En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.
Isaías 7:14
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Juan 1:14a
El profeta Isaías profetizó la venida del Mesías con estas palabras: Emanuel, Dios con nosotros. En Juan 1:14, las palabras en el idioma original literalmente significan: “Dios puso su tienda de campaña entre nosotros”. La promesa de Isaías parecía casi imposible, de que el Dios del universo vendría a la tierra para vivir entre ellos, en su vecindario. Entonces, una noche como cualquiera, en un establo común, nació un bebé extraordinario.
Jesús era Dios vestido de carne. Al prepararte para enseñar a los niños la increíble historia del nacimiento de Jesús, dedica tiempo para reflexionar sobre lo milagroso que es. Te sugerimos que leas Lucas 2:1–40 y Mateo 1:18—2:23. Después de cada ejemplo en la lectura, de la fidelidad de Dios, deténte a expresar su maravilla y a alabar el nombre del Señor. ¡Dios está con nosotros!
Es posible que haya estudiantes en tu clase cuyos padres no conocen la historia del nacimiento de Jesús. Saben lo que es la Navidad, pero no conocen su significado bíblico. Esta semana, anima a los niños a contar a sus padres la historia del nacimiento de Jesús.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Materiales opcionales: Hoy tendrás una lección de celebración donde enseñarás a tus alumnos sobre el maravilloso nacimiento de Jesucristo, nuestro Salvador. ¡Es motivo de celebración! Si es posible, prepara un ambiente festivo. Adorna el salón de clases y toca música de Navidad cuando lleguen los niños. También, si es posible, ofrece un refrigerio al final de la lección.
Da un cordial saludo de Navidad para dar la bienvenida a los niños cuando lleguen a la clase de hoy. Algunos de tus alumnos quizá nunca han celebrado la Navidad y ésta podría ser la primera vez que oigan la historia del nacimiento de Jesús. Enseña esta lección como si estuvieras abriendo el mejor regalo jamás dado, ¡porque lo es!!
Hoy vamos a conocer la historia del nacimiento de Jesús. En la historia, unos hombres sabios, siguieron una estrella que los guió a una persona muy importante. En su viaje, tuvieron que ser prudentes para no encontrarse con un rey malo, muy enojado. Vamos a hacer un juego en que todos siguen a la estrella, pero tienen que ser sabios para que no les atrape el rey.
Así vamos a jugar: formen un círculo. Voy a escoger a una persona para que sea el rey. El rey pasará al centro del círculo y se tapará los ojos. Mientras tiene los ojos cubiertos (¡sin mirar a escondidas!), voy a mostrar al resto del grupo quién será nuestra estrella. La estrella hará movimientos cuando el rey no esté mirando. Todos los demás serán los sabios que van a seguir los movimientos de la estrella, ya sea que mueva la cabeza, que mueva el cuerpo, o que haga cualquier otro movimiento. La estrella puede cambiar de movimientos en cualquier momento. Cuando le diga al rey que abra los ojos, él debe tratar de averiguar quién es la estrella. El truco es que no miren a la persona que es la estrella, porque al rey se le da sólo tres oportunidades para que acierte quién es la estrella.
Reúne a los estudiantes en círculo y elige al rey y a la estrella. Jueguen a seguir a la estrella. Después que el rey intente acertar tres veces para descubrir quién es la estrella, sea que acierte o no, empieza de nuevo el juego. Elige a otros dos estudiantes para que hagan el papel del rey y de la estrella. Recuerda que el rey debe taparse los ojos antes de que tú eligas a la estrella. Jueguen dos o tres veces.
Reúne a los estudiantes cerca tuyo y pide que se sientan. Cuéntales esta narración del nacimiento de Jesús.
Materiales opcionales: Si los estudiantes tienen La Biblia en Acción, divide la clase en tres grupos. Asigna a cada grupo una de las siguientes historias: páginas 526–529; 532–537; 538–541.
Cada grupo debe leer la historia y preparar un drama improvisado para contar la historia a toda la clase. Después de diez minutos, reúna a los grupos para que cada uno presente su parte de la enseñanza bíblica de hoy. Si usas esta opción, no narres la historia sino usa sólo las preguntas al final de esta sección.
Ésta es una historia verídica, de dos personas que se habían comprometido para casarse. ¡Algo increíble les pasó! María y José eran una linda pareja. María era una mujer buena, que amaba a Dios con todo su corazón; ella sería una buena esposa para cualquier hombre. María estaba comprometida con José.
José también amaba a Dios. Porque amaba a Dios, estaba preocupado sobre cómo manejar la situación que se había desarrollado con su novia. Él pensaba que la conocía; ahora se había enterado de que ella estaba embarazada. José no era el padre. Ella le había contado de la visita de un ángel y de que el niño que venía era del Espíritu Santo. Parecía imposible.
La Biblia no lo dice, pero podemos imaginar que las sandalias de José levantaban polvo en el piso de su taller de carpintería, y que su estómago estaba hecho nudos. Imaginemos que José ponía en orden sus herramientas y a la vez trataba entender sus pensamientos. Se preguntaba qué debía hacer. Por último, tomó su decisión: iba a dejar secretamente a María. Era la mejor manera de salvar su reputación y la de ella.
Con la decisión tomada, José se acostó. Un ángel del Señor se le apareció en sueños esa misma noche. El ángel le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María como tu esposa, porque el niño que va a tener es del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
José puede haberse agitado en el sueño; puede haber recordado las palabras del profeta Isaías, que había aprendido cuando era niño.
Si es posible, lee Isaías 7:14 directamente de la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.
Isaías 7:14
Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel le había ordenado: tomó como esposa a María. Y cuando nació el niño, le puso por nombre Jesús.
En hebreo, el idioma que hablaba Isaías, Emanuel significa “Dios con nosotros”. Por muchos años Dios había guiado a su pueblo. Pero desde que el primer hombre y la primera mujer pecaron, Dios no había caminado con su pueblo. Eso cambió el día en que nació Jesús. Jesús es Dios, y Él dejó su trono en el cielo para venir a vivir en la tierra. Jesús es Emanuel, Dios que vive entre nosotros.
Al tiempo del nacimiento de Jesús, unos magos (que eran sabios importantes en su país) viajaron desde muy lejos en busca del rey de los judíos. Estaban deseosos de encontrarse con Él para adorarlo y ofrecerle sus regalos. Por eso, cuando llegaron a Jerusalén, preguntaron acerca de Él. Escuchen lo que preguntaron:
Si es posible, lee Mateo 2:2 directamente de la Biblia. De lo contrario, el versículo está impreso aquí:
¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
Mateo 2:2
Opcional: Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.
Cuando el rey Herodes, gobernante del pueblo judío, se enteró de sus preguntas, se sintió muy molesto. Estaba preocupado de que este nuevo rey le usurpara el trono, así que preguntó a los líderes religiosos dónde debía nacer el Salvador prometido. Le dijeron que los profetas habían dicho que nacería en Belén. Entonces Herodes dijo a los sabios de Oriente que fueran a Belén a buscar al nuevo rey. También les pidió que regresaran para decirle dónde estaba el niño, para que él también vaya a adorarlo.
Opcional: Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.
Después de hablar con el rey los sabios de Oriente siguieron su camino. Por encima de sus cabezas brillaba la estrella que habían visto en su país, y que los había guiado por el camino que debían seguir. Seguramente este nuevo rey era alguien especial, si hasta las estrellas se sentían atraídas a Él.
Los sabios se llenaron de gozo cuando la estrella finalmente se detuvo sobre la casa donde estaban María, José y Jesús. Al ver a Jesús, se admiraron. Inclinándose, lo adoraron, y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Éste era el verdadero Rey.
Opcional: Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.
La noche antes de que viajaran de regreso a su tierra, un ángel advirtió a los hombres sabios en sueños de que no volvieran a Herodes, por lo que regresaron por otro camino. Dios sabía que Herodes quería matar a Jesús. Dios mostró esto a José en un sueño, en que le advirtió de que escapara con Jesús y María a Egipto.
Herodes pronto descubrió que los sabios de Oriente le habían engañado, ¡y estaba furioso! Ordenó que se matara en Belén a todos los niños menores de dos años. Fue un acto cruel de un hombre desesperado, que quería proteger su poder.
La idea de Dios de un gobernante, comenzó con un bebé inocente, que crecería hasta hacerse hombre y dar su vida por su pueblo. ¿Cómo te hace sentir esto?
José cuidó de Jesús en Egipto, hasta que un ángel del Señor se le apareció de nuevo en sueños y le dijo que podía regresar a su tierra. José obedeció y viajó con su familia nuevamente. Fueron a vivir a Nazaret.
Pide que los niños formen parejas con alguien sentado cerca de ellos. Haz las siguientes preguntas, una a la vez, y dales un minuto para que comenten la pregunta con su pareja. Después pide a dos o tres parejas que den su opinión a la clase.
Piensen en dos respuestas a Jesús después de haber escuchado la historia de hoy. Una reacción es el camino que siguió el rey Herodes. Él no quería perder su poder, y quería protegerse a toda costa, aunque eso significara lastimar a otros. El rey era rico y tenía muchos criados, pero no confiaba en nadie. Herodes quería tener el control; pero no tenía paz.
Otra reacción es el camino que siguieron los sabios de Oriente. Ellos siguieron la estrella que los condujo a adorar a Emanuel: “Dios con nosotros”. Ellos se arriesgaron, pero Dios cuidó de ellos. Este camino lleva a Jesús, el único que hace posible la amistad con Dios.
Jesús nació para que un día su muerte en la cruz pagara por nuestros pecados. Su inocencia anula nuestra culpa, si confiamos en Él. Así que ahora cada uno tiene que decidir.
Puedes reaccionar como lo hizo Herodes, dependiendo de ti mismo solamente, manteniendo el control de tu propia vida. O puedes confiar como hicieron los magos del Oriente. Puedes reconocer que has pecado y que has seguido tu propio camino en vez del camino de Dios. Y puedes aceptar el perdón de Dios y su regalo de la salvación por medio del sacrificio de Jesús en la cruz. Esta decisión de aceptar a Cristo significa que dependes de Dios para que ilumine tu camino.
Pide que todos se pongan de pie.
Ahora mismo tienes la oportunidad de decidir qué camino quieres tomar. Si quieres seguir a Jesús, como los hombres sabios, empieza a mover los pies como si caminaras, en señal de que quieres seguir la senda que lleva a Jesús. Al mover los pies como si caminaras, levanta la mano, con los dedos bien separados, como si fuera una estrella.
Si no estás seguro de que quieres seguir a Jesús, quédate quieto y pon una mano delante de ti en la forma de una estrella, como una oración a Dios para que te guíe a seguir a Jesús por la fe.
Materiales opcionales: Reparte papel y lápices de color. Que los estudiantes dibujen una estrella en su papel. Cuando terminen, haz una invitación para que pongan su fe en Jesucristo.
Si quieres seguir a Jesucristo, como hicieron los sabios de Oriente, levanta la estrella bien alto sobre tu cabeza. Si no estás seguro de que quieres seguir a Cristo, pon la estrella frente a ti como una oración a Dios para que te guíe a seguir a Jesucristo por la fe.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, como respuesta, los estudiantes deben escribir su nombre en la estrella y colorearla.
Pide que los niños estén de pie en silencio mientras les impartes esta bendición.
Bendición: Jesús es Emanuel, Dios con nosotros. Por medio de Él, puedes tener amistad con el Dios del universo. Sigue, como los magos, el camino que conduce a nuestro Salvador.
En lo posible aparta un tiempo para realizar una celebración junto a los estudiantes, compartiendo un alimento saludable y escuchando y cantando canciones navideñas. Diles que este es un tiempo de mucha alegría.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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