En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Antes de la clase, junta varios artículos que los estudiantes podrían usar para un juego sobre la observación. Estos pueden ser lápices, clips, botellas de agua limpias, botones, cuerda, hojas, palos etc. Muchos tipos diferentes de artículos harán el juego más desafiante. Colócalos y cúbrelos con un paño para que los estudiantes no puedan verlos.
Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
Lucas 11:28
Leer la Biblia nos da un destello del corazón de Dios por nosotros. Pero estudiarla nos lleva incluso a un lugar más profundo. Jesús dice que si lo amamos, aplicaremos lo que aprendimos en nuestras vidas cotidianas. Aplicar la Palabra significa que entendemos lo que Dios desea y tratamos de obedecer.
La obediencia puede sonar una palabra difícil, pero siempre es buena. Podemos creer que lo que Dios planeó es bueno. Sin embargo, la obediencia, en sí misma, no es la meta. Buscamos conocer a Dios. Cuando le obedecemos, alineamos nuestras vidas con Su Palabra y lo conocemos mejor.
¿Dios te está llamando a obedecerle en algo en particular? ¿La obediencia es difícil o dolorosa para ti? Recuerda que Jesús dijo que aquellos que le aman le obedecen. Y mientras lo hacemos, Él se revela más y más a nosotros (Juan 14:21).
Anima a los estudiantes a compartir lo que aprendieron con sus familiares. Pueden preguntarles, “¿alguna vez te ha costado averiguar la verdad?” Luego pueden compartir que la Biblia es la verdad de Dios para todos.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a tus estudiantes. Cuando todos hayan llegado, explica que les mostrarás algunos artículos. Ellos tienen que recordar los artículos, y con la mayor cantidad de detalles posibles. Revela los artículos que colocaste antes de la clase. Dales un minutos para que los miren, después cúbrelos nuevamente.
Deja que los estudiantes compartan sus pensamientos. Probablemente recordarán algunos artículos pero no con muchos detalles.
Recordaron muchos de los artículos, pero pienso que pueden recodar aún más. Los miraremos de nuevo para ver si pueden acordarse de más detalles. Para ayudar a su memoria, háganse las siguientes preguntas cuando los miren por segunda vez.
Muestra los artículos a los estudiantes nuevamente. Dales un minuto para que los miren. Después cúbrelos otra vez.
Los estudiantes deben ser capaces de compartir información más detallada sobre los artículos, tales como el color, tamaño, y ubicación. Podrán incluso recordar más elementos por los detalles que observaron, basados en las preguntas.
Quién, qué, dónde, cuándo y por qué.
Cuando nos hacemos preguntas para ayudarnos a recordar detalles sobre los artículos, practicamos algo que llamamos “observación”. Esto es un buen enfoque para usar cuando estudiamos la Palabra de Dios. Hoy aprenderemos varias cosas que nos ayudarán a estudiar la Palabra de Dios, para conocer mejor a Dios.
Opcional: Si crees que tus estudiantes no saben cómo encontrar versículos bíblicos, toma un minuto para explicarles lo siguiente.
Cuando lees la Biblia, generalmente comienzas buscando los versículos que quieres. Para encontrar un versículo, busca el nombre del libro, tal como Hechos o Éxodo. Después busca el número del capítulo. Finalmente, encuentra el número del versículo. Trata de buscar Juan 14:21.
Si es posible, escribe Juan 14:21 en una pizarra o pedazo de papel grande. Señala cada parte de la referencia bíblica mientras le explicas esto a los estudiantes.
Antes que comencemos a aprender sobre el estudio de la Palabra de Dios, hablemos sobre por qué estudiamos la Biblia.
Permite que los estudiantes respondan, y no corrijas sus comentarios.
Lo asombroso es que Dios, que creó todo lo que vemos, que es santo, todopoderoso, y omnisciente, desea que le conozcamos. En la Biblia, Él se revela a nosotros. Mientras estudiamos la Biblia, lo conocemos mejor. Al conocerlo mejor nuestras vidas cambian. Escucha lo que Jesús dice:
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
Juan 14:21
Porque cuando estudiamos y obedecemos la Biblia, mostramos que amamos a Jesús. Debido a esto, Dios el Padre nos ama, y Jesús se revela a nosotros.
La primer cosa que debemos hacer cuando estudiamos la Biblia es orar y pedir a Dios que no guíe. El Espíritu Santo nos ayudará a entender lo que Dios nos dice. Hagámoslo ahora.
Guía a los estudiantes durante una oración corta pidiendo al Espíritu Santo que les ayude a entender la Palabra de Dios.
Después de orar, comienza con observaciones sobre el versículo. Tal como lo hicimos con nuestro juego, realizamos las cinco preguntas:
A veces las respuestas de las preguntas son obvias. Sin embargo estas preguntas de observación pueden guiar nuestros pensamientos y permitirnos entender mejor la Palabra de Dios. También, al tomar tiempo para considerar el versículo de manera cuidadosa nos ayudará a recordarlo más adelante.
Divide a los estudiantes en grupos de 3–4.
A menudo necesitamos ir al comienzo de un capítulo, o incluso de un libro, para encontrar las respuestas a algunos de estos interrogantes, especialmente las preguntas: quién y dónde. Aunque estudiaremos Colosenses 1:9–14, debemos ir el comienzo de la carta para poder responder la pregunta: quién. Escuchen mientras leo Colosenses 1:1–2.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Que Dios nuestro Padre les conceda gracia y paz.
Colosenses 1:1–2
En sus grupos, hablen sobre las siguientes preguntas:
Pablo y Timoteo escribieron esto a los creyentes en Colosas, una ciudad que ahora es Turquía.
Estaba destinada para los creyentes en Colosas.
No está claro en los versículos, pero sabemos que tuvo que haber sido durante el ministerio de Pablo, que llevó a cabo cuando la iglesia era relativamente nueva.
Da algunos minutos a los grupos para hablar sobre sus respuestas. Luego pide a cada grupo que comparta a la clase sus respuestas sobre cada pregunta. Diles que usarán las preguntas de observación para estudiar algunos de los otros versículos de Colosenses 1.
Si es posible, haz que un estudiante lea Colosenses 1:9–14 en voz alta y desde la Biblia. Si otros tienen Biblias, también pueden buscar los versículos y seguir la lectura.
Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación, dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz. Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados
Colosenses 1:9–14
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, pide a los estudiantes que marquen las respuestas a las preguntas subrayando o haciendo un círculo en las palabras de los versículos. Esto les ayudará a preparar la paráfrasis de los versículos.
Haz que los estudiantes discutan en sus grupos las siguientes preguntas. Si no tienen Biblias disponibles, repite los versículos varias veces. También puedes escribirlos en la pizarra o en un pedazo grande de papel.
Pablo anima e instruye a la iglesia.
El paso siguiente en el estudio de la Biblia se llama “ interpretación”. Durante este proceso, descubrimos lo que quiere decir el versículo. Realizamos nuevamente las preguntas del paso de la observación para ayudarnos a entender la idea principal. Respondan estas preguntas en sus grupos. Pueden tener ideas diferentes.
Pablo ora que los creyentes sean llenos de sabiduría y conocimiento para que puedan honrar a Dios con sus vidas. Dios tiene el poder para dar a los creyentes perseverancia, paciencia y gozo. Él quiere que seamos agradecidos. Nos ha dado el derecho de compartir Su herencia, nos ha librado de la oscuridad y traído a la luz. Él nos ha perdonado.
La respuesta a “¿qué aprendo sobre Dios?” a menudo nos ayuda a entender el versículo, ¡porque Dios siempre es el centro de Su Palabra! Ya que hemos respondido a las preguntas de observación, ahora podemos interpretar el significado de los versículos. Respondan la siguiente pregunta en sus grupos.
Los creyentes serían llenos de sabiduría y conocimiento para honrar a Dios con sus vidas.
Las respuestas deben incluir: somos perdonados de nuestros pecados, somos creyentes y parte del reino de Dios; no vivimos más en un mundo oscuro de pecado sino que podemos ser parte de la familia de Dios.
Ahora parafraseemos el versículo. “Paráfrasis” significa decir algo en tus propias palabras. La paráfrasis no solo te ayuda a entender el pasaje, también te ayuda a recordarlo.
Da a los estudiantes un minuto para pensar sobre cómo dirían estos versículos con sus propias palabras. Otorga cinco minutos a los grupos para que cada persona comparta su paráfrasis. Pide a 3 o 4 estudiantes que compartan sus paráfrasis con toda la clase.
Cuando estudiamos la Biblia, la observación y la interpretación son pasos importantes. Pero hay uno que es el más importante: la aplicación. Preguntamos: “¿qué debo hacer con lo que aprendí del versículo?”
Da unos minutos a los grupos para hablar sobre cómo aplicar la idea principal de Colosenses 1:9-14 en sus vidas.
Sabemos que Dios nos dio la Biblia para que podamos conocerle y amarle. Conociendo y amando a Dios nos cambia. Nuestros corazones son transformados, y deseamos andar en los caminos que le agradan. No tenemos que usar nuestra propia fuerza para aplicar lo que aprendemos en la Biblia. El Espíritu Santo vive en los cristianos y nos fortalece con su poder para hacerlo.
Cuando interactuamos con Dios a través de Su Palabra y le obedecemos, nuestras vidas cambian.
Toma una pausa breve después de cada pregunta para que los estudiantes piensen como responder.
Estudiar la Biblia usando la observación, interpretación y aplicación puede ayudarnos a entender más sobre Dios. A medida que aprendemos más de quién es Dios, querremos responder a su gran amor honrándole con nuestras vidas. Si te sientes confundido por algo que lees en la Biblia, puedes orar y pedir ayuda al Espíritu Santo. También puedes pedir ayuda a los creyentes adultos.
Hagamos una pausa y respondamos a lo que hemos aprendido hoy sobre el estudio de la Biblia. Recuerden que la Biblia es cómo Dios nos revela quién es. Nos muestra su carácter y cómo debemos vivir.
Les daré algunas instrucciones y después dejaré que por unos momentos escojan cómo quieren responder a lo que aprendieron hoy.
Si eres cristiano y te gustaría pedir ayuda al Espíritu Santo para conocer más sobre Dios, coloca una mano en tu corazón.
Si no eres cristiano pero tienes preguntas sobre Dios o su Palabra, abre tus manos y apóyalas sobre tus piernas.
Permite que los estudiantes piensen y oren en voz baja sobre lo que aprendieron hoy. Luego pónganse de pie y declara sobre sus vidas esta oración basada en 1 Corintios 2:6–10.
Bendición: Que el espíritu Santo te enseñe todas las cosas y que te atraiga a una relación más profunda con Dios. Que te ayude a descubrir y entender las verdades escritas en su palabra y aplicarlas a tu vida.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes como un recordatorio de que Dios siempre es digno de alabanza.
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