En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre.
Salmos 86:11
¿Quién, Señor, puede habitar en tu santuario? ¿Quién puede vivir en tu santo monte? Sólo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad.
Salmos 15:1–2
Un corazón honesto—eso es lo que significa andar en integridad. La palabra integridad significa totalidad o plenitud. Una persona íntegra es la misma en toda circunstancia. Esto quiere decir que es digna de confianza. Esta es la clase de persona de quien Dios dice que se puede acercar a Él.
Toma unos momentos para considerar lo siguiente: ¿estás viviendo con un corazón íntegro? ¿Eres confiable porque realizas y dices las mismas cosas cuando alguien te está mirando como cuando nadie te ve? Pide al Espíritu Santo que te muestre si tienes un corazón hipócrita en algún área. Permítele llenarte con poder para ser una persona íntegra y confiable, alguien que Él pueda usar en la vida de los niños.
Anima a los padres o tutores a preguntar a sus hijos qué están practicando sobre la integridad esta semana. ¡Tal vez los padres puedan practicar lo mismo también!
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a tus alumnos por nombre si es posible, a medida que llegan a clase. Si conoces sus nombres les comunicas que los aprecias.
La clase pasada aprendimos sobre la integridad. Recuerden que una persona íntegra demuestra confianza haciendo lo que es correcto y diciendo lo que es verdadero.
Pide que algún estudiante relate cómo Daniel fue un hombre íntegro. Pide a los estudiantes que piensen en personas que muestran integridad. Sus ejemplos pueden ser de algo que ellos mismos vieron o algún evento que supieron por las noticias. Tal vez alguien ayudó a otra persona o devolvió algo perdido, en lugar de quedárselo. Diles que no mencionen los nombres, sino solo lo que vieron. Prepárate para contarles algo tú primero, para que ellos se animen. Por ejemplo, podrías decir “Vi a un chico devolver una fruta que se le había rodado del bolso a una señora”. Pídeles que se pongan de pie cuando quieran compartir un ejemplo. Llama a los que se levanten.
Materiales opcionales: Haz que los estudiantes busquen ejemplos de integridad usando periódicos o revistas de noticias. Deberán buscar fotos, historias o titulares de gente que mostró integridad haciendo o diciendo lo correcto o verdadero.
A veces es más fácil entender ideas tales como integridad y confiabilidad al escuchar una historia acerca de ellos. Escucha esta historia acerca de alguien que demostró que era digno de confianza. Al final, les preguntaré lo que han aprendido sobre la confiabilidad por medio de esta historia.
Era un partido de fútbol muy importante, y la pelota se dirigía directamente hacia la cancha. Como portero, José estaba al frente del arco, listo para atrapar el balón. Él era el único jugador que podría detener la pelota y ayudar a su equipo a ganar el partido. Un jugador del otro equipo pateó el balón hacia él. José dio un salto en el aire para agarrar la pelota, pero falló y la pelota entró a la malla.
José y todos los demás jugadores esperaban oír al árbitro gritar “¡Gol!” Pero en su lugar, él sopló su silbato. El árbitro dijo que el gol no contaría porque la pelota había tocado las manos del otro jugador antes de que anotara. Pero José había visto la jugada completa. Él sabía que el jugador de verdad no había tocado la pelota. Cortésmente le dijo el árbitro que el gol sí era bueno. Así el equipo de José perdió el importante partido por un gol.
Dos semanas después, el mismo árbitro era el oficial en el campeonato. El equipo de José y otro equipo estaban empatados llegando a los últimos segundos de la segunda mitad del partido. El otro equipo iba avanzando con el balón hacia la meta. Una vez más, José era el único jugador que podría determinar si ganaban o perdían el partido. Y una vez más, José saltó para atrapar el balón, y otra vez cruzó la línea de gol.
“¡Gol!” exclamó el árbitro. Pero el entrenador del equipo de José agitó las manos en el aire corriendo hacia el árbitro, gritando que había visto al otro jugador tocar el balón con las manos.
El árbitro se dirigió a José. “¿Viste al otro jugador tocar el balón?” preguntó el árbitro. José asintió con la cabeza. El árbitro cambió su decisión y sopló su silbato. El gol quedó anulado. El juego se fue a tiempo adicional, y ¡ José y su equipo fueron los campeones!
Opcional: Si estás empleando las Páginas del Alumno, permite que los niños escriban sus pensamientos en las páginas.
Cuando Jesús vivía en la tierra, frecuentemente contaba historias o parábolas para enseñarnos a vivir de la manera que agrada a Dios. Escuchen esta breve historia sobre dos hijos, que Él relató.
Había un hombre que tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le pidió: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo”. “No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue. Luego el padre se dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Éste contestó: “Sí, señor”; pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?
Mateo 21:28–31
Los estudiantes pueden disentir en la respuesta. Está bien que tengan dificultad con esta pregunta.
Recuerden que la integridad significa hacer y decir lo correcto y verdadero. En la historia de los dos hijos que contó Jesús, vemos que uno de ellos al principio dijo que no, pero luego fue e hizo lo correcto. Ese hijo tuvo un cambio de actitud, y por eso actuó con integridad. Eso es lo maravilloso: Jesús puede ayudarnos a cambiar, de modo que seamos íntegros y confiables, aun cuando no hayamos sido íntegros en el pasado.
El segundo hijo habló como si estuviera haciendo lo correcto, pero sus acciones no concordaban con sus palabras. Él no actuó con integridad.
Haz que cada niño se ponga en pareja con otro. Diles que leerás una declaración de alguien que no actuó con integridad. Cada uno deberá hablar con su compañero y ver de qué manera esa persona puede cambiar para actuar con integridad.
Después de unos pocos minutos, escoge algunas parejas para que compartan sus ejemplos.
Diles que rápidamente y en silencio formen grupos de tres o cuatro integrantes. Cada grupo tendrá dos minutos para crear un juego de roles donde alguien debe demostrar que es digno de confianza. Deja que cada grupo comparta, si tienen tiempo. Si no tienen mucho tiempo, haz que cada grupo se una con otro grupo y se cuenten entre sí. Esta actividad debería tomar solo 10 minutos aproximadamente.
Vivir con integridad y ser confiable es una manera de honrar a Dios. Y Él es quien puede ayudarlos a vivir de esa manera. Escuchen estos versículos sobre quién puede acercarse a Dios. Es importante que ellos entiendan todas las palabras, por favor explica los términos desconocidos si es necesario.
Señor, ¿quién puede adorar en tu santuario? ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo? Los que llevan una vida intachable y hacen lo correcto, los que dicen la verdad con corazón sincero. Los que no se prestan al chisme ni le hacen daño a su vecino, ni hablan mal de sus amigos. Los que desprecian a los pecadores descarados, y honran a quienes siguen fielmente al Señor y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados. Los que prestan dinero sin cobrar intereses y no aceptan sobornos para mentir acerca de un inocente. Esa gente permanecerá firme para siempre.
Salmos 15:1–5, NTV
Ser una persona íntegra no significa que nunca cometemos errores. Significa que cuando los cometemos, lo admitimos en lugar de ocultarlo. ¡Eso requiere valentía! Puede ser muy difícil, si no imposible, vivir de esta manera basados en nuestro propio esfuerzo; pero a los cristianos, Dios nos proveyó de Su Espíritu Santo para fortalecernos y poder vivir de ese modo.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños. Lee Salmos 15:1–2 en voz alta.
Señor, ¿quién puede adorar en tu santuario? ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo? Los que llevan una vida intachable y hacen lo correcto, los que dicen la verdad con corazón sincero.
Salmos 15:1–2, NTV
Ahora leamos algunas frases de este salmo que mencionan cómo quiere Dios que vivamos.
Señala hacia diferentes áreas de tu salón de clase, a medida que lees cada frase otra vez. Diles a los niños que vayan a esa zona, si han escogido esa acción, para practicar la integridad esa semana. Por ejemplo, apunta al frente del salón al leer “Hacer lo correcto”. Todos los chicos que quieren hacer lo correcto deben ir a ese lugar. Repite esto con cada frase. Una vez que los niños están en grupos, diles que oren unos por otros para poder vivir con integridad en esas áreas de sus vidas.
Concluye diciendo esta bendición a los niños:
Bendición: Que Dios les de fuerza para decir la verdad, hacer lo correcto, mantener la palabra, no mentir, ni dañar o hablar mal de los amigos. ¡Qué Su poderoso Espíritu les recuerde cada día de esta semana que ustedes pueden hacerlo con Su ayuda!
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños y celebra cuán grande es Dios.
Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.