; pueden hablar de cómo es la tierra o el clima, etc. Después de varios minutos, reúne a los grupos. Invita a un representante de cada grupo para que diga cinco cosas que mencionaron.

Opcional: da a cada grupo una hoja de papel y un lápiz para que hagan su lista.

Nuestro país es un lugar especial que tiene muchas cosas buenas. Lamentablemente, también pasan cosas malas, como en otros países. Estas cosas malas entristecen a Dios. Sin embargo, Dios no quita su protección de nuestro país. Él quiere que todas las personas conozcan su amor. Él quiere que todos acepten el regalo de la salvación. Dios quiere que los cristianos en nuestro país oren por aquellos que no lo conocen. ¡Dios escucha nuestras oraciones! Las oraciones hacen una diferencia.

Hoy vamos a escuchar una historia bíblica acerca de un hombre que oró a Dios por la gente de dos ciudades muy perversas. La oración cuando pedimos por otros se llama “intercesión”.

2. Enseñanza:

Aprender que Abraham rogó a Dios que salvara a los justos en dos ciudades (Génesis 18—19).

Consejo para el maestro: Tus alumnos tal vez sientan que no tienen mucho poder en sus vidas. Ellos necesitan saber que sus voces son importantes para Dios. Él escucha sus oraciones.

La historia bíblica en la lección anterior incluyó una de las personas más importantes de la Biblia: Abram. Después de esa historia sobre Abram y su esposa, Sarai, Dios cambió sus nombres. A Abram le dio el nombre de Abraham y a Sarai llamó Sara.

  • ¿Qué recuerdan acerca de Abraham?

¿Recuerdan que Abraham le había permitido a su sobrino Lot que escogiera dónde quería vivir, porque sus rebaños de animales eran demasiado grandes para que se queden juntos? Lot escogió vivir en el hermoso valle del río Jordán, y Dios dio a Abraham el resto de la tierra. El lugar que Lot había elegido para vivir estaba cerca de las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra. Pasaron muchos años. La gente en esas ciudades se volvió cada vez más pecaminosa; pero Lot seguía viviendo entre ellos.

Un día, mientras Abraham descansaba a la sombra de su tienda, vio a tres hombres importantes que venían caminando hacia él. Se levantó y fue a hablar con ellos.

—No sigan caminando–dijo Abraham—. Les voy a dar un poco de agua. Dejen que les traiga algo de comer.

Ellos aceptaron, así que Abraham y Sara les prepararon una comida.

Si es posible, comparte las imáges de la Biblia en Acción mientras cuentas la historia.

Más adelante en la historia, vemos que dos de los hombres eran ángeles, ¡y el otro era Dios mismo! Cuando los ángeles se fueron, Dios le dijo a Abraham que las cosas malas que hacían en Sodoma y Gomorra habían llegado a ser tan terribles que Él iba a juzgar a las ciudades y destruirlas.

Abraham le preguntó a Dios:

—¿Vas a matar a la gente buena con los impíos? Si hay cincuenta personas buenas, ¿vas a destruir todo y no salvarás a las ciudades por las cincuenta personas que te siguen? ¿Realmente matarás a los justos juntamente con los impíos? Por favor, ¿no hará el Juez de toda la tierra lo que es justo?

Si es posible, comparte las imáges de la Biblia en Acción mientras cuentas la historia.

El Señor aceptó salvar a las ciudades si encontraba allí cincuenta personas justas. Pero entonces Abraham comenzó a pensar. ¿Qué tal si no había allí cincuenta hombres y mujeres justos? ¡Las ciudades eran muy perversas! Así que se humilló y le pidió al Señor que perdonara a las ciudades si solo había cuarenta y cinco justos allí.

El Señor tiene mucha más compasión por la gente, más que cualquier ser humano, aún más que Abraham. La justicia es muy importante para Dios, así que aceptó la petición de Abraham.

Pero Abraham no terminó con eso. Al pensar en cuán perversas eran esas ciudades, comprendió que probablemente no había allí cuarenta y cinco personas justas. Así que le pidió al Señor que perdonara a las ciudades si solo había cuarenta justos. Cuando el Señor dijo que sí las perdonaría, Abraham bajó a treinta. Cuando el Señor dijo que sí a eso, Abraham bajó a veinte. Una vez más el Señor aceptó su pedido.

Finalmente, Abraham dijo:

—No te enojes conmigo, Señor, pero hablaré solo una vez más. ¿Qué tal si sólo hay diez personas justas allí?

Imaginen la alegría que sintió Dios al ver la compasión que tenía Abraham por los inocentes. Era la misma compasión que el Señor tiene. Pero ni siquiera había diez personas buenas y justas en las ciudades. Dios lo sabía, y ahora Abraham también lo sabría.

Opcional: Si usas La Biblia en Acción, que los niños lean la siguiente parte de la historia, “Cuando mucho no es suficiente”, en las páginas 52–55.

  • ¿Qué has aprendido acerca de Dios en esta historia?

Dios es compasivo y lento para la ira. También es santo y no puede tolerar el pecado y la maldad. Pero siempre se preocupa por su pueblo. Dios se preocupa por la justicia, que se haga lo bueno y justo.

  • ¿Qué has aprendido acerca de la intercesión, acerca de orar pidiendo por otras personas y ciudades?

Cuando Abraham pidió a Dios que tuviera misericordia, Dios le oyó. Dios escucha cuando oramos pidiendo por otras personas.

Esa noche, Lot, el sobrino de Abraham, estaba sentado en la entrada de la ciudad de Sodoma cuando vio a dos hombres que venían hacia él. Sabemos que ellos eran dos ángeles enviados por Dios.

La gente de la ciudad era tan malvada que Lot sabía que estos huéspedes importantes estarían en peligro si pasaban la noche en la plaza de la ciudad. La gente les haría mucho daño. Él les pidió que pasaran la noche en su casa, así que se fueron con él.

Los ángeles advirtieron a Lot de que la ciudad sería destruida. Lot y su familia tenían que huir. Le preguntaron a Lot si había alguien más que podrían salvar. Las únicas personas que se le ocurrieron a Lot fueron los dos hombres que estaban comprometidos para casarse con sus hijas. Pero cuando Lot les advirtió, ellos no lo tomaron en serio.

Temprano por la mañana los ángeles le dijeron a Lot que se diera prisa para salir rápidamente de la ciudad con su esposa y sus dos hijas. Debían huir al monte; pero Lot les pidió que le dejaran ir a un pueblo cercano. Los ángeles aceptaron esto, pero dijeron a la familia que se diera prisa. El Señor les mostraría compasión, tal como Abraham lo había pedido. Dios no comenzaría su terrible juicio hasta que estuvieran a salvo a gran distancia. Los ángeles les dijeron que ni siquiera miraran hacia atrás cuando salieran de su tierra.

El sol ya había salido cuando Dios trajo juicio contra Sodoma y Gomorra. Fuego y azufre empezó a caer del cielo, tal vez causado por un fuerte terremoto. Todas las casas y las personas fueron destruidas. La mujer de Lot desobedeció la orden de los ángeles; se volvió y miró a Sodoma. Tal vez se lamentaba por la vida que dejaba atrás. ¡Ella murió de inmediato!

Abraham había pedido a Dios que tuviera compasión de los justos que había en las ciudades, aunque hubiera tan solo diez personas. Lo triste era que no había ni siquiera diez. Sin embargo, Dios escuchó el pedido de Abraham y salvó la vida de Lot y sus dos hijas.

Voy a leerles algunas declaraciones. Según esta historia acerca de Abraham, díganme cómo saben que son verdad.

  • Dios escucha cuando oramos por nuestro país y por las ciudades.
  • Las oraciones por nuestro país y nuestras ciudades marcan una diferencia.
  • Está bien acudir a Dios más de una vez con las cosas que nos preocupan o nos perturban. Él siempre escucha.
  • Dios siempre es justo cuando castiga a las personas por sus pecados.

Señala que Dios quiere que pidamos por la gente de nuestras ciudades y pueblos para que estén dispuestos para amarlo. Dios sabe que cuando la gente lo ama, nuestras ciudades y pueblos llegan a ser mejores lugares y más seguros.

3. Respuesta

Orar por las personas en diferentes regiones del país.

Lee 1 Timoteo 2:1–3 a los niños, si es posible en tu Biblia. Anímalos a escuchar cuidadosamente lo que Pablo dice acerca de Dios y de la oración en estos versículos.

Versículo para memorizar:

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador.

1 Timoteo 2:1–3

  • ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de Dios?

A Dios le complace cuando oramos por todas las personas, también por los líderes de nuestro país y de nuestras ciudades, pueblos o aldeas.

  • ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de la oración?

La oración es importante. Hay diferentes clases de oraciones, tales como la oración de agradecimiento, hacer peticiones por nosotros mismos, e intercesiones por otras personas. Especialmente debemos orar por los jefes de gobierno de nuestro país y de nuestras ciudades, pueblos o aldeas. Aunque no estemos de acuerdo con sus acciones o políticas, debemos orar para que tomen buenas decisiones.

Dios ama a todas las personas y a todos los países del mundo. Se pone triste cuando la gente se aleja de Él y hace cosas malas. Cuando oramos por nuestras ciudades y naciones, Dios escucha. Hagamos ahora una actividad de oración por nuestro país.

Camina en un círculo grande alrededor del salón de clases. Cuando llegues a la parte norte del salón, grita: “Norte”. Pide a los niños que se reúnan alrededor tuyo y guíalos en una oración por la gente que vive en el norte de tu país. Pueden bajar la cabeza al orar. Usa la siguiente oración u ora con tus propias palabras:

Amado Padre celestial, oramos por las personas que viven en el norte de nuestro país. Oramos que más personas en esta región oigan de ti y acepten tu amor. Oramos especialmente por las autoridades en esta zona. Oramos que hombres, mujeres y niños te busquen y hagan tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.

Seguidamente, pasa al lado oeste del círculo y grita: “¡Oeste!” Que los niños se junten en parejas y oren por la gente del occidente del país.

Sigue hacia el lado sur del círculo. Pide que los niños inclinen la cabeza y oren en silencio por las personas que viven en esa región.

Por último, pasa hacia el lado este del círculo y pide voluntarios para orar en voz alta por las personas que viven en esa parte del país.

Opcional: Si tienes un mapa del país, muéstralo al hacer las actividades de oración por cada zona: norte, oeste, sur y este. Anima a los niños a que oren por la gente de ciudades y pueblos específicos.

Si usas las Páginas del Alumno, los niños pueden hacer esta actividad en la página que corresponde a esta lección.

Reúne a los niños de nuevo en el centro del salón. Finaliza la clase con una oración, declarando sobre ellos una bendición, basada en el Salmo 103:8.

Bendición: Dios ama a este país. Él ve a la gente que sufre, y su corazón está lleno de compasión. Dios quiere que se aparten del pecado y vayan hacia Él. Oremos por nuestro país. ¡Que Dios escuche nuestras oraciones y cambie los corazones de la gente!

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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