En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Romanos 12:1
¿Alguna vez te has detenido a considerar que Dios quiere que le ofrezcas tu cuerpo como un acto de adoración? Eso significa que la forma en que tratas tu cuerpo es importante para Dios. Dios te ama y se preocupa por ti. Él es tu buen Padre. Como cualquier buen padre, desea cosas buenas para ti. Dios quiere que estés saludable. Piensa en tu estilo de vida. Esta semana pide a Dios que revele un cambio que Él quiere que hagas para que te sientas más saludable. ¿Cómo ese cambio te lleva a adorarlo más profundamente?
Informa a los padres o tutores de tus alumnos que esta semana los niños aprenderán sobre el cuidado de la piel, los dientes y el cabello. Algunas familias tal vez no sean conscientes de la importancia de la higiene en estos aspectos. Anima a los niños a que compartan lo que aprenden para así contribuir a que toda la familia permanezca saludable.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Comienza con una actividad física divertida. Párate con los niños en un círculo grande. Diles que cantarás y harás movimientos rítmicos “de una canción divertida”. Si sabes el tono que va con las palabras, que todos la canten. Si no la sabes pronuncia las palabras aplaudiendo a un ritmo fuerte. Que todos hagan lo que tú digas, colocando sus partes del cuerpo adentro o afuera del círculo. Cuando dices, “canten la canción divertida”, cada uno coloca sus brazos en alto y las hace girar. Puedes demostrar esto antes de comenzar a cantar la canción.
Opcional: Si hay tiempo, haz el ritmo también con otras partes del cuerpo:
Cuando terminen la canción, di a los niños que se sienten.
Hacer ejercicio es divertido. Nos ayuda a mantener nuestro cuerpo sano. Dios creó nuestro cuerpo y le importa cómo lo tratamos. Él quiere que estemos saludables. Hoy hablaremos acerca de cómo mantener nuestro cuerpo limpio y saludable.
Hoy vamos a aprender acerca de tres partes importantes de nuestro cuerpo que debemos mantener limpias para estar saludables. En primer lugar, hablaremos de nuestra piel.
Escuchen esta historia bíblica acerca de un hombre que tenía lepra. La lepra es una enfermedad infecciosa de la piel que causa heridas feas y que daña los nervios de los brazos y las piernas. Cuando sucedieron los acontecimientos que relata la Biblia, la gente pensaba que la enfermedad se contagiaba con solo tocar a alguien con lepra. En realidad, solo puede propagarse a través del contacto repetido con los fluidos que salen de la nariz o la boca, como por ejemplo cuando alguien estornuda o tose repetidamente cerca tuyo. Ahora los médicos saben que pueden tratar esta enfermedad y curarla. Sin embargo, en los tiempos de la Biblia esto aún no lo habían descubierto.
Cuando Jesús estuvo en la tierra, los leprosos vivían en aldeas separadas, aparte de todos, para prevenir la propagación de la enfermedad. No podían estar con su familia y sus amigos. Incluso, tenían que gritar a todos para alertar de su presencia y que se alejaran de ellos. Los que tenían lepra llevaban una vida solitaria.
Un día, un hombre que tenía lepra vino a arrodillarse ante Jesús y le dijo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. Leamos la siguiente parte de la historia directamente de la Biblia.
Lee Mateo 8:3 directamente de la Biblia. El versículo también está impreso aquí.
Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la lepra.
Mateo 8:3
¿Qué nos enseña esta historia acerca de Jesús?
A Jesús le importaba este hombre y estaba dispuesto a tocarlo, cuando otros no lo tocaban. Jesús es poderoso y puede sanarnos.
Jesús sanó la piel de este hombre. Cada parte de nosotros, incluyendo nuestro cuerpo, es importante para Jesús. Si Jesús se preocupa por nuestro cuerpo, entonces nosotros también debemos cuidarlo. Podemos prevenir algunas enfermedades manteniendo nuestra piel limpia.
Hay que cubrir los cortes para impedir que se ensucien y llenen de gérmenes. Pídele a un adulto que te ayude a limpiar cortes y raspaduras. Si se ensucian y llenan de gérmenes, podrían infectarse.
La piel nos hace sentir cuando alguien nos toca; nos ayuda a sentir presión, calor, frío y dolor. También nos ayuda a controlar la temperatura del cuerpo.
Hablemos más sobre cómo la piel controla nuestra temperatura. ¿Qué pasa cuando hacemos ejercicio? El cuerpo se calienta. Las glándulas sudoríparas en nuestra piel producen sudor para que no nos calentemos demasiado. Hay pequeños orificios llamados poros que despiden el sudor de la piel. La piel debajo de los brazos, entre las piernas, y en los pies puede sudar mucho. Si no te lavas el sudor, los microbios comienzan a alimentarse del sudor y también empiezan a crecer; entonces la piel se pone maloliente y poco saludable.
La piel produce aceites, químicos, células muertas de la piel, y sudor. Todas estas cosas ensucian la piel; se cubre de gérmenes. Si te lavas regularmente con jabón, te deshaces de sudor maloliente, aceite, piel muerta y suciedad.
Si es posible, lávate la cara y el cuello por la mañana y por la noche. Trata de lavar tu cuerpo todos los días. Comienza con lavarte la parte superior de la cara, el cuello y las orejas. Sigue lavándote hasta llegar a los dedos de los pies. Es importante que te laves muy bien los lugares donde se juntan la suciedad y los gérmenes, como debajo de los brazos, entre las piernas y en los pies. Después sécate cuidadosamente desde la cabeza hasta los pies.
Cuando tu piel está limpia, ¡lo mejor es ponerte también ropa limpia! La ropa interior está muy cerca de la piel y recoge las células muertas de la piel, el sudor y otras manchas. Los gérmenes crecen en la ropa sucia y pueden empezar a oler mal. Necesitas lavar la ropa con agua y jabón.
Ahora hablemos de los dientes.
Di a los niños que te regalen sonrisas grandes, que muestren sus dientes. Felicítalos por sus hermosas sonrisas. Cada una es diferente, ¡y Dios se deleita en cada una!
Los dientes son la parte más dura del cuerpo. Si no nos cepillamos los dientes diariamente, los gérmenes y los alimentos, especialmente el azúcar, pueden quedar atrapados en nuestros dientes y causar huecos. Esos huecos se llaman caries, y pueden causar mucho dolor. A menos que un dentista cure las caries, esos huecos se hacen más y más grandes. A veces hay que sacar un diente o una muela cariada.
Habla de la importancia del cepillado diario de los dientes, especialmente después de las comidas. Provee información acerca de los cepillos y las pastas dentales que se consiguen donde tú vives. También habla de la alimentación saludable de frutas y verduras para dar fortaleza a los dientes, y de la importancia de no consumir caramelos entre las comidas para evitar que el azúcar se quede en los dientes por mucho rato.
Si no cepillamos los gérmenes de los dientes, pueden propagarse a nuestras encías y volverlas rojas y doloridas. Hasta pueden sangrar. Esto se llama gingivitis, y produce mal aliento. Las encías poco saludables pueden causar que los dientes se suelten y se caigan. También pueden causar graves enfermedades y otros problemas de salud.
Vamos a aprender a limpiarnos los dientes. Hay ocho superficies en la boca que debemos limpiar dos veces al día, si es posible.
Muestra a los niños la imagen de los dientes que hay al final de la lección. Diles que su dedo será un cepillo de dientes u otro instrumento para limpiar los dientes. Simula que limpias los dientes en la imagen, en las ocho partes enumeradas aquí. Menciona cada parte al limpiarla.
Voy a decir estos pasos de nuevo, y ustedes pueden fingir que se limpian los dientes conmigo. No pongan los dedos en la boca ya que sus manos pueden estar sucias. Solo finjan que se cepillan los dientes.
Al revisar las partes, los niños deben fingir que se cepillan los dientes.
También es importante que seas valiente y visites al doctor de los dientes, para que te los revise al menos una vez al año, así podrás evitar enfermedades de la dentadura o corregir las que hayas contraído. Es importante que mantengas la hermosa sonrisa que me regalaste al principio de la clase.
Ahora aprenderemos acerca de otra parte de nuestro cuerpo: el cabello. El cabello se compone de células muertas. El cabello crece todo el tiempo, pero no siempre a la misma velocidad.
Algunas personas tienen cabello seco y otras tienen el cabello graso. El cabello sucio pierde su brillo y es aceitoso. También hace que te pique la cabeza y huela mal porque hay gérmenes que viven en la suciedad, el aceite y la piel muerta. Cuando no te peinas o cepillas el cabello, se puede enredar y hacer nudos. Tener un cabello limpio y saludable se ve bien y te hace sentir bien.
Presten atención a estos dos problemas comunes que afectan el cabello de algunas personas. Ninguno de estos problemas es culpa de la persona. Son cosas que pasan a veces, pero se pueden corregir con el cuidado constante del cabello.
Caspa. La caspa se forma de células muertas de la piel en la cabeza. La caspa parece copitos blancos en el cuero cabelludo y puede picar. Puede significar que el cuero cabelludo está muy seco. No es algo que uno se contagia de otras personas. A veces se puede usar algo como vinagre o jugo de limón o un aceite para curar la caspa. Si tienes caspa puedes preguntar a los adultos sobre lo que otros hacen para curar la caspa.
Piojos. Los piojos son insectos muy pequeños que se aferran al cabello, y que son muy difíciles de ver. Chupan la sangre y ponen huevos en el cabello. Las picaduras de piojos dan mucha picazón. Si te pica mucho la cabeza, pídale a un adulto que te revise el cuero cabelludo.
Hay lociones especiales para matar los piojos y hay peines para sacar los huevos de la cabeza. No es culpa tuya si tienes piojos. Los piojos pueden aparecer incluso cuando el cabello está limpio. Los piojos pasan fácilmente de persona a persona. No tienen alas, así que no pueden volar, tampoco pueden saltar; pero pueden correr o deslizarse rápidamente.
Lávate el cabello con agua al menos dos veces a la semana. Cuando te laves el cabello, frota suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos. Si te lavas con champú, es importante que te enjuagues el champú del cabello. Si te lavas el cabello con regularidad te deshaces de la suciedad, las células muertas, el aceite, y el sudor.
¿Cuántos cabellos crees que tienes?
Permite que los niños se diviertan adivinando.
Ninguno de nosotros sabe exactamente cuántos cabellos tiene. Pero hay alguien que lo sabe y que cuida de cada detalle de nuestra vida. Escuchen lo que Jesús dijo a sus discípulos:
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
Mateo 10:29–31
Jesús dijo que Dios se preocupa por cada pequeño gorrión, pero Él se preocupa aún más por ti. La verdad es que Dios te ama tanto y se preocupa tanto por ti que incluso sabe cuántos cabellos tienes en la cabeza. Dios creó tu cuerpo, y Él sabe todo acerca de ti. Dios quiere que estés sano, así como quería que el hombre con lepra de la historia de hoy estuviera sano.
Voy a decir una parte del cuerpo que hemos estudiado hoy. Cuando lo haga, piensa en una cosa que empezarás a hacer hoy para cuidar esa parte de tu cuerpo y así mantenerlo saludable. Mira a alguien a tu lado y dile qué vas a hacer.
Haz una pausa de 20 ó 30 segundos después de cada parte del cuerpo, para que los niños decidan lo que harán para cuidar esa parte del cuerpo.
Opcional: si usas las Páginas del Alumno, allí hay espacio para que los niños escriban lo que piensan hacer para cuidar sus dientes, su piel y su cabello.
Finaliza la clase leyendo 3 Juan 1:2 como una bendición sobre los niños.
Bendición: es mi oración que les vaya bien en todos sus asuntos, que gocen de buena salud, y que prosperen espiritualmente.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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