En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14
Jesús es la Palabra de Dios hecha hombre. Él está lleno de gracia y verdad. Jesús hizo lo que el Padre le pidió que hiciera, incluso morir por ti en la cruz. Te entiende completamente a ti y tus luchas porque vivió en un cuerpo humano también. Comprende tus tentaciones, emociones y tus debilidades. Por supuesto, es importante recordar que Jesús fue perfecto, pero escogió vivir como un ser humano. ¿A veces sientes que Jesús no puede entenderte? La familia de Jesús no era rica. Como adulto, viajó en compañía de personas que no eran para nada perfectas. Jesús entiende lo que significa ser una persona. ¡Te entiende!
Dile a las familias que hablen con los niños sobre cómo eran sus vidas cuando eran pequeños. Al compartir acerca de su propia infancia, los adultos mostrarán a sus hijos que entienden lo que es ser niño.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Dales la bienvenida a la clase, a medida que ingresan a la sala. Invita a cada niño a contarte algo que le gusta hacer. Escoge 4 cosas que varios niños mencionaron para usarlas en la siguiente actividad.
Cada uno de ustedes me dijo algo que le gusta hacer. Usaremos las cosas que mencionaron para hacer un juego. Para esto, asignaré las cosas favoritas que algunos mencionaron a 4 áreas diferentes de nuestra sala. Cuando diga “vayan”, caminarán al área que corresponde a su actividad favorita. Quizás no sea la idea que compartiste, pero escoge una de las que más te guste.
Nombra 4 actividades diferentes y asigna a cada una un área diferente de tu clase. Pide a los niños que caminen hacia el lugar que más les guste, asignado para la actividad. Si es necesario, recuérdales qué área representa cada actividad. Una vez que todos hayan escogido un área, pídeles que se sienten. Luego, haz que cada niño encuentre una pareja y hablen sobre la siguiente pregunta.
Dales un minuto para responder.
¡Maravilloso! Me alegro de que cada uno de ustedes haga una actividad que disfruta. Ahora haremos el juego de nuevo. Esta vez, pensarán sobre una comida que te gusta. Por ejemplo, me encanta (nombra la comida que te gusta). Necesito 4 personas que levanten sus manos y nombren sus comidas favoritas.
Llama a 4 niños. Si alguno nombra la misma comida que otro estudiante, pídele que mencione otro alimento que le guste. Asigna cada alimento a 4 áreas diferentes, donde los niños ya están sentados. Diles que área representa cada comida.
Cuando diga, “vayan” todos se ponen de pie, van al área que coincida con tu comida favorita y toman asiento. ¿Listos? ¡Vayan!
Una vez que los niños estén en las áreas nuevas, haz que encuentren una nueva pareja y rápidamente compartan lo que les gusta sobre sus comidas favoritas.
Recuerda que hemos aprendido que Jesús vino a la tierra como ser humano. Presta atención a este versículo:
Si es posible, lee este versículo directamente desde tu Biblia.
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria.
Juan 1:14 a
Jesús, a quién también se le llama “la Palabra”, vino a la tierra a vivir ¡como un ser humano! Comió alimentos, creció de niño a adulto, e hizo otras cosas que tú haces. Hoy aprenderemos de qué forma vivió.
Jesús fue un ser humano. Comenzó la vida como un bebé. ¡De la misma forma que tú! Después se convirtió en niño. ¡Tú eres un niño también! Tratemos de hacer algo. Cuando yo diga “Tú _______ también”, dirás: “Yo también”. Practiquemos:
Practica tres veces la afirmación y la respuesta con los niños. Después diles que usarás la afirmación y la respuesta mientras enseñas sobre Jesús. Cada vez que digas, “tú ___ también” haz una pausa para que los niños respondan diciendo, “yo también”.
Jesús comenzó su vida en la tierra como un bebé, luego creció y se convirtió en niño. ¡Tú también!
Los niños responden, “¡yo también!”
Tuvo que comer y beber para mantenerse vivo. ¡Tú también!
Permite que 3 o 4 estudiantes respondan. Si los niños dicen algo que no es apropiado, direcciona la clase diciendo: “recuerda, Jesús fue un ser humano perfecto”.
¡Muy bien! Ahora escucha mientras te cuento más sobre cuando Jesús crecía. En el momento que me escuches decir: “tú ____ también”, dirás: “yo también”.
Te contaré una historia verdadera de la Biblia acerca de cuando Jesús era niño. Este relato nos cuenta sobre un viaje que hizo Jesús con su familia. Él tenía 12 años cuando fue a Jerusalén para una fiesta especial.
En aquellos tiempos la gente caminaba o montaba animales. Era un viaje largo y caminaron por varios días. Iban a celebrar una fiesta especial. Cuando la fiesta se terminó, su familia comenzó a caminar de vuelta a casa. La familia de Jesús viajaba con un gran grupo de personas. Luego de caminar por un largo tiempo, su madre y padre terrenal no lo podían encontrar. Buscaron y buscaron, pero ¡no lo encontraron! Estaban preocupados porque no sabían qué le había sucedido.
La familia de Jesús volvió a Jerusalén a buscarlo. Cuando lo encontraron, estaba en el templo hablando con los maestros. Escucha lo que dice la Biblia:
Si es posible, lee este versículo directamente de tu Biblia. Si es posible, comparte la imagen de la Biblia en Acción.
Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Lucas 2:46
Su familia encontró a Jesús escuchando a los maestros y haciéndoles preguntas. También les habló. ¡Tú también! Los maestros estaban maravillados de todo lo que Jesús entendía. Incluso de niño, entendía mucho porque Él es el único Hijo de Dios. ¡También te entiende! Jesús fue niño. ¡Tú también!
Al final de esta historia, la Biblia nos dice que Jesús regresó a su casa con su familia. La Palabra nos cuenta de qué manera creció Jesús.
Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.
Lucas 2:52
Jesús creció en sabiduría y estatura. Jesús creció. ¡Tú también lo harás! Él desea estar contigo mientras creces y te conviertes en un adulto. ¡Quiere ayudarte a crecer en sabiduría y estatura! Él entiende lo que es ser un niño porque fue un niño. ¡Tú también! Jesús tuvo que crecer. ¡Tú también! Creció en sabiduría y estatura. ¡Tú también lo harás!
¡La historia de cuando Jesús va al templo es un relato verdadero de la Biblia! Esta es la única historia bíblica que nos cuenta sobre la niñez de Jesús. Sí, es verdad que Jesús es el único Hijo de Dios, pero también vivió en la tierra como hombre.
Jesús está contigo y entiende lo que es estar cansado, tener hambre y sed. Durante su tiempo en la tierra, sintió emociones como la tristeza y la felicidad. Entiende lo que sientes y piensas. Comprende los momentos de felicidad y los momentos difíciles. Te entiende y te ama mucho.
Levanta la mano si te gusta jugar. ¡Grandioso!
Permite que 2–3 niños respondan las siguientes preguntas.
La gente que estudia a las personas que vivieron hace muchos años, descubrió que los que vivieron en el mismo tiempo de Jesús jugaron muchos juegos. Encontraron pedazos de juegos que se parecen a los juegos que jugamos hoy. Cuando Jesús era niño, los niños jugaban con trompos, aros, juguetes con ruedas, pelotas y un juego como la rayuela.
Dibuja cuadrados en el suelo o márcalos con una cuerda o cinta adhesiva en el piso. Debes empezar con uno; luego haz dos cuadrados, uno al lado del otro. Este patrón debe repetirse hasta que haya un total de 10 cuadrados. Cada uno debe ser de aproximadamente 30 cm de largo y 30 cm de ancho.
Hagamos un juego como el que Jesús pudo haber jugado. En este juego, tu meta es llegar lo más lejos posible en los cuadrados. Para saber cuán lejos puedes llegar, tirarás una piedra a uno de los cuadrados. No pasarás donde aterrice la piedra. En cada cuadrado saltarás en un pie. En cada par de cuadrados pondrás los dos pies. Saltarás hacia tu piedra, te darás vuelta y te irás saltando en un pie hasta el comienzo del juego. Cada uno de ustedes tendrá un turno para jugar.
Cuando sea tu turno de tirar la piedra, debes decir algo que hizo Jesús cuando vivió en la tierra, que es lo mismo que has hecho en tu vida. Por ejemplo: “Jesús comió comida” o “Jesús se sintió triste”. Después de que hayas dicho tu declaración, puedes saltar por los cuadrados y jugar el juego. El resto de ustedes que no están en un equipo pueden responder, “¡yo también!” cuando alguien diga algo que es cierto para tu vida.
Pide a los niños que hagan una fila en uno de los extremos de los cuadrados del juego. Que cada niño tenga un turno para jugar. Después júntalos de nuevo y haz que se sienten.
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, pasa a cada niño uno o más crayones y deja que hagan dibujos de cosas que Jesús hizo y que son parecidas a las que ellos han hecho o harán. Por ejemplo, pueden escoger dibujar alguna comida, ya que Jesús comió y ellos también lo hacen.
¡Muy bien hecho! ¡La pasamos muy bien con este juego! Recuerda que Jesús entiende lo que es ser un niño. Comprende lo que es estar triste y alegre. Sabe lo que se siente tener hambre y estar cansado. A medida que avance esta semana, recuerda que Jesús fue un niño y entiende que es ser niño. ¡Jesús te entiende!
Nuestro versículo para memorizar dice:
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños.
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Colosenses 1:15
Él es la imagen—Con el dedo mayor señala hacia abajo, tocando la palma de la mano izquierda. Después con el dedo mayor de la mano izquierda toca la palma de la mano derecha.
Del Dios—Señala el cielo.
Invisible—Cubre tus ojos.
El primogénito—Con el dedo mayor señala hacia abajo, tocando la palma de tu mano izquierda. Luego con el dedo mayor de la mano izquierda señala hacia abajo y toca la palma de la mano derecha.
De toda la creación—Estira los brazos por encima de tu cabeza. Luego cúrvalos hacia adelante en forma de gancho.
Repite 3 veces las acciones y el versículo con los niños. Concluye la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Lucas 2:52.
Bendición: Que seas cada vez más sabio y fuerte mientras caminas y hablas con Jesús. Que llegues a entender mejor a Dios y a las otras personas.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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