En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”.
Lucas 15:21
En la historia del hijo perdido, el hijo quería confesarle su pecado a su padre porque sabía que había hecho algo malo. El padre no necesitó escuchar estas palabras. Él corrió hacia él para ofrecerle su perdón. De la misma forma que el padre de esta historia corre hacia su hijo, tu Padre celestial corre hacia ti para perdonarte.
A veces todos toman malas decisiones porque todos pecan. Dios sabe esto y espera correr hacia ti para perdonarte. Puedes recurrir a tu Padre celestial con humildad y pedir perdón por lo que desees. Cierra los ojos y pídele perdón ahora. Toma tiempo para orar y escuchar la respuesta de Dios. Siente el peso de tus hombros. Dios te perdonará, todo lo que tienes que hacer es pedirlo.
Anima a las familias a que modelen el perdón al perdonar a alguien esta semana. Si un niño le hace algo malo a alguien, fomenta que pida perdón. Si no es seguro pedirle perdón a esa persona, haz que el niño le pida perdón a Dios.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Da la bienvenida a los estudiantes a medida que llegan y diles que se paren, uno al lado del otro, en un círculo.
Vamos a jugar el juego “corre y detente”. Este juego te recordará detenerte para que puedas prestar atención a las cosas que te dan paz. Todos, pónganse de pie en un círculo y tomen las manos de los niños que tienen al lado. ¡Acuérdate de quiénes son estas personas!
Cuando diga “¡vamos!” soltarás las manos que sostienes y correrás por la sala. Cuando diga “¡detente!”, quedarás congelado en el lugar. Cuando diga de nuevo “¡vamos!”, caminarás de vuelta al medio de la sala para formar un círculo. Asegúrate de tomar las manos de las mismas personas del comienzo.
Despeja un área grande o haz el juego en un espacio abierto al aire libre para que los niños puedan correr. Reúne a los estudiantes en un círculo, en el centro del área. Haz que los niños se tomen de las manos de ambos lados. Recuérdales que presten atención a quienes están a sus lados. Cuando digas: “vamos”, los niños correrán por el área. Después de un minuto di: “detente”. Esto les indicará a todos que deben detenerse y no deben moverse. Después de que todos se hayan detenido, haz una pausa de quince segundos y luego di nuevamente “vamos”. Ahora todos los estudiantes caminarán de regreso al medio del espacio para hacer un círculo. Cada niño debe estar al lado de los dos estudiantes que tenía a su lado al comienzo del juego. Repite este juego 2 veces más. Después, haz que los niños se sienten en un círculo.
Permite que 2 o 3 niños respondan
¿Cómo te sentiste cuando corrías sin dirección?
¿Cómo te sentiste cuando encontraste tu lugar en el círculo?
Cuando corrías fue confuso y loco. No sabías adónde ibas o con quién te podías encontrar. Así es como se siente cuando has hecho algo malo y no has pedido perdón. Te puede hacer sentir preocupado, confundido o incluso con temor de lo que la otra persona piense o sienta por ti.
Cuando has hecho algo para lastimar o enojar a alguien, es importante que dejes lo que estás haciendo, vayas y hagas las paces con esa persona. En el juego, todo se calmó cuando te detuviste y regresaste al círculo. Pedir perdón te ayudará a sentirte tranquilo de nuevo.
Haz que los niños se formen en grupos de 2 o 3. Para cada pregunta en la sección de enseñanza, permite que los estudiantes conversen primero con los miembros de su grupo antes de pedirles que respondan.
Estuviste aprendiendo de una historia de la Biblia sobre un padre con sus 2 hijos. El padre pensó que había perdido al hijo menor porque este se fue y gastó la mitad del dinero de la familia. Cuando se dio cuenta de que había hecho algo incorrecto, el hijo regresó a casa para pedir perdón.
Deja que los niños hablen por un minuto para responder cada una de las siguientes preguntas en sus grupos. Luego pide a 2 o 3 tres niños que contesten para toda la clase.
¿Piensas que fue importante para el hijo perdido decir que lo sentía? ¿Por qué sí o por qué no?
Cuando pides perdón, tratas de arreglar tu relación con la persona que ofendiste. Si esa persona te perdona, ella toma la decisión de no quedarse con el dolor y el enojo que le provocaron tus acciones incorrectas. Cuando alguien cree en el único Dios verdadero, le entrega a Dios el dolor y el enojo causados por el mal.
¿Qué crees que le dijo el hijo perdido a su padre cuando se vieron?
Presta atención a lo que dijo el hijo:
Si es posible, lee el versículo directamente de tu Biblia.
El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”.
Lucas 15:21
El hijo perdido sabía que había avergonzado a su Padre y a sí mismo. Trató de devolverle el honor a su padre al pedirle perdón. El hijo tenía claro que había ofendido a su padre. También sabía que lo que hizo no era lo que Dios quería para él. El hijo perdido le dijo a su padre que había pecado contra él y contra el cielo.
El hijo perdido no solo dijo: “lo siento Padre”. Él no ignoró lo malo que había hecho. No dio excusas sobre por qué desperdició la propiedad y las cosas que su padre le había dado. Simplemente admitió que estaba mal. Dijo: “Ni siquiera merezco llamarme tu hijo”.
¿Es fácil para ti reconocer cuando has hecho algo mal? ¿Por qué sí o por qué no?
Deja que tengan un minuto para responder a cada una de las siguientes preguntas en sus grupos. A continuación, pide a dos o tres niños que respondan para toda la clase.
No siempre es fácil pedir perdón. Esto quiere decir que lo que hiciste fue incorrecto. Significa que estás tratando de arreglar una relación rota. Escucha lo que dice la Biblia sobre pedir perdón.
Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.
Mateo 5:23–24
Si alguien siente que le has hecho algo malo, Dios quiere que hagas las paces con esa persona. Cuando has ofendido a los demás, no solo afecta esa relación, sino que influye en tu relación con Dios también. ¿Recuerdas lo que el hijo perdido le dijo su padre? Le dijo que había pecado contra el cielo y contra él. Nuestros errores afectan la relación con los demás y con Dios. Pedir perdón ayuda a sanar esas relaciones. Cuando pides perdón, puedes seguir los siguientes pasos.
Haz que los niños repitan estos pasos después de que los digas. Luego repite el paso con la acción a continuación de cada descripción.
Cuando le pides a alguien que te perdone, hay un riesgo. Quizás la persona no te perdone. Pero puedes ser perdonado incluso si la persona que dañaste no te perdona. Cuando hiciste algo que sabías que estaba mal, puedes pedir perdón a Dios. La Biblia nos cuenta lo que Dios hizo para perdonarte.
Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, quien por su muerte nos salvó y perdonó nuestros pecados.
Colosenses 1:13–14, TLA
Jesús murió en la cruz para perdonar tus pecados. Este versículo dice que, por Él, todos tus pecados pueden ser perdonados. Dios no sigue enojado por tus pecados si pides perdón. Cuando la persona que lastimaste no te perdona, ¡tienes esperanza! Dios es el que puede perdonar todos tus pecados.
Pedir que Dios te perdone siempre es importante. También hay veces cuando tienes que pedir a otros que te perdonen. Esto puede ser algo difícil de hacer porque debes admitir que te equivocaste. Al igual que en el juego que realizamos al comienzo de la clase, nos sentimos más tranquilos y con mayor paz cuando somos perdonados.
Practiquemos para pedir perdón. Primero, hagamos una lista de las cosas que la gente hace mal o de qué maneras las personas lastiman a los demás.
A medida que los niños responden las siguientes preguntas, recuerda que no hay respuestas equivocadas siempre y cuando las ideas muestren cosas que dañan a las personas.
¿Cuáles son las cosas que las personas pueden hacer mal y que lastiman a los demás?
Las respuestas pueden incluir: enojarse o ser egoísta, decir cosas desagradables, pegar, patear, empujar a alguien, robar, etc.
Opcional: Si tienes a disposición papel borrador y un lápiz, escribe la respuesta de cada niño en una hoja aparte.
Nunca es fácil pedir perdón cuando has hecho algo equivocado, pero es importante aprender a hacerlo. Puedes empezar diciendo algo como: “Lo siento por…” luego nombra lo específico que hiciste mal. “Sé que estuve mal”. “Por favor, perdóname por lastimarte. ¿Me perdonas?” Practiquémoslo. Repite cada parte cuando haga una pausa.
Lo siento por…(pausa). Sé que estuve mal (pausa). Por favor, perdóname por lastimarte. ¿Me perdonas? (pausa).
¡Genial! Ahora que sabes cómo pedir perdón vamos a practicarlo.
Pide a los niños que formen 2 filas. Los estudiantes deben estar lo suficientemente cerca para hablarse sin gritar. Haz que los niños de las filas se miren. Usa las respuestas de las preguntas realizadas al comienzo de esta sección para la siguiente actividad.
Escogeré algo que dijiste que la gente hace mal, lo diré en voz alta. Mencionaste… “Lo siento por” (nombra lo malo que hiciste). Por ejemplo, podrías decir: “Me arrepiento por haberte dicho cosas desagradables. Sé que estuve mal. Por favor, perdóname por lastimarte. ¿Me perdonas?” Vamos a practicar esto juntos.
Escoge una declaración para decir a la clase. Indica qué fila de niños dirá las palabras para pedir perdón. Guíalos en las palabras que les enseñaste. Luego dirige a la otra fila a responder con: “Te perdono”. Continúa eligiendo declaraciones, alternando qué fila de niños pide perdón y cuál dice: “Te perdono”.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, entrega a los niños lápices de colores y deja que tengan 3 minutos para hacer sus dibujos. Luego guíalos en oración para pedir perdón.
La próxima vez que hagas algo incorrecto, habla con Dios. Dile lo que hiciste mal y pídele que te perdone. Si tienes que hablar con la persona, puedes usar las palabras que aprendiste en la clase hoy. Incluso si esa persona no te perdona, el perdón de Dios te puede liberar. Nuestro versículo para memorizar nos recuerda que es importante perdonar a los demás porque somos perdonados.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Efesios 4:32
Realiza las siguientes acciones mientras lees el versículo de memoria. Repite las acciones y las palabras con los niños tres veces.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Mateo 5:23–24 y Colosenses 1:13–14.
Bendición: Que desees hacer las paces con los demás. Que encuentres el tiempo para dejar de hacer lo que estás haciendo y pidas perdón. Que sepas que Jesús hizo un camino para que seas perdonado.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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