Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.
En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.
Los 2 tipos de tierra o arena deben ser de colores o texturas distintas. También puedes usar 2 tipos de arroz o legumbres. Los estudiantes mezclarán estas cosas durante un ejemplo práctico.
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.
Génesis 2:24
Dios creó un plan para el matrimonio desde el comienzo, cuando primero hizo al hombre y a la mujer. Su plan para el matrimonio incluía amor y unidad, donde ambos se honraran mutuamente y también a Dios. Pero, en nuestro mundo pecaminoso, muchos matrimonios no siguen Su plan.
Si tu propio matrimonio está roto, ¡Ten ánimo! Si has visto matrimonios derrumbarse a tu alrededor, ¡no te desanimes! Recuerda que el tema central de la Biblia no es la perfección, sino la redención. La escritura está llena de ejemplos de familias imperfectas que glorificaron a Dios. En Génesis 24–27, descubrimos que Isaac y Rebeca claramente se amaban, aun así no parecía que experimentaban una unidad profunda. ¡Sus hijos gemelos verdaderamente no experimentaron esta unidad! Sin embargo, Dios usó esta unión para sus planes, ya que toda la nación de Israel comenzó a partir de su hijo Jacob. Sea cual sea tu situación o experiencia, Dios puede usar tu historia para ayudar a los estudiantes a entender su plan de unidad a través del compañerismo en el matrimonio.
Anima a los estudiantes a preguntar a sus familiares casados cómo se conocieron y cómo decidieron casarse. Los adolescentes pueden después compartir el plan perfecto para el compañerismo en el matrimonio. Si es posible, da a las familias copias del Artículo de Recurso “¿Qué es una familia cristiana saludable?” El artículo está impreso en esta guía al comienzo de esta unidad.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a tus estudiantes. Mientras le das la bienvenida, comienza una conversación sobre el matrimonio. Pregúntales sobre los matrimonios en la comunidad: ¿han visto matrimonios que ellos admiran? ¿matrimonios que ellos piensan que no funcionan bien? Invítales a compartir con la clase, pero asegúrate de que no mencionen nombres, sólo las situaciones que han observado.
Los estudiantes pueden enumerar cosas como cuidado, amor, compasión, amabilidad, respeto, buena comunicación y otros rasgos positivos.
Hoy aprenderemos sobre el plan y propósito de Dios para el matrimonio. Primero, necesito 2 voluntarios que me ayuden para hacer una demostración.
Pide a 2 voluntarios y haz que se paren en frente del grupo, donde todos puedan verlos. Da a cada uno de ellos 1 de las tazas con arena.
Haz que los voluntarios viertan un poco de arena de su bol o olla grande y revuélvelo. Necesitarás que quede un poco de arena en cada una de las tasas para otra actividad al final de la clase. Muéstrales a todos el bol o olla con la arena mezclada.
Ahora pide a los voluntarios que traten de separar su propia arena y que la pongan de vuelta en sus tazas. Diles que no pueden tomar nada de la otra arena. Deja que por un minuto traten de hacer esto. Los estudiantes se darán cuenta rápidamente que no solo es difícil, sino imposible. Agradece a los voluntarios, y pídeles que vuelvan a su clase. Pon a un lado el bol o la olla.
Los estudiantes pueden decir cosas como que “son dos personas distintas convirtiéndose en 1” o “las cosas se combinan cuando te casas”.
El matrimonio es verdaderamente la idea de Dios, y Él tiene un plan hermoso para el matrimonio. De acuerdo a la Biblia, el matrimonio es una relación entre un hombre y una mujer que nos enseña sobre el amor de Dios. La Biblia dice que 2 personas, el esposo y la esposa, se convierten en uno, al igual que la arena en nuestro bol. Cuando vertimos los 2 tipos de arena distintos, se convirtieron en algo nuevo. Aún puedes ver 2 cosas diferentes, pero están tan mezcladas que sería extremadamente difícil separarlas de nuevo. Esto es lo que Dios desea para los matrimonios, 2 personas que mezclan sus vidas para llegar a ser una. El plan de Dios para todos los matrimonios es que el esposo y la esposa experimenten compañerismo, trabajo en equipo y amor bíblico.
Para entender el plan de Dios para el matrimonio, es importante conocer más sobre el primer matrimonio de la Biblia.
El primer versículo de la Biblia, Génesis 1:1 nos dice “En el principio, Dios creó los cielos y la tierra”. Luego, Dios creó los océanos y la tierra. Puso plantas en la tierra y estrellas en el cielo. Después, creó los peces, los pájaros y los animales. Finalmente, hizo al ser humano y lo llamó Adán. Dios puso a Adán en un lugar hermoso llamado el jardín del Edén y le dio autoridad sobre toda la creación. Sin embargo, Dios sabía que Adán necesitaba compañía, entonces creó a Eva.
Pide a un estudiante que lea Génesis 2:21–23 en voz alta y desde la Biblia. Si es posible, muestra a los estudiantes la imagen de la Biblia en Acción.
Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: «Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará “mujer” porque del hombre fue sacada».
Génesis 2:21–24
Los estudiantes pueden decir: “el esposo y la esposa deben ser unidos” o “ deben separarse del resto para que puedan estar juntos completamente”.
La relación entre Adán y Eva fue un regalo de Dios. Dios les dijo que sus vidas separadas serían unidas como una. Ahora Adán no estaba solo. Tenía una compañera. Alguien con quien compartir sus experiencias y un propósito en común. El compañerismo que se experimenta entre marido y mujer es el tipo de comunión más profunda posible entre dos personas, mayor que en cualquier otra relación humana.
Esto es todavía lo que Dios desea que sean las relaciones matrimoniales hoy. El marido y la mujer dejan sus respectivas vidas y juntos comienzan una vida nueva de compañerismo. Cuando comparten un propósito y experiencias comunes como compañeros, se unen más y más.
Deja que los estudiantes compartan lo que piensan.
Aunque es el plan de Dios, el compañerismo en el matrimonio no es ni simple ni fácil. Algunos matrimonios son verdaderamente difíciles, y parece que el esposo y la esposa se odian mutuamente. En otros, parece como si dos personas vivieran en la misma casa, pero teniendo vidas separadas. Nunca aprenden a tener un propósito en común, ni llegan a ser compañeros. Es como si cada uno mantuviera su propia taza de arena y nunca la vertieran en un balde. Pueden compartir parte de sus vidas, pero nunca comparten todo de sí mismos con el otro.
A veces los matrimonios pueden ser abusivos. Uno de los esposos puede tratar de crear unidad, pero el otro la quiebra con faltas de respeto o violencia. Para que los matrimonios sigan el plan perfecto de Dios, las parejas deben trabajar para crecer en comunión entre ellos.
Dios nos muestra el modelo para un buen matrimonio y cómo podemos trabajar para lograrlo.
Pide a un estudiante que lea Eclesiastés 4:9–10, 12 en voz alta y desde el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!
Eclesiastés 4:9–10, 12
Las respuestas quizás incluyan: “el esposo y su esposa pueden apoyarse y ayudarse mutuamente” o “serán más fuertes juntos”.
Guía a tus estudiantes a darse cuenta de que el tercer hilo es Dios.
Es más difícil tener un buen matrimonio sin la ayuda de Dios, e incluso más aún si ambos no confían en Él. Estar casado puede ser gratificante y muy difícil. Compartir tu vida con otra persona requiere paciencia, compromiso y entendimiento. Debes practicar el perdón y la gracia, y necesitas colocar a la otra persona por encima de ti mismo. Debido a que algunas veces somos egoístas, ¡esto puede ser muy difícil! Pero Dios puede ayudarnos con nuestros matrimonios si confiamos en Él. Con su ayuda, es posible lograr el compañerismo y la unidad en el matrimonio.
Materiales opcionales: Escribe la siguiente oración en la pizarra o en un pedazo de papel lo suficientemente grande para que toda la clase pueda verlo.
Si tienes papeles y lápices, o si usas las Páginas del Alumno, tus estudiantes pueden responder las preguntas ahí.
Piensa sobre cómo terminaría la siguiente oración: “Si en el futuro llego a casarme, trabajaría para crecer en compañerismo en mi matrimonio haciendo…”
Considera el plan de Dios de compañerismo para tu matrimonio. ¿Qué podrías hacer para construirlo? Piensa sobre qué características buscarías en un esposo. Medita en qué tipo de cosas podrías hacer con tu esposo para construir comunión, incluso en tiempos difíciles. Analiza qué cambios harías en tu vida para establecer el compañerismo. Por ejemplo, quizás planificarías hablar con tu esposo sobre tus problemas. Podrían confiar juntos en el Señor para ayudarte a pasar por esas situaciones difíciles. O puede que necesites trabajar para comunicarte con más claridad. Pasa los siguientes minutos pensando en tu posible futuro matrimonio y lo que puedes hacer para construir compañerismo.
Ahora piensa en tu vida presente. Puedes comenzar ahora a crecer en comunión, en tus relaciones actuales, en el hogar y con tus amigos. Puedes aprender a compartir experiencias de vida, disfrutar el compañerismo, y compartir metas y propósitos comunes. Trabajar en estas cosas ahora, ¡te ayudará en tu futuro matrimonio! Pasa un momento considerando las formas en que puedes crecer en compañerismo, en tus relaciones ahora.
Después de 2–3 minutos, guía en oración a los adolescentes, pidiendo por compañerismo en sus futuros matrimonios.
Dios tiene un plan maravilloso y sorprendente para tu vida. Él conoce si te casarás y con quién lo harás. Él desea lo mejor para ti. Si le pides ayuda, te puede ayudar a prepararte para el futuro que ha planeado para ti.
Coloca las tazas de arena donde los estudiantes puedan alcanzarlas.
Si te gustaría trabajar para tener compañerismo en el matrimonio con tu futuro esposo, puedes tomar un poco de arena de una de las tazas. Mientras la mantienes en tu mano, piensa en una cosa específica en la que puedes trabajar o aprender ahora para crear comunión en tu matrimonio futuro. Quizás trabajarás para ser más paciente. A lo mejor pondrás tu confianza en Dios. Quizás tratarás hablar con alguien nuevo cada día.
Después que hayas decidido lo que harás, vierte tu arena en el bol más grande donde la arena está mezclada. Tu arena se mezclará con la del resto del grupo. Ahora puedes comenzar a aprender y trabajar para tener compañerismo.
Da a tus estudiantes unos pocos minutos para completar esta actividad.
Puedes invitar a Dios a ser parte de tu futuro matrimonio y de tus relaciones ahora. Pídele que prepare tu corazón y vida para lo que ha planeado para tu futuro, si es el matrimonio o algo diferente. Ora para que te ayude a crecer en compañerismo en tus relaciones, en el presente.
Da a tus estudiantes un minuto para pensar y orar de forma individual. Cierra con esta oración basada en Eclesiastés 4:9–10.
Bendición: Que nuestro creador Dios, que hizo la mujer a partir del hombre, te ayude a crecer en compañerismo ahora y en el futuro en un matrimonio posible. Que aprendas a confiar en los demás, en compañerismo, para que sean más fuertes juntos.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los adolescentes:
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