Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.
En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.
Antes de la clase, recoge algunas piedritas. Con un palo, dibuja en el suelo, un blanco con cuatro círculos. Escribe “10” en el primer círculo. Éste es el centro y el círculo más pequeño. Dibuja círculos más grandes alrededor del primero. Escribe “8”, “5” y “3” en estos círculos.
No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.
Efesios 5:18
Un problema tras otro se te acumula. Enfermedad, falta de dinero, discusiones, angustia por un corazón herido. Puede ser abrumador. También puede ser fácil pensar que tal vez un poco de alcohol podría aliviar tu dolor o ayudarte a olvidar por un rato tus penas.
Sin embargo, ¡Dios nos muestra algo mejor! En lugar de recurrir a las bebidas alcohólicas, Dios quiere que acudamos a Él y permitamos que su Espíritu nos llene. El Espíritu Santo es nuestro Consolador y Ayudador. Él trae alegría y paz.
Al pensar en los problemas que puedan tener tus alumnos, ora por ellos nombrando a cada uno por su nombre. Pide al Espíritu Santo que use esta lección para que ellos lleguen a conocer mejor a Jesús. ¡Ora también por los padres de tus alumnos!
Algunos familiares de tus alumnos probablemente beben alcohol. Algunos hasta pueden ser alcohólicos. Muéstrales el “Artículo de Recurso” que está al principio de esta unidad. Asegúrales que nadie los está culpando o acusando. Simplemente estás dando esta información importante a los niños para ayudarles a crecer de forma saludable.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Opcional: En el papel, dibuja un blanco con cuatro círculos. Escribe “10” en el primer círculo. Éste es el centro y el círculo más pequeño. Dibuja círculos más grandes alrededor del primero. Escribe “8”, “5” y “3” en estos círculos.
Para empezar llama a un voluntario. Muestra a todos el blanco que haz dibujado en el suelo. Si usas los materiales opcionales, coloca el papel con el blanco en el piso. Diles que el voluntario va a tirar una piedra al blanco, tratando de que dé en el centro del objetivo, el círculo marcado con el 10.
Coloca una venda sobre los ojos del niño o pídele que cierre sus ojos. Pide a dos niños que hagan girar con cuidado a su compañero que tiene los ojos vendados, unas cinco veces. Luego, con cuidado, lleva al niño con los ojos vendados hacia el blanco. Asegúrate de que no haya obstáculos en su camino. Pídele que tire su piedrita al blanco, tratando de que dé en el centro, de10 puntos. Deja la piedra donde caiga. Repite esto con otros tres o cuatro niños. Gana el niño cuya piedrita haya caído en el número mayor. Los niños que no participen pueden animar a los voluntarios.
La mayoría dirá que se sintieron mareados e inseguros de caminar o de tirar la piedra.
Pide a todos que repitan esta frase después de ti:
No creo que las bebidas alcohólicas afecten mi habla.
Dile a los niños que pongan la lengua entre sus dientes frontales y su labio superior, y que repitan la frase de nuevo. Probablemente se reirán de lo tonto que suena la frase con la lengua en esa posición. Haz también esta actividad con los niños. Al jugar con los alumnos fortalecerá tu relación con ellos.
Cuando pusimos la lengua delante de los dientes y tratamos de decir algo eso afectó nuestra forma de hablar. Así también, el alcohol nos afecta. Nuestro cuerpo reacciona a los productos químicos de las bebidas alcohólicas. La cabeza se siente extraña. Podríamos tropezar como si estuviéramos mareados, como hicieron los voluntarios en la primera actividad. La vista se pone borrosa. Para las personas puede ser difícil entendernos, porque si hemos bebido alcohol no hablamos claramente.
Las bebidas alcohólicas son depresoras. Esto significa que los que consumen alcohol tienen menos energía y se les afectan sus emociones. Algunas personas reaccionan emocionadas después de su primera copa, pero más tarde se sienten deprimidas y cansadas. También pueden sentir físicamente enfermas. El exceso de bebidas alcohólicas es como un veneno en el cuerpo. A veces las personas intoxicadas hasta se desmayan. En casos graves, podrían dejar de respirar y morir. Nunca es una buena idea emborracharse con alcohol.
Cuando usamos o abusamos de cosas como bebidas alcohólicas, nuestro cuerpo y nuestra mente pierde su enfoque. Podemos perder de vista el blanco. Dios tiene buenos planes para nosotros, pero si usamos o abusamos de bebidas alcohólicas podemos perder de vista su objetivo y no experimentar lo mejor que Él tiene planeado.
En las próximas semanas vamos a estudiar acerca del abuso de sustancias químicas (fumar cigarrillos, beber alcohol en exceso, y el mal uso de medicamentos y otras drogas). Veremos lo que la Biblia dice acerca de estas cosas. Uno puede llegar a ser adicto a cualquiera de estas cosas. Cuando uno es adicto a algo, significa que se hace esclavo de esa cosa. Significa que el cuerpo pide más y más de lo mismo; el cuerpo depende de ello. Llega a ser una necesidad fuerte y dañina.
El abuso de estas sustancias químicas puede llevarnos por el camino equivocado. Podemos decir que no a estas cosas y encontrar en su lugar cosas sanas que hacer. Los deportes, dedicarse a ayudar a otros, y los juegos son cosas sanas, que no hacen daño. Dios tiene buenos planes para nosotros, y no quiere que dañemos el cuerpo que nos ha dado.
Muchos de los niños quizás no tengan acceso a bebidas alcohólicas. Otros niños pueden tener amigos o familiares que son alcohólicos, y algunos de ellos pueden haber bebido. Para que puedan evitar estas sustancias químicas, necesitan saber cuáles son. Pide a los niños que den ejemplos de distintas bebidas alcohólicas.
Permite que los niños digan lo que piensan.
Les voy a dar algunas razones por las cuales las personas toman bebidas alcohólicas. Si conoces a alguien que bebe alcohol por esta razón, levanta la mano. No debes decir quién es la persona.
Esta persona recurre a las bebidas alcohólicas para escaparse de una vida triste.
Esta persona se siente sola o trata de que los demás la acepten.
Esta persona está deprimida, y el alcohol le hace sentirse mejor por un tiempo.
Esta persona sólo quiere divertirse, sin importarle las consecuencias.
Esta persona sólo quiere probar algo que hacen los adultos porque piensa que es emocionante.
Muchos de nosotros conocemos a alguien que consume bebidas alcohólicas por estas razones. Cuando alguien se emborracha, daña su cuerpo y su cerebro, y puede también perjudicar a otras personas. Decir que no desde el principio y buscar otras formas de vida son buenas maneras de evitar la trampa del alcohol.
Lee el siguiente versículo a los niños. Si es posible, escríbelo en la pizarra.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11
Pide a los niños que repitan este versículo varias veces. Luego pide a uno de los niños mayores que diga cómo se lo explicaría a un niño menor.
La seguridad de que Dios tiene buenos planes para nosotros puede ayudarnos a decir que no a las cosas destructivas. Ahora vamos a leer algunos versículos sobre lo que la Biblia dice acerca de las bebidas alcohólicas. Cada grupo tendrá cinco minutos para preparar un breve drama que muestre el versículo al resto de la clase.
Divide la clase en tres grupos, o más, según la cantidad de estudiantes. Da a cada grupo uno de los versículos, si son más grupos da el mismo versículo a otro grupo.
¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas? ¿De quién son las heridas gratuitas? ¿De quién los ojos morados? ¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores!
Proverbios 23:29–30
El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!
Proverbios 20:1
No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.
Efesios 5:18
Da a los grupos unos cinco minutos para que lean sus versículos y preparen el drama que mostrarán a la clase. Ayuda a cualquier grupo que lo necesite. Al cabo del tiempo, pide que los grupos se reúnan y se sienten en el piso. Lee el primer versículo y pide al grupo que le tocó ese versículo que haga su drama.
¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas? ¿De quién son las heridas gratuitas? ¿De quién los ojos morados? ¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores!
Proverbios 23:29–30
Como pueden ver en el drama de este grupo, estar borracho puede causar muchos problemas.
Los niños podrían sugerir: estaba triste, discutía mucho, se lastimó porque no podía caminar derecho, y otras cosas.
Lee el siguiente versículo y permite que el grupo a quien le ha tocado haga su drama.
El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!
Proverbios 20:1
Las respuestas pueden incluir: parecía como un tonto y se metía en peleas. Lee el versículo del último grupo y permite que ellos hagan su drama.
No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario,sean llenos del Espíritu.
Efesios 5:18
Las respuestas pueden incluir: meterse en problemas sin ningunas restricciones.
El Espíritu Santo
El Espíritu Santo vive en cada creyente en Cristo. Él nos consuela, nos ayuda, y nos da alegría y paz. Cuando recibes a Cristo en tu vida, el Espíritu Santo te llena de buenas cosas que son mucho mejor que el alcohol.
Como dijimos antes, algunas personas recurren a las bebidas alcohólicas porque tienen una vida muy dura o infeliz. Tal vez han perdido a un ser querido. Quizá se sienten solos o tienen miedo. Dios quiere que acudamos a Él en lugar de beber cerveza o alcohol cuando nos pasan cosas difíciles en la vida.
Escuchen este versículo acerca de Jesús:
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.
Hebreos 4:15
Este versículo dice que Jesús entiende cuando pasamos por situaciones difíciles. Él sabe cómo es sentirse débil o herido. Este versículo promete que Él entiende cómo es ser tentado a recurrir al alcohol o a cualquier otra cosa para calmar el dolor. Pero Jesús no resolvió sus problemas con bebidas alcohólicas. En lugar de eso, Él confió en Dios su Padre. Cuando nosotros pasamos por cosas difíciles, podemos confiar en Dios en lugar de recurrir al alcohol.
Les voy a leer un versículo más sobre lo que Dios dice acerca de cómo debemos vivir.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
1 Corintios 6:20
Este versículo dice que Jesucristo pagó el precio por nosotros al morir en la cruz por nuestros pecados. Lo hizo para que podamos ser restaurados para tener una comunión con Dios. Debemos honrar a Dios con nuestra forma de vivir y la forma en que tratamos a nuestro cuerpo. Él nos ama. Su Palabra nos muestra cómo vivir. Dios quiere lo mejor para nosotros.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, los niños deben dibujar allí cómo pueden honrar a Dios con su cuerpo.
Ahora les voy a dar algunos consejos de cómo decir que no cuando alguien les invita a beber alcohol. Cada uno busque una pareja.
1. ¡Ora! Recuerda que Dios tiene buenos planes para ti. Él te creó. Jesús pagó el precio por ti para que puedas tener comunión con Él. ¡Jesús te ayudará! Él sabe cómo es ser tentado y te ayudará cuando se lo pidas.
Cada pareja, túrnese en hacer breves oraciones para pedir la ayuda de Dios cuando sean tentados a beber alcohol.
Da a los niños un momento para que hagan esto.
2. Declara el problema que causa el alcohol. Por ejemplo, podrías decir: “No quiero beber alcohol porque me dará dolor de cabeza” O puedes decir: “Si bebo cerveza para olvidar mi dolor, igual tendré dolor después de que se me pase el efecto de la bebida”.
Da a los niños un momento para que hagan esto.
3. Sugiere otra actividad. Puedes pedirle a tu amigo que hagan algo que sea divertido y saludable, como un juego. Vuélvete a tu pareja y practiquen este paso.
Da a los niños un momento para que hagan esto. Cuando terminen, pide que se paren en círculo para orar la bendición sobre ellos.
Bendición: quiero que sepas que Jesús sabe cómo es experimentar las mismas situaciones difíciles que nos pasan a nosotros. Él te ayudará a honrarlo con tu cuerpo. No tienes que pasar solo por la vida. Que su amor y su cuidado lleguen a lo profundo de tu corazón.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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