En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Dado que esta lección trata con un tema delicado, si es posible, divide a la clase en 2 grupos separados: un grupo para los chicos y otro grupo para las chicas. Haz que un maestro enseñe a los chicos y una maestra a las chicas.
Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mí.
Romanos 7:18–20
Los deseos pecaminosos invaden casi cada parte de nuestra vida. Entran sigilosamente a nuestro corazón y mente de una manera que nunca lo esperamos o imaginamos. Comenzamos engañándonos al creer que podemos resistir la tentación. Luego nos rehusamos a pensar que el pecado que estamos considerando está mal. A continuación, nos rendimos a nuestras tentaciones y desobedecemos a Dios, diciéndonos mentiras a nosotros mismos como: “¡No importa un pequeño pecado! ¡Otros han hecho cosas mucho peores!”. Quedamos atrapados en este ciclo una y otra vez, y el resultado final siempre es el mismo: vergüenza, culpa y temor que nos separa de Dios. No podemos romper este ciclo en nuestras propias fuerzas. Pero Dios es la fuente de toda verdad, ¡y ha vencido las mentiras del mundo!
¿En qué parte de tu vida se repite este ciclo de negación, engaño, y desobediencia? ¿Dónde sientes que has perdido la capacidad de hacer lo correcto? Pide a Dios que te ayude a romper el ciclo del pecado. Sus caminos siempre son verdaderos y buenos, y su fuerza es más que suficiente. Invítalo a borrar las mentiras que te tientan y a reemplazarlas con su verdad.
Anima a los estudiantes a preguntar a sus familiares: ¿cuáles son algunas maneras buenas de evitar la tentación? Luego pueden compartir que Dios nos da la fuerza para resistir cualquier tentación que enfrentemos.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los estudiantes a medida que llegan. Pregúntales si utilizaron internet últimamente y lo que hicieron cuando estaban en línea. Pídeles que formen grupos de acuerdo las actividades que realizaron en línea: comunicación, información, entretenimiento o compras. Jugarán un juego en estos grupos para la actividad de conexión.
Cuando estés listo para comenzar la clase, que los grupos formen círculos. Entrega a cada grupo una piedra y una taza y haz que las pongan en el suelo, en el medio del círculo. Luego asigna a cada grupo una parte del cuerpo del siguiente listado:
Después explica el juego.
Tienes que trabajar con tu grupo para poner la piedra en la taza. Sin embargo, solo puedes usar la parte del cuerpo que asigné a tu grupo. Por ejemplo, si tu equipo es el grupo “rodilla”, cada estudiante solo puede usar una rodilla para poner la piedra en la taza. Necesitarán trabajar juntos y usar la rodilla de varios estudiantes para recoger y mover la piedra. Gana el primer equipo que coloque la piedra en la taza. ¿Listos? ¡comiencen!
Dales 3 minutos para hacer esto. Luego asigna a los grupos diferentes partes del cuerpo y repite el juego. Después diles que tomen asiento en sus lugares habituales para conversar. Permite que 2 o 3 estudiantes respondan cada una de las siguientes preguntas.
¿Fue divertido el juego? ¿Por qué sí o por qué no?
¿Cuál fue la parte más difícil del juego?
Como algunos de ustedes mencionaron, la parte más difícil del juego fue que podías usar solo una parte del cuerpo. Si hubieras utilizado las manos, el juego habría sido más fácil. Incluso poder usar ambas rodillas o los dos codos lo hubiera hecho más fácil. Pero emplear una sola parte del cuerpo lo hizo difícil.
Dios nos creó de manera única y maravillosa. Nos ve como una persona completa: cuerpo, mente, espíritu y alma, y desea que los demás nos vean de esta manera también. Sin embargo, a veces pensamos solo en ciertas características que posee una persona y no consideramos sus otras cualidades valiosas.
Por ejemplo, es posible que no consideremos que una joven que es inteligente en matemáticas también puede ser muy amable con otros, o que un joven que es apuesto también puede ser muy servicial. Esto ocurre especialmente cuando se trata de la apariencia de las personas, y es particularmente peligroso en todo lo relacionado con la pornografía.
La pornografía es un material visual o impreso que está destinado a causar estímulo sexual. Incluye libros, videos, sitios web o revistas que muestran imágenes de partes privadas del cuerpo o exponen o describen actos sexuales.
La pornografía crea realidades falsas para causar una excitación sexual intensa en quienes la ven. A menudo provoca que veamos a las personas como objetos en lugar de verlas como creaciones preciosas de Dios que son dignas de amor y honra. Con frecuencia la pornografía también causa que nos deshonremos. Hoy vamos a hablar sobre las mentiras de la pornografía y cómo protegernos con la verdad de Dios.
Tristemente, muchas personas han sido expuestas a algún tipo de pornografía, especialmente en internet por medio de mensajes sexuales o mensajes en las redes sociales. Con frecuencia, podemos encontrar pornografía de manera accidental cuando buscamos algo completamente diferente. Otras veces, alguien que conocemos puede compartirla con nosotros o enviárnosla. Ser expuesto a la pornografía puede causar una reacción sexual intensa. Al verla solo una vez tiene el potencial de provocar que deseemos verla una y otra vez.
Verdad 1: Somos creados a imagen de Dios y completamente amados. El material pornográfico nos lleva a creer que el mundo está lleno de gente hermosa que pasa casi todo su tiempo satisfaciendo sus deseos sexuales. La pornografía establece estándares poco realistas de belleza y relaciones, lo que provoca que desarrollemos puntos de vistas incorrectos de lo que debería ser una relación sexual saludable en un matrimonio. Esto hace que estemos insatisfechos con nosotros mismos y con los demás.
Cuando comparamos la realidad con imágenes que parecen ser perfectas, es posible que nos veamos a nosotros y a los demás de manera negativa. Con la ayuda de Dios, podemos comenzar a vernos a nosotros y a otros de la misma forma que Él nos ve. Somos creados a imagen de Dios, y nos ama plenamente. Somos hermosos y preciosos a sus ojos. Escucha lo que nos enseña la Biblia sobre el amor de Dios por quienes creen en Él:
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
1 Juan 3:1
Que los estudiantes encuentren parejas y compartan sus respuestas. Harán esto con cada pregunta de esta sección.
Verdad 2: Es importante preocuparse por los demás. La pornografía nos lleva a creer que nuestros deseos son más importantes que cualquier otra cosa. Vemos las cosas que deseamos, y no podemos pensar en nada más. Esto hace que nos enfoquemos hacia adentro y solo pensamos en nosotros y en nuestros placeres egoístas. Ponemos nuestros deseos por encima de las personas. Este enfoque interno hace que pensemos tanto en nuestros deseos sexuales que tomamos decisiones tontas y pecaminosas. Esto daña nuestras relaciones con los demás y con Dios.
Dios nos ha llamado a centrarnos en Él y en los demás. Aunque nuestras necesidades y deseos son importantes, también es fundamental que pensemos en otros y que busquemos a Dios para que nos ayude a determinar cuáles son los deseos son buenos y correctos, cuáles nos acercan más a Él.
Presta atención a lo que nos enseña la Biblia sobre los demás:
Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.
Filipenses 2:4
Verdad 3: Dios nos puede ayudar a resistir la tentación. Si bien mirar fotos, leer libros, enviar o leer mensajes de chat, o mirar videos de actos sexuales puede parecer inofensivo, estas actividades dan paso a una mayor tentación. Una vez que cedemos a estas tentaciones, es posible que empecemos a pensar que está bien continuar haciéndolo. Esto conduce a más tentación y más pecado. Pronto sentimos que no tenemos control sobre nuestros deseos o nuestro comportamiento pecaminoso.
Dios nos ha llamado a evitar las cosas que nos tientan a pecar. Es posible que nuestros deseos sexuales sean fuertes y nos sintamos débiles cuando los enfrentemos. Sin embargo, podemos clamar a Dios para que nos de la fuerza en estas situaciones.
Escucha lo que nos enseña la Biblia sobre evitar las cosas que podrían ser perjudiciales para nosotros.
¿Puede alguien echarse brasas en el pecho sin quemarse la ropa? ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies?
Proverbios 6:27–28
¿Cómo puede dañar nuestra vida y relaciones la creencia de que podemos manejar la tentación?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Asegúrate de mencionar que puede provocar que continuemos con acciones pecaminosas, y estas elecciones nos lastiman a nosotros y a los demás.
¿De qué forma la verdad de Dios nos puede ayudar a vencer estas cosas?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. Luego llévalos a comprender que Dios tiene el poder para ayudarnos a evitar la tentación y darnos la fuerza para resistirla.
Escucha lo que nos dice la Biblia que sucederá si permitimos que los deseos sexuales tomen el control de nuestras vidas.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte.
Santiago 1:14–15
¿Qué piensas que significa “cuando el pecado ha sido consumado, da a luz la muerte”?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Como sucede con todos los pecados, la pornografía comienza con un deseo. Todos somos humanos, y a veces tenemos anhelos pecaminosos. Cuando permitimos que estos deseos nos engañen, como suele suceder con la pornografía, comenzamos a creer la mentira de que la satisfacción de esos deseos por medio de la pornografía es saludable y bueno. Esto conduce a desobedecer a Dios, a pecar. Y, como nos enseñan estos versículos, el resultado final del pecado es la muerte, la separación eterna de Dios.
Podemos elegir no ser engañados por las mentiras de la pornografía. Y en su lugar, escoger creer en la verdad Dios. Aquí hay algunas maneras de honrar a Dios y evitar la tentación:
¿De qué otra manera se puede evitar la tentación de la pornografía?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
La tentación de la pornografía puede ser intensa, y las consecuencias son grandes. Exponerte a la pornografía tiene efectos muy dañinos, tanto en tu vida como en la vida de los que te rodean.
Leeré una situación que refleja una posible tentación de pornografía. Después de que la lea, encuentra una pareja y hablen sobre las maneras de resistir y evitar la tentación en esa situación. Recuerda las ideas que aprendimos: orar y leer la Biblia, ser consciente de lo que te tienta y permanecer alejado de eso, pensar en las consecuencias y encontrar un adulto de confianza para rendir cuentas.
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, los estudiantes pueden usarlas para realizar esta actividad.
No importa cuánto nos esforcemos para tratar de evitarlo, a veces somos tentados. Cuando enfrentamos una tentación fuerte como la pornografía, podemos pedir fuerza a Dios. Escucha lo que nos dice la Biblia sobre la ayuda de Dios en tiempos de tentación.
Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.
1 Corintios 10:13–14
La Biblia promete que no enfrentaremos una tentación que no podamos resistir. Dios proveerá una vía de escape cuando seamos tentados, y nos dará la fuerza para resistir.
Piensa en un área de tu vida en la que enfrentas tentaciones fuertes. Medita en cómo puedes usar las ideas que aprendimos para resistir o evitar la tentación. Estas son: orar y leer la Biblia, ser consciente de lo que te tienta y permanecer alejado de eso, pensar en las consecuencias, y encontrar un adulto de confianza para rendir cuentas y así convertirte en una persona responsable.
Dales algunos minutos para pensar y orar.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en 1 Corintios 10:13–14
Bendición: Que encuentres consuelo al saber que no estás solo en tu tentación. Que recuerdes que Dios te brindará una vía de escape, y que sepas que Él es fiel incluso cuando nos sentimos débiles.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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