En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.
Génesis 1:27
Dios nos creó de acuerdo a Su imagen. También nos dio un cuerpo físico. ¡Es asombroso que nuestro Dios santo y poderoso se preocupe por nuestro cuerpo! Mucho antes de que los médicos supieran que los gérmenes en nuestras manos pueden causar y propagar enfermedades, Dios sabía de la importancia de lavarse las manos. Él nos hizo y sabe que toda nuestra vida—mente, cuerpo y espíritu—está hecha para adorarlo y glorificarlo.
Considera las cosas que ensucian tu alma o tu cuerpo. Frota tus manos en un poco de barro y luego lávalas con agua y jabón. Al lavarlas, confiesa a Dios cosas que han ensuciado tu alma. Alábalo por lavar tu corazón y tu cuerpo.
Informa a los padres o tutores de tus alumnos que esta semana los niños aprenderán sobre la importancia de lavarse las manos. Una buena forma de recordar algo es enseñarlo a alguien más. Los padres pueden pedirles a sus hijos que les enseñen lo que aprendieron acerca de lavarse las manos.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Conforme van llegando, saluda calurosamente a los niños por nombre. Divídelos en parejas. Comenta que cada uno tendrá dos minutos para contarle a su pareja una historia llamada “un día en la vida de mis manos”. Ellos contarán lo que sus manos hacen en un día típico. Pueden contar historias divertidas y tontas, pero tienen que ser ciertas. Después de dos minutos dales una señal para que el otro compañero pueda contar una historia.
Da este ejemplo por si los niños necesitan ayuda para entender cómo debe ser la historia: “Hoy, mis manos me ayudaron a pasar mi camisa sobre mi cabeza. Después mis manos trajeron comida a mi boca. Luego mi mano tomó una jarra y me ayudó a llenar un vaso con agua”.
Después que las parejas hayan contado sus historias, reúne a los niños en un grupo grande. Pide a un par de ellos que cuenten brevemente su historia a toda la clase. Tú también puedes contar tu propia historia de “un día en la vida de mis manos”.
Nuestras manos nos ayudan a hacer muchas cosas importantes cada día. Algunas de estas cosas nos ensucian las manos, aunque no se vean sucias. Hoy vamos a aprender por qué es importante lavarse las manos y tenerlas limpias. También aprenderemos cómo debemos lavarnos las manos.
Durante las próximas semanas aprenderemos cómo mantener nuestro cuerpo limpio y saludable. Esto se llama higiene personal. Hay buenas razones para mantener el cuerpo limpio y saludable.
¿Cuáles son algunas de las razones para mantener nuestro cuerpo limpio y saludable?
Permite que los niños comenten sus ideas, por uno o dos minutos.
Escuchen lo que la Biblia dice acerca de nuestro cuerpo. El rey David lo escribió en este versículo:
Lee el Salmo 139:14 de tu Biblia, si es posible. También está impreso aquí: Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!
Salmos 139:14
¡Dios hizo nuestro cuerpo de una forma maravillosa! Honramos a Dios cuando nos alejamos de las cosas que dañan nuestro cuerpo. Si aprendemos a cuidar nuestro cuerpo, eso nos ayudará a aprender a honrar a Dios con el cuerpo.
Entrega la taza limpia a un niño. Muestra a todos la taza sucia.
¿Cómo creen que me sentiría si él me devolviera la taza que le he entregado limpia y estuviera tan sucia como esta?
Permite que los niños respondan.
Piensen en estas tazas como símbolos del cuerpo que Dios nos ha dado. Cuando cuidamos de nuestro cuerpo, cuidamos del maravilloso regalo que hemos recibido de Dios. Cuando no cuidamos de nuestro cuerpo, es como si le devolviéramos a Dios la taza sucia en lugar de la limpia.
Los niños pueden responder: para estar saludables, para sentirnos bien, u otras cosas.
¿Puede alguien decirme qué son los gérmenes?
Permite que los niños respondan antes de dar la siguiente información.
Los gérmenes son tan pequeños que no podemos verlos sin un microscopio. Son tan pequeños que millones de gérmenes caben en la punta de un lápiz. Hay gérmenes en todas partes. Por ejemplo, están en el piso, en la mesa, en la calle, en las casas, y en todas las cosas. Algunos gérmenes son buenos para nosotros y se usan en la medicina. Otros gérmenes son malos y nos hacen enfermar. Los gérmenes que nos enferman se encuentran en el excremento de humanos y animales, en los desperdicios, en los alimentos podridos, en la carne cruda, en los fluidos corporales como el moco, y en el agua sucia.
Cuando estamos resfriados, los gérmenes salen volando cuando tosemos o estornudamos. Podemos usar un pañuelo de papel o un paño limpio para evitar que se propaguen. O podemos cubrirnos con el antebrazo, la boca o la nariz al toser o estornudar. Si nos tapamos la boca con las manos, entonces las manos quedan cubiertas de gérmenes.
Podemos transmitir los gérmenes de las manos a las cosas que tocamos y así podemos enfermarnos nosotros mismos o contagiar a otras personas. Tener las manos limpias es lo mejor para mantenernos sanos.
¿Cuándo debes lavarte las manos?
Asegúrate de que los niños mencionen lo siguiente:
Si bien las manos pueden parecer limpias, aun así pueden tener gérmenes. Recuerden que los gérmenes son muy pequeños y solo podemos verlos usando instrumentos especiales, como un microscopio. Ahora les mostraré la forma correcta de lavarnos las manos. Aunque ya sepan hacerlo, miren cuidadosamente para ver si pueden aprender algo nuevo.
Para esta demostración, usarás una fuente de agua, jabón, y una toalla. Si no tienes estas cosas, simula que te lavas y te secas las manos. Comenta lo siguiente a medida que muestras cada paso.
Usen suficiente agua para mojar bien las manos. Froten las manos por 20 segundos. Esto es casi el mismo tiempo que demoras en cantar el coro “Cristo me ama”.
Es importante usar jabón, porque el jabón evita que los gérmenes se peguen a la piel.
Lávense las palmas de las manos, la parte de atrás, entre los dedos, y debajo de las uñas. Las puntas de las uñas atrapan suciedad. Debemos tratar de mantener las uñas recortadas y nunca morderlas.
Después, enjuáguense las manos con agua limpia y corriente. Por último, séquense las manos con una toalla limpia o un paño.
Permite que los niños practiquen un buen lavado de manos mientras tú repasas cada paso. Canten una canción que dure aproximadamente 20 segundos mientras se lavan cada parte de las manos. Felicita a los alumnos por hacer un buen trabajo y que vean cómo lucen sus manos cuando están limpias y huelen bien. Si no tienes jabón y agua, los niños pueden simular que se lavan. Deben hacer las mímicas de cada paso contigo.
Materiales opcionales:
Entrega a cada niño lápiz y papel. Pide que dibujen dos manos, una en cada lado de la hoja. En un lado deben hacer una mano sucia y en la otra, una mano limpia.
Los niños usarán sus dibujos para la siguiente actividad. Deben responder a las declaraciones levantando el dibujo de la mano sucia o el de la mano limpia.
Fin de la opción
Voy a leer algunas declaraciones. Ustedes me dirán si mis manos están sucias o limpias. Si mis manos están limpias, agiten la mano. Si tengo las manos sucias, levanten un puño mostrando que no querrían tocar mis manos.
Las respuestas están después de cada declaración.
Felicita a los niños por responder correctamente. Si no respondieron correctamente, repasa por qué sus manos estaban limpias o sucias.
Repasemos lo que hemos aprendido hoy acerca del lavado de manos.
Opcional: si usas las Páginas del Alumno, deja que los niños hagan el repaso allí en lugar de usar las siguientes preguntas.
Divide la clase en tres grupos. Di a los grupos que tienen cinco minutos para componer una canción que les ayude a recordar los pasos de un buen lavado de manos. Después de cinco minutos, permite que cada grupo presente su canción a toda la clase. Si no han incluido todos los pasos, diles que deben agregarlos. Anímalos a recordar la canción esta semana para practicar un buen lavado de manos.
Como Dios creó nuestro cuerpo, Él entiende lo que es bueno y saludable para nosotros En las instrucciones del Antiguo Testamento Dios habló a su pueblo acerca del lavado de manos porque sabía que lavarse las manos es algo importante para estar saludable.
Finaliza la clase orando por los niños con la siguiente bendición, basada en el Salmos 139:14 y
2 Corintios 7:1.
Bendición: honra a Dios manteniendo tus manos limpias. Esto te puede ayudar a mantenerte sano. ¡Dios quiere que sepas que Él te creó de forma admirable!
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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