Manejamos el enojo

Nota para el maestro:

Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.

En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.

Focus on Life Skills

Materiales
  • Biblia
  • Piedra del tamaño de la palma de la mano
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Lápices
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla.

Proverbios 29:11

La ira no sorprende a Dios. Él sabe que nos enojaremos. Incluso Él habla de esto en la Biblia. La ira puede llevarnos a pecar. Sin embargo, si no permitimos que se salga de control, puede ayudarnos.

Dios sabe que nos enojaremos, pero nos advierte de no dejar que nos gobierne. En vez de eso, nos pide compartir nuestra ira con Él. ¿Hay algo que sucedió en tu vida que te dejo una cicatriz de ira y amargura en el corazón? ¿A veces luchas con el dolor y la aflicción que proviene de la ira no resuelta? Si es así, hay Alguien que te entiende. Desea escuchar tus dolores y ayudarte a vencer la ira. Puede darte Su consuelo amoroso y Su sabiduría para ver la verdad de la situación. Ahora toma tiempo para ir donde Él con tu ira y dolor.

Conexión familiar

Anima a los estudiantes a comenzar a usar sus habilidades de manejo de ira en sus hogares cuando sus familiares se enojen. Su paciencia puede ayudar a los miembros de su familia a controlar su ira. También, si es posible, dales a sus familias copias del “Manejo de la ira”. Puedes encontrar este Artículo de Recurso justo antes de esta lección, en la guía.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer un juego sobre la ira.

Consejo para el maestro: No es saludable reprimir la ira. Si no se libera de manera saludable, puede tomar control sobre nosotros y dañarnos a nosotros y a otros. La violencia física es peligrosa, pero la emocional y verbal también provoca lesiones que cambian la vida. Enseñar a tus estudiantes a soltar la ira de forma saludable te ayudará a instruirlos en cómo resolver conflictos de buena manera.

Comienza la clase de hoy con un juego. Necesitarás una piedra del tamaño de la palma de una mano. Haz que los adolescentes se paren en un círculo.

Pretenderemos que esta piedra está muy muy caliente. Cuando la tengas, no puedes sostenerla por mucho tiempo ¡o te quemará las manos! Antes de que puedas pasarla a alguien más, declara algo que te haga enojar mucho. Para la primera vuelta, digan cosas que pueden hacer enojar un poco a alguien. Por ejemplo, podrías decir, “darse un golpe en el dedo de tu pie” o “no tener un lápiz para hacer la tarea”.

Si no puedes pensar en un ejemplo de manera inmediata, pasa la piedra a la siguiente persona hasta que pienses en algo. Después de compartir lo que te enoja pasa la piedra a alguien que no tuvo su turno todavía. No puedes repetir lo que alguien dijo, entonces piensa en varias cosas pequeñas que te hagan enojar. Incluso medita en algunas cosas que son tontas, tales como “ tener que caminar de puntillas todo el día”. ¿Todos listos?

Una vez que todos hayan tenido el turno para hablar de situaciones que los enojan levemente, juega otra vuelta. Esta vez, usa ejemplos sobre ira que son más serios o intensos.

Para nuestra segunda vuelta, compartan algo que puede hacer enojar mucho a una persona, tan enojada que casi no puede controlarlo. Estas cosas podrían hacer que una persona sienta calor por dentro o que su corazón lata más rápido. Pueden ser cosas que te hacen enojar a ti, o asuntos más generales que harían enojar a la mayoría.

Juega hasta que cada uno haya tenido al menos un turno. Si los estudiantes tienen problemas para pensar en las respuestas, puedes sugerirles cosas tales como gente que abusa de niños o que desperdicia comida cuando otros pasan hambre. Haz que los adolescentes se sienten después de juego.

¡Bien hecho! Comentemos el juego.

  • ¿Cuáles son algunos de los motivos comunes de ira que fueron nombrados?
  • ¿En cuál de esas situaciones la ira es una respuesta apropiada? O sea, cuando estar enojado puede ayudarte a resolver el problema o a entender mejor tus sentimientos.
  • ¿En cuál de estas situaciones la ira no es la respuesta correcta? Cuando por estar enojado puedes causar más daño y enojo.

Permite que los estudiantes compartan sus opiniones.

2. Enseñanza:

Aprender cuándo la ira es saludable o no, y cómo controlarla (Santiago 1:19–20; Efesios 4:26–27).

A menudo respondemos con ira cuando pensamos que las cosas están mal. La ira motivada por el orgullo puede dañarte a ti y otros. En este tipo de ira, no saludable, todo se trata de mí, mis derechos y mis preocupaciones.

La ira poco saludable o soberbia puede hacer que le grites a un comerciante porque te acusó erróneamente de robar. Este tipo de ira provoca que tomes decisiones mediocres y extiendas tu dolor a los demás. Impide que experimentes gozo, incluso en las cosas que deberían hacerte feliz. También puede afectar tu salud al causarte dolores de cabeza, ansiedad, problemas de estómago, y otras disfunciones físicas. La ira dañina aleja a las personas, en vez de permitirles entenderte y ayudarte. Ésta debe ser controlada para que no te frene de hacer las cosas que quieres y necesitas.

  • ¿Cuál de las situaciones que compartimos en el juego son el resultado de una ira dañina y soberbia?

Estos fueron ejemplos muy buenos de situaciones donde necesitamos controlar nuestra ira. En otros momentos, está bien enojarse. La ira es una forma entendible de reaccionar a la injusticia o al dolor profundo. Por ejemplo, está bien sentirse enojado por la violencia en contra de gente inocente, o por el hecho de que tu familia no tenga lo suficiente para comer. La ira y el dolor son las respuestas apropiadas al descubrir que tienes VIH o que alguien ha robado el dinero que ganó tu padre. Cuando algo malo sucede en tu vida, que no debería haber acontecido, está bien sentirse enojado sobre eso; de hecho, a veces este tipo de enojo puede ser saludable.

  • ¿Por qué crees que este tipo de ira podría ser saludable?

Este tipo de ira nos puede ayudar a resolver problemas y motivarnos a reaccionar. La ira saludable no es pecaminosa. Podría ayudarnos a defender a los que son maltratados o reconocer que estamos siendo lastimados, y tomar acción para protegernos. También mostrarnos cuando hemos hecho algo malo. Nos puede auxiliar para ver nuestras necesidades o reconocer lo que es importante para nosotros. Jesús experimentó una ira saludable y justa cuando vió que el pueblo no respetaba el templo de Dios. Usó la ira para cambiar su comportamiento. También podemos usar este tipo de enojo para el bien, si aprendemos a controlarlo.

  • ¿Cuáles son algunas de las situaciones en las que la mayoría de las personas se enoja de manera saludable?

Deja que los estudiantes compartan sus ideas. Las respuestas pueden incluir: que te traten de manera injusta o por situaciones en las cuales hay una víctima obvia. También pueden hablar sobre circunstancias de muerte o enfermedad. Cuando sea apropiado expresa compasión y acuerdo.

  • ¿Por qué crees que está bien tener ira saludable en este tipo de cosas?

Estas situaciones son injustas, victimizan a gente inocente, o van en contra de las leyes de Dios.

  • La Biblia nos dice que Dios se enoja también. ¿Qué tipo de cosas crees que podrían hacer enojar, con razón, a Dios?

Permite que los estudiantes compartan sus ideas. Es probable que hablen del mismo tipo de situaciones.

La ira de Dios es justa y saludable. Justa porque es la respuesta al pecado. Se trata de Sus preocupaciones y Su reino, y se expresa de maneras que son consecuentes con Su carácter. Por ejemplo, la ira justa de Dios no causará que pierda el control de sí mismo. Dios se enoja con aquellos que causan daño a los que ama, ¡y eso te incluye ti!

  • ¿Por qué crees que este tipo de cosas enoja a Dios?

Los estudiantes pueden decir que nos ama y no quiere que nadie sea victimizado. También desea que se obedezca Su ley.

Aunque a veces nuestro enojo es justificado, no podemos dejar que tome el control de nuestras vidas. Escucha estos versículos:

Versículo para memorizar

Pide a 2 adolescentes que lean los siguientes versículos en voz alta y desde la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere

Santiago 1:19–20

«Si se enojan, no pequen». No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol, ni den cabida al diablo.

Efesios 4:26–27

Ninguno de estos versículos dice que enojarse está mal. Sin embargo, nos señalan que es incorrecto pecar por causa de la ira. Si somos rápidos para reaccionar, es probable que reaccionemos de manera exagerada o actuemos de manera equivocada.

Piensa en algo sobre lo que sientas que debes estar enojado. Quizás es una cosa que te sucedió y no estuvo bien, tal como tu padre abandonando a tu familia o una amiga que fue violada. ¿Qué puedes hacer con esos sentimientos? ¿Qué te ayudaría para usar la ira de una manera saludable, en vez de una forma que podría lastimar a los demás?

Consejo para el maestro: Debes estar atento a los estudiantes que muestran señales de ira externa durante esta clase. El enojo a menudo es el primer paso para comenzar a tratar con sentimientos más intensos. También es una forma profunda de esconder sentimientos más dolorosos. Sé sensible a cualquier estudiante que parezca necesitar ayuda y oración adicional, y planifica juntarte con ellos después de la clase.

No importa el tipo de ira que experimentemos, necesitamos aprender a controlarla. Si el enojo es dañino o soberbio, ya está fuera de control y puede causar que nos lastimemos a nosotros mismos o a otros. La ira saludable que no se controla no nos permite mejorar una situación dañina o injusta. A continuación hay algunas cosas que puedes hacer cuando comiences a sentir que hierve tu ira.

1. Respirar profundo. Inhala contando hasta cuatro, retén tu respiración y cuenta hasta siete, exhala lentamente y cuenta hasta ocho.

  • ¿Cómo este tipo de respiración te ayudará a controlar el enojo?

Al respirar profundo, baja tu presión arterial y esto te ayuda a calmarte. Te da la oportunidad de pensar antes de hablar. Y lo más importante, te da la opción de hablar con Dios sobre tu enojo. Él sabe lo que te enoja, y cuando estás enojado de manera saludable, ¡Él también lo está! Si clamas a Él, te puede ayudar a decir y hacer lo correcto.

2. Excusarte y alejarte de la situación o de la persona que te hace enojar.

  • ¿De qué manera alejarse podría ayudarte para controlar la ira?

El alejarte de la persona o la situación que te hace enojar te dará tiempo para calmarte y pensar por qué te enoja. Te permitirá meditar sobre lo que quieres decir antes de hacerlo. Te dará la oportunidad de reflexionar sobre los efectos que tendrán tus palabras, acciones e ira en la otra persona. También te da la oportunidad de compartir tu enojo con Dios, Aquel que te consuela y da paz.

3. Comunicarte. Hablar sobre tu enojo con un amigo o un adulto de confianza, alguien con quien puedas compartir tus sentimientos libremente. Si es seguro, puedes tratar de hablar con la persona que te hizo enojar.

Trata de usar los “mensajes yo” que aprendiste anteriormente. Recuerda decir: “Me siento que ________ cuando tú___________ porque yo ____________”. Por ejemplo, “me siento frustrado cuando hablas al mismo tiempo que yo, porque no puedo compartir lo que pienso”.

  • ¿De qué forma comunicar te ayuda a controlar el enojo?

Permite que los estudiantes compartan lo que piensan.

Hablar con alguien en cuya opinión confías, puede ayudarte a pensar con claridad sobre cómo te sientes. Esa persona quizás puede ofrecerte consejos sabios. Compartir tus pensamientos podría ayudarte a darte cuenta de que tu enojo no es correcto o saludable, y que necesitas manejarlo de manera diferente. A medida que hablas del problema, podrías ver más claramente cuáles son las verdades de la situación, o juntos descubrir una solución. Jesús es el tipo de amigo confiable con el que siempre puedes hablar. Cuando estás enojado, siempre puedes decirle. Él te puede dar la sabiduría y el amor para conquistar inclusive las situaciones que más te enojan.

Consejo para el maestro: Asegúrate de que los estudiantes entiendan que nunca deben confrontar a alguien, aún cuando su enojo sea justo, si puede ser peligroso para ellos o los demás. En situaciones que pueden tornarse violentas, deben hablar con un adulto de confianza que les aconsejará sabiamente sobre cómo manejar la situación.

3. Respuesta

Practicar las habilidades para el manejo de la ira.

Ahora practicaremos utilizando estas técnicas. Nos dividiremos en grupos. Leeré una situación hipotética. Como grupo, decidiremos si la mejor habilidad para manejar la ira es respirar profundo, alejarnos, o comunicar.

Divide a los adolescentes en cinco grupos. Lee cada situación hipotética en voz alta. Dales dos o tres minutos para decidir cuál técnica es la mejor para la situación y discutir cómo utilizarían esta estrategia para controlar la ira. Después que los grupos hayan discutido sus situaciones, permite que dos o tres de ellos compartan lo que piensan de las situaciones.

Mientras los estudiantes hablan de sus respuestas, camina alrededor para escuchar qué grupos están involucrando a Dios en sus soluciones. Después de que los grupos hayan finalizado de discutir la situación hipotética, pídeles a uno o dos que compartan sus respuestas. Si es posible, incluye al grupo que consideró confiar en Dios como parte de su respuesta. La combinación de confiar en Dios y utilizar técnicas de manejo de ira es la mejor forma que tus estudiantes pueden lidiar bíblicamente con las situaciones que causan enojo.

Situación 1: Sara ha tenido una mañana difícil. Llegará tarde a la escuela porque la esposa de su padre la golpeó por no hacer bien sus tareas. La hermana menor de Sara camina muy lento, causando que lleguen aún más tarde. Sara estaba ardiendo de enojo hacia su hermana y la esposa de su padre. ¿Qué debe hacer?

Situación 2: Marcos está enojado con un grupo de chicos, con quienes juega fútbol. Se burlan de él para distraerlo y que no juegue bien, y su ira aumenta. Jugar al fútbol es la única actividad divertida que hace en toda la semana. Marcos piensa que los otros chicos se la están arruinando. ¿Qué debe hacer?

Situación 3: Fernando tomó una decisión muy mala y mantuvo relaciones sexuales con su novia. Hoy descubrió que lo contagió de una enfermedad de transmisión sexual. Estaba muy enojado con ella por no decirle que estaba enferma. ¿Qué debe hacer?

Situación 4: María tiene padres muy estrictos. Ellos mantienen muchas reglas que no le dan libertad. Ha tratado de hablar con sus padres, pero las reglas permanecen. Ahora está enojada con ellos todo el tiempo. No quiere hablarles o estar en la misma habitación. Está tan enojada que piensa que la única opción es escaparse. ¿Qué debe hacer?

Situación 5: María tiene un collar especial que le dio su madre antes de morir. La simple cadena de oro es la cosa más hermosa que atesora y es lo único que posee de su madre. Mientras María estaba en el mercado, un hombre se le acercó. Le dijo cosas denigrantes, tomó su collar y huyó. Ella se enojó consigo misma porque no lo protegió. También está furiosa con el hombre que le robó. ¿Qué debe hacer?

Estas técnicas para manejar la ira te ayudarán a controlar el enojo poco saludable y soberbio, y usar tu ira buena y saludable para el bien. Aisladas, son formas efectivas de evitar que la ira gobierne tu vida. Pero son mucho más poderosas cuando se combinan con el amor poderoso de Jesús. Él puede calmarte cuando tu enojo hierve.

Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, deja que los adolescentes respondan en ellas.

Ahora piensa en una de las cosas que te enojan. Puede ser una algo que se mencionó durante nuestro juego al comienzo de la clase. O algo que es muy doloroso o privado para compartir con los demás. Usaremos la piedra de nuestro juego de apertura y la pasaremos de nuevo. Esta vez, la pasaremos de manera lenta para que puedas tomar el tiempo que necesites para pensar. Cuando haya llegado a ti, medita en una situación cuando la ira hizo que te sintieras desvalorizado, impotente o frustrado. Puede ser un tiempo en el que estabas enojado contigo mismo. Quizás quieres cerrar tus ojos y orar para compartir tu ira con Dios y pedirle que te ayude a soltarla. Reflexiona cómo reaccionarás la próxima vez que te enfrentes a esta situación y en cómo puedes controlar tu ira.

Cuando pases la piedra a la persona siguiente, piensa en soltar la ira junto con la piedra. Puede que sea difícil dejarla ir. Recuerda que Dios quiere que experimentes la paz y el gozo que viene de llenar tu corazón con Su amor en vez de la ira.

La ira es una emoción secundaria, lo que significa que es provocada por experimentar primero una emoción fuerte. La utilizamos para protegernos del dolor, la humillación, el temor, el rechazo u otras emociones vulnerables. El enojo nos ayuda a esconder las emociones que nos hacen sentir inseguros o débiles.

Consejo para el maestro: A medida que tus estudiantes comiencen a dejar ir su ira, también otras emociones pueden salir a la luz. Hazles saber que estás disponible después de la clase si desean hablar contigo.

Permite que los estudiantes pasen la piedra alrededor de la sala de manera silenciosa. Observa cuidadosamente a los estudiantes, y asegúrate de orar por aquellos que parecen estar luchando con sentimientos de baja autoestima, dolor, o temor que puede venir como resultado de soltar la ira. Ora por aquellos que aún están enojados, que Dios los libere de la atadura de la ira. Después bendícelos como grupo con esta oración basada en Juan 16:33.

Bendición: Que el potente poder de Jesús te dé la fuerza para superar tu enojo. Que su amor, gozo y paz descansen en tu corazón donde antes hubo ira. Que el que ha vencido al mundo llene tu corazón con amor.

Consejo para el maestro: Si es posible, envía por correo electrónico o por mensaje de texto la tarjeta de Conexión familiar a la familia de tus estudiantes.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes como un recordatorio de que Dios siempre es digno de alabanza.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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