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Nota para el maestro:

Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.

En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.

Focus on Celebration!

Materiales
  • Piedra del tamaño del puño
  • Palos de varios tamaños (6 o más)
  • Barro
  • Biblia
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Papel
  • Lápices de color
  • Páginas del Alumno
  • Lápices
  • Canción de alabanza
  • Refrigerio

Devocional del maestro

«Él no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca.» Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia. Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.

1 Pedro 2:22–24

Piensa en el peor dolor físico que has experimentado. Ahora piensa en el peor dolor emocional que has experimentado. Imagínate experimentar estos al mismo tiempo. Probablemente es algo que nunca quisieras tener que soportar. Sería demasiado.

Hay alguien que escogió soportar el peor dolor físico, emocional y espiritual imaginable; es Jesús. Lo hizo para que nosotros, estando muertos al pecado vivamos para la justicia. Lo hizo por el gozo de darnos nuevamente una correcta relación con Dios el Padre. Jesús soportó la cruz por ti. Al enseñar hoy a tus alumnos, recuerda que Él soportó la cruz por ellos. Ora que ellos escuchen y entiendan esta gran maravilla que Jesús ha hecho por ellos.

Conexión familiar

Anima a tus alumnos a preguntar a los miembros de sus familias acerca de las situaciones difíciles y dolorosas que han experimentado. Pueden decirles que Jesús soportó dolor y angustia en la cruz; por eso comprende nuestro dolor. Pueden decir que Jesús soportó este dolor para que podamos ser perdonados y tener vida con Dios, que nos ama.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hablar de las cosas buenas de la vida de los niños.

Da la bienvenida a los niños con un saludo de Pascua de Resurrección.

¡Hoy escucharán la historia más emocionante! Antes de que la escuchen, quiero hacerles algunas preguntas. Pensemos en las cosas buenas que nos han sucedido en la vida. Quiero que piensen en cosas que no son objetos físicos.

Por cada pregunta, permite que dos o tres niños respondan.

  • ¿Qué cosas buenas han sucedido en tu vida? Por ejemplo, podrías pensar en un buen amigo.
  • ¿Tuviste que trabajar para recibir esta cosa buena?
  • Ahora piensa en algo bueno que recibiste, sin hacer nada para ganarlo o para lo cual no tuviste que trabajar. Fue un regalo. ¿Cómo te sentiste cuando recibiste ese regalo?

La historia de hoy es acerca del mejor regalo que Dios nos ha dado. Vengan todos a sentarse en círculo y escuchen con atención esta importante historia.

2. Enseñanza:

escuchar acerca de la muerte y resurrección de Jesús (Marcos 14:32—16:15; Juan 18—20).

Consejo para el maestro: La historia de hoy es acerca del doloroso tema del arresto y la muerte de Jesús, así como de su resurrección. Algunos niños pueden reaccionar con angustia por las situaciones dolorosas que Jesús experimentó por nosotros. Está bien si algunos niños expresan angustia durante la historia. Haz una pausa para consolarlos. Anímalos y diles que esta historia tiene un final muy feliz, y que todos estamos invitados a participar de la alegría.

Hoy vamos a escuchar la historia de la Pascua de Resurrección. En la Pascua o Semana Santa celebramos la resurrección de Jesús de entre los muertos. Porque Él venció a la muerte y resucitó, y todo el que cree en Él puede tener vida eterna con Dios. Hoy vamos a aprender cuánto le costó a Jesús hacer esto.

Les voy a contar la historia de los últimos días de Jesús en la tierra como hombre. Cada vez que Jesús soportó algo que le causó un dolor emocional, físico o espiritual, quiero que pasen la piedra a la persona a su derecha. (Muestre la piedra).

Lee la siguiente historia; que los niños pasen la piedra cuando les diga que lo hagan. Después de las primeras veces, solo haz una pausa de forma obvia para que sepan que deben pasar la piedra.

Como Jesús era Dios, Él sabía que había llegado la hora cuando sería crucificado. Jesús sabía que iba a soportar mucho dolor físico, emocional y espiritual en las próximas horas. Se sentía muy angustiado (pasa la piedra). Jesús llevó a sus discípulos para que oraran con Él en un jardín de olivos. Muy angustiado, pidió a sus discípulos que oren con Él, pero en vez de orar, se quedaron dormidos (pasa la piedra). Jesús fue un poco más allá a orar. Cuando regresó, les pidió de nuevo que oren juntamente con Él. Pero de nuevo se quedaron dormidos (pasa la piedra). ¡Esto pasó tres veces (pasa la piedra)!

Entonces Judas, uno de los doce discípulos, llegó al jardín con una multitud armada con espadas y palos. Judas se había puesto de acuerdo con los líderes religiosos para traicionar a Jesús y había dicho que arresten al hombre a quien él diera un beso. Ante la multitud armada, Judas traicionó a Jesús con un beso (pasa la piedra). Arrestaron a Jesús y lo llevaron preso (pasa la piedra). Sus amigos lo abandonaron y huyeron (pasa la piedra).

Llevaron a Jesús ante el consejo supremo de los judíos. Allí le preguntaron: “Dinos, ¿eres el Hijo de Dios?” Jesús contestó: “Yo soy”. Condenaron a muerte a Jesús porque no creían que era el Hijo de Dios (pasa la piedra). Algunos le escupieron (pasa la piedra). Le vendaron los ojos y le dieron puñetazos (pasa la piedra). Se burlaron de Jesús, diciendo que use su poder para decir quién lo había golpeado mientras estaba con los ojos vendados (pasa la piedra). Luego los guardias le dieron bofetadas (pasa la piedra).

Pedro, un amigo íntimo de Jesús, estaba cerca de donde interrogaban a Jesús. Una criada le preguntó si él era uno de los discípulos. Pedro negó que conocía a Jesús (pasa la piedra). Otra vez la criada insistió que él era uno de los seguidores de Jesús. Otra vez él lo negó (pasa la piedra). Después, algunos de los que estaban allí lo acusaron de haber estado con Jesús. Pero Pedro lo negó, y dijo: “No sé de quién hablan; no conozco a ese hombre” (pasa la piedra).

Jesús fue llevado ante Pilato, el gobernador romano. Después de interrogar a Jesús, él ofreció poner en libertad a Jesús o a un asesino llamado Barrabás. La multitud pidió a Pilato que diera libertad al asesino en lugar de Jesús (pasa la piedra). Pilato preguntó a la multitud qué debía hacer con Jesús, y todos gritaron: “¡Crucifícale!” (pasa la piedra). Así que Pilato hizo azotar a Jesús con correas de cuero que tenían trozos afilados de metal y de huesos de ovejas (pasa la piedra). Después Pilato entregó a Jesús a los soldados romanos para que lo crucificaran.

Los soldados le pusieron a Jesús un manto de color púrpura y tejieron una corona de espinas que pusieron en su cabeza (pasa la piedra). Una y otra vez golpearon a Jesús con una vara (pasa la piedra) y le escupieron (pasa la piedra). Se burlaron arrodillándose ante Él como que se inclinaban ante un rey (pasa la piedra). Después obligaron a Jesús a que llevara una pesada cruz hacia una colina (pasa la piedra).

Los soldados clavaron las manos y los pies de Jesús en la cruz (pasa la piedra); lo crucificaron junto a dos bandidos (pasa la piedra). La gente que pasaba por allí, y también los bandidos, gritaban insultos a Jesús mientras colgaba allí, moribundo (pasa la piedra).

Citando un salmo, Jesús exclamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (pasa la piedra). Cuando se había completado todo lo que Dios el Padre había planeado, Jesús dijo: “Consumado es”. Y murió (pasa la piedra).

Bajaron a Jesús de la cruz, lo envolvieron en un lienzo, y lo enterraron en una tumba. Pusieron una piedra grande y pesada en la entrada de la tumba, sellándola. Al tercer día, algunas mujeres seguidoras de Jesús fueron a la tumba para ungir su cuerpo con especies aromáticas. Cuando llegaron, ¡vieron que la piedra había sido removida!

Dentro de la tumba, un ángel les dijo: “¡No se asusten! Ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. ¡Jesús ha resucitado! Él no está aquí. Vayan y digan a sus discípulos que lo verán en Galilea”.

Poco después, Jesús se apareció a sus discípulos, y quedaron asombrados. Les dijo que anunciaran la buena nueva de que Él estaba vivo.

Pasamos la piedra 28 veces durante esta historia. Todos tocamos la piedra, que representa el dolor que Jesús soportó. Ninguno de nosotros estuvimos allí, causándole dolor, pero cada uno tuvimos parte en su muerte.

Como los discípulos, todos hemos huido de Jesús o lo hemos negado de alguna manera. Hemos seguido nuestro propio camino en vez de buscarlo a Él. No hemos golpeado a Jesús con nuestras manos, como los guardias, pero herimos a Jesús cuando herimos a otros al no mostrar amor, respeto o bondad. Cuando herimos a uno de los hijos de Dios, a Él también le duele.

No clavamos a Jesús en la cruz, pero Jesús aceptó ese sufrimiento para pagar el precio por nuestros pecados. En la cruz, Jesús tomó nuestro castigo para que llegásemos a ser parte de la familia eterna de Dios.

Vamos a pasar de nuevo esta piedra alrededor del círculo. Al hacerlo, piensen en algo que han hecho que niega a Jesús. No tienen que decirlo en voz alta. Sólo piensen en eso. Tal vez has decidido no creer en Él; quizá has hecho daño a alguien para vengarte de tu propio dolor. Tal vez decides mentir en vez de hablar la verdad; quizá muchas veces te enojas en vez de ser amable.

Dale tiempo a los niños para que piensen y para que pasen la piedra. Está bien que sea un momento de tranquilidad.

  • ¿Qué hizo Dios con la piedra que selló a Jesús en la tumba?

Los niños quizá digan que la removió.

Dios hace eso también con nuestra piedra, la que pasamos de uno a otro, la que representa nuestro pecado. Cuando creemos en Jesús y le pedimos perdón, Dios quita esa piedra. Él la remueve, fuera de su vista, para que ya no ver nuestro pecado. ¡Entonces resucitamos a la vida en la familia eterna de Dios!

Anima a los niños a hablar más acerca de la historia de la Pascua.

  • En la historia, ¿qué te pareció los más doloroso? Explica tu respuesta.

Los niños pueden hablar del dolor físico que Jesús soportó o del dolor emocional cuando fue rechazado por sus amigos, o de que otros se burlaron de Él. Pueden hablar de que Jesús se sintió abandonado por Dios.

  • ¿Por qué crees que Jesús dejó que lo arrestaran, aunque sabía que iba a sufrir?

Para pagar por nuestros pecados y abrir el camino para que seamos parte de la familia de Dios.

  • ¿Qué te dice acerca de Dios el sacrificio de Jesús?

Él nos ama tanto que estuvo dispuesto a pasar por algo tan horrible para restaurar nuestra relación con Él.

  • ¿Qué dice eso acerca de ti?

¡Eres valioso y muy amado!

La Pascua es la celebración de la muerte y resurrección de Jesús. La resurrección de Jesús fue prueba de su victoria sobre la muerte y el pecado. Todos somos pecadores. Todos nos rebelamos contra Dios al hacer nuestra propia voluntad. Nadie puede seguir a Dios perfectamente. Eso es lo que es el pecado: no cumplir lo que Dios tiene para nosotros. Jesús, sin embargo, cumplió perfectamente el plan de Dios. ¡Jesús nos ha abierto el camino a Dios!

Versículo para memorizar:

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 5:8

3. Respuesta

Decidir cómo responder a la invitación de Dios.

Ninguno de nosotros vive como Dios quiere. Herimos a Dios al seguir nuestro propio camino. Pero en vez de dejarnos a nuestra suerte, Dios decidió salvarnos, por Su gran amor. Dios tomó esa decisión, y ahora tú tienes que escoger.

Jesús no es automáticamente el Salvador de todos. Él quisiera ser el Salvador de todos, pero sólo es el Salvador de los que reciben Su regalo. Su muerte y resurrección sólo salva a las personas que deciden creer en Él. A ti te toca tomar esa decisión.

Con un poco de tierra y agua haz un poco de barro en el piso. Con los palos harás en el barro una escena de la cruz.

Materiales opcionales: Reparte papel y lápices de colores a los niños. Díles que hagan un dibujo de sí mismos (de todo el cuerpo, no sólo de la cara).

Si usan las Páginas del Alumno, los niños pueden hacer allí esta actividad.

Con algunos de los palos haz una cruz en el centro del barro que has hecho en el piso. Llama a los niños para que se paren alrededor de la cruz que has hecho. Diles lo siguiente:

El sacrificio de Jesús en la cruz abrió el camino para que tengamos comunión con Dios. Porque Él pagó por nuestros pecados, la cruz no es sólo un símbolo de muerte y dolor, sino es también un símbolo de que podemos tener vida con Dios. Gracias a la cruz, podemos tener un hogar con Dios. Él puede vivir en la casa de nuestro corazón ahora, y un día, estaremos con Él en nuestro hogar en el cielo.

Ahora, toma los palos con que hiciste la cruz y forma en el piso la silueta de una casita.

Si quieres que Jesús viva en el hogar de tu corazón, ven y deja una huella de tu dedo en esta casa. Si aún no estás seguro si quieres que Jesús viva en el hogar de tu corazón, ¡piénsalo esta semana! Puedes dejar una huella de tu dedo afuera de la casa. Si tienes alguna pregunta ven a hablar conmigo.

Consejo para el maestro: Es importante que los niños no se sientan presionados a responder a la invitación para entregarse a Cristo. Esta decisión tiene que ser sincera y cada uno tiene que tomarla de forma individual. Si un niño no responde, ¡ora que Dios lo atraiga a Él!

Materiales opcionales: Si quieres que Jesús viva en el hogar de tu corazón, ven y deja el dibujo de ti en esta casa, como si lo dieras a Jesús. Si aún no estás seguro si quieres que Jesús viva en el hogar de tu corazón, está bien. Quédate con el dibujo por ahora y piensa en esto durante la semana. Si tienes alguna pregunta ven a hablar conmigo.

Si es posible, canta una canción alegre para celebrar el amor de Dios. Permite que los niños canten y dancen al Señor. Sírveles un refrigerio, ¡ya que la Pascua de Resurrección es una gran celebración!

Consejo para el maestro: Pregunta si los niños quieren orar contigo en forma individual.

Para finalizar, ora por cada niño esta bendición, basada en Romanos 5:8 y 6:23. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Bendición: Dios ha mostrado su amor por ti, en que siendo aún pecador, Jesús murió por ti. Es mi deseo que conozcas y aceptes Su regalo de vida eterna para que seas parte de su familia para siempre.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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