¡Integridad! Escuchemos sobre alguien que fue una persona íntegra.

Daniel es un personaje de la Biblia que tuvo una gran integridad. Esta es una historia verdadera. Daniel era un joven que siempre quería hacer y decir lo bueno y verdadero. Mientras les cuento sobre él, piensen de qué manera él mostró integridad.

Hace mucho tiempo atrás, un adolescente, con buen estado físico e inteligente, llamado Daniel fue capturado en Jerusalén, la ciudad donde había nacido, y llevado a un país lejano. El rey de ese lugar seleccionó a Daniel y a otros jóvenes inteligentes para ser sirvientes del palacio real. Al pasar el tiempo, el rey reconoció la extraordinaria sabiduría e integridad de Daniel, quien se convirtió en un importante consejero del rey y un respetado gobernador en el reino.

Años más tarde, durante el reinado de otro rey, un grupo de funcionarios del gobierno descubrió que el rey planeaba poner a Daniel a cargo de su reino entero. Ellos envidiaron a Daniel y trataron de hacerlo quedar mal. Sin embargo, era tan confiable, y siempre hacía y decía lo correcto y verdadero, que no pudieron encontrar nada malo en él.

Entonces recordaron que Daniel oraba a su Dios tres veces por día. Con deleite malicioso, prepararon un plan malvado. En primer lugar, convencieron al rey de promulgar una ley que decía que todos debían orar solo al rey durante los próximos 30 días o, de lo contrario, serían arrojados a los leones. Entonces ellos en secreto espiaron la casa de Daniel, para ver lo que haría.

La Biblia no nos dice qué sintió Daniel, pero probablemente estaba molesto por la ley. Pero él amaba a Dios y estaba decidido a hacer lo correcto. Tenía integridad. Fue a su casa y oró a Dios con sus ventanas abiertas hacia Jerusalén, como lo hacía siempre. Sus enemigos informaron de esto. A pesar de que el rey se puso muy triste, tuvo que echar a Daniel en el foso de los leones porque así requería la ley, y hasta él mismo tenía que obedecerla.

Pero Dios protegió a Daniel esa noche y, a la mañana siguiente, fue sacado del foso de los leones sin un rasguño. Entonces el rey lanzó a los funcionarios corruptos al foso y los leones los atacaron y los mataron al instante. El rey, lleno de alegría, proclamó que todos debían adorar al Dios verdadero, el Dios de Daniel. La integridad de Daniel trajo honor al Señor.

• ¿Qué historia habríamos contado si Daniel no hubiera sido un hombre íntegro?

Ahora haz una breve revisión creativa de la historia para los niños. Escoge a un estudiante para que se siente en el frente de la clase. Simulará ser Daniel. Puede ser un varón o una niña. Él o ella deberá contar la historia otra vez en menos de un minuto, como si realmente fuera Daniel. Una vez que lo haya hecho, formúlale algunas preguntas, pero recuérdale que debe responder como si realmente fuese Daniel.

• ¿Cómo te sentiste, Daniel, cuando te iban a poner a cargo de todo el reino?
• ¿Qué pensaste cuando escuchaste la nueva ley que permitía orar solo al rey por 30 días?

Permite que otros dos o tres estudiantes interroguen a “Daniel”. Luego formula las siguientes preguntas. Selecciona una pareja de otros niños para responder cada una.

• ¿Ustedes hubieran continuado orando a Dios abiertamente como hizo Daniel? ¿Por qué sí o por qué no?
• ¿Por qué creen que Daniel eligió hacer eso?
• ¿Por qué decimos que Daniel es una persona íntegra?

Opcional: Si tienes La Biblia en Acción, que los niños lean la historia en las páginas 484–488.