En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
Vale más la sabiduría que las piedras preciosas, y ni lo más deseable se le compara.
Proverbios 8:11
¡Más valiosa que las piedras preciosas! Nada de lo que desees puede compararse con la sabiduría. ¡Nada! Piensa en lo que valoras de tu vida: la salud, las buenas relaciones, un buen trabajo, la seguridad. Todas estas son cosas buenas que podemos desear. Sin embargo, Dios dice que debemos desear la sabiduría por encima de todo. ¿Por qué?
Dios nos dice que deseemos la sabiduría más que nada en la vida porque Él es la sabiduría. Cuando pedimos sabiduría, estamos pidiendo más de Él. Pasa tiempo esta semana pensando en lo que realmente deseas. Luego, coloca a un lado las cosas secundarias y busca a Dios solo por quien es Él. Dios promete que aquellos que lo buscan lo encontrarán y que encontrarán la vida.
Informa a los padres o tutores de los niños que estarán empezando una unidad de lecciones sobre la sabiduría. Anímalos a buscar juntos, como familia, la sabiduría que Dios da para sus vidas.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda calurosamente a tus alumnos cuando lleguen a la clase. Pide a los niños que te digan algo bueno que les pasó hoy.
Antes de la clase, prepara un “puesto de sabiduría”. Coloca una silla en el frente del salón de clases. Haz un letrero que diga “puesto de sabiduría” y colócalo junto a la silla. Desglosa las cinco preguntas que están al final de esta lección.
Siéntate en el “puesto de sabiduría”. Di a los niños que cinco voluntarios te pedirán sabiduría. Escoge a cinco voluntarios y entrega a cada niño una de las preguntas del final de la lección.
Pide a cada voluntario que venga hacia ti y haga su pregunta. Contesta con respuestas tontas. Por ejemplo, si el niño pregunta por qué el cielo es azul, podrías decir que es azul porque vivimos dentro de un globo azul. Cuanto más tontas sean tus respuestas, mejor será. Esta actividad debe hacer reír a tus alumnos.
Después de que hayan hecho todas las preguntas, levántate y haz una reverencia. Luego habla del juego con los niños.
La sabiduría es buen juicio y comprensión de lo que es verdadero o bueno. La verdadera sabiduría refleja tus experiencias, tu conocimiento y tu sentido común, ¡y definitivamente viene de Dios! Todos necesitamos sabiduría. Ya sea que tu vida haya sido fácil o si has experimentado cosas realmente difíciles, Dios quiere darte sabiduría para que sepas cómo reaccionar ante las cosas que te pasen en la vida.
Si pudieras recibir cualquier cosa que pidieras, ¿qué pedirías?
Permite que tres o cuatro niños digan lo que pedirían.
Muchas personas pedirían dinero, salud, o una familia feliz. No es malo desear cualquiera de estas cosas. Así que, déjenme hacer la pregunta de otra forma.
Si Dios dijera que puedes pedirle cualquier cosa que quisieras, y que Él te lo daría, ¿qué pedirías? ¿Por qué le pedirías eso?
Al enterarte de que Dios te respondería, ¿cambió tu petición? ¿Por qué?
Hoy aprenderemos de un rey a quien Dios le dijo que le pidiera cualquier cosa. Esta historia es verdadera y realmente sucedió.
Hace mucho tiempo, el rey David gobernaba sabiamente a la nación de Israel. Él era un gran rey porque amaba a Dios con todo su corazón. David buscaba honrar a Dios, especialmente en su manera de gobernar a la nación. Cuando David ya era anciano, necesitaba nombrar a uno de sus hijos para que fuera rey después de él. Dios le dijo a David que nombrara a su hijo Salomón como el siguiente rey.
La Biblia no dice lo que pensó Salomón cuando fue ungido rey; pero él era una persona común como tú y yo. Imagina por un momento que eres Salomón. Tienes sólo veinte años de edad y no eres el hijo mayor. No esperas convertirte en rey.
¿Qué crees que pudo haber sentido o pensado Salomón?
Permite que los niños respondan. Añade estas ideas si no se les ocurre nada: puede haber estado emocionado o abrumado; pudo haber pensado que era mucha responsabilidad gobernar el país
Salomón quizás sintió muchas de estas cosas. Antes de morir, David le dio a Salomón algunos consejos importantes sobre el liderazgo. Quería preparar a su hijo para que dirigiera al pueblo de Dios. Escuchen las palabras de David a Salomón:
Según el destino que a todos nos espera, pronto partiré de este mundo. ¡Cobra ánimo y pórtate como hombre! Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas.
1 Reyes 2:2–3
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
Salomón amaba a Dios, tal como su padre David amaba a Dios. Trató de seguir a Dios y agradarlo, como había hecho su padre. Una noche, Dios se apareció a Salomón en un sueño. Le dijo algo muy asombroso: “Salomón, pídeme lo que quieras”.
¿Qué creen ustedes que Salomón pidió a Dios?
Permite que los niños den sus respuestas.
Tal vez les sorprenda lo que dijo Salomón. Él dijo a Dios: “Me has puesto por rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. Pero yo soy como un niño que no sabe nada. Dame sabiduría y conocimiento para que gobierne a tu pueblo como debe ser. Sin tu ayuda, ¿quién sería capaz de gobernar esta gran nación tuya?”
¿Creen que Salomón se sentía listo para ser rey? ¿Cómo lo saben?
Dijo que era como un niño y que necesitaba buscar la sabiduría que Dios da para gobernar bien.
A Dios le complació que Salomón fuera humilde y que pidiera sabiduría. Escuchen lo que Dios dijo a Salomón:
Como has pedido esto, y no larga vida ni riquezas para ti, ni has pedido la muerte de tus enemigos, sino discernimiento para administrar justicia, voy a concederte lo que has pedido. Te daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo tendrá después. Además, aunque no me lo has pedido, te daré tantas riquezas y esplendor que en toda tu vida ningún rey podrá compararse contigo. Si andas por mis sendas y obedeces mis decretos y mandamientos, como lo hizo tu padre David, te daré una larga vida.
1 Reyes 3:11–14
¿Cómo piensan que respondió Salomón a lo que Dios dijo?
Permite que los niños adivinen. Luego diles que Salomón respondió con una adoración a Dios.
¡Lo que Dios prometió se hizo realidad! Salomón llegó a ser conocido en todo lugar por su gran sabiduría. Llegó a ser un líder muy sabio que también fue conocido por sus conocimientos sobre plantas, animales, arquitectura y poesía. Dios lo usó para que escribiera partes de la Biblia: muchos de los Proverbios, el Cantar de los Cantares, el libro de Eclesiastés, y algunos de los Salmos. Durante su reinado, Israel se hizo rico y poderoso.
Opcional: Si usas La Biblia en Acción, da a los niños un par de minutos para que lean esta historia por sí mismos, en “Intrigas familiares”, en las páginas 348–351, y el comienzo de “La Sabiduría de Salomón”, en las páginas 353–354.
Dios quiere que nosotros también pidamos sabiduría. Escuchen esta instrucción de Dios.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
Santiago 1:5
Anima a los niños a ver que Dios quiere que nosotros también le pidamos sabiduría.
En el libro de Proverbios, Salomón comparte algo de la sabiduría que Dios le dio. Estos son algunos versículos importantes de este libro:
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
Proverbios 3:5–6
¿Qué crees que significa confiar en Dios de todo corazón? ¿Cuál es la diferencia con confiar en tu propia inteligencia?
Significa confiar completamente en Dios. Significa buscarlo a Él y su sabiduría en lugar de depender de nosotros mismos.
¿Cómo confió Salomón en el Señor en lugar de depender de su propia inteligencia?
Le pidió a Dios sabiduría. Pensaba que no podía ser un buen rey sin la ayuda de Dios.
La oración es una forma maravillosa de confiar en el Señor. Salomón oró cuando necesitaba ayuda y sabiduría para dirigir al pueblo de Dios. Él sabía que Dios es la fuente de toda sabiduría.
Pide a los niños que piensen en situaciones de su propia vida en las que necesitan sabiduría. Tú puedes darles algunos ejemplos si necesitan ayuda para pensar en qué situaciones podrían necesitar sabiduría. Si están discutiendo con alguien, o si alguien los está presionando para que hagan algo que saben que está mal. O tal vez alguien les ha lastimado de alguna manera. Pueden necesitar sabiduría para situaciones grandes o pequeñas.
Materiales opcionales:
Entrega papel y lápiz a los niños. Diles que dibujen situaciones en las que necesitan sabiduría para saber qué hacer. Dales unos minutos para que hagan sus dibujos.
Si usas las Páginas del Alumno, los niños pueden hacer allí esta actividad.
Fin de la opción.
Pide a los niños que formen parejas y que entre ellos cuenten sus situaciones. Pueden orar unos por otros, pidiendo sabiduría a Dios.
Bendición: Puedes pedirle a Dios sabiduría en todo lo que enfrentes en la vida; en buenos tiempos o en tiempos difíciles. Ten la seguridad de que puedes confiar en Dios con todo tu corazón y que Él dirigirá tus pasos.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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