En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
Juan 10:10
Para la mayoría de nosotros, la vida no es como la planeamos. Nuestros días están tan ocupados que no disfrutamos la paz y el contentamiento. Dejamos que las preocupaciones diarias y las responsabilidades roben nuestro gozo y destruyan nuestra paz. Sin embargo, la Biblia nos dice que esta no es la forma en la que Jesús quiere que vivamos. Su forma no es solo sobrevivir, sino desarrollarse abundantemente.
¿Permites que tus preocupaciones, adversidades y dolor te roben el gozo vivificante que viene del Señor? O ¿estás experimentando la paz y el contentamiento de Dios, a pesar de como luzca tu vida? Piensa en un área de tu vida donde necesites la abundancia de Dios. Por ejemplo, pídele que te ayude a enfrentar los problemas con resistencia. Invítalo a ayudarte a ver las posibilidades y tener una actitud de agradecimiento. Cuando confías en Él, te sostendrá en medio de tus dificultades y te llenará de su paz que sobrepasa todo entendimiento. El gozo verdadero que viene de seguir a Dios nadie podrá robártelo.
Anima a los adolescentes a preguntar a sus familiares: “¿Qué trae alegría a tu vida?” Los estudiantes pueden después compartir que el verdadero gozo viene de confiar en Dios.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Dales la bienvenida, y pídeles que compartan algo por lo que se sienten alegres. ¡Celebra su gozo con ellos!
Haz que los estudiantes se sienten o estén de pie en un círculo, en una superficie donde si se mojan no haya problemas. Llena 4 tazas con agua de manera que rebosen. Pásalas a 4 estudiantes en lugares diferentes del círculo. Diles que cuando los grupos comiencen a cantar, rápidamente y con cuidado pasarán las tazas a la izquierda, tratando de no derramar el agua. Menciona que cuando levantes ambas manos, deben dejar de cantar y pasar las tazas. Los estudiantes que estén sosteniendo las tazas cuando pare la canción, estarán fuera del juego.
Guía a la clase a cantar una canción corta, de ritmo rápido y que todos sepan. Detén el juego unas pocas veces durante la canción al mantener tus manos elevadas. Los estudiantes que sostengan las tazas deben pasárselas a los otros e irse del círculo. Después continúen la canción. Repite este proceso hasta que solo queden 4 estudiantes sosteniendo las 4 tazas.
Junta a los estudiantes en un área seca para discutir la actividad.
Los estudiantes pueden decir que derramaron el agua ya que estaban apurados.
Quizás digan que no hubieran derramado tanta agua.
Algunas veces nuestras vidas son como este juego. Tenemos responsabilidades que requieren toda nuestra energía. Poseemos preocupaciones o dolor que estrujan todo los sentimientos de felicidad. Podemos vivir con tristezas que oscurecen nuestras vidas, y bloquean el gozo. En ocasiones estamos llenos de cosas difíciles y pensamos que es todo lo que hay en la vida.
Este tipo de preocupaciones roba el gozo de nuestras vidas. Es como el agua que se derramó de nuestras tazas. Cuando pasamos las tazas, no pensamos sobre lo que contenían. En vez de esto, nos preocupamos de pasarlas. Nuestras vidas pueden ser como esto a veces. Estamos tan ocupados o heridos o temerosos o enojados que perdemos de vista el gozo en la vida. Sin embargo, cuando dejamos que nuestro gozo se derrame como el agua que se salió de las tazas, no sentimos paz o contentamiento. Se nos roba el gozo, y nuestras preocupaciones, cargas, y otras dificultades nos consumen. Pero Dios nos ama tanto que desea que nuestras vidas estén llenas de gozo que desborda. Cuando confiamos en Él, podemos vivir vidas abundantes.
La Biblia está llena de historias de personas que vencieron las circunstancias difíciles con la ayuda de Dios. Josué fue uno de ellos. Y debido a esto, vivió una vida abundante. Escucha lo que dice Jesús sobre qué tipo de vida Él desea que tengamos.
Opcional: Si utilizas La Biblia en Acción, los adolescentes pueden leer más sobre Josué en las secciones “Dios en acción”, “Personas en acción,” y “Fe en acción” al comienzo del libro de Josué.
Haz que un estudiante lea Juan 10:10 en voz alta y desde la Biblia. Si no es posible, el versículo está impreso a continuación.
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
Juan 10:10
Jesús dijo esto cuando se describía así mismo como el Buen Pastor que cuida de sus ovejas.Él nos protege y nos ama. Nos conoce a cada uno por nombre. Nunca nos dejará. Siempre puedes confiar que hará lo mejor para nosotros. El ladrón trata de robar o matar a las ovejas. Sin embargo, Jesús nos da vida en abundancia.
Vivir abundantemente no significa tener todo lo que quieres o incluso felicidad o riquezas como el mundo espera. No quiere decir tener una vida sin problemas. En su lugar, significa una vida llena de gozo, paz y la fuerza para vencer las dificultades a través de la fe en Dios. Puedes vivir abundantemente incluso cuando tus circunstancias sean difíciles.
Si es posible, comparte las imágenes de la Biblia en Acción.
Josué es un ejemplo de alguien que vivió en circunstancias difíciles, y aun así tuvo una vida abundante. ¿Te acuerdas cuando hablamos de Moisés y los israelitas en el desierto? Josué era uno de esos israelitas. Antes de que Dios rescatara al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, le prometió llevarlos a un lugar de abundancia. Allí tendrían buena tierra para la agricultura y mucha agua, un lugar donde podrían vivir en paz y prosperidad. Los planes de Dios son buenos, y sus promesas son verdaderas. Todo lo que los israelitas tenían que hacer era confiar en él.
Sin embargo, en vez de confiar en Dios, los israelitas se quejaron. Dejaron que sus problemas cambiaran sus actitudes y los separaran de Dios. No querían lo que Dios les había dado. Se enfocaron en lo que no tenían en vez de todo lo que Dios había provisto. Le mostraron que no confiaban en Él o en Sus planes para ellos.
Josué tuvo que pasar por las mismas situaciones difíciles que los otros israelitas. Vivió su juventud como esclavo en Egipto. Después vagó con el resto de los israelitas en el desierto por casi cuarenta años. Luego lideró al pueblo de Israel en muchas batallas para que pudieran vivir en la tierra que Dios les había prometido. A pesar de todas estas dificultades, confió en Dios.
Tenemos la oportunidad de vivir vidas pacíficas y alegres al aprender de Josué. Una cosa que podemos asimilar es tener una actitud de gratitud. Josué mostró su agradecimiento a Dios al construir un monumento con 12 piedras, una por cada tribu de Israel, como recordatorio de lo que Dios había hecho. Josué conocía la bondad de Dios. Había visto sus milagros. Sabía que las promesas de Dios eran verdaderas. Y quería que los israelitas recordaran estas cosas y amarán a Dios por siempre.
La Biblia nos dice que podemos ser agradecidos sin importar nuestra circunstancia. Escuchemos este versículo en 1 Tesalonicenses.
Haz que un estudiante lea 1 Tesalonicenses 5:16–18 en voz alta y desde la Biblia. Si no es posible, el versículo está impreso aquí.
Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:16–18
Las respuestas pueden incluir que nos mantiene enfocados en las cosas positivas o nos recuerda que Dios está en control y podemos confiar en él.
Los israelitas debieron haber tenido gozo y contentamiento a medida que Dios proveía para ellos en el desierto, pero muchos estaban infelices y amargados. Querían que sus vidas fueran diferentes.
La forma en la cual hablamos de las cosas refleja la manera en que nos sentimos sobre ellas. Mientras más nos quejamos, peor nos sentimos. Por otro lado, mientras más expresamos gratitud, nos sentiremos mejor. Esto no significa que no reconocemos las dificultades. Pero quiere decir que escogemos enfocarnos en lo positivo y ser agradecidos por aquellas cosas.
La historia de Josué también nos enseña a ver las posibilidades. Cuando los israelitas estaban en el desierto, Moisés envió a doce hombres a espiar la Tierra Prometida. Deseaba saber cómo era el lugar y las personas que lo habitaban. Josué fue 1 de esos espías. Diez de los espías vieron sólo obstáculos. Sin embargo, Josué y un hombre llamado Caleb vieron las posibilidades. Josué confió en lo que Dios había dicho, y no en cómo se veían las cosas. Donde los demás solo vieron el camino al fracaso, Josué vio una tierra de promesas.
Muchos años más tarde, cuando Josué llegó a ser el próximo líder de Israel y estaba a punto de liderar al pueblo a la tierra prometida, esto es lo que Dios le dice para ayudarlo a ver las posibilidades.
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».
Josué 1:9
Puede ser un desafío estar alegre durante las circunstancias difíciles. Requiere fuerza y valentía. Sin embargo, cuando ves las posibilidades en lugar de fracasos, experimentas un gozo mayor. Y cuando confías en Dios, Él te dará la fuerza para resistir, incluso en las dificultades más grandes.
Finalmente, Josué también nos enseña a dejar que Dios nos guíe. No importa lo que esté quitándote el gozo de tu vida, Dios puede restaurarlo. Cuando los israelitas por fin entraron a la tierra prometida, tuvieron que pelear para ganar la tierra que Dios les había prometido. La primera batalla fue la ciudad de Jericó. El pueblo quizás esperaba una gran batalla ya que Jericó era una ciudad grandiosa. Sin embargo, Dios tenía un plan distinto. Instruyó a Josué y a su ejército a marchar alrededor de las paredes de la ciudad una vez al día por 6 días. En el séptimo día, marcharían por la ciudad la séptima vez, y después gritarían tan fuerte como pudieran. Si lo hacían, Dios les prometió que caerían las paredes de Jericó.
Las instrucciones de Dios pudieron haber sonado extrañas para algunos, pero Josué confió en Dios. Entonces hizo lo que Dios le dijo que hiciera, y cayeron las paredes de Jericó.
Josué enfrentó muchas dificultades. Fue un esclavo en Egipto con el resto de los israelitas. Pasó casi 40 años vagando por el desierto. Lideró muchas batallas difíciles. Y durante todo eso, fue agradecido, vio las posibilidades, y confió que Dios cumpliría sus promesas. Vivió una vida abundante al vencer las cosas que podían robar el gozo de la vida y al confiar en Dios para darle la fuerza para derrotar sus dificultades.
Tal como lo vemos en la vida de Josué, podemos superar las actitudes que roban nuestro gozo, como las quejas por nuestras circunstancias, podemos ser desagradecidos o tener una mirada negativa.
Llena con agua casi por completo una de las tazas usadas en la actividad de conexión. Si tienes una clase grande, llena más de una taza. Da una piedrita a cada estudiante.
¿Recuerdan la lección que tuvimos hace unas semanas sobre la guía de Dios? Leímos algunos versículos bíblicos sobre cómo Jesús es la vid y nosotros somos las ramas. Aprendimos que permanecer en el amor de Jesús puede ayudarnos a tener sabiduría.
Ayúdales a recordar que permanecer en el amor de Jesús significa obedecerle y adorarlo, hablar con Él y escucharlo, honrarlo con nuestras vidas.
Permanecer en Jesús puede darnos sabiduría. Y también nos provee algo más, ¡alegría! Leeremos el último versículo que estudiamos en la lección anterior y lo que viene a continuación. Estos versículos nos cuentan lo que dijo Jesús sobre el gozo que se encuentra cuando permanecemos en Él.
Opcional: Si utilizas el cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.
Juan 15:9–11
Con Jesús, puedes vivir una vida llena de gozo, de significado y eterna. Él te promete una vida que es más de lo que puedes imaginar. Las riquezas y el poder no son las prioridades de Dios. Pero cuando confías en Él, encontrarás que tu vida está llena de gozo, paz y contentamiento rebosante.
Aprendimos de Josué que podemos vivir una vida abundante si tenemos actitudes agradecidas y vemos las posibilidades. Pero nuestro gozo solo estará completo cuando dejamos que Dios nos guíe, a medida que lo amamos y confiamos en Él.
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, dales tiempo para responder en ellas.
Si te gustaría que tu vida rebosara con la paz y el gozo de Dios, piensa sobre la actitud o el comportamiento que cambiarás y cuidadosamente dejarás caer tu piedrita a la taza. Incluso si no estás seguro de confiar en Dios, aun puedes experimentar más paz y gozo en tu vida. Mientras lo haces, piensa de qué manera puedes cambiar tu comportamiento para vivir como más paz y gozo.
Invita a los estudiantes a pasar al frente de la clase, y de manera cuidadosa que dejen caer sus piedritas en una tasa, uno a la vez. Mientras más estudiantes dejen caer sus piedritas, la taza rebosará y el agua se desparramará, pero la taza permanecerá llena.
Tu vida puede ser como esta taza, llena con una alegría rebosante. A medida que aprendes a confiar más en Dios, ¡él continuará añadiendo más y más alegría y paz! ¡Celebra estos regalos que muestran su amor por ti!
Cierra con una bendición basada en Romanos 15:13.
Bendición: Que el Dios de la esperanza te llene de alegría y paz, a medida que confías en él para que puedas rebosar con esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los adolescentes.
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