En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
* Guarda estos materiales para la cuarta lección sobre la armadura de Dios.
Antes de la clase, crea un escudo perforando un pequeño agujero a cada lado del ancho del cartón. Luego ata el pedazo de cuerda o cordel a través de los agujeros para crear un mango para el escudo. Arruga el papel o la tela haciendo una bola blanda. Ve afuera o despeja un área en tu espacio de enseñanza para hacer el juego de la sección de conexión.
Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,
Salmos 91:4–5
Aunque sabemos que Jesús ya ha conquistado el pecado y la muerte, nuestra vida en este mundo está inmersa en una batalla entre el bien y el mal. Jesús combatió a Satanás usando la Escritura y podemos encontrar seguridad en la Palabra de Dios también. Con la Palabra de Dios arraigada en nuestro corazón no tenemos que temer las flechas ardientes del diablo. No debemos temer durante los tiempos difíciles de oscuridad. Dios es fiel y su Palabra nos protege de las mentiras y las dudas que entran sigilosamente a nuestro corazón y mente.
¿A qué flechas te enfrentas? ¿Hay una que parezca volar a tu alrededor hacia ti con regularidad? Si las hay, busca un versículo bíblico que te hable de la verdad de Dios. Cuando lees su Palabra, te ayuda a proteger tu mente y espíritu de las mentiras y dudas que te lanzan.
Anima a las familias a hablar sobre las maneras en que la armadura protege a los soldados en la batalla. Pide que las familias que tienen Biblias las usen para fortalecerse para la batalla espiritual. Anímalos a leer juntos Efesios 6:10–20.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda los niños a medida que llegan a la clase. Pregúntales cómo compartieron de Jesús a otros la semana pasada. Cuando estés listo para comenzar, pídeles que se pongan en fila a lo largo de un lado de la sala de clases y tomen asiento. Recoge los gorros para mostrárselos a los niños.
Hoy aprenderemos más sobre la armadura de Dios. Hablaremos sobre las partes importantes de la armadura que nos ayudan cuando enfrentamos cosas malas y dificultades. Tengo en mis manos 2 gorros. Haremos de cuenta que estos gorros son cascos.
¿Qué parte del cuerpo protege un casco?
Protege la cabeza.
¿Por qué podría ser importante un casco?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
El casco protege tu cabeza. En la armadura de Dios, el casco protege tus pensamientos y te ayuda a pensar lo correcto y lo verdadero. Pondré los cascos en el medio de nuestra sala de clases. Si quieres ser el capitán de un equipo hoy, correrás hacia los cascos. Los primeros 2 niños que lleguen a ellos serán los capitanes de los equipos. Si quieres liderar un equipo, ponte de pie. ¿Listo? ¡Ve!
Los primeros 2 niños que lleguen a los gorros se los pondrán. Serán los capitanes de los equipos. Se ubicarán en el medio de tu espacio. Los demás regresarán y se sentarán con el resto de los niños.
Designa a los capitanes de los equipos con el número 1 y 2. Luego da a cada niño el número 1 o 2. Los niños con el número 1 irán con el capitán correspondiente a su número. Los niños con el número 2 irán donde el capitán que tenga el 2. Formarán un círculo alrededor del capitán de su equipo. Los niños y niñas de cada círculo se tomarán de las manos para formar una cadena de personas y mirarán hacia afuera del círculo, lejos de su capitán. Los equipos deben estar ubicados de tal manera que haya una distancia de 2 metros entre ellos.
Ahora sus equipos están ubicados en su lugar, cada uno debe escuchar las instrucciones de su capitán de equipo. Deben actuar como un escudo para proteger a su capitán. El capitán le dirá al círculo que se mueva hacia atrás, hacia adelante o hacia un lado. Tu equipo debe desplazarse alrededor de su capitán porque él no puede moverse.
Los líderes se turnarán para elegir a alguien del otro equipo para que intente entrar en tu círculo al romper el vínculo de 2 niños de tu equipo. Si tu equipo no permite que el corredor pase por el “escudo”, este volverá a su equipo. Si rompe el “escudo”, se llevará a los dos niños que estaban tomados de las manos a su equipo. El equipo con más niños al final del juego gana.
Equipo 1, puedes pedir al primer niño que venga y trate de romper tu escudo de personas.
Permite que los equipos se turnen para pedir a los niños que corran a sus “escudos” por unos 5 minutos. Anuncia el equipo ganador que tenga la mayor cantidad de niños. Recolecta los gorros de los capitanes de los equipos. Después pide a los niños que se sienten en un círculo grande contigo.
Nuestro juego de hoy fue muy parecido a una batalla. Tuviste que estar en guardia por los niños que corrían hacia tu círculo. Tuviste que escuchar a tu capitán. Tu equipo tuvo que trabajar unido. El círculo actuó como un escudo que protegía a tu capitán.
Hoy aprenderemos sobre el casco, el escudo y la espada de la armadura de Dios. Todas estas partes funcionan juntas para protegernos de las cosas que nos lanza nuestro más grande enemigo. Vamos a escuchar lo que dice la Biblia sobre algunas partes de la armadura y cómo funcionan juntas.
Si es posible, lee este versículo directamente de tu Biblia.
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Efesios 6:16–17
El “maligno” también es conocido como el diablo. El diablo trata de engañar a las personas y hacer que crean sus mentiras. Escuchemos una historia sobre cómo el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu Santo funcionan juntas para ayudarnos a defendernos del mal.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
La Biblia nos cuenta la historia verdadera de lo que sucedió después de que Jesús fue bautizado. El Espíritu Santo lo llevó al desierto. Allí, no comió ni bebió por muchos días. Fue entonces cuando el diablo se le acercó y lo tentó. El diablo sabía que Jesús tenía hambre, entonces le dijo que convirtiera algunas piedras en pan. Escucha lo que Jesús le respondió:
Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Mateo 4:4
¡Necesitamos la Palabra de Dios! Jesús conocía las Escrituras, entonces le respondió al diablo diciendo estas palabras que vienen del libro de Deuteronomio. Utilizó las Escrituras como su defensa contra el enemigo. El diablo no se rindió. Tentó a Jesús 2 veces más.
La segunda vez, el diablo quería que Jesús saltara de un lugar muy alto porque le dijo que los ángeles lo protegerían para no resultar lastimado. Jesús respondió con esto:
—También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús.
Mateo 4:7
Jesús protegió su mente para no hacer lo que el diablo quería que hiciera. La tercera vez el diablo, también llamado Satanás, tentó a Jesús prometiéndole cosas buenas si Jesús lo adoraba. Escucha lo que dice la Biblia que sucedió después.
—¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”. Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.
Mateo 4:10–11
Cada vez que el diablo lo tentó, Jesús utilizó la espada del Espíritu Santo al decir lo que está escrito en la Biblia. Jesús tomó el escudo de la fe, sabiendo que Dios estaba con Él. Esto mantuvo a raya las palabras malvadas del diablo que trataban de engañar a Jesús para que hiciera lo incorrecto. Además, Jesús es el Salvador. Conocía el plan de Dios para el mundo. Sabía que Dios ganaría la batalla contra el diablo, entonces no quitó sus pensamientos de la bondad y el amor de Dios.
Jesús nos mostró cómo usar las Escrituras y nuestra fe en Dios para combatir a nuestro enemigo. Entonces, ¿cómo puedes practicar para sostener el escudo de la fe, proteger tus pensamientos con el casco de la salvación y luchar con la espada del Espíritu Santo?
Hablemos más sobre la espada. Piensa en un versículo bíblico que hayas memorizado. Quizás sea uno de nuestros versículos de memoria de la clase. A lo mejor es un versículo que memorizaste en otro lugar. Si quieres compartir tu versículo con la clase, ponte de pie.
Dale la espada falsa al primer niño que responda. Dile que la pase con cuidado a otro niño, a medida que otros niños se ponen de pie para compartir. Deja que 3 o 4 niños respondan. Solo llama a los niños que estén de pie.
Es útil conocer los versículos bíblicos por muchas razones. Estos versículos te pueden ayudar a conocer la verdad sobre quién es Dios y qué es lo correcto. También te ayudan a combatir cuando otros dicen cosas que sabes que no son verdad o cuando tienes pensamientos que sabes que no son ciertos.
De la misma forma, conocer versículos bíblicos te puede ayudar a proteger tu mente. Sabes que Jesús murió por tus pecados porque escuchaste y leíste muchos versículos bíblicos sobre eso. Cuando lo crees, tu mente está protegida de las mentiras que tratan de decirte que su salvación no es para ti o que no es suficiente para ti. Ese es el casco de la salvación.
¿Qué te haría dudar del amor de Dios por ti?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
¿Cómo te puedes poner el casco de la salvación para protegerte de esas dudas?
Las respuestas pueden incluir: puedo leer la Biblia, pensar en lo que Jesús hizo para salvarme del pecado, orar a Dios para que me ayude a conocer la verdad.
Como vimos en nuestra primera actividad de hoy, el escudo de la fe también nos puede proteger de las dudas y de los temores que el diablo nos lanza. Podemos usar nuestros propios escudos para mantener esas cosas fuera o trabajar juntos para crear una fortaleza para protegernos de las mentiras del diablo.
Cuando reúnes todas las partes de la armadura de Dios, puedes ponerte el escudo sabiendo que Dios te protegerá de las mentiras, los temores y las dudas que fabrica el diablo. Saber lo que dice la Biblia, orar y creer que Jesús ofrece verdad y salvación te ayuda a protegerte.
Pide que un voluntario lleve un registro del puntaje. Asegúrate de que sea un niño que pueda poner atención a los puntajes de ambos equipos. Pásale un pedazo de cartón, papel o un espacio en el suelo y algo para escribir. Que el niño divida el espacio para escribir en 2 secciones.
Divide al resto de los niños en 2 grupos iguales. Haz que cada grupo se reúna en un área diferente del espacio. Recoge la pelota de material blando.
Vamos a hacer un juego para practicar ponernos el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu Santo. En un momento, comenzaré a lanzar la pelota a cada equipo. Esta pelota representa las mentiras, las dudas y los temores que el diablo utiliza para tratar de engañarnos. Después, alguien de tu equipo dará un paso adelante y se pondrá el casco de la salvación. Luego él y su equipo pensarán en un versículo bíblico.
El niño dirá el versículo bíblico y luego podrá elegir entre ponerse el escudo o mover la espada a medida que lanzo las pelotas. Si no es golpeado por la pelota, anotará un punto para su equipo. Si me devuelve la pelota, su equipo ganará 2 puntos. El encargado del marcador anotará los puntos para cada equipo. El equipo con más puntaje al final del juego gana.
Elige un equipo para que juegue primero. Dale treinta segundos para pensar en un versículo bíblico. Si el equipo tiene dificultad para pensar en uno, sugiere que digan un versículo de memoria que hayan aprendido. Si el equipo aún no puede pensar en un versículo, comienza diciendo un versículo de memoria y permite que el equipo lo finalice. Una vez que el equipo haya dicho su versículo bíblico, pide a un niño de ese equipo que elija la espada de cartón o el escudo y que se ubique a 1 o 2 metros de distancia de dónde tú estás.
Lanza la pelota. Si un niño la bloquea, premia al equipo con un punto. Si el niño le pega a la pelota lanzándola de vuelta a ti, otorga al equipo 2 puntos. Luego permite que un niño del otro equipo juegue.
Continúa jugando por unos 5 minutos. Anuncia al equipo ganador. Después de que se acabe el juego, pide a los niños que se sienten en sus asientos habituales.
Este juego fue una manera divertida de mostrarte la importancia de conocer lo que dice la Biblia. Con la palabra de Dios estamos protegidos y somos capaces de defendernos de las mentiras, los temores y las dudas. ¡Es un arma poderosa!
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, pásales crayones y permite que tengan 2 a 3 minutos para que dibujen una manera en la que pueden colocarse la armadura que se muestra en la imagen.
Hagamos una oración que nos ayude a ponernos la armadura de Dios. Yo diré una frase y ustedes la repetirán después de mí.
Di la siguiente oración haciendo una pausa después de cada frase para permitir que los niños la repitan después de ti.
¡Ahora digamos nuestro versículo para memorizar para ayudarnos a recordar siempre ponernos el calzado de la paz junto con el cinturón de la verdad y la coraza de justicia!
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
Efesios 6:10-11
Repasa la canción o el ritmo que creaste para ayudar a los niños a recordar el versículo de memoria. Cántala con ellos 3 veces.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Efesios 6:16–17.
Bendición: Que tomes el escudo de la fe y la espada del Espíritu Santo, que es la palabra de Dios, para combatir todas las mentiras y engaños del maligno. Que te pongas el casco de la salvación porque recuerdas el gran amor de Jesús por ti cuando murió en la cruz y resucitó.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes.
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