En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Opcional: Si usas la estación de respuesta a la oración y no se puede dejar de manera permanente, instálala de nuevo ahora. Coloca los papeles y lápices, los paños o cuerdas que los estudiantes usarán durante la respuesta al final de la clase.
Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Mateo 6:10
¿Algunas veces miras todo el dolor y el sufrimiento del mundo y deseas que Dios haga todo de nuevo? Nuestro mundo caído está lleno de quebrantos como la violencia, enfermedades, pobreza, desastres naturales y corrupción. En medio de esto, Jesús nos dice que oremos para que el reino de Dios venga a la tierra y que su voluntad sea hecha aquí como en el cielo. La oración de este versículo nos señala su grandeza, incluso en medio de este mundo caído.
Piensa en algo de tu vida que esté quebrantado, por ejemplo, una relación rota, alguien enfermo o violencia en tu comunidad. Trae tus heridas y temores a Dios. Solo Él puede darte paz verdadera. Después pídele que te use para traer su reino a la tierra.
Anima a los estudiantes a preguntarles a sus familiares: “¿Quién es el mejor gobernante de todos?”. Luego, pueden compartir que Dios reina en nuestros corazones no a través de la fuerza sino de su amor.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Divide a los adolescentes en 3 grupos. Asigna una de las parábolas a cada grupo. Haz que las lean, comenten su pasaje y creen una representación corta para hacer una demostración de la historia. Puede ser tan simple como los adolescentes actuando los versículos mientras otro estudiante los lee. Si es posible da a cada grupo una Biblia para que puedan leer los versículos directamente de la Escritura. Si no se puede, usa las hojas que están para ser cortadas del final de la lección.
La semilla de mostaza
Les contó otra parábola: El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas.
Mateo 13:31–32
La perla
También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.
Mateo 13:45–46
El tesoro escondido
El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.
Mateo 13:44
Después de que los grupos hayan terminado sus presentaciones, reúne a la clase para la discusión.
Jesús usó parábolas para explicar verdades espirituales complicadas de maneras más simples.
¿Qué idea similar se expresa en todas estas parábolas?
Todas hablan sobre el reino de Dios (o el reino de los cielos).
¿De qué forma entender el reino de Dios afectó a las personas en estas parábolas?
Todos vieron el valor del reino y estuvieron dispuestos a hacer grandes sacrificios por él.
¿Qué te dice esto sobre el reino de Dios?
Dirige a los estudiantes a entender que convertirse en parte del reino de Dios es de gran valor.
Por medio de estas parábolas, Jesús no enseñó el valor del reino de Dios. Pero ¿de qué se trata? Aprendamos más acerca del reino de Dios.
Haz que un estudiante lea Mateo 6:9–13 en voz alta y desde la Biblia. Si no es posible, usa el pasaje impreso a continuación.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Ustedes deben orar así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”
Mateo 6:9–13
Ya aprendimos sobre la primera frase de está oración: “Padre nuestro que estás en cielo, santificado sea tu nombre”. Hoy nos enfocaremos en la siguiente parte: “Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
¿Qué crees que es el reino de Dios?
Permite que 2 o 3 estudiantes respondan.
¿Qué significa para Dios hacer que su reino venga y su voluntad sea hecha?
Los estudiantes pueden sugerir que significa que Dios reinaría y gobernaría en los corazones y las vidas de las personas que creó o que vendría a gobernar el mundo como un rey terrenal.
Este reino que Jesús menciona no es un país o continente. No es algo que podemos ver en un mapa. Es un reino que es visible en las vidas de los creyentes que aman y honran a Dios y tratan de seguir su voluntad para sus vidas. Este reino, al final, será completado cuando Jesús vuelva a la tierra. La Biblia nos dice que algún día Jesús destruirá todo el pecado y la maldad y que el mundo se convertirá en el reino de Dios. Hasta ese día, el mundo será un lugar quebrantado y caído. El poder humano no puede quitar el pecado y la maldad del mundo. Pero aquellos que siguen a Dios pueden ayudar a los demás a ver su reino. Así es como sucede:
Cuando Dios obra en los corazones de aquellos que creen en Él, las personas comienzan a vivir de maneras que lo honran. Dios puede usar esto para atraer a otros hacia Él. Cuando nosotros, como pueblo de Dios, reflejamos su amor y gracia, esto nos cambia a nosotros y a aquellos que nos rodean. Podemos ver destellos de cómo Dios creó originalmente las cosas. Cuando el pueblo de Dios comparte su amor, el Espíritu Santo puede usarlos para llevar a las personas al reino de Dios.
La Biblia nos dice que solo hay un camino para entrar al reino de Dios, este es a través del Hijo. Esto es lo que dijo Jesús.
—De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
Juan 3:3
¿Qué crees que significa “nacer de nuevo”?
Deja que los estudiantes compartan sus pensamientos.
“Nacer de nuevo” significa que tu vida ha sido hecha de nuevo por medio del sacrificio de Jesús en la cruz. Cuando crees que Él murió en la cruz y resucitó para pagar el castigo por todos tus pecados, te conviertes en parte de la familia de Dios y de su reino. Permites que gobierne tu vida. Tu corazón es cambiado, y comienzas a vivir como Él quiere que lo hagas. Eso es lo que significa entrar en el reino de Dios.
Leamos de nuevo la sección de la oración especial que Jesús les enseñó a sus discípulos que habla sobre el reino de Dios.
Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Mateo 6:10
¿Por qué queremos que venga el reino de Dios?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas. Si no lo mencionan, ayúdalos a entender que cuando el reino Dios esté completo en la tierra, todo el dolor, el pecado y la maldad serán destruidas.
Jesús utilizó parábolas, incluidas las que presentamos hace un rato para ayudar a sus seguidores a entender el reino de Dios. Presta atención a otra parábola que compartió acerca de escoger los caminos de Dios en vez de los del mundo caído y quebrantado.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
Haz que un estudiante lea Mateo 7:24–27 en voz alta y desde la Biblia. Si no es posible, los versículos están impresos a continuación.
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y grande fue su ruina.
Mateo 7:24–27
¿Quién es el hombre sabio?
La persona que escucha y hace lo que Dios desea.
Si escuchamos la palabra de Dios y no la practicamos, somos como el hombre insensato. Descubriremos que, durante las dificultades de la vida, ¡nuestra vida puede derrumbarse! Esto es lo que vemos a nuestro alrededor, vidas derrumbándose porque las personas carecen de esperanza, amor, consuelo, justicia y otras cosas del reino de Dios.
¿De qué manera crees que ser como este hombre sabio podría ayudarnos a nosotros y a los que nos rodean?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan lo que piensan.
Aquí hay otro versículo sobre la manera que Dios ha llamado a la gente de su reino a vivir.
Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará,
y haremos nuestra vivienda en él.
Juan 14:23
¿Qué piensas que significa hacer tu hogar con Dios?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas. Después guíalos a entender qué significa convertirse en parte de su reino y al final vivir con Él en el cielo por toda la eternidad.
¿De qué manera guardar la palabra de Dios puede cambiar a una persona?
¿Por qué piensas eso?
Deja que 2 o 3 estudiantes compartan sus ideas. Después guíalos a entender que aquellos que aman a Dios llegan a ser más como Él, entonces sus vidas comienzan a reflejar sus caminos en vez de los suyos.
¿Crees que este cambio tendría una influencia positiva en los demás?
¿Por qué sí o por qué no?
Deja que 2 o 3 estudiantes comuniquen lo que piensan. Después guíalos a entender que cuando la gente responde a los demás de maneras más amorosas, esto crea más amor, más paciencia y más sanidad.
Cuando una persona se convierte en parte de la familia de Dios, de su reino y comienza a vivir de acuerdo a su Palabra, Dios empieza a cambiarla. Mientras busca hacer la voluntad de Dios, su vida comienza a reflejar la bondad de Dios. A medida que Dios continúa cambiando su corazón, se convierte en alguien que puede traer el amor y la sanidad de Dios a nuestro mundo quebrantado. Así es cómo nos permite ser parte de su obra, al hacer que su reino sea visible para los demás.
Jesús nos enseñó a vivir de maneras que honran y glorifican a Dios, y que pueden ayudar a los demás a ver el reino de Dios. Pero, aunque los creyentes pueden hacer mucho para traer más amor y paz al mundo, es importante comprender que el reino de Dios nunca estará completo hasta que Jesús venga de nuevo. A pesar de que los creyentes pueden ayudar a traer amor a nuestro mundo quebrantado, sólo Dios puede destruir el pecado, la maldad y la muerte para siempre.
Jesús también nos enseñó a pedirle a Dios que traiga su reino aquí. Escucha la oración de Jesús de nuevo.
Lee Mateo 6:10 a la clase otra vez.
Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Mateo 6:10
Esta oración le pide a Dios que traiga su reino aquí. Cuando proclamamos “venga tu reino” decimos valientemente, ¡trae tu gobierno a la tierra! ¡combate el mal! ¡salva a tu pueblo! ¡trae justicia! ¡trae esperanza! Pensemos en las formas que Dios puede traer su gobierno aquí a la tierra.
Haz una pausa por un momento para que los estudiantes puedan pensar en algo.
Tomemos turnos para pedir a Dios que su voluntad sea hecha en la tierra. Cuando tengas una idea, ponte de pie y dila en voz alta. Puedes usar una frase que ya mencioné si no se te ocurre algo. Yo comenzaré.
Comienza con una oración corta. Si es necesario, comparte ideas con los adolescentes. A continuación hay algunas sugerencias:
Después de que todos hayan tenido un turno, finaliza repitiendo todos juntos las palabras de Mateo 6:10: “¡Que venga tu reino! ¡Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo!”
Dios conoce cuando estamos sufriendo. Sabe que las personas que nos rodean sufren. Sabe que el mundo está lleno de dolor, enfermedad, sufrimiento y maldad. ¡Y se preocupa profundamente!
Piensa en una situación de tu vida en la que sufres o necesitas algo. También puede ser una realidad de la vida de otra persona o algo de nuestra comunidad. Por ejemplo, podría ser una dificultad familiar o algo doloroso en la vida de un amigo. Quizás una adicción o alguien que está siendo maltratado. Incluso puede ser el temor de que Dios no pueda realmente ayudar. Puedes confiarle tus heridas y temores. Él tiene el poder para traer paz incluso en los momentos más difíciles.
Opcional: Pide a los estudiantes que piensen en símbolos para representar sus situaciones. Señala la estación de respuesta a la oración. Dales la oportunidad de añadir sus símbolos a la estación como lo hicieron en la clase anterior.
Cuando estés listo, ven a la estación de respuesta a la oración y añade tu símbolo. Pide a Dios que traiga su reino a esa situación o esa persona.
Haz una pausa por 2 o 3 minutos para permitir que respondan los estudiantes.
Opcional: Si usas la Página del Alumno, da a los estudiantes tiempo para completarla.
Si eres cristiano, puedes ayudar a los demás a ver el reino de Dios e invitarles a entrar. Por ejemplo, puedes consolar a alguien que está sufriendo, o llevar esperanza a una persona que enfrenta una situación desesperanzadora. Dios puede usarte para traer paz a una situación que está llena de enojo. Cuando compartes amor, compasión, misericordia y gracia con las personas, estás ayudándoles a ver el reino de Dios.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Mateo 6:10.
Bendición: Que el reino poderoso de Dios venga a tu vida. Que su voluntad sea hecha en ti, y que Él sea el gobernador de tu corazón. A medida que trasforma tu vida, que te ayude a reflejar su amor hacia los demás.
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