En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.
Colosenses 4:6
Todo el tiempo nos comunicamos con la gente que nos rodea. Hablamos con familiares, comerciantes, líderes, vecinos y amigos. ¿Cómo son nuestras palabras? Muy a menudo, lo que decimos está lleno de quejas, amargura, o ira; en vez de gracia, amabilidad y gratitud. Este versículo nos habla de las palabras que la gente quiere escuchar. ¿Qué palabras te gusta oír? Quizá disfrutas que te digan: “lo hiciste bien”, cuando realizaste algo que te encomendaron. A lo mejor te gusta escuchar que la gente te diga que eres una persona amable.
Lo que sea que te guste escuchar, es muy probable que, la gente que te rodea, disfrute escuchar las mismas palabras. Medita en las conversaciones que tuviste la semana pasada. ¿Tus palabras hicieron que aquellos que te importan se sintieran bien?¿Transmitieron una verdad purificadora al corazón de alguien? Haz una pausa y pide a Dios que su amor y perdón inunden tu propio corazón para que tus palabras sean llenas de gracia. Ora para que tus palabras, a medida que enseñas, muestren a los niños cómo comunicarse bien.
Que las familias sepan que esta semana comenzarás a enseñar una unidad sobre la comunicación. Diles que sus hijos aprenderán hoy que una buena comunicación utiliza palabras amables y agraciadas. Anima a las familias a discutir sobre las maneras de hablar palabras que otros quieran escuchar.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños por nombre a medida que ingresan a la clase. Esto les comunicará que los aprecias como individuos.
Pídeles que se sienten en un círculo. ¡Asegúrate de ser parte del círculo también!
¡Hagamos un juego! Este se llama “teléfono”. Susurraré al oído de la persona a mi derecha. El mensaje que digo sólo se dirá una vez. Cuando esta persona escuche el mensaje, susurrará el mensaje a la persona a su derecha. El mensaje se transmitirá de persona a persona hasta que me llegue todo el tiempo. Cuando (nombra a la persona que está tu izquierda) me diga la frase, nos detendremos.
Usa una de las frases a continuación o inventa tu propia frase:
Cuando susurren la frase a tus oídos, detente.
La frase que dije al comienzo del juego era (declara la frase). La frase que escuché al final del juego fue (menciona lo que escuchaste). ¡Son diferentes! ¿Cómo puede suceder esto?
A veces cuando hablamos, la gente no escucha exactamente lo que tenemos que decir. El acto de hablar y escuchar a las personas se llama comunicación. La comunicación necesita de alguien que hable y otro que escuche. El que habla debe decir las cosas de forma que el que escucha pueda entender lo que dice. El oyente debe tratar de entender lo que se dice. Si no entiende, puede hacer preguntas.
Si tienes tiempo, jueguen de nuevo, pero deja que un niño sea el primero que diga una frase simple. Después que se termine el juego, pide a los niños que se sienten en sus puestos respectivos para la enseñanza.
Cuando comunicamos compartimos ideas, pensamientos y sentimientos con los demás. La comunicación nos ayuda a conocer a las personas, y les ayuda a conocernos. En nuestro juego, vimos cuán fácil es que la comunicación se vuelva confusa.
Como aprendimos en nuestro juego, se necesita de 2 personas para comunicar, el que escucha y el que habla. Si una persona habla y la otra persona no escucha, eso no es buena comunicación. Si la persona que escucha no responde al que habla, tampoco es buena comunicación. Ambas deben comunicarse bien. Recuerda que la comunicación es compartir ideas, pensamientos y sentimientos con alguien.
Escucha esta historia verídica sobre Jesús y un hombre llamado Bartimeo. Presta mucha atención a las cosas que les ayudaron a comunicarse entre ellos.
Cuando Jesús vivió en la tierra como hombre, caminaba de ciudad a ciudad para enseñar a las personas sobre Dios. Un día, Él y sus seguidores se iban de una ciudad, y una multitud enorme de gente estaba con ellos.
Un mendigo ciego llamado Bartimeo estaba sentado al lado del camino. Escuchó que Jesús pasaba por ahí. Entonces comenzó a gritar, “¡Jesús! ¡Ayúdame por favor!” Muchos de los que estaban en la multitud le dijeron que se callara. Sin embargo, Bartimeo solo gritó más fuerte, “¡Jesús!¡Ayúdame por favor!”.
Jesús lo escuchó y se detuvo. Les dijo a las personas que trajeran a Bartimeo. Los que le decían que se callara, ahora le dijeron que se animara por que Jesús quería verlo. Bartimeo estaba tan entusiasmado que saltó y fue donde estaba Jesús.
Escucha la comunicación entre Bartimeo y Jesús.
Si es posible, lee los versículos siguientes directamente desde tu Biblia.
¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.
—Rabí, quiero ver —respondió el ciego.
—Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.
Marcos 10:51–52
Jesús hizo un milagro y sanó los ojos del hombre. ¡Ahora Bartimeo podía ver! Hablemos sobre la buena comunicación que hubo en esta historia.
Gritó para llamar la atención de Jesús.
Le preguntó que quería que hiciese por él. Luego lo escuchó.
Le dijo lo que quería.
Jesús lo llamó para que viniera donde él estaba. Le preguntó qué quería, y lo sanó.
En esta historia, vemos que tanto Bartimeo como Jesús usaron una buena comunicación. Una persona habló mientras que la otra escuchó. Después el oyente respondió al que habló. Claramente, Bartimeo declaró lo que deseaba. La respuesta de Jesús también fue clara.
La Biblia nos habla acerca de la buena comunicación. Escucha este versículo:
Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.
Colosenses 4:6
Este versículo nos dice que debemos comunicarnos de manera que haga que la gente quiera escuchar lo que decimos. También, debemos oír para saber cómo responder. Cuando decimos que nuestras palabras deben ser de buen gusto, quiere decir que debemos ser amables y amorosos. ¡La amabilidad y el amor hacen que nuestras palabras sean más placenteras de escuchar!
Coloca 4 tazas al frente de la clase, lejos de los niños.
Hagamos un juego para practicar la buena comunicación. Pónganse de pie al final de la sala.
Que los niños hagan 4 filas. Da al primer niño de cada fila una piedrecita y haz que se pongan las vendas en los ojos. Si no tienes telas para cubrir los ojos, diles que mantengan sus ojos cerrados.
El segundo niño de cada fila dará instrucciones al que tiene los ojos tapados en su grupo.
El compañero que puede ver le dará indicaciones al que tiene la venda en los ojos, para ayudarle a acercarse a las tazas (señala las tazas que están al frente de la sala). Los compañeros no se pueden tocar. Solo pueden hablar. Para cada pareja, el estudiante que puede ver caminará al lado del que lleva puesta la venda para asegurarse de que nadie se lastime.
El compañero que no ve puede hacer preguntas para poder llegar al frente de la sala. Cuando lleguen, el que lleva la venda puesta tratará de dejar caer la piedrecita en la taza.
Haz que 4 parejas de niños vayan al mismo tiempo. Cuando estén listos, que vayan los 4 siguientes. Si tienes tiempo, los compañeros pueden cambiar de roles y jugar de nuevo. Luego de siete minutos, haz que los niños dejen de jugar. Después del juego, pídeles que se sienten para comentarlo.
Si llevaste puesta la venda durante la actividad contesta las siguientes preguntas:
Deja que 2 o 3 niños respondan a cada pregunta.
En este juego, fue muy importante la buena comunicación. Tuviste que dar indicaciones claras, escuchar cuidadosamente, y hacer buenas preguntas. Sólo las parejas que hicieron estas cosas pudieron poner sus piedrecitas dentro de las tazas.
Deja que compartan sus ideas.
Esta semana, piensa sobre cómo puedes comunicarte con palabras que los otros puedan escuchar.
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, permite que los niños dibujen en sus hojas las respuestas a las preguntas que se formularon.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños. Repasa el versículo para memorizar con los niños.
Escuchemos nuestro versículo para memorizar:
Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.
Colosenses 4:6 DHH
Ayuda a los niños a recordar el versículo mientras enseñas las acciones que van con las palabras. Dirígelos a repetir cada oración con sus acciones, al menos 3 veces.
Su conversación—Pon las manos alrededor de tu boca. Usas las dos manos y simula jalar algo de ella.
Agradable y de buen gusto—Sonríe.
Deben saber—Con el dedo índice señala tu cabeza.
Cómo contestar—Extiende las dos manos hacia adelante, a la altura del pecho y con las palmas hacia arriba.
Cada uno—Mueve tus brazos señalando a cada persona que está en la sala.
Concluye la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Colosenses 4:6.
Bendición: Que tus palabras sean amables y hagan que la gente desee escucharte. Que sepas cómo oír y responder bien a los demás cuando te hablan. ¡Dios ama hablarte y escucharte!
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños y celebra cuán grande es Dios.
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