En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Isaías 41:10
Dios nos dice que no temamos. Podemos confiar en que Él obra a nuestro favor. Nos promete ayudarnos, sustentarnos y darnos la fuerza para esforzarnos. Esto no quiere decir que nunca experimentaremos situaciones peligrosas y escalofriantes. Esto significa que cuando estamos en situaciones que dan miedo, podemos confiar de que Dios estará con nosotros a medida que la atravesamos.
Por un momento piensa acerca de cuándo te has sentido atemorizado. ¿Te ayuda recordar que Dios siempre te ayuda y sustenta? A veces puede ser difícil entender por qué suceden cosas atemorizantes, sin embargo, Dios está ahí para llevarnos a través de esos momentos. Respira profundamente. Siente la seguridad de sus manos sosteniéndote y la fuerza que te brinda. ¡Confía en su amor por ti!
Anima a las familias para que hablen con los niños sobre sus temores. Pídeles que nombren algunas de las razones por las que pueden confiar en Dios en aquellas cosas que les da miedo.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da la bienvenida a los estudiantes a media que llegan a la clase y diles que se sienten en un círculo grande para realizar un juego.
Hoy tenemos un juego para divertirnos. Nuestro juego se llama “¡conejo, conejo, zorro!”. Seré el primero en pasar por el círculo. Caminaré alrededor del círculo por afuera y, de manera suave, tocaré la cabeza de cada niño. Cada vez que toque la cabeza de alguien, diré “conejo”. Escucha con atención, porque también tocaré a un niño y diré “zorro”. Si te toco y digo “zorro”, te pondrás de pie y me perseguirás por el círculo. Cualquiera de nosotros que llegue primero a ese espacio vacío en el círculo, se sentará en el espacio vacío donde estaba sentado el “zorro”. El que quede de pie será la siguiente persona que caminará alrededor del círculo diciendo “conejo, conejo, zorro”.
Nuestra seguridad y no salir lastimado son muy importantes. Entonces, por favor, escucha las siguientes instrucciones:
Realiza el juego por 5 minutos.
En este juego, aquellos de ustedes que fueron escogidos como “zorros” tuvieron que perseguir a la otra persona por el círculo. Si realmente fueras perseguido por un zorro, te daría mucho temor. Algunas veces suceden cosas que nos asustan. Podemos tener miedo de que algo lastime nuestros cuerpos, o tener temor de que alguien haga algo que nos ponga tristes o que lastime nuestras emociones. Cuando esto suceda, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos ayudará a atravesar las situaciones que nos producen miedo.
Confiar en Dios significa que crees que Él puede hacer cualquier cosa porque es Dios. Confiar en Dios quiere decir que crees que está en control de todas las cosas. Confiar en Dios significa que crees que está contigo en los buenos y en los malos momentos. Confiar en Dios quiere decir que sabes que nunca te dejará y que te ama. Nuestro versículo para memorizar esta semana habla sobre la confianza en Dios. Dice:
La palabra del Señor es justa; fieles son todas sus obras.
Salmos 33:4
Hoy escucharemos más acerca de estos 3 hombres que confiaron en Dios porque sabían que Dios es bueno, nos ama y siempre nos ayuda. Ellos creyeron que sin importar lo que les sucediera en una situación peligrosa y aterradora, ¡Dios estaría en control y estaría con ellos!
La semana pasada aprendimos sobre Sadrac, Mesac y Abednego, quienes estaban a punto de ser lanzados al horno de fuego ardiente porque no se inclinaron ante la estatua dorada. El fuego es peligroso. El fuego puede lastimarte, incluso matarte. Creo que yo hubiese estado muy asustado si alguien dijera que me iba a lanzar a ¡un horno de fuego ardiente!
Las respuestas pueden incluir: asustados, nerviosos, calmados porque confiaban en Dios y otras respuestas similares.
Si bien no siempre es fácil hacerlo, la Biblia nos dice que no tengamos temor. Cuando creemos en Dios, Él siempre está con nosotros.
Si es posible, por favor lee este versículo directamente desde tu Biblia.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia
Isaías 41:10
Dios nos dice que está con nosotros, que es nuestro Dios, que nos da la fuerza, nos ayuda y nos sustenta.
Los 3 hombres de esta historia verdadera de la Biblia quizás se sintieron atemorizados. O quizás no tuvieron temor para nada. De cualquier forma, ¡confiaron en Dios! Fueron valientes para decirle al rey que no se postrarían ante la estatua.
Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron a Nabucodonosor: —¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad! Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. Pero, aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua.
Daniel 3:16–18
Los 3 hombres confiaron en Dios en una situación aterradora.
Deja que 2 o 3 niños respondan.
Lo que sucedió a continuación suena muy atemorizante. ¡El rey se enojó muchísimo! ¡Ordenó que se calentara el horno siete veces más de lo que ya estaba!
Conduce a los niños para que juntos cuenten hasta siete. Pueden decir cada número un poco más fuerte que el anterior para luego gritar el número siete.
Luego el rey le dijo a sus soldados más fuertes que aten a los 3 hombres y los arrojen al horno de fuego ardiente extra caliente.
Puede parecer que a Dios no le importaba lo que le sucedería a estos 3 hombres. Quizás piensas que Dios debería haber evitado que esto malo ocurriera. Estos hombres sabían que Dios hacía lo correcto incluso entendían que la situación era difícil. Sabían que Dios los amaba sin importar lo que sucediera. También entendían que, si morían en el fuego, Dios estaría con ellos. ¡Estos tres hombres confiaban en Dios, aunque lo que les sucedía era muy aterrador!
Deja que respondan 2 o 3 niños.
¡Lo que sucedió a continuación fue verdaderamente maravilloso! ¡La Biblia nos cuenta que los hombres comenzaron a caminar por el fuego! No estaban amarrados ni tampoco lastimados. Luego el rey vio a otro hombre en el fuego. ¡Era un ángel enviado por Dios para ayudarlos! Los tres hombres confiaron en Dios, y Dios los ayudó en una situación peligrosa y aterradora.
Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.
¿Recuerdas lo que le dijeron los hombres al rey antes de ser lanzados al fuego? Sabían algo sobre Dios que los ayudó a confiar en Él, incluso si eran lastimados o morían.
Deja que respondan 2 o 3 niños.
Confiaron en Dios porque es bueno y nos ama por completo. Confiaron en Dios incluso si Él no los rescataba. Dios no siempre hace lo que nosotros queremos que haga. Pero siempre hace lo bueno y correcto.
¡La historia no termina ahí! Escucha lo que nos dice la Biblia sobre lo que declaró el rey después de ver a los cuatro hombres caminando en el fuego. El rey dijo:
Entonces exclamó Nabucodonosor: «¡Alabado sea el Dios de estos jóvenes, que envió a su ángel y los salvó! Ellos confiaron en él y, desafiando la orden real, optaron por la muerte antes que honrar o adorar a otro dios que no fuera el suyo».
Daniel 3:28
Leeré de nuevo, pero esta vez haré una pausa después de cada declaración. Cuando haga una pausa, tú gritarás: “¡Puedo confiar en Dios!”. Hagamos una prueba.
“¡Que el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego sea alabado!”
Haz una pausa para que los niños respondan: “¡Puedo confiar en Dios!”. Di con los niños: “¡Puedo confiar en Dios!”, después de cada una de las afirmaciones que vienen a continuación.
Felicita a los niños por sus declaraciones de confianza en Dios y diles que la actividad ha finalizado.
Los tres hombres confiaron en que Dios estaba con ellos. Incluso si no hubieran sido rescatados del fuego, amaron y confiaron en Dios. ¡El rey fue testigo de este milagro y esto cambió el corazón del rey!
El rey decidió que nadie en el reino podría decir nada en contra del Dios de Sadrac, Mesac y Abednego. También les dio a estos 3 hombres puestos altos de autoridad en la ciudad. Recuerda que Dios siempre hace lo correcto y justo. Es importante que tengamos presente que estos 3 hombres estuvieron dispuestos a morir en el fuego si Dios no hubiera decidido salvarlos. Sabían que Dios actúa correcta y justamente, incluso cuando no entendemos lo que hace. Tenemos que saber que Dios no siempre nos libra de situaciones aterradoras, pero sin importar lo que suceda, nos ama y está con nosotros.
En la historia verdadera de hoy, los 3 hombres confiaron en Dios en una situación aterradora. Hagamos el juego “conejo, conejo, zorro” de nuevo. Solo que esta vez, cambiemos las reglas un poco. Cuando seas escogido para ser el “zorro”, irás al medio del círculo y te sentarás. Pretenderemos que es el “horno ardiente”. Para salir del “horno ardiente”, dirás una razón por la cual puedes elegir confiar en Dios cuando tienes temor.
Deja que 4 o 5 niños respondan. Si les cuesta responder a esta pregunta, lee la respuesta que viene a continuación.
Los versículos bíblicos que leímos hoy nos dicen que podemos confiar en Él porque:
¿Listos? ¿Jugamos?
Comenzarás siendo la persona que toca a los demás. Cuando escojas al primer niño para que sea el “zorro”, le recordarás que debe sentarse en el medio del círculo. Te puedes sentar en su lugar del círculo. Pídele que diga un motivo por el que sabemos que podemos confiar en Dios, incluso cuando estamos atemorizados. Si le cuesta responder, permite que otro niño sugiera una respuesta. Luego dile al niño del medio que camine por afuera del círculo tocando rápidamente a los niños hasta que toque a alguien para que sea el “zorro”. Continúa jugando hasta que todos los niños hayan tenido la oportunidad de estar en el medio del círculo.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, haz que los niños encuentren parejas. Luego deja que corten o recorten sus tarjetas. Dales 2 o 3 minutos para jugar.
Cuando las cosas van bien, es fácil confiar en Dios. Cuando experimentamos situaciones aterradoras, es importante poner nuestra confianza en Dios. Él obrará a nuestro favor a pesar de que no entendamos cómo es posible que sucedan esas cosas. Cuando pasan cosas peligrosas o aterradoras, como lo hicieron Sadrac, Mesac y Abednego ¡puedes confiar en Dios! Nuestro versículo para memorizar nos recuerda por qué podemos confiar en Dios.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños.
La palabra del Señor es justa; fieles son todas sus obras.
Salmos 33:4
Aplaude al ritmo de las palabras en la primera mitad del versículo. Haz una demostración de estas acciones en la segunda mitad del versículo:
Fieles son—Señala al cielo, luego indica “si” asintiendo con tu cabeza.
Todas sus obras—Mantén un brazo sobre tu cuerpo hacia un lado. Luego llévalo hacia el frente hasta extenderlo hacia el otro lado de tu cuerpo.
Repite las palabras, el ritmo y las acciones con los niños tres veces.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Isaías 41:10.
Bendición: Que vengas a conocer al Dios vivo y verdadero. Que tengas claro que Dios está contigo, por lo tanto, no tienes que temer. Que confíes en Dios porque Él siempre actúa correcta y justamente.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes.
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