Mujeres: amadas por Jesús

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en la Formación Espiritual

Materiales
  • Biblia
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción imágenes de la mujer samaritana y María
  • Lápices
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

Pero él les contestó: —Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.

Lucas 8:21

Jesús no discrimina. A él no le importa si eres hombre o mujer, si eres joven o anciano. No le interesa si eres rico o pobre, qué idioma hablas o de qué color es tu piel. El desea que te acerques a Él para que puedas escuchar su palabra y ponerla en práctica.

A medida que te preparas para enseñar a tus estudiantes, lee las 3 historias de esta lección: Jesús y la mujer samaritana (Juan 4:7–26, 39–41), María y Jesús en Betania (Juan 12:1–8), y Jesús y María Magdalena en la tumba (Juan 20:11–18).

De la misma forma que Jesús conocía y se preocupaba por estas mujeres, Él te conoce y se preocupa por ti. ¿Cómo demuestra su amor y cuidado hacia ti? ¿De qué manera lo has visto obrar en ti y a través de ti? ¿Cómo te ha cambiado para siempre? Pídele que te ayude a ver su cuidado y amor por ti, incluso en las circunstancias comunes y corrientes. A medida que te acerques a Jesús, que puedas crecer en amor hacia Él, y que compartas su amor y verdad con otras personas.

Conexión familiar

Anima a los estudiantes a pensar una manera práctica de mostrar honra hacia una mujer de la familia. Explica que la amabilidad de ellos puede animar a los demás a tratar a las mujeres con más honra.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Representar 3 historias bíblicas que muestren cómo Jesús honró a las mujeres (Juan 4:7–26, 39–41; Juan 12:1–8; Juan 20:11–18; Romanos 12:10).

A medida que les das la bienvenida a tus estudiantes, pregúntales si han podido mostrar respeto a las mujeres y niñas que conocen. Invita a 2 o 3 estudiantes a compartir sus historias con todo el grupo.

Descarga las páginas al final de esta lección que incluyen las historias bíblicas. Divide a los estudiantes en 3 grupos, y entrega una página a cada uno de ellos. Si es posible, que cada grupo tenga una Biblia.

Haz que los estudiantes lean el primer párrafo antes de pasar a la historia bíblica. Después pídeles que se preparen para el sketch o la representación de sus historias. Fomenta que todos los estudiantes participen, aunque solo algunos tendrán partes para hablar. Los demás pueden ser la gente de la comunidad o los pozos.

Dales de 5 a 10 minutos para leer sus historias y preparar sus representaciones. A continuación, están las copias de las historias para que uses como referencia.

Jesús y la mujer samaritana

Jesús y sus discípulos viajaban a través de Samaria. Jesús se sentó cerca de un pozo para descansar. En el tiempo de Jesús, los judíos y los samaritanos eran grandes enemigos por más de 500 años. Jesús era judío y los judíos no le hablaban a los samaritanos. También, generalmente los hombres no tenían conversaciones con las mujeres. Sin embargo, Jesús le habló a una mujer samaritana que estaba sola cerca del pozo y le pidió que le diera de beber un poco de agua. Lee la historia de la Biblia que se encuentra en Juan 4:7–15, 25–26, 28–30. Si no tienes una Biblia, a continuación, está impreso el relato.

Si es posible, muestra a los estudiantes las imágenes de la Biblia en Acción.

Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo:—Dame un poco de agua. Pero, como los judíos no usan nada en común con los samaritanos, la mujer le respondió: —¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana? —Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida. —Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida? ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado? —Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. —Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.

Juan 4:7–15

—Sé que viene el Mesías, al que llaman el Cristo —respondió la mujer—. Cuando él venga nos explicará todas las cosas. —Ese soy yo, el que habla contigo —le dijo Jesús.

Juan 4:25–26

La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: —Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo? Salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús.

Juan 4:28–30

Jesús y María en Betania

Antes de los días de la Pascua judía, Jesús se detuvo en el pueblo de Betania para visitar a María, Marta y Lázaro. Los discípulos de Jesús estaban con Él, incluyendo a Judas Iscariote, quien con el tiempo lo traicionaría. Lee la historia de la Biblia en Juan 12:1–8. Si no tienes una Biblia, el relato está a continuación.

Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó: —¿Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres? Dijo esto no porque se interesara por los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella.—Déjala en paz —respondió Jesús—. Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

Juan 12:1–8

Jesús y María Magdalena en la tumba

Cuando Jesús murió, pusieron su cuerpo en una tumba. Unos días después, María Magdalena, una seguidora de Jesús fue a ver su cuerpo. Cuando vio que la piedra enorme que estaba frente a la tumba había sido removida, pensó que alguien había robado el cuerpo de Jesús. María corrió donde los discípulos para contarles lo sucedido, y Pedro y Juan regresaron con ella a la tumba vacía. Cuando los hombres vieron que la tumba estaba vacía, regresaron a su hogar. Pero María se quedó en el lugar llorando de tristeza. Lee el resto de la historia bíblica en Juan 20:11–18. Si no tienes una Biblia, el pasaje está impreso a continuación.

Pero María se quedó afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. —¿Por qué lloras, mujer? —le preguntaron los ángeles. —Es que se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto —les respondió. Apenas dijo esto, volvió la mirada y allí vio a Jesús de pie, aunque no sabía que era él. Jesús le dijo: —¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? Ella, pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo: —Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo iré por él. —María —le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó: —¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro). —Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”. María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. «¡He visto al Señor!», exclamaba, y les contaba lo que él le había dicho.

Juan 20:11–18

Después de que los estudiantes hayan preparados sus sketches, dale a cada grupo algunos minutos para presentar sus obras. Haz que lean el párrafo al comienzo de la página en voz alta y que luego representen su sketch. Anima a los adolescentes a aplaudir a cada grupo. Después que hayan finalizado de actuar, pídeles que tomen asiento para hablar con ellos.

  • ¿Qué similitudes notaste en estas historias?

Hubo encuentros entre Jesús y mujeres. Jesús las trató con honra. Les mostró que conocía a las mujeres y las amaba.

  • ¿Por qué crees que estas historias están incluidas en la Biblia?

Los estudiantes pueden responder que estas historias están en la Biblia porque nos muestran de qué manera Jesús trataba a las mujeres.

Cada una de estas 3 historias involucra un encuentro entre Jesús y una mujer. En estas historias reales, Él mostró su amor y honra por ellas. Podemos aprender mucho de la forma que Jesús trató a las mujeres.

2. Enseñanza:

Hablar sobre la manera en que Jesús trató a las mujeres (Juan 4:1–42; 12:1–8; 20:11–18).

En la primera historia, Jesús mostró respeto al hablar con la mujer del pozo, incluso cuando ella era mujer y samaritana. En los días de Jesús, los judíos y los samaritanos se odiaban entre sí. También sabemos que la mujer estaba sola cerca del pozo, lo que significaba que incluso no era aceptada en su propia sociedad. En esa cultura, las mujeres habrían ido al pozo en grupos. Pero esta mujer estaba sola porque las demás la rechazaban. Y los hombres, especialmente los maestros importantes como Jesús, no le habrían hablado a una mujer, especialmente a una que no era aceptada por la sociedad.

Consejo para el maestro: Quizás algunos de tus estudiantes respondan a esto de manera emocional debido a sus propias experiencias. Debes estar preparado para hablar después de la clase con los estudiantes que necesiten una guía o ánimo.

Otra cosa importante sobre esta historia es que era la primera vez que Jesús revelaba que Él era el Mesías, el “ungido”, el rey que los judíos habían estado esperando que llegara. Le dijo a la mujer que Él ofrecía vida eterna a aquellos que confiaran en Él. En vez de compartir esta información importante primero con sus discípulos o con los líderes religiosos, o incluso con los funcionarios de gobierno, Jesús escogió compartir esto con una marginada mujer samaritana al lado de un pozo. Debido a que ella creyó en Jesús y compartió estas noticias con otros, muchas más personas en Samaria comenzaron a tener fe en Él.

  • ¿Cómo trató Jesús a la mujer del pozo?

Jesús trató a la mujer con amabilidad y honra.

  • ¿Cuáles son algunas maneras específicas en que Jesús le mostró honra?

Él le habló a pesar de que otros no lo hubieran hecho. Compartió su amor con ella. Se reveló a sí mismo como el Mesías por primera vez.

  • ¿Las mujeres de tu comunidad son tratadas de la manera que Jesús trató a la samaritana? ¿Por qué sí o por qué no?

Permite que 2–3 estudiantes compartan lo que piensan.

En la segunda historia, Jesús estaba cenando con algunos amigos cercanos. María, una de sus seguidoras, se sentó a sus pies. Ella derramó un perfume caro en los pies de Jesús y los secó con sus cabellos.

Judas Iscariote, otro seguidor de Jesús, se quejó sobre lo que María hacía. Dijo que el perfume caro debió haberse vendido y el dinero usado para ayudar a los pobres. Pero Jesús defendió a María. Él sabía que sus acciones eran motivadas por el amor que le tenía, un amor tan grande que estaba dispuesta a ignorar las restricciones de su cultura para las mujeres. En vez de corregirla a ella como lo hizo Judas, Jesús reconoció su amor y fe. Recibió el amor y la honra que ella le dio libremente.

  • ¿Cómo trató Jesús a María?

Jesús la trató con amabilidad y honra.

  • ¿Cuáles son algunas maneras específicas en las que Jesús mostró respeto por ella?

Él no la reprendió. Públicamente reconoció lo que hizo por Él. La defendió de Judas.

  • ¿Las mujeres y las niñas de tu comunidad son tratadas de la manera que Jesús trató a María? ¿Por qué sí o por qué no?

Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.

En el final de la historia, María Magdalena (otra María que la de nuestra última historia) fue a la tumba de Jesús a llorar por Él. Cuando vio a Jesús, no lo reconoció. Pero cuando Él dijo su nombre, ella quedó abrumada de gozo. Jesús había resucitado de la muerte. ¡Él está vivo! ¡Y la llamó por su nombre! Esto mostró el gran amor de Jesús por ella.

Jesús decidió que María fuera la primera persona en verlo después de su resurrección. Él no escogió a un funcionario importante de gobierno o a un hombre con poder e influencia. Incluso no eligió a uno de sus hombres seguidores, aunque algunos de sus discípulos ya habían visitado la tumba. En cambio, Él le dio a María el honor de ser la primera en verlo y en compartir las noticias de su resurrección con el mundo. Esta fue una decisión inusual para ese tiempo. En el tiempo de Jesús, generalmente el testimonio de una mujer no habría sido valorado.

  • ¿De qué manera trató Jesús a María Magdalena?

Jesús la trató con amor y honra.

  • ¿Cuáles son las maneras específicas en que Jesús la honró?

El la llamó por su nombre. Ella fue la primera persona a la que Él se reveló después de su resurrección. Le pidió que compartiera las noticias con sus discípulos.

  • ¿Las mujeres y las niñas de tu comunidad son tratadas de la manera que Jesús trató a María Magdalena? ¿Por qué sí o por qué no?

Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Asegúrate de mencionar estereotipos, prácticas o restricciones culturales adecuadas que ilustren la falta de respeto hacia las mujeres o que muestren que no son tan valoradas como los hombres.

En la Biblia, hubo muchas mujeres que siguieron a Jesús y tuvieron fe en Él. Las conocía personalmente y las veía como individuos únicos y especiales. Las acciones de Jesús nos dan un ejemplo de cómo tratar a las otras personas, incluidas las mujeres y las niñas, con respeto y honra. Jesús no escogió responder a los demás según las reglas de la cultura. En cambio, sus elecciones reflejaron la voluntad de Dios. Por esta razón, trató a todos los que conoció como lo hace Dios, con honra y amor.

Versículo para memorizar

Haz que un estudiante lea Romanos 12:10 en voz alta y desde la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.

Romanos 12:10

Dirígete a alguien que esté sentando cerca de ti. En tus propias palabras, explícale a tu compañero qué significa este versículo.

Dales tiempo para discutir lo que piensan qué significa este pasaje. Después pide a 2–3 estudiantes que compartan sus ideas con todo el grupo.

La Biblia nos dice que nos amemos con afecto genuino y que nos deleitemos en honrarnos mutuamente, y esto se aplica a todos. Somos llamados a honrar a cada persona independientemente de su idioma, clase social, habilidades, género o cualquier otra diferencia. Dios nos ama a todos completamente y por igual, y nos llama a amar a los demás de la misma manera.

Divide a los estudiantes en grupos de 3–4. Pide a cada grupo que proponga una situación en la que una persona podría ser tratada de forma deshonrosa. Diles que consideren cómo la sociedad esperaría que respondieran. Luego ínstalos a pensar cómo contestaría Jesús. Invita a 2–3 grupos para que compartan sus situaciones y respuestas con todo el grupo.

Consejo para el maestro: Algunos de tus estudiantes pueden sugerir situaciones difíciles tales como violaciones o abusos. Guíales a entender de qué forma responder a los demás mostrándoles amor y honra como lo hizo Jesús, aun en circunstancias dolorosas.

3. Respuesta

Responder a Jesús como lo hicieron las mujeres de los relatos bíblicos.

  • ¿Qué aprendiste sobre cómo debes tratar a las mujeres, de acuerdo a la forma en que Jesús las trató? ¿Qué aprendiste de Jesús sobre cómo debes tratar a la mujeres?
  • ¿Cuáles son algunas de las maneras prácticas de mostrar respeto hacia las niñas y mujeres de tu vida?

Pensemos en las 3 historias bíblicas de nuevo: Jesús y la mujer samaritana, Jesús y María en Betania, y Jesús y María en la tumba. Estas historias nos dan ejemplos de cómo Jesús trató a las mujeres con honra y amor. También nos dan ejemplos de la forma en que podemos responder a Jesús.

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, hay un espacio para que los estudiantes respondan.

Haz que los estudiantes se dispersen por el salón de clase, de tal manera que puedan verte y escucharte.

Así cómo Jesús amó a estas mujeres, te ama a ti. Jesús te amó tanto que escogió morir para pagar el precio por tus pecados. Desea perdonar tus pecados y vivir contigo por siempre. Nada que hayas hecho puede separarte de su amor increíble. Él te invita a aceptar su regalo de gracia y elegir seguirlo. No importa si eres mujer u hombre, niño o niña. ¡Jesús te ama y quiere tener una relación cercana contigo!

Piensa en el amor que Jesús tiene por ti. Si quieres responder a su amor mostrando tu amor por Él, puedes responder como lo hicieron las mujeres en estos relatos bíblicos.

Pide a los estudiantes que cierren sus ojos para que puedan contestar de manera individual.

La mujer samaritana del pozo quería aprender más sobre Jesús. Pasó tiempo con Él. Escuchó lo que Él tenía que decir. Creyó las palabras de verdad que le dijo Jesús.

Si quieres aprender más acerca de Jesús, como la mujer del pozo, pon las manos cerca de tus oídos. Que Jesús sepa que estás escuchando, que quieres conocer su verdad. Que tenga claro que deseas ser lleno con el agua que da vida eterna. Puedes pedirle que perdone tus pecados y aceptar su regalo de perdón.

Dales 1 o 2 minutos para responder en silencio.

Consejo para el maestro: Recuerda a los estudiantes que tienen las manos en sus oídos. Luego pregúntales sobre lo que decidieron. En el caso de que quieran tener más información acerca de aceptar el regalo de salvación, habla con ellos y oren juntos. Puedes usar el Camino de Salvación que está a continuación para ayudarte.

Cuando derramó el perfume a sus pies y los secó con sus cabellos, María estaba adorando a Jesús. Ella respondió con amor al respeto y amor que Él le mostró. María confió en Él y quería mostrarle cuánto lo amaba. Lo adoró al lavar sus pies con el precioso perfume para demostrar que le entregaba algo aún más precioso, su corazón.

Si deseas hacer algo hermoso para Jesús, coloca las manos en tu corazón. Dile que te gustaría entregarle las cosas que son más preciadas para ti porque su amor es muchísimo más valioso. Hazle saber que Él vive en tu corazón. Puedes adorar a Jesús diciéndole en oración cuán maravilloso es, o en voz baja cantando una canción para Él.

Si aún no vive en tu corazón, puedes invitarlo a entrar. Tienes la posibilidad de aceptar lo hermoso que ha hecho por ti, dar su vida para pagar el precio por tus pecados. Puedes poner tu confianza en Él y pedirle que sea tu Salvador.

Consejo para el maestro: Si los estudiantes tienen preguntas o comparten que les gustaría aceptar el regalo de la salvación de Jesús, invítalos a hablar contigo después de la clase para que puedas responder sus preguntas y orar con ellos. Puedes usar el Camino de Salvación que está a continuación para ayudarte.

Dales 1 o 2 minutos para responder en silencio.

Muy temprano por la mañana, María Magdalena visitó la tumba de Jesús. Fue a lamentar su muerte. Al descubrir que no estaba ahí, lloró. ¡Pero Jesús la llamó por su nombre! Luego, ¡se dio vuelta y vio su rostro! Fue ahí cuando supo que, ¡estaba vivo! Cuando descubrió esta noticia maravillosa, quiso pasar tiempo con Él. Jesús le pidió que compartiera la noticia de su resurrección con las demás personas, y ella lo hizo.

Si quieres responder a Jesús al compartir su amor con otros, mantén tus manos en alto por sobre tu cabeza. Que Jesús sepa que confías y crees en Él. Cuéntale que quieres que te llame por tu nombre. Puedes pedirle que te ayude a ver cuándo y dónde quiere que compartas el mensaje de su gracia y perdón. Dile que prepare tu corazón para compartir este mensaje importante y que te dé sabiduría y valor para comunicar su amor a las personas.

Dales varios minutos para responder a Jesús de forma individual. Después finaliza la clase diciendo esta bendición por tus estudiantes, basada en Romanos 12:10.

Bendición: Que Jesús, quien te ama profundamente y te ve como lo más precioso de su creación te ayude a ver a las personas de la manera que Èl lo hace. Que su ejemplo de respeto y amor guíe la forma en que tratas a los demás, y que te deleites en honrar a los otros como Él lo hace.

Consejo para el maestro: Si es posible, envía por correo electrónico o por mensaje de texto la tarjeta de Conexión familiar a la familia de tus estudiantes.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los adolescentes.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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