Dios el Padre nos escucha

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Focus on Spiritual Formation

Materiales
  • Biblia
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Páginas del Alumno
  • Tinta
  • Lápices
  • Jabón
  • Agua
  • Toalla

Devocional del maestro

Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias.

Salmos 34:17

Cuando hablamos con Dios, algunas veces, es bueno orar en voz alta, y otras veces, es mejor orar en silencio. Cuando la vida se complica, es reconfortante saber que Jesús nos escucha cuando clamamos a Él. Nuestro Padre celestial no siempre nos salva de los problemas de la manera que pensamos que debería hacerlo. Sin embargo, podemos estar seguros de que nos escucha y sabe lo que necesitamos. Podemos creer que nuestro Padre celestial se preocupa y está en control, cuando levantamos nuestras voces para clamar a Él.

Piensa en cómo hablas con Dios. ¿Qué le dices? ¿le pides que bendiga a las personas? ¿vienes a Él con tus pecados? Puedes venir a tu Padre celestial con todas estas cosas. Él desea hablar contigo acerca de lo que te molesta. Te ama y escuchará cualquier cosa que necesites decirle. Antes de dar la bienvenida a los niños para la clase de hoy, toma un momento ¡para hablar con Dios el Padre!

Conexión familiar

Anima a las familias a aprender a escuchar las cosas que los niños quieren decirles. Esto les dará un mejor entendimiento de las necesidades y temores de los niños.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer un juego acerca de hablar y escuchar.

Da la bienvenida a los niños, a medida que llegan, y haz que formen círculos de 5 a 8 niños. Si es posible, que los equipos tengan la misma cantidad de personas.

¡Juguemos un juego! Para esto, la primera persona dirá una oración mientras que el resto del equipo se sentará en silencio y escuchará. Una vez que hayas dicho la oración, la persona que está a tu mano derecha dirá su oración mientras que el resto del equipo solo debe escuchar. Todos, en el círculo, tendrán una oportunidad para decir una oración mientras los demás escuchan. Cuando cada niño de ese círculo haya dicho su oración, se pondrán todos de pie. Yo caminaré alrededor de la sala, escuchando a los equipos. ¡El equipo que respete los turnos, sin interrumpir al que habla, ganará!

Cuando sea tu turno para hablar, comenzarás la oración diciendo “estoy (debes decir cómo te sientes o algo que diga quién eres)”. Por ejemplo, “¡estoy feliz de que estés aquí hoy!” o “yo soy un maestro”. ¿Listos? ¡comiencen!

Camina alrededor de la clase y escucha las oraciones que comparten los niños. Si notas que un equipo no está participando, ayúdales a comenzar sugiriendo otro ejemplo. Presta atención al primer equipo que se ponga de pie. Antes de anunciar al ganador, espera hasta que todos los grupos estén de pie.

¡Todos lo hicieron muy bien al hablar y escuchar! Veamos con cuánta atención escucharon.

  • Levanta la mano si recuerdas lo que dijo alguien en tu círculo.

Deja que respondan 2–3 niños. Verifica con el niño que originalmente dijo la oración, para ver si se recordó correctamente.

  • ¿Alguien recuerda lo que dijo cada persona en su círculo? Levanta la mano si te acuerdas.

Aunque una persona escuche cuidadosamente, es posible perder algo de lo que se dijo. ¿Conoces a alguien que siempre escucha con mucha atención? ¡Dios! ¡Él nunca olvida lo que le dices!

Pide a los niños que se sienten en un círculo grande. Diles que se ubiquen junto a los niños de sus grupos.

2. Enseñanza:

Aprender a hablar con Dios (Jeremías 29:12; Filipenses 4:6–7a).

Dios está en el cielo, lo que significa que no puedes verlo. Sabemos que Él está ahí, pero ¿cómo podemos estar seguros? Déjame preguntarte algo:

  • ¿Puedes ver el viento?

Deja que los niños respondan. Pueden hablar sobre cómo se mueven las hojas, los árboles, el viento o el papel.

Ves que los árboles se mueven y las cosas vuelan, pero ese no es el viento. El viento hace que los árboles se muevan, pero no lo puedes ver.

De igual manera, no ves a Dios con tus ojos. Sin embargo, puedes ver que Dios responde a tus oraciones. Por ejemplo, quizás le pides a Dios comida. A lo mejor, al día siguiente, pases cerca de un árbol frutal; o quizá Dios responda tu pedido de otra forma. A veces, no es fácil ver cómo Dios responderá a tus oraciones. Si oras por alimentos, tal vez, tu Padre celestial enviará a una persona para ayudarte. La Biblia dice que Dios escuchará y te ayudará cuando se lo pidas. Escucha este versículo:

Si es posible, lee este versículo directamente desde tu Biblia.

Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.

Jeremías 29:12

Cuando hablas con Dios, Él te escucha. Quizás no siempre te responda de la forma que quieres. Quizás no te responda cuando piensas que debería hacerlo. Esto no quiere decir que Dios no te está escuchando. Algunas veces, las personas y otras cosas se entrometen en la respuesta de Dios. Otras veces, necesitamos escuchar con más atención. No debes dejar de hablar con tu Padre celestial porque siempre te escucha.

Nuestro versículo bíblico también nos enseña a hablar con Dios. Hablar con Él se llama oración. Los versículos bíblicos dicen que debes clamar a Él. Esto significa que puedes hablar con Dios en voz alta. Puedes usar tu voz para hablar con Él, como cuando usas tu voz para hablar con tus amigos. Tú me escuchas cuando hablo con Dios en voz alta, al final de cada clase. Llamaremos a esto “oración de voz”. 

Para ayudarte a recordar que puedes clamar a Dios con tu voz, di esta oración junto conmigo: “¡Dios ayúdame! ¡clamo a ti!” 

Guía a los niños a decir: “¡Dios ayúdame! ¡clamo a ti!” 3 veces, en voz alta.

¡Esa fue una muy buena voz para orar! Algunas veces, no quieres que nadie escuche lo que deseas decir a Dios. Quieres que tu oración sea solamente entre Dios y tú. Puedes pensar una oración silenciosa en tu mente. Dios nos hizo y conoce todo de nosotros, ¡incluso nuestros pensamientos! Todos pensamos en cosas sin decirlas en voz alta. ¡También puedes hablar con Dios sin hablar en voz alta! Llamaremos a esto “oración de pensamiento”.

Recuerda la oración de voz: “¡Dios ayúdame! ¡clamo a ti!”. Ahora, pensarás en la misma oración, de nuevo. Esta vez estarás en silencio, ya que será una “oración de pensamiento”. Dila silenciosamente en tus pensamientos. Para que puedas enfocarte bien en tu Padre celestial, junta las manos y cierra los ojos. Ahora di la oración silenciosa 3 veces, “¡Dios ayúdame! ¡clamo a ti!”. Esta será una “oración de pensamiento”.

Dales algunos segundos para que digan la “oración de pensamiento”.

Consejo para el maestro: Sé sensible a cualquier niño que esté en situaciones donde la oración en voz alta pueda ser peligrosa. Por favor, habla y ora con ellos. Asegúrales que Dios escucha “las oraciones de pensamiento” al igual que “las oraciones de voz”.
  • Cuando oras, ¿qué puedes decir a Dios?

Permite que 2–3 niños respondan.

La Biblia dice que puedes decirle todas las cosas que te pasan y lo que sientes.

Si es posible lee este versículo directamente desde tu Biblia.

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos.

Filipenses 4:6–7a

¡Puedes decirle cualquier cosa a Dios! En nuestro juego al comienzo de la clase, hablaste sobre muchas cosas distintas. Cuando te comunicas con Dios, ¡puedes hablarle de todo! Los versículos bíblicos dicen que en tus oraciones puedes:

  1. Decirle todo.
  2. Pedirle lo que necesitas.
  3. Darle las gracias.

Estas partes de la oración se pueden unir de muchas maneras. Seguiremos el orden que se encuentra en nuestro versículo bíblico. Usaremos nuestras manos y dedos para ayudarnos a recordar.

Consejo para el maestro: Si en tu cultura no es apropiado señalar, de la forma descrita a continuación, busca otra manera para que los niños usen sus manos para ayudarse a recordar las 3 partes de la oración. También usa estas acciones para la sección de respuestas de la lección.

1. Apunta con el pulgar hacia ti. Esto te recordará que puedes contarle todo a Dios. Piensa en lo que hay en tu mente que quieres compartir con Él. Háblale sobre estas cosas.

2. Con el pulgar aún apuntando hacia ti, señala tu dedo índice hacia Dios. Esto te recordará que puedes pedirle ayuda a Dios cuando necesites algo. También es la parte de la oración cuando puedes pedirle perdón por tus pecados. Otro día, hablaremos más sobre el perdón. Recuerda que Dios provee para tus necesidades y para las de los demás también.

Consejo para el maestro: Si los niños piden más información sobre cómo pedir perdón a Dios, comparte el Camino de Salvación que se encuentra al comienzo de este libro.

3. Con el pulgar aún apuntando hacia ti, señala tu dedo índice y el mayor hacia Dios. Esto te recordará agradecerle por todas las cosas buenas de tu vida. Si no sabes por qué agradecerle, siempre puedes darle las gracias porque te escucha. También agradécele por ser parte de tu vida y por las buenas personas que te rodean. ¡Dale gracias por amarte!

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, ayuda a los niños a poner la tinta en sus palmas. Diles que pongan sus manos suavemente en los papeles. Haz que se laven las manos antes de usar los lápices para escribir. Si no tienes tinta disponible, que los niños tracen sus manos con lápices. 

3. Respuesta

Practicar sobre cómo hablar con Dios.

Juntos crearemos una oración. Divídanse en los grupos que estaban al comienzo de la clase. Responderán estas preguntas.

Deja que los niños respondan las preguntas en sus grupos por 2 minutos. Pide que 2–3 niños compartan sus respuestas con el resto de la clase.

  • Apunta con el pulgar hacia ti. ¿Qué le podemos decir a Dios, sobre lo que estamos aprendiendo en este lugar?
  • Apunta el dedo índice hacia Dios. ¿Sobre qué cosa podemos pedirle ayuda a Dios, a medida que aprendemos acerca de Él y de nosotros mismos?
  • Señala tu dedo índice y el mayor hacia Dios. ¿Por qué podemos estar agradecidos, en nuestro tiempo juntos?

Crea una oración usando al menos una de las respuestas de los niños para cada pregunta. Comienza la oración de la forma que normalmente lo harías. Después añade al menos una oración resumiendo lo que los niños quieren decirle, pedirle y agradecerle.

Ahora es tu turno para pensar en una oración. Comienza pensando en lo que quieres decir a Dios. Piensa en lo que te ha pasado en tu vida. Quiero que respondas las siguientes preguntas en tu mente. No necesitas decir nada en voz alta.

Después de cada pregunta, haz una pausa de 30 segundos.

Apúntate con tu dedo pulgar. ¿Qué cosas difíciles te están pasando?

Con tu dedo índice apunta hacia Dios. ¿En qué quieres que Dios te ayude? Recuerda, esto puede ser algo para ti o para alguien más. También puedes pedirle perdón por algo que hiciste. 

Con el índice y el dedo mayor hacia Dios. ¿Por qué estás agradecido?

Ahora que has pensado en tu oración. Te daré un minuto para orar. Está bien si terminas la oración antes de que se acabe el tiempo. Mantén los ojos cerrados, siéntate en silencio y permanece quieto.

Deja que los niños tengan un minuto para orar. Si notas que algunos niños no lo están haciendo, ora silenciosamente por ellos. Pide a Dios que les hable y actúe en sus corazones. Está bien si no están listos para hablar con Él, no los obligues a orar, pero deben sentarse en silencio hasta que los otros hayan terminado sus oraciones.

Versículo para memorizar

Durante la semana, recuerda que puedes hablar con Dios en cualquier momento, sobre todas las cosas. Dios te creó. Es tu padre. Como tu buen padre, desea saber lo que pasa en tu vida. ¡Él estará contigo en tus problemas y en tus alegrías! Él es parte de todo. Nuestro versículo para memorizar dice:

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños.

Un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.

Efesios 4:6

Di cada oración de este versículo con un ritmo o con una canción. Puedes cambiar las acciones por las que prefieras. Si lo haces, por favor anota los cambios para que puedas referirte a ellas en las lecciones futuras.

Un solo Dios y Padre de todos—Indica el número uno, usando un dedo o una mano, y señala hacia el cielo.

Que está sobre todos y por medio de todos—Estira los brazos por arriba de tu cabeza y muévelos hacia los lados.

Y en todos—Sostén tu mano derecha con la palma hacia abajo, al frente tuyo. Mantén tu mano izquierda cerca de tu pecho, con la palma hacia el suelo.

Repite 3 veces las acciones con los niños. Finaliza la clase diciendo esta oración por los niños, basada en Jeremías 29:12 y Filipenses 4:6–7a.

Bendición: Tu Padre celestial te escucha cuando clamas a Él. Que recuerdes agradecerle y alabarle cada día. Que te acuerdes de orar por ti y por los demás.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

Más lecciones

Primaria Elemental

Año 1

Año 2

Año 3

PRIMARIO

Año 1

Año 2

Año 3

ADOLESCENTE

Año 1

Año 2

Año 3