En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:
En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22–23
Cuando le das la bienvenida a Jesucristo como Señor de tu vida, naces de nuevo espiritualmente y el Espíritu Santo comienza a vivir en ti. Cuando esto sucede, el Espíritu Santo comienza a producir fruto en tu vida. Este fruto especial no se puede comer, pero nos ha sido dado para ayudarnos a vivir de una forma que agrada a Dios. No podemos producir el fruto del Espíritu Santo por nuestro propio esfuerzo, no importa cuánto lo intentemos.
La forma en que el fruto nos impacta puede parecer distinto de persona a persona. Según tú, ¿qué fruto te parece el más importante para tener en tu vida? Quizás eres naturalmente alegre, o a lo mejor eres una persona muy paciente. Cualquiera que sea el fruto principal para ti, el Espíritu Santo puede usar esto para ayudarte a ti a y los demás. Toma un momento para orar y pedir al Espíritu Santo que te ayude a tener todos sus frutos, incluso aquellos que están menos presentes en tu vida, que puedan crecer en ti. ¡El Espíritu quiere que estos se desarrollen en ti!
Anima a las familias a hablar de cómo se produce la fruta en un árbol. ¿Qué lo hace crecer? Pueden pedirles a los niños que compartan lo que aprendieron sobre el fruto del Espíritu Santo.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a cada niño con un apretón de manos, o choca los cinco, y una sonrisa mientras ingresan a la clase. Pídeles que nombren una fruta que les gusta comer y que describan cómo sabe.
Hoy aprenderás sobre el fruto del Espíritu Santo. Ven y toma asiento conmigo en el círculo. Tengo un pedazo de fruta en mi mano.
En el medio del círculo hay un canasto vacío. Pondré esta fruta dentro del canasto. Imaginemos que este canasto está lleno de muchas frutas. Con los ojos cerrados, usa tu imaginación para ver este hermoso canasto lleno de frutas. Imagina tu fruta favorita. Piensa en cómo se ve: ¿qué forma tiene? ¿de qué color es? ¿cómo huele? ¿qué sabor tiene? Ahora abre los ojos. Tomarán turnos para poner sus frutas favoritas en el canasto.
Permite que 4–5 amigos respondan.
La fruta generalmente tiene un sabor dulce. Esta le da a nuestros cuerpos vitaminas y energía que necesitamos para hacer las cosas que debemos hacer cada día. Hoy hablaremos acerca de un tipo de fruta especial. A diferencia de la fruta que comemos, este fruto no es algo que podemos ver o saborear. Este fruto especial nos ayuda a vivir de una forma que agrada a Dios.
El tipo de fruta sobre el que hablaremos hoy se llama el fruto del Espíritu Santo. Estos son cualidades que se desarrollan cuando estamos conectados con Dios. Son características que el Espíritu Santo produce en nuestras vidas. Al igual que, cuando aprendimos acerca de la creación, los árboles producen frutas del mismo tipo del árbol donde nacen. Entonces, ¿qué tipo de frutos produce el Espíritu Santo? Escuchemos estos versículos:
Si es posible, lee el versículo directamente de tu Biblia.
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22–23
Estos versículos bíblicos nos hablan sobre el fruto que se produce o crece en ti por obra del Espíritu Santo. Una vez que tienes este fruto, se puede ver en tus acciones, pensamientos y palabras. Hoy nos enfocaremos en 5 formas en las que se ve el fruto en una persona: alegría, paz, amor, amabilidad, fidelidad. Piensa en estas diferentes cualidades.
Permite que respondan 3–4 niños.
El fruto del Espíritu incluye amabilidad, amor, alegría, paz y fidelidad. Cuando escuches una de estas palabras en la historia que estoy a punto de leer, da un aplauso. Practiquemos.
Di una de las siguientes palabras y guía a los niños a aplaudir una vez después de cada palabra.
Amabilidad
Amor
Alegría
Paz
Fidelidad
¡Muy bien! Ahora presta atención a estas palabras mientras te cuento la historia de una niña llamada Pamela. Sus padres le enseñaron a Pamela a ser amable al compartir con los demás. Siempre le recordaron que compartir es una forma de mostrar amabilidad y amor a las personas. Piensa en las lecciones que tuvimos sobre la amabilidad o bondad.
Deja que respondan 1–2 niños.
La amabilidad es un amor leal que se muestra a través de acciones, palabras y pensamientos. Aquellos que no son cristianos también pueden ser amables. El Espíritu Santo puede animarte a ser amable con aquellos que te rodean. No siempre es fácil mostrar amabilidad y amor hacia los demás. Pero el fruto del Espíritu Santo de amabilidad viene del cambio que el Espíritu Santo obra en tu corazón para cambiarte, de modo que ser amable sea algo que eres de forma natural.
Veamos de qué forma Pamela mostró el fruto del Espíritu Santo para amar a su amiga.
Pamela estaba muy alegre pero no era fácil compartir esta alegría con su amiga Claudia. Claudia a menudo se sentía triste. Claudia no era alegre debido a algunos problemas que tenía. Su madre estaba muy enferma y Claudia la cuidaba. Ver a su madre enferma hacía que Claudia esté triste y enojada. No tenía paz en su corazón.
Deja que respondan 3–4 niños.
Un día Claudia le preguntó a Pamela: —¿Por qué tienes tanta alegría? Pamela le respondió que a pesar de que su vida no era siempre fácil, ella era fiel a Dios. Sabía que Dios envió a su Hijo a morir para perdonar los pecados de ella y de sus amigos. Entendía que Dios la amaba y que siempre estaba con ella, y esto la ayudaba a estar alegre. Conocía que el Espíritu Santo la ayudaría si le pedía que la guiara. Pamela le pidió a Dios para que la ayudara a pensar en las buenas cosas de su vida. También oró con Claudia para que el Espíritu Santo la consolara y la llenara con su paz.
Di a los niños que dejen de aplaudir cuando escuchen un fruto del Espíritu Santo.
Su fidelidad la ayudó porque sabía que, debido a su fe en Dios, Él siempre la amaría y estaría con ella. También la ayudó a enfocarse en las cosas buenas de su vida.
Pamela oró por consuelo y paz para su amiga. Le mostró amor y bondad al explicarle su alegría.
En nuestra historia a Pamela le costaba compartir su alegría con su amiga Claudia. Para Claudia, era difícil tener paz y alegría porque se preocupaba por su madre. Muchos de nosotros experimentamos diferentes desafíos en la vida. Pero ¿sabes qué? Dios quiere ayudarnos a través de su Espíritu Santo a estar llenos de alegría y paz sin importar lo que suceda. Dios desea que le pidamos socorro y confiemos que el Espíritu Santo puede ayudarnos dándonos esperanza. Esto se ve en nuestro versículo para memorizar:
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo
Romanos 15:13
¡Dios quiere llenarnos con gozo, paz, y esperanza que solo el Espíritu Santo puede dar!
Hoy aprendiste acerca del fruto del Espíritu. Escucha de nuevo lo que nos dice la Biblia sobre este fruto especial.
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22–23
Dibujemos algunos frutos del Espíritu Santo. Algunos de los frutos funcionan juntos. En nuestra historia, vimos que la bondad y el amor trabajaron juntos. Voy a leer algunas situaciones de la vida real. Para cada una de ellas, dibujarás una imagen de cómo se ve el fruto. Después le pediré a algunos de ustedes que compartan qué fruto dibujaron y por qué.
Por ejemplo, podría decir esta situación: una persona ayudó a un amigo que se cayó al suelo. Puedes dibujar esta escena mostrando amor y bondad o amabilidad.
Da a cada niño un palo y asigna un pequeño pedazo en el suelo para dibujar. Si tienes lápices y papeles, haz que los niños usen esto en vez de la primera opción. Permite que tengan un minuto para dibujar y luego pregunta a un par de niños qué fruto vieron y deja que compartan sus dibujos.
Situación: Una persona vivía con su tía porque sus padres habían fallecido. No había mucha comida y las cosas eran difíciles. Esta persona parecía siempre estar sonriendo. ¿Qué fruto del Espíritu Santo se ve aquí? (Alegría)
Situación: Esta persona ayudaba a su hermano menor a aprender a leer, pero al hermano menor le estaba costando y no quería aprender. ¿Qué fruto del Espíritu Santo se ve aquí? (Paciencia)
Situación: A esta persona le hacían bullying porque sus familiares eran cristianos. Otros trataban de que cambiara su fe, pero él seguía diciendo que creía en Jesús. ¿Qué fruto del Espíritu Santo se ve aquí? (Fidelidad)
Opcional: Si estás usando las Páginas del Alumno, da a cada niño un lápiz y permite que hagan sus dibujos en las hojas.
Gracias por dibujar el fruto que viste en esas situaciones. Sé que piensas mucho antes de hacer tus dibujos. A medida que avanza esta semana, busca ejemplos en tu propia vida o en otros a tu alrededor del fruto del Espíritu Santo. Recuerda que puedes pedirle al Espíritu Santo que te ayude a estar conectado con Jesús y también a ser amoroso, amable, alegre, pacífico y fiel. Nuestro versículo de memoria nos dice más sobre el Espíritu Santo.
Si utilizas el cartel del versículo para memorizar, muéstralo a los niños.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13
Mientras lees el versículo, haz las siguientes acciones con los niños. Repite 3 veces el versículo para memorizar con las acciones. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los niños.
Que el Dios de la esperanza—Levanta las manos hacia el cielo.
Los llene de toda alegría—Ahueca las manos al frente de tu estómago. Mantén las manos así mientras las llevas hacia tu boca.
Y paz—Sonríe.
A ustedes que creen en Él—Levanta las manos hacia el cielo.
Para que rebosen de esperanza—Ahueca las manos al frente de tu estómago. Mantén las manos así mientras las llevas hacia tu boca.
Por el poder del Espíritu Santo—Haz una acción que demuestre fuerza en tu cultura.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Gálatas 5:22–23.
Bendición: Que tu vida sea llena con el fruto del Espíritu Santo de amor, bondad, alegría, paz y fidelidad. Que tus palabras y acciones muestren cada una de estas cualidades a los demás.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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